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Hallucination por Even Von Shield

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Hallucination

Con pasos calmados el mayordomo negro se dirigía a la habitación de su amo, no había motivo para hacerlo, simplemente quería verlo dormir, quería ver ese hermoso rostro que lo tenía cautivado a él, un demonio, un ser de obscuridad, un ser sin sentimientos, un ser malvado y cruel que devoraba almas. Y en esos momentos el alma que más ansiaba devorar era la del niño que tenía como amo, ese niño de nombre Ciel Phantomhive había hecho un contrato con él a la corta edad de 10 años, Ciel podía sacarlo de quicio con sus caprichos de niño mimado pero también podía sorprenderlo con su madurez, con su crueldad, con su forma tan fría de ser y con su belleza. La belleza de un ángel…

Es irónico que un demonio se sienta atraído hacia un ángel, porque desde su punto de vista Ciel Phantomhive era un ángel, extraño, caído, de alas negras como el, pero a su vez era puro, de blanco corazón… Esa combinación lo desquiciaba…

Le desquiciaba mirar sus grandes ojos, uno azul como el cielo y el otro brillando en magenta con la marca de su contrato, esa marca que significaba que Ciel Phantomhive era de su propiedad, le desquiciaba su piel blanca, pálida y lechosa, tan suave, tan enloquecedora, esa piel que lo tentaba…Sus cabellos añiles lo desquiciabas también por el aroma que expedían, dulce pero sin ser empalagoso…

Ciel Phantomhive lo desquiciaba…

Lo que muchos humanos quisieron lograr, un niño orgulloso y mimado lo logro sin darse cuenta, logro tener a sus pies a un demonio. Muchos humanos lo habían invocado, habían intentado seducirlo, habían intentado robarle el corazón que no tenía…o al menos eso pensaba. Ciel Phantomhive había lograrlo seducirlo con su inusual forma de ser y con su hechizante belleza y también había robado su inexistente corazón...

En pocas palabras, Ciel Phantomhive había enamorado al demonio más poderoso de todo el inframundo…

Lo tenía locamente enamorado aunque no lo admitiera del todo…

Demasiado tarde para mentir

Demasiado estúpido como para ser susurrado

Este sentimiento se refleja en la luna, que cruza la noche…

Entro a la habitación, cerró la puerta en total silencio, con pasos sigilosos se acercó a la cama para ver al dueño de su demoniaco corazón, durmiendo tal y como lo haría un ángel, en ocasiones esa angelical belleza lo asqueaba pero ese sentimiento era rápidamente remplazado por ¿Ternura? O algo parecido, los sentimientos eran nuevos para él, desconocidos en su mayoría, conocía el odio, la maldad, la crueldad… pero algo como el amor, la ternura, la bondad, jamás los había sentido y tampoco le emocionaba mucho la idea de hacerlo…

Se sentó en la cama para admirar mejor el rostro del durmiente adolecente, Ciel Phantomhive ya no era un niño de 10 años, ahora tenía 15 años pero a sus ojos seguía siendo ese pequeño niño, ese pequeño niño que debía proteger….

Acaricio sus cabellos de manera suave, provocando que Ciel se removiera un poco

-Sebastián…-susurro aun sumido en su sueño, una tonta sonrisa cruzo el rostro del demonio, mayordomo, adoraba ese nombre, Sebastián Michaelis, el nombre que ese niño le había puesto, si bien le molestaba en sobremanera llamarse como el perro del niño, adoraba la manera tan dulce que el niño tenía para pronunciar su nombre, eso le indicaba que Ciel Phantomhive también lo amaba, aunque jamás lo admitiría, le parecía irónico que un humano fuera más orgulloso que el….

