Otra vez me encontraba en mi habitación, sintiendo como mi corazón se rompía con cada paso que daba Hansol al alejarse de mí, como todas las noches últimamente.
No permití que mis lágrimas tocaran el suelo. No quería llorar otra vez, pero mis lágrimas no entienden eso y de nuevo me encontraba llorando como un pequeño niño. Un pequeño niño que busca algo que sabe que no puede conseguir o por lo menos no en este momento. Alargue mis brazos cuando Hansol regreso su vista hacia mí, esperando que entendiera que no quiero que se aleje de mí. Mas no lo hizo, solo negó con su cabeza mientras con sus ojos me pedía perdón; un perdón que siempre tiene.
Grite lo mas fuerte que pude dejando salir las frustraciones que ya no podía guardar más. No puedo seguir viendo como Hansol se lastima, y me lastima a mí.
Me levante de la cama, en la cual estaba arrodillado llorando por algo que parecía no tener solución. Tome mi bóxer y me los puse junto con mi pantalón, mientras empezaba a caminar hacia la salida tome mi camiseta la cual se encontraba a lado de la puerta de nuestra habitación. Me cepille el cabello vagamente con los dedos, que aún seguían temblando por lo sucedido anteriormente. Por ultimo tome mi chaqueta y salí del cuarto.
Camine por los pasillos de nuestro apartamento, observando detenidamente cada foto pegada en la pared. Extrañaba los tiempos en lo que todo parecía simple, sencillo. En donde Hansol y yo éramos felices.
Llegue a la puerta de la entrada principal, para detenerme a ver la foto que estaba a lado. Estaba sonriendo mientras Hansol estaba atrás mío con su brazo cruzando por mis hombros. Lloriquee al recordar ese momento de felicidad.
Esta sería la última vez que me hacía esto. Ya estaba cansado del jalar y soltar de parte de Hansol. Esta vez estaba decidido a dejarlo, apartarlo de mi vida. Demostrarle que me puede perder si sigue con esa actitud.
Tome las llaves del auto y abrí la puerta para poder recibir la brisa fría de la noche. No mire hacia atrás y salí de nuestra casa, definitivamente hoy iba a salir de la vida de él.
No sé en qué momento nuestra relación se convirtió en “esto”. Odiaba que me gritara para que luego viniera y con una simple disculpa todo quedara olvidado. Ya no soportaba que estuviera en esa vida de bajo mundo. Yo no quería muchas cosas, no le exigua mucho. Lo único que quería era tenerlo a mi lado sin temor a despertar y no encontrarlo; pero él se empeñaba en que yo era como una cara adquisición que necesitaba de lujos las 24 horas; pero la verdad era que solo lo quería a él. No me importaba no tener cosas caras. No me importaba llevar la misma ropa o no renovar mi armario cada mes. Ese nunca fue mi idea de estar junto a él.
Ahora nuestra casa era un caos completo. Había noches en las que llegaba tan borracho que trataba de obligarme a tener relaciones con él, y siempre terminaba llorando semi-desnudo. Otras en las cuales tomaba conmigo ahí; ya no tenía respeto ni por mi y peor por nuestra casa. No entendía el porqué de que lo hiciera. Yo siempre trataba de hacer lo correcto, de esperarlo con una sonrisa, de apoyarlo pero nunca era suficiente. Hansol se volvió más violento con el paso del tiempo, y aunque nunca me ha llegado a golpear; si me ha gritado y una que otra vez me ha dado una cachetada. Claro está que después se disculpó conmigo comprándome costosos regalos, que yo no quería.
No podía hablar con nadie porque si lo hacia él pensaba que ya lo estaba engañando. Se volvió más paranoico de lo que era, ahora me tenía retenido en nuestra casa. No podía a salir a ningún lado sin que él me tomara el tiempo. Poco a poco mis amigos se fueron alejando de mí por Hansol. Ya no puedo seguir soportando esta situación. Lo amo tanto que a veces duele pero así mismo ya no quiero llorar, quiero volver a sonreír. Amo tanto a Hansol que me duele esta situación y no quiero dejarlo pero no me deja otra opción. Debo darle a entender que si no cambia me va a perder para siempre.
Subí al auto y empecé a conducir sin ningún rumbo decidido. No tenia ni idea de a dónde ir. Lo único que sabia era que tenia que alejarme de ello más que podía.
Mire las luces de la carretera y es así cuando me doy cuenta que estoy solo, mis lágrimas no tardaron en correr por mi mejillas para terminar en mi mentón. Me limpie los ojos con mis brazos mientras trataba de controlar mis sentimientos que me amenazaban con destruirme.
Aplaste el acelerador del vehículo.
Solo quiero que todo vuelva a como era antes. Ya no quiero dolor entre nosotros, no quiero que nuestro amor nos lastime. Solo quiero que todo vuelva hacer como antes.
De nuevo me enfoque en el camino y me di cuenta que estaba cerca de la casa de Hoshi, la única persona que me ha quedado, después de que Hansol se encargara de alejar a todos de mi lado.
