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Acosador por accidente por ElleLover

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Notas del fanfic:

Continuación de un personaje de mis otros fanfics ;D a ver si descubrís quién...

Me llamo Shinji Kobayashi.

Alto. Atlético. He ganado varios campeonatos de judo. Aún no soy mayor de edad, pero me gustaría llegar a la élite y participar en algún campeonato del mundo senior, o obtener una medalla en los Juegos olímpicos. Ese sería mi sueño. Aunque, últimamente, las cosas se me estén “torciendo” por culpa de una persona… pero, antes de nada, toca presentarme.

Ojos negros. Pelo castaño oscuro. Pelo corto. Mido 1’75. Creo que llegaré a los 2 metros, como él, antes de llegar a los 18. Me duelen un montón las articulaciones en estos momentos. Recuerdo llorar en una clase de judo, a los 13 años, del dolor: cuando crecía.

 Mi padre es muy alto, también.

Nací en Tokyo. Una bulliciosa ciudad; pero acabé por irme a Kansai, Osaka. Sí: lo decidí a los 13. No es que me hubiese “independizado”: pero… casi como si así lo hubiera hecho. Desde entonces aprendí a lavar, cocinar y tener algún que otro trabajo durante el verano, para pagarme los entrenamientos en el Dojo. Tengo mejor manejo en el judo, pero me gusta experimentar todo tipo de artes marciales: lo que pasa es que no soy rico. Mi padre, menos. ¿Mi madre? Una empresaria avariciosa que guarda cada yen para mis “estudios universitarios”. Que aunque me guste el deporte, quiere que tenga alguna carrera.

Yo… aún no sé qué camino elegir. Y este es el último año…

En verdad, se siente… como esa vez en la que me obligaron a elegir…

Papá-mamá. Osaka-Tokio. Deporte y… ¿qué?

Como decía. Una vez me mudé a Osaka, descubrí que la gente era mucho menos “snob” y que me gustaba más. Así que dejé de ser tan solitario. Todo parecía menos artificial, más cálido.

 Al ser Osaka un lugar cercano a festivales y bonitos lugares, como Kyoto o Nara, el cambio de ciudad fue menos traumático y mi secundaria fue bastante bien. He tenido dos parejas: una en tokio y otra aquí, pero… en ninguno de los casos hemos acabado por “avanzar”. Se quejan de que le dedico demasiado tiempo al deporte… todo el mundo me hace elegir entre el deporte o ellos. Ahora mismo estoy en el dojo, entrenando, solo… porque estoy harto. Golpeo y golpeo, durante horas… hasta estar sudado.

—Estoy… harto…

Miro el reloj. Es muy tarde. Pronto vendrán los mayores. Por suerte, la profesora había dicho que podía venir cuando quisiera. Había ganado varias medallas, era su ejemplo a seguir. Oni Tomomi. Se tiró el agua a fuera, en el patio.

Tenía pensar ir en media en la bici y pasar por una tienda 24 horas para comprarme algún manga o alguna revista. Seguramente, el centro comercial Dainary estaría cerrado. Pero… resultó me habían robado la bicicleta.

—¿¡QUÉ COJONES?!

Sí. Me habían roto las cadenas con unas tenazas. Aún hoy… maldigo al susodicho ser que lo hizo. Y ahí empezó todo. Por culpa de ese ser pasó lo que hoy no puedo dejar de quitarme de la cabeza. Y hablando de algo que no puedo quitarme de la cabeza: ese maldito ladronzuelo… no es que apoye la violencia, soy el ser más pacifista del mundo, pero si me lo hubiera encontrado presente, viendo cómo me robaba la bici, seguramente hubiera podido luxar a quién sea un par de brazos antes de que se escapara, del gran disgusto.

La “escapada”, además, hizo que mi padre me castigara luego.

Aunque eso… ya lo tenía en cuenta.

A la luz del atardecer, empezando a caminar para casa, me di cuenta de que igualmente, andando, podría ir a la tienda en una hora, mientras que en Tokyo tendría que pillar el metro para todo. Ir a pie no me parecía tan malo, aunque estuviera oscureciendo.

Cualquiera cosa… que no sea estar en casa y sentir otra vez lo mismo:

“deja el deporte… no eres tan bueno”

Recordé sentir una punzada en el corazón. Y como las manos me temblaban, de rabia.

Pero era  verano y la vista era bonita.

¿Qué por qué estaba tan enfadado?

Conmigo mismo… con la vida. No sabía qué hacer…

 Aquí los amigos eran mucho más verdaderos. Pero, o era suficiente. En Tokyo todo el día estaban con el teléfono móbil y de fiesta en karaokes, siempre los mismos, con sus grupitos y hablando mal de uno a sus espaldas… era todo muy cerrado. Al  ver ese paisaje… me sentí libre. No es que el puente ebisu-bashi fuera extremadamente bonito… pero el reflejo de esas  luces, me hipnotizó.