Humano…

Todas las personas son pequeñas aves

Viviendo en la jaula de la desesperanza…

No pueden volar si alguien no rompe la cerradura~

En ese momento la realidad lo golpeo dolorosamente, el niño que tanto amaba, en teoría, era un humano, un ser mortal y sobre todo era su contratista, tarde o temprano tendría que devorar el alma de Ciel Phantomhive. Suspiro con cierta molestia, odiaba los sentimientos que chocaban en su interior, el deseo que sentía por esa alma y el amor que estaba sintiendo por ese humano

-Ciel…- susurro acercándose a los labios entreabiertos del niño, los beso de manera delicada, ese rose calmo su interior

Tus labios se apartan tan pronto como los toco

Esto solo es un sueño…

Mi sueño habitual…

Ciel se empezó a remover al sentir el suave contacto, abrió sus ojos encontrándose con los de su mayordomo, rojos como la sangre, tan rojos que brillaban en la obscuridad

-Sebastián… ¿Qué estas…?- sus quejas fueron calladas con un beso pasional, un beso que adormeció su razón

-Solo es un sueño querido- susurro suavemente el demonio convenciendo de inmediato al niño que sonrió levemente, el demonio que tenía como mayordomo jamás seria así de dulce, cerrando los ojos volvió a su mundo de fantasía- Mi sueño habitual…

Abrazados como las olas en el mar

Puedo oír el destino derrumbándose a los lejos…

He tenido este sueño muchas veces pero esta noche…

Con pasos silenciosos salió de la habitación, se recargo en la puerta pensando en lo que había hecho, no era la primera vez que lo hacía, besar a Ciel mientras dormía, tampoco era la primera vez que despertaba y el con calma lo convencía de que era un sueño pero siempre que lo besaba sentía como si fuese la primera vez que lo hacía…

-Dejare de pensar en tonterías… Ahora ¿Cuál será el desayuno para el día de mañana?- se perdió en sus pensamientos de mayordomo, esa era la única manera para que no terminara enloqueciendo por las sensaciones que ese niño le provocaba…

¿Blanco o negro? No puedo decidir…

Simplemente no te quiero perder…

Aun estando triste yo no me deprimo

El día siguiente fue como cualquier otro, despertó a su amo, lo vistió, le dio el desayuno, le dijo sus labores para ese día. Nada fuera de lo común, aun así Ciel lucia pensativo. En la hora del té, amo y mayordomo se encontraban solos en el jardín, los otros sirvientes descansaban a una distancia considerable

-Sebastián…- llamo Ciel con recelo

-¿Si amo?- respondió calmado mirando al niño con cierta curiosidad

-¿Anoche me besaste?- el demonio estaba sorprendido por la pregunta pero no lo demostró, sus labios se curvearon en una sonrisa burlona

-¿Qué clase de pregunta es esa amo?- noto como las mejillas del niño se teñían de un tenue rojo, que también lo desquiciaba

-Fue solo una pregunta- se escudó en su taza de te

-Recuerde que usted es solo mi contratista- le dio la espalda al niño para que no viera como su sonrisa se desvanecía dejando una mueca de tristeza

-Ya lo sé, solo fue una pregunta- el niño termino su taza de té para luego dirigirse a su estudio para terminar de firmar los papeles de su compañía…

Si crees en la reencarnación

Que la próxima vida, sea en un lugar en donde las heridas no existan más~

Al anochecer, el mayordomo vistió a su amo y lo arropo, le deseo buenas noches para luego retirarse a descansar, aunque nunca lo hacía. A la media noche escucho un grito, un grito de su amo, de seguro el niño había tenido una pesadilla, frunciendo el ceño se dirigió rápidamente a la habitación de Ciel entrando sin tocar, no eran necesarias las formalidades cuando el niño estaba tan vulnerable

El candelabro que traía entre sus manos ilumino tenuemente el rostro de Ciel, sus ojos estaban llenos de lágrimas pero estos se negaban a soltarlas, tan orgulloso…

Con paso calmado se dirigió a la cama, dejo el candelabro en la cómoda y se sentó, como siempre lo hacía cuando Ciel estaba dormido, este solo lo miro sorprendido pero no dijo nada  

