Capitulo 1: Una mirada es suficiente
Mi vida estaba perfectamente bien.
Las cosas que pasan a mi alrededor no me interesan, lo único importante en mi vida es Mokuba y la Corporación Kaiba. Los demás pueden desaparcer de mi vida y nada va a cambiar para mi.
Entonces, ¿Por qué demonios no puedo sacar esa maldita imagen de mi cabeza?
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Todo comenzo esta mañana, las clases terminaron antes asi que todo el mundo se retiro hacia sus respectivos hogares. Los maestros tenían una reunión en otra institución, asi que la escuela se habia quedado completamente vacia. Pero de manera sorpresiva, el siempre perfeccionista Seto Kaiba habia dejado uno de sus libros favoritos en la escuela,algo que noto cuando iba a medio camino hacia su hogar. No era normal en el ese tipo de descuidos, pero no le quedo de otra mas que volver por el ya que era algo valioso que no consideraba perder ni remplazar aun cuando tuviera el dinero para hacerlo, puesto que habia sido un regalo de Mokuba, algo que le dio en uno de sus cumpleaños. Camino por los vacios pasillos de la escuela, el intendente lo dejo pasar por obvias razones sin siquiera preguntarle por que volvia. La puerta del aula estaba entre abierta, pero justo en el momento en que iba a empujar para abrirla, se detuvo al escuchar un ruido dentro.
Y no era un simple ruido…era un gemido. Y no era un gemido cualquiera, era un gemido que, aunque nunca lo ubiese escuchado de aquel modo,fue provocado por una voz que el conocía bien.
Al asomarse por la pequeña abertura comprobó que lo que creía era cierto, pero fue mas grande la sorpresa que se llevo porque realmente no se esperaba algo asi. Lo que vio le dejo sin aliento, pocas cosas en la vida podían hacerle tener ese tipo de emociones que lo dejaran en un shock.
¿Qué fue lo que vio? Nada mas y nada menos que a Duke Devlin, arrinconando contra una de las paredes a Joey Wheeler, quien tenia las prendas superiores levantadas por la mano del pelinegro que viajaba por la cintura, abdomen y pecho del rubio, mientras este lo abrazaba por el cuello y sus caderas estaban mas pegadas de lo que deberían; sin dejar atrás el húmedo beso que compartían, donde podía verse como sus lenguas se recorrían las unas a las otras.
Mientras ellos mantenían ese beso tan apasionado y se iban separando lentamente, Duke le lamio la oreja a Joey, quien abrio los ojos con lentitud mirando hacia la nada.
Fue suficiente,el libro podía quedarse, no planeaba meterse a ese lugar con ese par de calenturientos…Pero, si bien la imagen le resulto de los mas desagradable y perturbadora, lo que paso después fue lo que no le permitió irse, cuando los ojos de Joey se habían enfocado hacia los suyos, entreabiertos, los ojos miel miraban fijamente a los azules con un brillo en ellos, el rostro se le habia puesto mas sonrojado y solo abrio la boca y luego la cerro,Kaiba quedo en un transe al ver aquello.
“Vamos, dilo para mi…” Hablo Duke, de modo seductor y que muy apenas logro escucharlo el castaño.
Entonces fue cuando paso.
Cuando los ojos del rubio que lo miraban fijamente le hicieron sentir un escalofrio, y hablo:
“Yo soy tu cachorro…”
En el momento que escucho eso de inmediato cerro la puerta de un golpe, sin importarle si molestaba o no a los otros, y olvidando por completo el motivo por el que habia llegado ahí primeramente, se retiro lo mas rápido que pudo tratando de no lucir afectado.
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Suspiro con fuerza,ni siquiera se habia podido concentrar en su trabajo… ¡era una completa estupidez! ¿Como es posible que siguiera pensando en eso? Pero mas que en lo que había visto de su mente no salían aquellas palabras que Joey pronuncio, el modo en que las pronuncio, y el como le miro mientras las decía. Ese maldito perro desgraciado se habia logrado incrustar en su cabeza y por mas que quería ignorar el asunto no podía. Era una imagen tan repugnante que quería olvidar como solia hacer con todo lo que no le importaba, y eso no le importaba en lo mas minimo, ¿entonces por que simplemente no podía?
Ya no quería saber nada.
