Hacía ya mucho rato que la lluvia no paraba de caer,había comenzado tan sólo siendo una llovizna pero poco a poco se convirtió en una mucho más fuerte,demasiado. Incluso parecía que las gotas golpeaban contra el vidrio de cristal de la ventana. Al pelinegro a diferencia de otras personas no le disgustaba esos días,de hecho tampoco le importaba mucho,cada vez que llovía su mente divagaba por dónde no debía,se perdía totalmente en ella,no estaba definitivamente en este mundo. No podía parar de pensar en lo de mañana,le tenía totalmente intrigado e incluso cabe añadir que algo nervioso también,por ello ahí estaba,admirando la calle por la ventana,sin poder dormir.
─ Rogue. ¿Tienes todo listo para mañana?
No hubo respuesta por parte del chico,por lo que su padre comenzó a golpear la puerta,inclusive de una forma más fuerte de lo usual, dejando atrás el sonido de las gotas que fueron amainando,trayendo a Rogue de nuevo al mundo real. "¿ En qué momento me había perdido tanto para no escuchar la voz de mi padre?"
Se resignó por fin a levantarse de la silla que estaba junto al escritorio y dirigirse a la puerta,visualizando nada más abrirla la cara de un señor de rasgos parecidos a los suyos pero obviamente con muchos años más.
─ Perdón,estaba distraído. ¿Qué querías?
─ Te pregunté si tenías todo para mañana. - Y como siempre había pasado a la habitación queriéndolo comprobar por sí mismo. Algo que al pelinegro no le gustaba,odiaba que invadieran su cuarto pero al fin y al cabo,él podía. ¿Con quién si no en la vida tendría más confianza?
─ Veo que lo hiciste,ahora a dormir,buenas noches. - Antes de llegar a irse dio un beso en la frente a su hijo,como de despedida,a pesar de que aún no se fuera haciendo al ojirojo fruncir el ceño de forma instántanea ante aquel gesto.
─ ¡ No tengo cinco años para eso! - Como era de esperarse de su actitud fría,protestó.
─ Seguro que si hubiera sido una chica bonita,no tendrías ninguna queja. -Puso mala cara ante el comentario por parte de su padre. ─ Y menos si ésa chica tuviera unos buenos pechos,así más o menos. - Hizo una comparación con sus manos,tratando de hacer ver a las que se refería aunque ni tardó en cambiarla. Se había dado cuenta,mas bien se había acordado de que eso sería solamente en su caso,el de su hijo era totalmente opuesto.
─Bueno,ahora que recordé en tu caso sería una buena ... - El pelinegro ni lo dejó acabar,ni quería oírlo en alto por parte de él,su pierna automáticamente por ello aterrizó en el pie del otro,aplastándolo un poco,haciendo gritar al bocazas para que no pudiera acabar aquella frase,sabía de sobra por dónde iban los tiros y no.
Ya lo primero lo había sacado de onda pero lo último que añadió provocó en él un sonrojo bastante notorio,seguramente no por la razón que su padre pensaba,no,es que tan sólo le había dado vergüenza,ajena y mucha,a pesar de que nadie los escuchara. Por otra parte se alegraba y mucho que aceptará sus gustos,de hecho recordó aquel día que se los confesó o más bien el día en que lo pilló por todo lo alto demostrándolo. Sin embargo la única respuesta por parte del hombre fue " No es algo que dudara,lo miraba venir sinceramente."
─ Es suficiente,fuera de aquí con tus cosas y pensamientos,seguro que si mamá se entera de esos pechos que hablas ardes. - Terminó por echar al pobre hombre,que tenía mala cara de tan sólo pensar en su mujer enfurecida. ¿No podía tener un padre normal? Lo peor de todo es que a pesar de todo podía oír como se reía a carcajadas en el pasillo por haberle hecho pasar un mal rato a Rogue,en ésos casos era cuando le entraban ganas de hacerlo callar a patadas. En el fondo sabía que no sería capaz, era un gruñón,no un matón.
" ¡ Mierda,me había olvidado! " No había terminado ni la cuarta parte,aún había un montón de cosas que guardar en las maletas y que ordenar,tenía que apresurarse. Miró el reloj ¡Ya eran los dos Am ! Aquella lluvia lo había dejado totalmente sumergido en otro asuntos. Mañana haría el resto,sí,no le quedaba de otra,por hoy ya tenía que descansar o seguro que no rendiría.