Estacione el auto y baje para tocar su puerta, se que me he de ver terrible pero me importa muy poco en estos momentos.
—SeungKwan ¿Qué haces aquí?
—Hoshi ya no lo soporto... — ya no podía mas, me deje caer de rodillas en su entrada mientras me auto-abrazaba.
—SeungKwan sabes que puedes contar conmigo.
—Mi vida ha perdido sentido. Hoy Hansol me dejo de nuevo solo para irse con sus amigos. Ya no lo soporto. Ya no quiero ver a Hansol emborachandose, ya no quiero eso. — Los brazos de Hoshi me acurrucaron suavemente mientras yo dejaba salir todo lo que llevaba guardado en mi corazón
—Vamos SeungKwan, no te puedes quedar allí afuera. Debemos entrar y pensar en lo que harás — asentí con la cabeza para ponerme de pie.
Estoy tan cansado de respirar, de tratar de vivir una vida que con el paso de los días me destruye.
—¿Que vas hacer SeungKwan? — solo me alce de hombros frente a la pregunta de mi amigo, puesto que no sabia la respuesta.
—No lo sé.
—Hansol se dará cuenta que no estas y vendrá acá a buscarte.
—Lo sé, por eso déjame descansar hoy y mañana pienso que hacer.
—Ya no lo amas. — esa pregunta siempre me ha rondado la mente, pero mi corazón también siempre tiene la respuesta.
—Lo amo más que nunca, pero estar a su lado me está matando. Tal vez si me alejo el cambie.
—Está bien. Si esa esa tu decisión te ayudare. — abrace a Hoshi para luego dirigirme al cuarto que me dio. Cerré la puerta y camine hasta la cama para dejarme caer sobre ella y poder llorar todo lo que tenia guardado dentro mio. Lo que mi corazón me pide, desahogarme.
No sé en qué momento me quede dormido. Últimamente estado con mucho sueño y también con mucha hambre, además de algunos mareos matutinos pero creo que eso es por lo que vivo bajo tanto estrés.
Abrí mis ojos al sentir como golpeaban la puerta, fruncí mi ceño por la insistencia de los golpees. Trate de escuchar y puede reconocer como Hoshi me gritaba. Automáticamente me levante y camine hasta poder abrir la puerta, para toparme con mi amigo y su ceño lleno de preocupación.
—¿Qué pasa?
—Hansol está afuera y esta como loco diciéndome que te quiere ver o mejor dicho tratando de entrar a la fuerza — abrí mis ojos de sobremanera pero me negué a verlo, por qué sé que si lo hago volveremos al círculo vicioso del que me quiero alejar.
Empecé a caminar hacia atrás mientras cerraba la puerta con seguro.
—¡Dile que se vaya! No lo quiero ver. No quiero Hoshi — me deje caer de rodillas mientras mis lágrimas empezaban de nuevo a caer por mis mejillas. No escuche ninguna palabra de mi amigo así que asumí que se fue.
Me levante para poder caminar hasta la ventana del cuarto y poder divisar a Hansol afuera como loco. Observe a Hoshi caminar hasta él, me quede en silencio tratando de que él no se dé cuenta que los estaba observando pero no sirvió de nada porque Hansol me notó y ahora me miraba fijamente.
—SeungKwan no quiere verte, por ahora creo que lo mejor es que te vayas Hansol — sus ojos me estaba lastimando.
—No me voy sin SeungKwan.
—Hansol entiéndelo, él no quiere verte.
—¡SEUGKWAN SAL AHORA! ¡BAJA EN ESTE MOMENTO! — cerré mis ojos mientras empezaba a negar con la cabeza. Ver la tristeza y desesperación en los ojos de Hansol me estaba lastimando tanto.
—SeungKwan no me hagas subir por ti. ¡Baja ahora mismo!
—No Hansol Déjame en paz.
—Por favor baja, prometo llevarte a cenar al mejor restaurante de la ciudad. Te comprare todo lo que quieres. Tu solo dímelo y yo te lo compro. Pero por favor regresa conmigo, a nuestro hogar — escuchar aquellas palabras fue como clavar mil cuchillos en mi pecho.
—No Hansol, ese es el problema. Crees que puedes comprar mi cariño con regalos lujos que los puedes conseguir a base de lastimar a gente. Nuestro hogar ya no es más eso.
—¡SEUNGKWAN BAJA AHORA! TE JURO QUE SI NO BAJAS VOY POR TI Y TE ENSEÑO A NO DEJARME. — pude ver su ira a treves sus ojos pero aun así me negué a ceder, es por nuestro bien.
—No Hansol
—Por favor, por mí… baja debemos ir a casa. — negué con mi cabeza al escuchar aquellas palabras. Cerré la ventana y me deje caer de rodillas mientras gritaba.
—Por ti hago esto — susurre mientras me auto-abrazaba. Puede escuchar los gritos de Hansol por más tiempo antes de que todo volviera a quedar en silencio de nuevo. No sé a qué hora se fue, lo único que se es que me tengo que ir de aquí antes de que regrese. Abrí la puerta para toparme con Hoshi parado frente a mí.
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