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Más que atracción por Reiga

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Notas del fanfic:

Hola  de nuevo(?) ^^


Aqui viene de nuevo pero esta ves con un aokaga  espero les guste   ya aun día  de que se termine este hermoso mes, y claro no serán los últimos.


Lean y disfruten.

Notas del capitulo:

Los personajes no me pertenecen. 

 

La noche llego con furia sobre su cabeza, miraba el cielo y este se tornaba cada vez más extraño, ya que estaba completamente seguro de que no debería haber más de una luna y menos ver tantas pero tantas estrellas, alzo la mano tratando de agarrar unas cuantas, pues las muy descaradas se estaban burlando de él.

–Deja de hacer esso estúPIDO ­– cargo más las últimas palabras, el chico a su lado, el recién llamado estúpido trato de centrar la vista en su amigo, no tenía idea de que fueran trillizos, pero en ese momento le dio igual así que solo se centró en el de en medio.

–Mira Kise déjame en paz, no tienes idea lo que se siente que hip~ terminen contigo – dijo rápido, arrastrando algunas palabras he hipando en otras.

–Nop definitivamente no se lo que se siente, pero de que te quejas kagamicchi igual pensabas terminar con el o no?

–Sip hip~ –contesto tomándose hasta la última gota de aquella botella, se encontraban en una bar; muy frecuentado por ellos de tres pisos. Cada piso dedicado a algo especial, el tercero era su favorito sin duda, era zona de fumadores y aunque ellos no fumaban le gustaba estar ahí, la música, las luces, pero por sobre todo la increíble vista al cielo nocturno – y eso es lo que me molesta el muy animal se me adelanto – decía con ebrio enojo, azotando su vaso en la mesa.

Su amigo lo único que hizo fue reírse y mover la cabeza antes de que su celular sonara  anunciándole  un mensaje.

–¿Quién es?

–Eh~ nadie – contestó rápidamente

–Como que nadie mentiroso, conozco esa sonrisa de idiota, ¡no me digas!...  no me digas que tienes novio modelo de pacotilla – alzo la voz casi desesperado, no podía ser posible que su amigo tuviera novio o algo por el estilo justo ahora que a él lo acaban de patear. Eso sí sería un doble golpe directo a su ego y orgullo que no era mucho pero durante la ebriedad no lo encontraba justo.

Kise se apresuró a negar con la cabeza, discutir con un kagami ebrio no era lo primero ni lo segundo y mucho menos lo tercero en su lista, es más simplemente no lo tenía en su lista.

Siguieron bebiendo hasta que se les acabo el dinero, prácticamente cerraron el local, y a mitad de camino se separaron  para cada uno ir a su respectivo hogar.

Kagami se tambaleaba, sus ojos no lograban mirar lo que él quería, sus pies tampoco le hacían caso, su estómago estaba rugiendo por expulsar el alcohol de su cuerpo, sin embargo se estaba obligando a retenerlo hasta que no pudo más y expulso todo lo que pudo.

–Ja… jamás volveré tomar  – se dijo a si mismo cerrando los ojos, sintió que alguien lo tomo de la cintura y sin querer se apoyó en el cuerpo a su espalda sintiendo un exquisito aroma que bien le pareció agradable y familiar  he inevitablemente le revolvió el estómago y lo mando directamente a la inconciencia.

 

~~*~~

 

Sus ojos estaban batallando por abrirse y lo hicieron bostezando en el proceso, suspiro unas cuantas veces antes de fijar su vista en una hermosa habitación, estaba por volver a cerrar los ojos inconscientemente  hasta que se sentó de golpe recostándose al instante por una fatal punzada en su parte baja que hizo que maldijera hasta el aire.

Sus ojos se abrieron con terror mirando hacia todos lados, se sentó con más calma esta vez y noto una cama estilo matrimonial, hermosas alfombras, cuadros, chiches, esculturas que a simple vista no eran baratijas, eso era un hotel y no uno barato. Miro buscando a alguien pero no, estaba solo.

Se acostó nuevamente cerrando los ojos y volver a su mundo real porque eso definitivamente era un sueño, abrió un ojo encontrándose con la mima imagen y suspiro.

–Esto no está pasando… – se dijo así mismo y sus ojos casi abandonaron su cara cuando recordó el dolor antes en su… rogaba por que fuera en la espalda.