Siete de la mañana,el sol ya comenzó a asomarse,entrando los rayos solares por la ventana que olvidó cubrir,dándole en todo el rostro con ellos,gritándole como un "venga perezoso" literalmente fue horrible la forma en que le impactó, por no mencionar que en las calles ya había un montón de escándalo,que acompañaban a sonidos de los típicos pájaros que parecen que también te gritan un "buenos días." dando a entender que el día ya iniciaba.
La mañana al decir verdad era bastante cálida por lo que en seguida reaccionó,si hubiera estado como ayer probablemente el salir de la cama le hubiera resultado mucho más dificultoso por el frío, daba gracias de que no fuera así.
Salió de la cama dirigiéndose automáticamente hacía el baño con cuidado,por desgracia no tenía uno particular,eran dos en toda la casa y aún así prefería ir mil veces al que estaba cerca,no tenía muchas ganas de encontrarse con su madre, que aún así no era que la viera mucho tampoco.
Entró a la ducha abriendo al instante el grifo, dejando que el agua le reconfortara casi al momento,aún sentía el cuerpo algo cansado por lo mal que durmió. Aumentó la temperatura del agua para que saliera más caliente,agradeciendo a que eso relajó un poco sus músculos,notándolos menos tensos debido a la calidez. A los diez minutos más o menos ya había salido. Enrolló rápidamente una toalla en la cintura y otra la utilizó para secarse el cabello. "Mierda me olvidé la ropa allí." chasqueó la lengua.
Abrió la puerta del baño sin hacer mucho ruido,hizo el menos posible a pesar de que seguramente la ducha ya hubiera gritado que se había levantado. Miró por las dudas si andaba alguien por el pasillo y al confirmar que no era así,suspiró aliviado. Por lo que con rapidez fue hasta su habitación,acercándose a su cama para coger la ropa y vestirse,sin embargo se dejó caer en ella,en el fondo aún deseaba poder dormir un poco más,sus ojos estaban algo cansados. Pero tenía mucho por hacer y no podía desperdiciar el tiempo en el colchón,le faltaban aún cosas por guardar.
A las nueve ya estaban todos desayunando en familia,como siempre cada uno andaba en sus asuntos,su padre como de costumbre ojeaba el periódico mientras que su madre le trataba de sacar información sobre su vida íntima,era prácticamente el único momento que tenían de tranquilidad y era cuando la mujer aprovechaba. Por parte del pelinegro era sumamente incómodo, no era que no tuviera confianza como para no contarle pero a pesar de que las mujeres usualmente eran mejores para esos temas,ahí a ella precisamente no la quería meter,era pésima al respecto. Por ejemplo a los dieciséis años cuando su primera pareja le dejó las palabras literales de la mujer fueron " Vaya,es horrible... ¿Quieres qué te presente a una compañera?" Por aquella entonces aún no había descubierto que no le iban las mujeres,pero igual le había sentado mal lo de su primer novia. Agradecía los esfuerzos de su madre en esos casos,pero en esta familia ella parecía más bien el hombre al respecto. Era igual de fría que él,seguro que hasta más.
─ ¿Y tiene novio actualmente? - Y ahí estaba de nuevo,atacando,siempre solía ser tan insistente cuando quería saber algo sí o sí.
Ante la pregunta el pelinegro tan sólo le dedicó una mirada haciéndole saber que no hacía falta que mostrara interés por eso sin embargo ella le dedicó otra de respuesta insistiendo como que las pataditas bajo la mesa cual niña pequeña que le daba a su hijo no le resultaban suficientes,no,tenía que fastidiarle más incluso ya tenía la típica sonrisa de ganadora,que sabía que el caso lo tenía ganado. Era abogada después de todo.
─ ¡Oe! Deja de hacer eso. - Protestó casi sin paciencia,sintiendo como su ceño se volvió a fruncir en consecuencia, había soportado ya mucho.
─ Pero dime. -Remarcó y enfatizó la " i " haciendo el sonido más largo,al igual que una niña cuando no acepta un no por respuesta.
En busca de ayuda el pelinegro miró a su padre que éste tan sólo lo ignoró totalmente de forma vil y rastrera. Había escondido su cara en el periódico, no quería meterse en un asunto que implicara a su esposa, con ella nunca había nadie que lo ayudase,sin duda. Finalmente se resignó suspiró y contestó.
─ No,no tengo. ¿Ya puedo irme? - Había terminado ya de desayunar.
Y gracias a Mavis que tras la respuesta ya le había dejado tranquilo,puesto que también sabía que hoy su hijo no se podía retrasar.