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Al dia siguiente, prosiguió a continuar con su vida con normalidad. Si, aunque odiara bastante admitirlo, pero por fin logro sacar la imagen horrible del dia anterior. Cuando llego a la escuela se dedico a sentarse en el mismo lugar de siempre, sacando su laptop para comenzar a teclear algunas cosas, sin hacer caso ni responder a ninguno de los saludos que Yuugi Moto le habia dedicado. A lo único que si habia prestado atención inconscientemente, fue al hecho de Wheeler no se encontraba ahí. Maldita sea, odiaba si quiera tomar en cuenta a ese sujeto y ahora se daba cuenta de su ausencia.
Casi como si una fuerza mayor lo ubiese querido, el rubio entro por la puerta, al momento en que Kaiba levanto la mirada, notándolo ahí que estaba parado. Sus miradas se cruzaron obviamente y por un pequeño lapso, parecía como si el tiempo se ubiese detenido porque ninguno de los dos hizo un movimiento, nada mas mirarse. Volviendo de su transe rápidamente volvió su atención a la laptop, volviendo a teclear, aunque se habia desconcentrado y lo hacia con lentitud.
Lo que no se esperaba es que, retirando sus manos del ordenador para buscar algo entre sus cosas, escucho un ruido que le hizo levantar la mirada de inmediato, notando como ahora su computador habia sido cerrado y delante de su escritorio se encontraba parado Joey Wheeler, mirándolo fijamente. Una fugaz imagen paso por su mente, cosa que le hizo fruncir el ceño simplemente y mirarle con desprecio.
-¿Qué quieres, perro?- Le dijo, era una costumbre para el llamarle asi, pero desgraciadamante eso ahora era asociado con la escena del dia anterior. Noto el sonrojo que apareció en las mejilas de Wheeler, quien cuando estaba parado frente a el se veía tan seguro y tan solo por ese comentario ahora se veía asi de débil. No iba a dejar de llamarle perro por lo que paso…por el contrario, ahora tenia motivos para remarcárselo mas.
-Debo… hablar contigo sobre algo- Logro preguntar, recuperando su confianza, tratando de mantener un semblante serio antes de morir de la vergüenza que en realidad sentía por dentro.
Kaiba levanto una ceja –Me temo que quizás quisiste decir que ibas a ladrarme.-
-Maldicion! Estoy hablando en serio, de verdad..de verdad necesito hablar contigo…además..- Se detuvo, para después sacar un libro de su mochila, haciendo que Kaiba dirigiese su vista hacia el –Tengo tu libro, el que dejaste ayer, por..¿por eso volviste no? Si lo quieres entonces escucharas lo que tengo que decirte a la hora del almuerzo..-
–¿crees que puedes chantajearme con un libro Wheeler?- Kaiba rio de manera bufona
-No…pero puedo chantajearte con este libro, Ya que fue Mokuba quien te lo regalo según dice la primera pagina-
-Gh…- Kaiba frunció nuevamente el ceño, pero solo termino por suspirar.
-Te vere en el patio a la hora del almuerzo-
-Si, si, ya cállate- Dijo para volver a abrir su computador.
Joey solo sonrio victorioso y se fue a donde “la pandilla Yugi”, quienes lo saludaron de un modo alegre de la misma forma que el les contesto, aunque de inmediato las preguntas sobre que habia pasado con Kaiba ahora le cayeron encima. El castaño solo rodo los ojos y se dispuso a teclear, completamente desconcentrado.
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Solo quería acabar con ese estúpido anuncio, asi que para la hora del almuerzo ya estaba esperando por el idiota de Wheeler en el patio, en algun lugar donde no ubiese quien les interrumpiera porque, ya sabia bien que era lo que le iba a decir, o mas bien, sabia sobre que, pero tenia que admitir que le daba un poco de curiosidad que tipo de cosas le diría.Y es que eso fue mas que nada porque, de algun modo, quizás, podría encontrar la manera de olvidar lo que habia visto. Era como si buscara “respuestas a sus preguntas”.
Se mantuvo en su transe, pensando, hasta que de repente Joey ya estaba mas cerca que lejos de el y en un par de pasos mas ya habia llegado a donde estaba.
-Apresurate, no tengo tiempo para malgastar.- Hablo de manera cortante
Joey solamente suspiro, Inhalando y luego exhalando con fuerza, miro a los alrededores como comprobando que no ubiese nadie cerca que pudiese interrumpir o mirarlos, y luego…
Lo beso.