Levanto un poco las sabanas solo para encontrar las desgracia en ellas, estaba como dios lo mando al mundo –no… NO… NO…NO –repitió una y otra vez esto no podía estar pasándole a el.

Con temblor llevo una mano a su retaguardia para comprobar lo hechos y se quiso  matar  cuando comprobó tan fatídica teoría.

Estuvo en shock por un buen rato antes de resignarse a lo ocurrido y levantarse, se sentó con mucho cuidado y miro con total frustración todo lo que se le cruzo a la vista, notando una nota en el velador a lado de la cama, la tomo como si la vida se le fuera en ello y la leyó

 

“Sé que estabas ebrio y no debí aprovecharme de ti, pero fue tu culpa, no me la hiciste fácil anoche ¿lo recuerdas?
 Te diría que estoy arrepentido pero no es así, fue un total placer hacerte mío, marcarte como tal, cada beso, lamida, caricia, mordida fue con amor me gustas Kagami
PD: Espero que amanezcas bien y sin mucho dolor,( no te preocupes por el hotel) ”

 

A estas alturas la cara del pelirrojo paso de un tomate a un farol para luego pasar a una totalmente deforme por la ira. Arrugo el papel y lo estrello en el suelo

–Lo voy matar, lo juro ¡nadie me jode! Y vive para contarlo  –trato de hacer memoria, sea quien sea lo conocía ya que lo había llamado por su nombre… pero por más que lo intentaba nada venía a su mente, estaba ofuscado ya se acordaría del mal nacido que se atrevió a  tocarlo.

–¡Maldición! – volvió a gritar al sentir el dolor – jamás pensé que a los que les daban les dolía tanto – susurro con dolor frunciendo el ceño, él era  un gay declarado, pero no dejaba de ser un hombre con todas sus letras, su altura, tés acanelada, sonrisa y mirada picara eran su más grande atractivo, sin duda un chico prominente en la universidad por su sola apariencia y sus maravillosos dotes en los deportes.

Tanto chicas y chicos soñaban con la sola idea de cruzar miradas con él, era de los que se hacían fama sin mover un dedo y ahora…

Lo habían rebajado a uke muerde almohadas “No, por supuesto que no, sea quien sea esa persona iba a morir”

 

~~*~~

 

 Tres días habían pasado y nada, ¿es que acaso se bebió todo el alcohol del bar? Era la pregunta que se hacía cada vez que trataba de recordar lo sucedió, hablo con su rubio amigo pero este no tenía idea de nada, no había visto nadie sospechoso o conocido ese día y claro el no le iba a contar que alguien lo violo mientras estaba borracho ¡NO, JAMAS!  Era lo que aparecía por su cabeza cuando se planteaba el contarle, lo conocía a la perfección y sabía que solo se burlaría de él, ya que fue vilmente ukeado… oohhh si ya lo podía escuchar.

Entró al departamento que arrendaba con su hermano hyuuga y lo que se encontró fue un golpe total a su entendimiento. Su hermano estaba siendo brutalmente penetrado por un simpatico castaño ya conocido.

–¡ohh por dios!  – grito el pelinegro, luego kagami, luego kiyoshi. Un total caos, kagami desvió la vista, kiyoshi obviamente se detuvo y buscó su ropa al igual que hyuuga.

Minutos pasaron y luego de eso el invitado extra se retiró quedando kagami y hyuuga frente a frente en el sofá.

–Lo siento mucho – susurro apenado el pelinegro

–¿Es que no pudieron llegar a tu habitación? – dijo molesto casi regañando a su hermano, aun no se le pasaba la imagen ¡dios! ver a tu hermano teniendo sexo desenfrenado no es algo fácil de tragar.

–… – hyuuga solo bajo la cabeza y kagami suspiro

–Jamás pensé que eras tú el de abajo, con la personalidad de kiyoshi cualquiera piensa lo contrario.

–No… no  es algo que tengamos definido Taiga… a la hora de hacerlo simplemente se dio no es como si él o yo lo hubiéramos planeado, va en la forma de ser tu pareja, el cómo te sienten con ella – hablo el de lentes tratando de que comprendiera y tomo más confianza para molestarlo –deberías probarlo alguna vez,  el que te penetren es algo realmente placentero una vez… que te acostumbras – Termino de decir hyuuga y kagami estaba listo para arrojarle un cojín antes de que se quedara helado por un recuerdo recreándose en su cabeza.