Tras recoger los platos que había ensuciado fue hasta la entrada de la casa,para llevar las maletas que ya estaban allí hasta el coche, le había sobrado tiempo y todo como se suponía. Esperó a su padre fuera,admirando el buen día que hacía,el sol estaba en lo alto del cielo,dejándole por unos segundos sin ver con tanta luz.
Se dirigió al coche y lo observó algo mareado, tenía que ir hasta la universidad en esa cosa,odiaba los medios de transporte,definitivamente los odiaba,siempre que se subía a alguno se encontraba mal, no podía parar de tener náuseas,un hecho inexplicable pero cierto. Y en cuanto su padre llegó y lo puso en marcha, ya notaba venir aquella mala sensación que le daba cada vez que tenía que ir en uno pero aún así se subió, no había otra forma de llegar.
En cuanto llegaron Cheney necesitó unos minutos para recuperarse,tenía la típica mala cara de haber pasado un mal rato,por su otra parte el hombre reía a carcajadas de su hijo, no podía creerse lo sensible que éste era aunque también le daba algo de pena pero como siempre ganaba más el lado de hacerle la vida imposible al chico,aunque estaba muy orgulloso de él. Y aprovechando la situación del pelinegro se despidió de él con un abrazo, iban a ser muchos meses sin verle y no estaba acostumbrado a ello.
La universidad Fairy Tail en la cual asistía era bastante prestigiosa y enorme,tenía un buen campus junto con unas buenas instalaciones,que sin duda le daban la reputación que actualmente tenía,todo allí era admirable.
Pronto se dirigió hacía la recepción,visualizando en ella a una chica,bastante joven podría decirse y delgada de cabello largo,liso que se volvía ondulado al final, de color blanco con una especie de coleta en la parte superior,recogiendo su flequillo,parecía a simple vista agradable,siempre tenía una sonrisa en el rostro,una cálida,a pesar de que no le gustasen las chicas, ella era tan hermosa.
Estaba atendiendo a un universitario que iba antes que él, podría jurar que éste era de un año superior que él,puesto que hablaba de forma muy confianzuda,además de que siquiera preguntó por el número de su supuesto cuarto,seguro que era el del año pasado.
Cuando fue su turno, fue igual el ambiente,la chica en verdad trataba a todos bastante bien,hacía que no fuera pesada la tarea de preguntar cualquier duda.
─ ¿Cheney Rogue,verdad? - La chica le miró directamente con otra cálida sonrisa de las suyas.
─ Sí, así es. - De igual forma que ella también sonrió.
─ ¿De primer año? Vaya, eres nuevo,ya decía yo que no te había visto aquí. Espero que tu estancia sea agradable y que apruebes todo. - Rió entre dientes, queriendo bromear un poco con aquel chico. Por parte del pelinegro obtuvo una buena reacción que rió con ella.
─ Ten,esta es tu habitación.
─ Gracias..¿ehm?.. -Se quedó pensativo al no saber cómo llamarla.
-Strauss Mirajane. -Aclaró rápidamente.- Puedes decirme Mira,si gustas.
Rogue sólo asintió y la despidió con un gesto de mano yéndose a su habitación ,que estaba ya reservada y a su nombre, bueno, para él y otra persona,un compañero más,puesto que encontró dos camas allí,por supuesto, era obvio que no iba a estar solo. Y esa era una idea que no le terminaba de convencer, sin embargo no tenía otra opción más que aceptar. Dejó caer sus pertenencias en el suelo aún sin hacerse a la idea de ordenar,estaba agotado para eso por lo que se acercó a una de las camas tumbándose y poco a poco quedándose dormido sin darse cuenta.
11 Pm.
Sus ojos comenzaron a abrirse lentamente,los notaba menos pesados. Miró al reloj,la única cosa que había colocado en la mesilla y se fijó en la hora qué era.
─ ¡Mierda! me quedé dormido, aún con todo esto por recoger. - Se maldijo varias veces,por haberse quedado tirado en la cama. Se rascó la nuca,sin saber por dónde empezar y sin gana alguna de hacerlo pero al fin y al cabo tendría que tener todo listo por si algún momento su compañero se dignaba a aparecer.
En cuanto terminó de recoger,no eran más que las dos am y pensaba volver a descansar pero entre el hambre y el que no podía,obviamente,por la gran siesta que se echó horas atrás, decidió salir del recinto para buscar una tienda para poder cenar,menos mal que por allí había varias que permanecían casi todo el día abiertas.