-¿Una pesadilla?- pregunto y Ciel asintió

-Te perdía- mascullo sorprendiendo al mayordomo- Es decir… eso creo… no lo sé- su rostro lloroso se transformó en uno avergonzado, el mayordomo aun no podía salir de su sorpresa- Puedes retirar, si quieres…- le dijo, el niño estaba siendo demasiado sumiso para su gusto pero aprovecharía tal oportunidad

Se quitó los guantes que cubrían sus manos, para acariciar con cierta dulzura el rostro de su amo que permaneció quieto ante tal caricia. Acaricio las mejillas algo sonrojadas de Ciel, sus dedos delinearon los labios tan suaves del niño que se estremeció pero aun así no dijo nada

-Me retiro- aparto su mano de golpe, tomo el candelabro para retirarse, se quedó más que atónito cuando sintió como una mano se aferraba a la suya. Ciel se había sentado rápido en la cama evitando su huida, digo ida  

La mano de Ciel era cálida, pequeña, tan diferente a la suya, fría y grande, miro de reojo a Ciel que estaba más rojo que un tomate. Ambos se quedaron en silencio, no había necesidad de palabras…

Sus dedos se entrelazaron…

Me enredo y me pierdo entre tus dedos

¿Esto es un engaño o una trampa?

La llama en mi pecho que estaba congelada

Se derrite, empieza a arder, cierro los ojos

He tenido este sueño tantas veces… pero esta noche…

El demonio se volvió a sentar en la cama, sin mirar a su amo que está sentado a su lado, sus manos estabas unidas y sus dedos entrelazados. La escena era más que cursi, tanto que asqueaba al demonio pero ese sentimiento era remplazado rápidamente por la calidez que sentía en su pecho, una calidez que dolía porque ardía

-Sebastián- su cabeza se giró para mirar a Ciel que lo miraba con timidez, ¿A dónde había ido su niño orgulloso? Eso no importaba porque en ese momento lo que menos deseaba era lidiar con el orgullo de su amo

-Ciel- susurro olvidando las etiquetas, en esa situación las formalidades no eran tan importantes. Casi sincronizados ambos fueron acercando sus rostros, cerraron los ojos cuando sus labios se tocaron, el beso fue torpe al ser el primero del jovencito, el demonio disfrutaba del contrato sintiendo como su pecho ardía, era una sensación tan dolorosa pero a la vez tan agradable y placentera

Entre el beso lo empujo a la cama, posicionándose sobre de Ciel que se sobresaltó, Ciel trato de empujar a Sebastián pero este no se movió, lo empezó a besar de manera más pasional, metiendo casi a la fuerza su lengua a la inexperta boca de Ciel que se quedó totalmente quieto sin hacer nada, el mayordomo le enseño pacientemente, de a poco la lengua de Ciel se movía rozándose con la de Sebastián

Se separaron jadeantes…    

Esto no es un sueño

No podemos volver atrás

Eso lo sabemos muy bien

Ambos se dejaron llevar por la pasión, entre besos húmedos se fueron quitando sus ropas, el mayordomo desvistió en un parpadeo a Ciel y luego lo ayudo a desvestirse, porque el pobre no podía desabrochar ni un botón.

Con caricias atrevidas, el mayordomo logro sacarle gemidos tímidos a Ciel que se mordía los labios para reprimir un poco esos gemidos que se escapaban sin permiso de su boca. El demonio por fin saboreaba esa piel que lo desquiciaba, la mordía, dejaba marcas de propiedad

Sus dedos se colaron en la entrada de Ciel que casi dio un grito por la sorpresa, el mayordomo lo silencio con un beso profundo, atrevido y húmedo. Cuando tres de sus dedos se podían mover con libertad procedió a lo siguiente. Tomo las piernas de Ciel colocándolas en sus hombros, sin mirarlo entro de golpe escuchando el alarido de Ciel

