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El chico de la flor equivocada [HaeHun] por Shiza-chan

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Notas del fanfic:

Primero que nada, esta obra es una adaptación de un cuento chino llamado "La flor de la honestidad" Con esto no me refiero a que esté adaptando la obra, si la leen se darán cuenta de que no es así. Más bien es... mi versión basada parcialmente en el cuento(?) O algo así.

Voy a dejar el link por si quieren leerlo.

1. Este es un fic HaeHun (también lo aclaré en la descripción). Por si desconocen a que se refiere, son DongHae de Super Junior y SeHun de EXO.

Puede que la pareja sea poco común, pero de cierta manera me cautivó y ahora no puedo dejar de imaginarme a esos dos en escenarios cursis.

2. Con excepción de la idea principal y uno que otro detalle, la obra, narración y demás son completamente MÍOS.

3. Los capítulos en general van a ser algo cortos, aunque algunos serán más largos que otros. No prometo nada.

Por mí parte creo que es todo. Espero que disfruten de la lectura y me dejen sus comentarios. Aquí enseguida les dejo el link en los comentarios y... síp, eso es todo.

Les mando un chingo de BSL:*

Cuenta una leyenda que por el año 250 A.C., vivía en China, un príncipe que estaba a punto de ser coronado emperador...

X

SeHun miró con completo asombro a su tío mientras que éste terminaba de leer la carta que el mensajero Real le había entregado momentos antes en su propia mano.
De no haber estado presente en ese momento, probablemente habría tomado aquello como una broma de mal gusto, pero no era así. Eso era completamente real.

Ese año ellos serían los responsables de las flores para la decoración del Palacio del emperador por el vigésimo sexto cumpleaños de su hijo mayor y próximo heredero al trono, el príncipe DongHae.

Dentro de dos semanas se llevaría a cabo aquella celebración.

Lo único que impedía que el rubio saltara de felicidad en ese momento era el ramo de peonias que sostenía en la mano derecha, sabiendo de antemano que la señora Cho, la esposa del sastre, se enojaría si su arreglo habitual de flores llegaba tarde de nuevo.

En lugar de eso abrazó con cariño a su tío, (cuidando que las flores no fueran a dañarse) y al separarse lo miró con una sonrisa que subió hasta sus ojos e hizo que su mirada brillara.

— ¡Esto es fantástico, tío! El negocio va a adquirir más clientela con esto, el trabajo va a aumentar y yo...

— Y tú podrás ver al príncipe DongHae, ¿cierto? — Completó el adulto, sabiendo de sobra que la respuesta era afirmativa.

El menor se sonrojo sutilmente mientras que una sonrisa impregnada de resignación le surcaba el rostro.

Su tío había dado en el clavo.

Se encogió de hombros dejando el ramo de peonias en una mesa de trabajo cercana a donde estaban para poder cruzarse de brazos. La mirada fija en algún punto del suelo.

— Estoy al tanto de que es un amor imposible. Con los años me ha quedado más que claro pero... creo que mi corazón se conformaría con verlo sólo unos minutos. Es algo estúpido, lo sé, pero...

— No es estúpido — Lo interrumpió el mayor.

El chico levantó la vista, confundido, mientras que el otro se apresuraba a explicar.

— SeHun, eso es verdadero amor. Y si el amor es verdadero...

— Florecerá como camelia en el invierno. Contra el tiempo, contra ellos, contra todos. — Citó el menor, recordando a la perfección cada palabra. — Eso solía decir mamá.

Jun-myeon sonrió melancólico, con una pizca de tristeza incrustada en la mirada al recordar a su difunta hermana.

— Sí, exactamente. Tal como decía tu madre.

Entonces SeHun no pudo evitar que los ojos se le humedecieran.

Tampoco fue consiente de la sonrisa que fugazmente le cruzó el rostro.

Un sentimiento similar a una nostalgia cálida se había instalado en su interior y, sin pensárselo mucho, avanzó hasta el mayor de cabello negro y lo abrazó con sumo cariño mientras que éste correspondió el gesto de inmediato.

No había necesidad de palabras. No entre ellos, y no en ese momento.
Se conocían tan bien que sabían el significado de cada sonido y cada silencio, y ese no era la excepción. 
Se separaron luego de un rato de estar así.

— Tío, deberías de tomar las medicinas que te recomendó la señora Yong. Creo que la edad te está escogiendo, ¿no crees?

Comentó el chico divertido al darse cuenta de que la frente de su tío le llegaba a la altura de la nariz.

— Mocoso irrespetuoso, ¡apenas voy a cumplir veintiocho años! No es como si fuera tan viejo — Se defendió Jun-myeon al tiempo que alzaba la mano para pellizcar la punta de la nariz del menor.

Éste rio al tiempo que alejaba con delicadeza la mano del azabache de su rostro y acto seguido, cubría el mismo con sus manos; dejando únicamente sus ojos a la vista.

— Aun así, yo acabó de cumplir dieciocho años. Dejaste de ser un Hyung y pasaste a ser un Ajoshi.

Ante el ceño ligeramente fruncido de Jun-myeon, la risa del menor no hizo más que intensificarse debajo de sus manos; tanto así que en algún punto el mayor se contagió con la misma sin darse cuenta.

— Bien, bien, dejemos el tema de mi edad por un rato ¿por qué mejor no vas con Minseok? Creo que nos merecemos unas cuantas galletas de almendras, ¿no te parece?

Los ojitos castaños del menor se iluminaron apenas oír aquello, siendo que las galletas de almendras eran sus favoritas, y, teniendo en cuenta que eran hechas por el chico con carita de baozi, la cosa no hacía más que mejorar.

Asintió repetidas veces al tiempo que se apuraba a tomar las peonias de la señora Cho para terminar el arreglo y, de paso, preparar otro de girasoles para su Hyung de cachetes grandes, como hacía de vez en cuando, cuando se le ocurría ir a visitarlo a la panadería.

Jun-myeon no pudo evitar reír enternecido.

Cuando SeHun acabó, tomó el dinero necesario para pagar las galletas, se despidió de su tío y salió del establecimiento con una Carta Real, dos arreglos florales y una sonrisa hermosa plasmada en el rostro.

Notas finales:

Cuento original here :v

Flor del capítulo <3


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