Una vuelta,dos,tres,cuatro,cinco.... Y así hasta que se cansó de tantas y se sentó totalmente irritado,daba igual cuantas vueltas diera,cuantas ovejas,leones,peces,idiotas niños ricos de la universidad contara,no era capaz de dormir. Algo de lo más normal,si relucimos la siesta que se marcó. Mañana iba a ser un día totalmente duro si no dormía algo, pero por más que lo intentaba no podía. Aún así volvió a repetir el proceso teniendo éxito esta vez.
7 Am.
Una alarma comenzó a sonar a la hora marcada,dio más de tres pitidos molestos y chirriantes para sus oídos que por un momento cesaron pero como no fue apagada comenzó de nuevo puesto que si no se daba al botón retomaba ése horrible sonido. Un pelinegro de lo más irritado ante el escándalo buscó el dichoso móvil para apagarlo, tirándolo sin querer fuera de la mesilla, provocando más ruido que por lo menos lo logró despertar del todo, cómo para no, seguro que incluso medio pasillo había despertado. En cuanto lo apagó,se dirigió al baño -que aquí si tenía para él y su no-compañero.- para darse una ducha rápida para quitarse aquel horrible aspecto, tenía una cara espantosa ésa mañana. Cuando no dormía lo suficiente,sus ojeras se marcaban bastante,más de lo normal logrando que pareciese incluso un zombie,más bien una de ellas ya que su cabello tapaba el otro.
A las siete y media ya había hecho todo un logro,salir bien con el uniforme y desayunado, algo que tampoco era raro en él,en los otros años de estudios siempre era uno de los primeros en llegar. En ésas cosas siempre se tomaba todo en serio -por no añadir que él de personalidad directamente era así.-,odiaba muchísimo la impuntualidad por lo que él siempre era puntual. E incluso demasiado a veces.
Entró en su respectiva aula,donde ya habían unos cuantos alumnos del mismo año que él -suponía.- muchos le miraron de arriba a abajo,como revisándole, algo que no le molestaba en absoluto, en su actitud también destacaba el ser demasiado desinteresado respecto con asuntos que no tenían importancia - para él.- Pronto entró el tutor asignado de ése año en 1-C ,era un hombre alto,musculoso, con barba y cabello largo hasta los hombros de color naranja que lo mantenía peinado hacía atrás.
─ ¡Vaya! Cuantas caras nuevas veo hoy,aunque otras estoy cansado de verlas. -Rió entre dientes refiriéndose obviamente a los repetidores de ese curso.- ─Soy de nuevo el tutor de este año,así que otro curso más soportándonos chicos.- Juntó las manos en un aplauso,haciendo ruido.- ─ No me presentaré aún,porque como veo aún faltan bastantes alumnos y alumnas.- Justo en ése instante que el profesor hablaba sonó el timbre,marcando el comienzo de la primera hora.
Habían comenzado a entrar muchos más estudiantes,todos los que faltaban, sin embargo quedaban libres unos...¿cuatro? ¿Había sitios libres porque no se registraron más ese año? Lo dudaba y mucho. Seguro eran los típicos chulos de la academia,"¿incluso en ésta se supone que había?"
─ Ahora sí,por lo que veo. -Era consciente de que faltaban algunos,pero no le tomó mucha importancia.- ─ Cómo les decía soy el nuevo tutor de este curso,de nuevo mi nombre para quiénes no lo sepan es Gildarts, Gildarts Clive. -Remarcó.- ─ Un placer chicos y chicas,espero que no me den muchos problemas.
Y hablando de problemas como si el profesor los invocase -a los problemas.- aparecieron los ocupantes de las sillas que estaban libres, cuatro chicos. El primero en entrar fue uno rubio con una especie de cicatriz en la parte superior de su ojo derecho -más bien en la ceja.-
Rogue por su parte chasqueó la lengua molesto,sumamente molesto,cómo decía anteriormente odiaba la impuntualidad,ganándose por ello la mirada de los cuatro y no una bonita.
─ Vaya,vaya.. Unos tardones ¿Debería dejarles fuera? - Preguntó con gracia,se miraba que era un profesor con bastante buen humor.- ─ Anda pasen y tomen asiento pero a la próxima procuren llegar a tiempo.
"Demasiada bondad,demasiada" pensó el pelinegro aún claramente molesto ganándose de nuevo la mirada de los recién llegados,más de uno que se colocó a su lado. Porque para fastidiar aún más uno de los asientos libres era a su lado, porque claro, aún allí los ponían en pareja.