 

  ~                

–ngh~ –  jadeo al sentir el placer recorrer su cuerpo, una mano en su espalada lo tenía sometido a la cama mientras sus caderas estaban alzadas, zona clara de donde provenía todo su placer, podía sentir el ardor en su entrada… dedos jugando en ella, entrando y saliendo, y cada vez que entraban lo hacían con fuerza ­–a…hi~ ­–gimió –dame ahí –dijo con desespero –mételo de una vez –ordeno de un grito.

–Espera… aún falta,  no quiero lastimarte

–¡Da igual te quiero dentro ahora!

~

 

–Mentira… ­–susurro en shock, debía ser una broma el “jamás” habría actuado de esa manera, esas palabras  “nunca”  y repetía “nunca” pudieron haber salido de su boca… –pero… esa vos –estaba seguro de haberla escuchado.  

–¿Que tienes? – pregunto Hyuuga al ver a su hermano con cara de horror, temblando y balbuceando palabras inteligibles.

–Nada  –contesto  saliendo de su transe –y no te preocupes por lo que paso – le sonrió para que ya no se preocupara – voy a preparar mis cosas más tarde tengo mi clase de química.

–Está bien, kagami sobre la habitación disponible mañana… –ya no escucho más estaba demasiado metido en sus pensamientos como para escucharlo. Solo asintió y se retiró a su cuarto.

Estaba decidido,  si lo que iba a recordar era su denigrante comportamiento y querer pegarse un tiro cada vez que se acordará, perfecto, no intentaría saber nada más, al diablo con todo solo deseaba que al idiota no se le volviera a parar en su vida.

Tomo su cuaderno y delantal he iría a la única clase que odiaba con el alma pero a la que iba feliz de la vida. Ya se encontraban varios compañeros pero lo que llamo su atención fue el motivo de su asistencia.

Ahí estaba, concentrado en dejar cada material en su debido lugar, con su impecable delantal blanco, su cabello azulino que destacaba con esa impecable piel morena, aquello ojos de igual color que su cabellos que  le daban a su mirada más intensidad.

Aomine Daiki alumno dos años mayor que él y asistente del profesor de química, persona de la cual quedó prendada apenas lo vio por la gran carga sexual que poseía, motivo muy importante del que su noviazgo de meses se fuera al basurero, cada vez que estaba con su pareja no podía evitar imaginarse que era al chico de mirada intensa al que poseía. 

Estaba seguro de que lo que sentía por él era solo atracción una muy grande atracción a su pesar, pero ese chico lo hacía sentirse inexplicablemente cohibido cuando lo miraba, razón por la cual no se atrevía a dirigirle la palabra .

La clase paso intercambiando una que otra palabra profesor alumno, en una ocasión estaba seguro de que Aomine lo había mirado y le había sonreído, sus mejillas casi tuvieron la insana osadía de hacerlo sonrojar, pero pudo controlar eso antes de caer tan bajo.

Cansado llego a su casa y puso toda su humanidad en su cama, hyuuga fue a revisarlo y sonrió tiernamente al verlo dormido, su hermanito era un gruñón de por sí pero dormido se convertía en alguien totalmente adorable, su rostro apacible y su respiración casi imperceptible, le dio una suave caricia en su mejilla llegando a su frente separándoles algunos cabellos de sus ojos.

Le quito la ropa dejándolo solo con su bóxer y lo arropo dándoles las buenas noches, acompañado de un tierno beso en su frente.

Al día siguiente hyuuga andaba corriendo con cuaderno en mano y un zapato en otro, cuando vio a su hermano saliendo de su habitación tal y como lo había dejado la noche anterior.

–¿Te quedaste dormido?

–sí y voy muy tarde – contesto, mientras se ponía el abrigo –kagami que no se te olvide hoy viene  Dai, ayúdalo por favor

–¿Dai? ¿Qué es? … ¿ayudar a qué? – pregunto refregándose el ojo, no comprendía nada.

–Te dije que arrende la habitación que teníamos disponibles a mi compañero, te lo dije el otro día ¿no me prestaste atención? – le medio regañaba, Taiga solo encogió los hombros ya habían hablado sobre esa habitación –bueno, solo estate pendiente cuando llegue, vendrá a ver la habitación –dijo abriendo la puerta      

Encontrándose con el sujeto en cuestión, a kagami se le espanto el sueño arrastrado al ver en la puerta al moreno de sus sueños más húmedos, sus ojos se encontraron con los del cuervo en la puerta, para en un segundo sentirse completamente intimidado.