-Calma Ciel- fue lo único que pudo articular su mente por primera vez en su demoniaca existencia era un completo caos, el placer que lo invadía nublaba su razón

-Duele… mucho- Ciel apretaba con fuerza la mano de Sebastián que en ningún momento había soltado la suya    

-Pronto se pasara en dolor- empezó a moverse, con lentitud disfrutando la mueca de dolor de Ciel, porque seguía siendo un sádico demonio

-Para- le suplico pero Sebastián no se detuvo-¡Para!- el dolor era demasiado empezó a sollozar-¡Duele idiota!- soltó de repente un hondo gemido que de inmediato trato de acallar con su mano, el dolor se había ido por un momento dejando una sensación placentera

-Aquí es- el mayordomo empezó a dar estocadas a ese punto que hacía que el dolor desapareciera, que nublaba su razón, que lo hacía gritar de placer. El demonio jadeaba suavemente al oído de su amo, el también estaba sintiendo un gran placer solo que no era tan escandaloso como su amo

Sonrió con cierta dulzura…

Se sumieron en ese momento, en donde solo eran ellos dos y sus cuerpos, el demonio se preguntaba ¿Esto es hacer el amor? Siempre había tenido sexo pero hacerlo con alguien que amaba, en teoría, era algo totalmente diferente

Ambos llegaron al clímax, gritando el nombre del contrario

Se tumbaron en la cama, el demonio miro al niño para tratar de comprender que pasaba por su cabeza, tratando de saber que si lo que había sucedido hacia significado realmente algo

-Idiota- dijo Ciel escondiéndose debajo de una almohada, Sebastián rio suavemente. Era endemoniadamente lindo

Se sobresaltó al escuchar un sollozo. Su amo ¿Estaba llorando?

¿A que le teníamos miedo? ¿A  no perder la seguridad?

¿A que la luz se convirtiera en sombras?

-¿Esta bien?- odiaba que un simple sollozo pudiera provocar un caos en su interior pero nada podía hacer, cuando se ama a alguien con tanta intensidad no desea verlo sufrir

-Si…- la voz de Ciel sonaba ahogada, el demonio suspiro resignado

-Lamento si fui rudo... ahorita le hare un masaje… - fue callado por un suave beso

-¡Eres de lo peor! ¡Un vil y cruel demonio!- se desconcertó ante tan crueles palabras, aunque eran ciertas no entendía por qué Ciel se las decía- Hacerme esto sin importarte mis sentimientos

-Ciel…- de nuevo fue callado pero esta vez con suaves golpe en su pecho

-Te odio ¡Te odio!- Ciel sollozaba abrazándolo y golpeándolo, ese humano sería sin duda su perdición, confundiéndolo, alterándolo, hiriéndolo con sus lágrimas- ¡Todo este tiempo has jugado conmigo!

-Cálmate ¿De que estabas hablando?- lo apego a su cuerpo pero aun así Ciel siguió golpeándolo

-¡Te amo! ¡Y sé muy bien que eso lo sabes!- ¿Qué había dicho su amo?- ¡Te amo tanto! ¡Soy un idiota por enamorarme de un demonio! ¡Un cruel demonio que solo juega conmigo!... ¡No soy tonto sé que todas las noches vienes y me besas… y me enamoras cada vez más! ¡Solo por diversión!- ¿Así que su amo sabía que eso no era un sueño? Suspiro sonriendo de manera extraña, no era una sonrisa dulce, ni burlona, ni triste, era solo una sonrisa de ¿Felicidad? Quizá pero no tenía muchas ganas de descifrar el porqué de su sonrisa, callo al niño con un beso este forcejeo pero luego se rindió, estaba agotado tanto física como emocionalmente

- No lo hacía para jugar con sus sentimientos, en realidad ni siquiera sabía que tenía sentimientos hacia mí pero eso me hace feliz- lo abrazo- Me tiene locamente enamorado

