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Gigoló por Pilikita y Kororito

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Notas del capitulo: Segundo capitulo

Gigoló

¿Será que lo que hice… es correcto?

Se mostraba impasible, algo turbaba su tranquilidad.

Había estado así aproximadamente una semana… desde aquel extraño encuentro, no había dejado de pensar en lo sucedido y tal vez jamás lo olvidaría.

Abrió la puerta lentamente, y con una gran expresión, Yoh saludó:

- ¿cómo has estado, Ren?

El mencionado ni siquiera se tomó la molestia de notarlo ni de lanzarle una mirada, pareciese que no había escuchado con la obvia probabilidad de no responderle.

- ¿algo te preocupa? -. Indagó curioso Yoh, ya se había percatado de la preocupación de su amigo y sabía a la perfección que tenía un enorme ¿problema? que no lo dejaba descansar y sinceramente quería ayudarlo.

- en realidad no sé que me sucede -. Resopló con desgano.

- toda esta semana has estado muy distraído ¿te ha sucedido algo malo? -. Se sospechaba que el castaño comenzaría a interrogar.

- el problema es que no sé si sea algo ‘malo’

- ¿Qué es?

- no sé, no tengo idea de cómo explicarte

- ¿pero es algo grave?

- ¡Ya te dije Yoh que no sé! -. Dijo exasperado Ren, que se le agotaba la poca paciencia que poseía.

- ¡Perdón! -. Se defendió.

- creo que me he…

El castaño abrió los ojos muy grandes, agudizó al máximo su audición y agarrándose de los soportes del asiento, rayando casi la orilla de éste solo para escuchar lo que diría su amigo.

- … no sé

El menor de los Asakura ya había abierto la puerta para retirarse cuando Ren lo llamó, aquello parecía una broma.

- perdona Yoh, si supiera que me pasa no estaría en ésta situación

- descuida amigo, tómate el tiempo necesario

- la verdad me duele decir esto pero creo que me he… enamorado…

- ¿eso era todo, Ren?

- …de la persona incorrecta -. Finalizó como si fuera una sentencia.

- ¿incorrecta? Y dime ¿Quién es?

- para que te des una idea de quien es, te diré que trabaja en un burdel -.

Expresó algo apenado el joven chino.

El gesto de Yoh denotaba desaprobación pero hasta esa altura de la conversación no iba a dejar solo a su amigo.

- creo que tienes razón, no es la persona correcta para ti

- tal vez… -. Dijo con aire soñador.

- y bien ¿Qué es? Tal vez es… ¿una bailarina, una mesera o una p…?

- ojala fuera de esas, pero no, es… no tiene caso recalcarlo -. Y comenzó a imaginar un montón de tonterías.

- Ren ¿no me oíste? -. La paciencia del Asakura también se esfumaba.

- ¿Qué dijiste? -. Despertaba al fin de su fantasía.

- cielos, parece que sí estás enamorado, tu atención a disminuido a 20 por ciento y va en descenso

- aja

Se quedó viendo fulminante con su par de ojos negros, Ren desvió su mirada: ya no era él mismo.

- me tengo que ir o sino mi hermano me despedirá

- está bien Yoh, gracias por escucharme, ya me siento un poco mejor

- una sola cosa antes de irme

- ¿Qué es?

Se le acercó de sobremanera quedando muy cerca de su rostro como si quisiera decirle algo de suma importancia.

- dime ¿Dónde queda ese burdel?

Al oír eso le lanzó una de sus miradas desafiantes para luego soltarse a reír.

- no te preocupes Yoh, si quieres hoy te llevo

Después de terminar un acostumbrado día de labor, Yoh y Ren se dirigieron a tan especial sitio. Entraron, y como siempre ocurría, no llamaron mayor atención de los clientes, eran dos jóvenes oficinistas muy comunes con ‘deseos’ de pasar un buen rato; nada anormal, de pronto Yoh dirigió una especial mirada sobre una sensual rubia que le arrebató de inmediato un suspiro.

- Ren, yo me voy con la rubia de allá

- es una bailarina y está en pleno show, cuando termine le pides sus favores

- ¡Dios! estar en éste lugar me tienta mucho -. Decía nervioso el Asakura.

- si, este sitio es una olla de pecados

- bueno, bueno, mientras la rubia se desocupa, yo me voy con aquella pelirrosada, nos vemos Ren

- oye ¿pero cómo…?

- será un rapidín

- “demonios”

El ojidorado se quedó solo, se decidió por buscar un trago, algo que lo alivianara mientras esperaba a su amigo y sin predecirlo o planearlo, se sentó al lado de su… añorada compañía.

- hola Horo-Horo

El peliazul dio un respingo del susto, no se había percatado de la presencia a su lado, ese encuentro parecía una gran casualidad pero tal vez era cosa del destino; Horo-Horo se sonrojó al instante de recordar lo pasado aquella noche.

- ho… hola Ren -. Dijo casi inaudible.

- creí que no recordarías mi nombre

- no sé por que pero se me quedan los nombres de mis clientes

Ren abrió sus dorados ojos muy grandes, no se imaginaba o más bien no estaba preparado para oír eso.

- ¿has estado…‘trabajando’?

- desde que tu y yo, creo que tuve mas valor ó…

No supo que lo impulsó, atrajo a Horo-Horo para sí y comenzó a besarlo; éste por su parte no se negó, tal vez a nadie se le negaba… Ren estaba enamorado de Horo-Horo pero ¿Horo-Horo lo estaba de Ren? Tal vez lo veía como otro cliente más. Por su parte Yoh regresaba de su momentáneo placer cuando espectó semejante escena.

- ¿Ren está enamorado de un… gigoló?

Mientras Ren saboreaba los dulces labios del peliazul, un solo pensamiento ocupaba su mente:

- “¿Será que lo que hice… es correcto?”

 

Notas finales: Espero que les haya gustado y me disculpen por la tardanza

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