–aahh Aomine pensé que vendrías más tarde, yo ahorita estoy apurado, pasa… te dejo con mi hermano ­–grito hyuuga ya a tres metros lejos de la puerta.

Aomine rio al ver a su loco compañero desaparecer, pero luego trago duro al centrar su vista en el en el chico en paños menores. Y no era cualquier chico si no “su” chico.

–Duermes cómodo – entro en la estancia y le sonrió al atónito chico, kagami ya ni sabía cuentas veces en esta última semana había deseado morirse. Pero bueno actuaria normal, sus mejillas ya lo habían delatado de eso estaba seguro así que por ultimo actuaria con dignidad.

–No tienes idea lo cómodo que es, deberías intentarlo.

–Oh me lo imagino, aunque yo duermo sin nada eso sí que es cómodo ­– contrataco Aomine con una sonrisa de oreja a oreja al ver la incomodidad del pelirrojo.

El menor se tensó al oír eso, la sola idea de ver a Aomine durmiendo desnudo en su cama hizo que una ráfaga de calor recorriera todo su cuerpo, tan ensimismado estaba en sus calenturientos pensamientos que no noto la proximidad del chico en frente.

–¿Vas a quedarte  a si? –Pregunto el moreno con un tono sensual, que le crispo los nervios al menor.

“Claro que no” quiso gritar, pero la sola idea de darle la espalda lo tenía clavado al piso, y su cercanía no lo ayudaba en nada.  Quería darse unas cuantas cachetadas mentales, “¿es que acaso le gustaba a tal nivel que no sabía cómo reaccionar enfrente suyo?”

–A mí no me molesta que te quedes así – volvió a decir el mayor e iba a pasar un dedo por su torso pero kagami dio un paso hacia atrás.

–Disculpa me cambio y vuelvo – dijo para luego caminar lento, obligándose a no correr hacia su habitación, cuando entro y estuvo a punto de cerrarla una mano se lo impidió.

–Te dije que no me molesta que te quedes así – repitió Aomine  apartando al menor y entrando en la habitación.

–¿eh?  –ahora sí que kagami no entendía nada de nada y eso lo dejaba ver en su rostro.

–Lo siento pero ya no aguanto más

Fue lo último que escucho antes de sentir una presión sobre sus labios, Aomine lo había tomado del cuello y acercado a sus labios, tanta fue su sorpresa que no atinaba alejarse y menos a responder la insistencia para que también participara del beso.

Una punzada en su labio inferior lo obligo a abrir la boca y cerrar los ojos. El chico por el que sentía solo atracción lo estaba besando y no negaría que  lo hacía bien la pregunta era ¿Porque?.

Sus manos las llevo al pecho del peli azul y lo obligó a alejarse.

–¿Que estás haciendo?

–Te beso – contesto con simplicidad

–Ohh créeme que eso lo note, pero…

–Por qué me gustas ­–dijo con seriedad, esa misma seriedad con la que ponía notas minimas  cuando algún alumno no se presentaba a una clase en donde de sorpresa había test, regla impuesta desde el comienzo por lo que si no asistían era solo su responsabilidad, la misma seriedad con la que daba clases.

Kagami iba a decir algo, más bien quiso intentarlo pero nada salió, no podía ordenar  bien sus palabras antes de decirlas, ¿era correspondido?, ¿el chico por el que sentía solo atracción le correspondía?, poco tiempo tuvo de seguir pensando ya  que sus labios volvieron a ser tomados, cerro sus ojos y  se dejó llevar por el delicioso contacto.

Ignorando la sonrisa en el rostro contrario, Aomine llevo sus brazos a la cintura ajena uniéndolos para estrechar el cuerpo del menor, a pasos torpes lo guio a la cama recostándose encima de el sin cortar el beso.

“Eres hermoso” , escucho cuando los labios de Daiki  ahora recorrían su cuello, lo mordía,  besaba y succionaba, estaba seguro de que algo había mal en todo esto, pero las sensaciones en su cuerpo no le dejaban entender que era.

Era la primera vez que se sentía de esa manera, deseaba más de su tacto, su toque, su lengua en cada parte de su cuerpo, sus besos, esa mirada cruzando la suya lo tenía mareado, quería sentir todo su peso sobre el suyo.