-Pero tú no sientes…- el demonio negó con la cabeza, ahí estaba su incrédulo amo

Lo beso de manera cálida, los labios de su amo se apartaron de inmediato

Tus labios se apartan tan pronto como los toco

Entonces nos volvemos abrazar

Abrazados como las olas en el mar

Puedo oír el destino derrumbándose a lo lejos…

-No trates de distraerme con tus besos- ¡Que orgulloso! Pensó Sebastián sonriendo cálidamente, ahí estaba su amo, el niño que lo había conquistado, el ángel de alas rotas como el  

-Ciertamente nunca he sentido, tampoco es como si tuviera interés en saber si podía sentir, pero usted… tu Ciel lograste que yo sintiera, primero algo tan simple como la desesperación, me sacas de quicio en mucho sencillos, luego me hiciste sentir ternura, hacia tu persona y luego sin darte cuenta me hiciste sentir amor… pero sé que esto no es amor

-¿Qué?- pregunto Ciel sin entender muy bien lo dicho

-El amor es simplemente deseo, el deseo de poseer, un deseo egoísta y vano, curioso no crees, por la naturaleza del amor los demonios podemos sentirlo, sé que esto no es amor porque lo que yo siento no es deseo, claro que te deseo pero también están los sentimientos de ternura, protección, me tomo realmente bastante tiempo asimilar que lo que sentía por ti era algo más que amor… No era un vano deseo, era algo más… Es algo que simplemente no se puede poner en palabras…

Lo que decía era verdad y sabía que esas palabras traerían enormes consecuencias pero en ese momento no importaba…

Aunque el destino se derrumbase él no se arrepentiría de esas palabras, las más sinceras de su vil existencia

Esas palabras eran las de un ángel, porque el había sido hace bastante tiempo un ángel, si bien le repugnaba sacar un poco de esa esencia por Ciel valía romper un poco las reglas

Me enredo y me pierdo entre tus dedos

¿Esto es un engaño o una trampa?

La llama en mi pecho que estaba congelada

Se derrite, empieza arder, cierro los ojos…

-¿Esto es un sueño?- pregunto Ciel desconcertado por lo que había pasado, primero su encuentro pasional y luego la declaración de Sebastián, si eso era un sueño no deseaba despertar

Sebastián sonrió y susurro:

Tuve este sueño tantas veces…

Pero esta noche~

Es realidad…

Notas finales:

Hola -w- La desaparecida Even aparecio con un nuevo fic :3 bueno one shot, Lo se, lo se, es una dosis mortal de azucar pero es de vez en cuando necesaria ¿No creen? n.n no okey Ejem bueno la cancion es Hallucination de yuya matsushita el: es realidad del final eso lo agregue yo no esta en la cancion original :3 es para darle mas romanticismo al fic u.u Disculpen si fue muy empalagoso pero tenia ganas de escribir algo asi Les gusto? :3 Notaron mi ligero bullying a Ciel? XD yo arruinando los momento romanticos~ Por favor si hay alguien que me quiere en esta pagina comenten :3 reviews reviews 

Ejem como sabran ya entre a clases u.u Banzai! u.u Banzai! u.u se nota mi emocion, mi tiempo es corto, los maestros me dejan tanta tarea D: Hoy pude escribir esto porque ya tenia el boceto del one shot -3- Etto tengo bocetos de one shot y fic :p es curioso porque Winter roses y Syncretism surguieron de momento ejem ¿En que estaba? Asi 

Les pido una gran disculpa porque no se hasta cuando actualizare, entre la tarea, mis horas de sueño y la inspiracion de un nuevo fic -w- Ejem entre todo eso estoy sin tiempo asi que mil disculpas, esto es algo asi como una recompensa, un premio de consolacion espero que les haya gustado de todo corazon, tratare de actualizar y no subir otro fic pero es que ahh la idea la tengo rondando por mi cabeza TTwTT bueno me despido Besos y abrazos :3 -> Even Von Shield


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