Se besaban con pasión, sus manos recorrían el cuerpo ajeno, Aomine ya no contaba con nada de ropa y el bóxer de kagami seguramente decoraba alguna parte del suelo, sus miembros hacían presión en el contrario, deseando más que solo roce.

El moreno fue repartiendo besos por su torso deteniéndose en la cintura de Taiga besándola mientras sus manos torturaban sus tetillas, kagami se mordía el labio para no gemir, para no suplicar que llegara pronto a su miembro erguido ante la sola idea de la boca de Aomine en el.

–Quiero escucharte – le dijo Aomine  riendo mientras soplaba el pulsante miembro de su presa –no te reprimas, romperás tu labio – dijo subiendo para besarlo y de esa manera hacer que soltara a su víctima entre los dientes.

Kagami embriagado por el demandante beso, solo suspiro cuando el moreno volvió a bajar para darle la atención esperada, la primera lamida lo hizo jadear, las que le siguieron aguantar la respiración, soltándola en un sonoro  gemido cuando la cavidad bucal del mayor se tragó su miembro, su caliente lengua jugaba con él a la vez que seguía succionando.

El placer cada vez era mayor, sus caderas se movían por voluntad propia, sus manos fueron sin vergüenza al cabello azulino para marcar un ritmo más acelerado y cuando estaba a punto de su liberación Aomine se detuvo.

–¡No puedo creerlo! –exclamo frustrado, recibiendo una risa de cretino.

–No quiero que te corras aun, lo siento –le dijo besando la punta de su miembro, kagami se sonrojo por tal acción.

Aomine  tanteo la entrada del pelirrojo y fue ahí cuando la mente del menor hizo…

“CLICK”

Era eso, eso era lo estaba mal, Aomine había iniciado todo, lo trataba con delicadeza, sus intenciones eran obvias, ¿porque no se había dado cuenta?.

–Tranquilízate, si te tensas te dolerá ­– le escucho y sin chistar trato de tranquilizarse, era él, su voz, su esencia, mirada, olor, todo él lo que hacía que actuara de esa manera.

Sus manos se aferraron a las sabanas al sentir el segundo dedo querer adentrarse en su cavidad.

–Deja de hacer eso por favor – pidió aomine besando su muslo al ver que kagami se mordía el labio nuevamente.

Kagami lo libero inmediatamente  y suspiraba cada vez más fuerte, un tercer dedo se había colado y su miembro recibía atención también “ngh~” jadeo.

Se vio a si mismo abriendo más la piernas y moviendo sus caderas “estoy… listo” susurro, la verdad es que ni él estaba seguro de si era así, pero quería sentir a aomine dentro, ahora comprendía las palabras de su hermano.

Aomine tomo sus piernas por debajo de las rodillas y las alzo posicionándose entre estas. Llevo su pene a su entrada ingresando solo la punta.

–Mírame Taiga~ –susurro en su oído para después mirarlo y besar sus labios –realmente me gustas – dijo a la vez que lo penetraba por completo y con sus labios atrapando un gemido que estaba seguro era de dolor he incomodidad pero que se encargaría de cambiar.

Besando su cuello, masturbando su miembro, acariciando su torso, cabellos, caderas. Lo estaba excitando haciendo que se distrajera del dolor y en su lugar solo sintiera placer y no solo eso, Taiga por primera vez se sentía amado.

El menor tomo el rostro de Aomine y lo obligo a mirarlo –muévete – sus ojos se encontraron y ellos hablaron por si solos, Aomine no tardo en empezar a moverse lentamente, rasgando las paredes internas de kagami, quien jadeaba paulatinamente.

Aomine lo último que quería era que no disfrutara así que se estaba tomando su tiempo para que se acostumbrara y la ves buscaba el punto de mayor placer de Taiga, el gemido y estremecimiento del cuerpo bajo suyo le indico lo que buscaba, así las embestidas se hicieron cada vez más aceleradas y certeras, atacando una y otra vez el punto que hacia gemir a su pareja.

Taiga estaba sumergido en el placer, sus cuerpo entero era arremetido, abrió los ojos encontrando, el amor, la lujuria, pasión y excitación en la persona que lo embestía, levanto un poco su torso para besarlo.

–No te contengas, también quiero escucharte –le susurró sobre sus labios al darse cuenta de Aomine se estaba conteniendo.

Un beso lleno de amor le siguió, gemidos, suspiros, jadeos eran devorados por la boca del otro, el nombre del contrario salió de sus bocas al llegar a la culminación de lo que es hacer el amor.

Ambos tenían la respiración agitada, el cuerpo sudoroso, Aomine no quería salir del cálido lugar, no quería abandonar el calor de su cuerpo.

–O…oye salte – dijo kagami con algo de pena.

–¿Porque me dejaste hacértelo? – pregunto de la nada Aomine afirmando su frente en el hombro de kagami –sé que no te acuestas con cualquiera, ¿cuál es el motivo? Tú ya sabes el mío – insistió

–…

–Sabes… fue un placer hacerte mío de nuevo –dijo con doble intención, ya que al parecer kagami no quería reconocer sus sentimientos aun.

–¿De nuevo? –preguntó no entendiendo “¿a qué se refería con de nuevo?” Aomine levanto  la vista nuevamente.

–¿De verdad no lo recuerdas?

Kagami lo miraba como si tuviera tres ojos, de verdad que no le seguía la idea, miro su rostro, sus ojos, sus labios, mentón, nariz, cejas, cabello y su cerebro hizo “clic”.

 

~

Estaba ebrio no tenía idea de donde estaba mucho menos de cómo había llegado, miro hacia todos lados y nada, hasta que vio una sombra oscura  acercarse a él y sentarse a su lado.

–Toma esto, te hará sentir mejor–le dijo alguien, trato de mirarlo y era incapaz de reconocerlo, entrecerró varias veces su ojos he invadió el espacio personal del chico a su lado

–¿Ao… Aomine?

–si ¿te sientes mejor? – pregunto más aliviado ya que cuando lo encontró su menor estaba botando el alma por la boca.

–¡Aomine! –Tomo su cara con ambas manos – realmente eres más lindo de cerca – sonrió bobamente acariciando el rostro del mayor el mismo que no creía lo que escuchaba –¿tienes novio o novia? –pregunto arrastrando las palabras como cualquier persona que se hace llamar borracha.

–No –contesto divertido por la actitud de Taiga.

–Qué bueno no me gustaría saber que estas con alguien – se amurro con el solo hecho de pensarlo

–¿Así? ¿Y eso porque? –rio

–Porque me gustas y te quiero para mí, ¿no te das cuenta? –pregunto con la mirada fija en Aomine, este noto la seriedad y tristeza en su mirada, Taiga no espero respuesta y  beso los labios de Aomine en un demandante beso que fue inmediatamente correspondido

~

 

 “Mentira ¡ese no era el! Maldito alcohol” estaba seguro de que su cara alumbraba más que el sol, como demonios pudo decir tanta estupidez junta.

–¿Me vas a responder?  – pregunto tratando de no reír al ver el semáforo en rojo de su pronto novio.

–Te… te aprovechaste de una persona ebria – contesto mirando hacia otro lado.

–En mi defensa esa persona me provoco hasta caer en la tentación, no podía negarme si me lo pedía, menos al saber que era correspondido y que ya no había obstáculos para acercarme a ti – por obstáculos se refería a su ex –dímelo Taiga ¿Qué sientes por mí?

–Tks ya te lo dije

–Pero estabas ebrio – la voz de Aomine sonaba insegura, y Taiga lo pudo notar

–¿y?… los niños y los ebrios siempre dicen la verdad ¿no?, los niños por sus sinceridad innata –miro nuevamente los ojos azulino de Aomine –y los ebrios por qué hacen cosas que no te atreverían jamás a hacer estando sanos, el alcohol puede llegar a la cabeza pero no al corazón y es el que habla estando en ese estado.

Aomine sonrió al escucharlo, no escucho “un te amo”, “un te quiero” o “un también me gustas” pero sin duda había sido la declaración más hermosa que podría haber esperado.

–Estoy tan feliz  – dijo abrasándolo – desde que te vi en la facultad de química me gustaste – kagami sonrió sintiéndose a gusto en sus brazos.

–Supongo… –susurro correspondiendo el abraso – que después de todo no era solo atracción     

Fin. 

Notas finales:

Bueno hermosas me despido con un besito a quien lean, espero les haya gustado!!

Diganme que tal si? °w°

nos estamos leyendo! excelente semana


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