 No sé cómo explicarlo. Tampoco es que viva en un pueblo, porque es la tercera ciudad más grande, después de Tokio, pero… Al caso. ¿Mi vida? Ah, sí: después del divorcio de mis padres, cuando pensaba que el mundo se me caía encima (después de pasar con el mal momento de “¿con quién quieres ir a vivir?”)… decidí cambiar de aires y me alegré de estar con papá en Osaka, su pueblo natal: la gente era mucho más alegre. Sí. Tienen un gran sentido del humor. No es que quiera menos a mamá, pero sí es cierto que mi padre y ella… no se llevaban muy bien. Eran totalmente diferentes.  Ella era como una empresaria fría y él un verdulero encantador de pueblo.

Podría haber elegido mi madre, quedarme en tokio, caprichos… consolas, etc. porque tenía mucho más dinero… pero temía por mi padre y su estado mental. Además, se casó con otro hombre que tenía ya varias hijas. Y él… se sentía desplazado. No se veía ahí con tantas mujeres y un hombre a quién no conocía de nada.

Además, aunque tuviera solo 13 años, sabía que si le dejaba solo… se rompería. Mi padre trabajaba por entonces en una fábrica de carnes. Se compró una moto y me regaló su bici, con la que iba a todos los sitios.  Alguno de sus compañeros de trabajo tenían una pinta de “bosozoku” (moteros extravagantes y con ganas de burlar a la policía o hacer ruido)  y “yakuzas” (mafia japonesa): que daban mucho miedo. Pero siempre decía que eran buena gente. Cosa que yo dudé siempre: hoy alguno de estos hombres está por la cárcel, como mi instinto bien suponía.

Pero lo que no esperaba… fue… aquel choque.

Un muchacho acababa de dar una patada impresionante a un hombre que estaba robando unos móbiles a unas chicas. Todo el mundo aplaudió. Vinieron incluso los policías para llevárselo. Y en ese momento… admiré a esa persona tanto… que no importaba mi vida.

¿Cómo se llamaba, quién era?

—¿¡Wow!? ¿¡Has visto ese hombre!? ¿Quién es? Es bastante alto…

Llevaba gafas de sol y tenía la piel muy blanca.

—Jajaja… lo siento, es que tengo un quinto sentido. Me operaron hace poco de los ojos: creía que me quedaba sin visión y ahora hasta parezco un súper humano. Lo noto todo. Los carteristas son mi especialidad… he viajado solo por tantos lugares que ya me he acostumbrado a actuar antes de pensar. No quería dar un espectáculo.

Me sentí atraído directamente por su voz: masculina, pero joven… melódica, simpática: hasta embaucadora. ¿Un viajero? ¿Estaba teñido? ¿Y dónde había aprendido ese golpe?

—¿Habéis visto? Le ha dejado K.O de un golpe. —dijo una muchachita, totalmente enamorada.

—Ha sido digno de un “sen no sen” de karate de campeonato… ha tomado la iniciativa aprovechando su escapada en su dirección, ha sido increíble. No ha sido suerte, como dice… se hace el tonto.

¿También le interesaba el deporte?

Parecía el destino. Tenía que seguirle o no volvería a verle…

Tenía que saber todo sobre ese hombre.

—¡¡Eeey, habéis visto sus ojos!! ¡Son de color violeta! Dice que es albino: ¡su pelo es natural! Kyaa, se ve tan interesante.

—Seguro que alguien así ya tiene novia…

 

“Podemos ser amigos”

Pensé, inocente de mí, por entonces: necesitamos serlo. Él me disipará las dudas.

Se acercó, disimulando, entre la gente. Y pudo escuchar como daba su nombre al agente.

 

—Me llamo Hiro Harada. 24 años. Trabajo en una fábrica cárnica de por ahí… hoy es mi día libre, señor. Aha…

“Papá, vamos a tener que hacer las paces… ¡¡Seguro que trabaja contigo!!”

Igualmente, le seguí hasta su casa, esperando a que toda la muchedumbre se disipara.

Compró comida en un 24 h. “Qué bien… me compraré el cómic que tenía pensado”.

Y cuando supe al fin dónde vivía y me apunté su calle y comprobé su nombre… fui feliz y…

En ese momento… me sentí… como en lo que sabía que me estaba convirtiendo:

UN ACOSADOR.

Y así empieza… esta historia.

Nunca creí… que pudiera terminar como lo hizo.

¿Queréis leerla?

 

Notas finales:

:D ¿sabéis ya qué parte es, no? ¡¡¡2A DE MI VIDA COTIDIANA!!!

Aunque, se puede leer perfectamente desde aquí xDDD ;)

 

sI QUERÉIS SABER CÓMO ESLA "VÍCTIMA" DE PEQUEÑO, cuando tenía 17 años, Hiro Harada. Han pasado 7 años desde el otro fanfic, en el tiempo. 

Esta será la historia "intermedia" protagonizada por... CHAN CHAN: Shinji.

¿Qué personalidad tendrá? De momento se ve majo, ¿eh?

jajajaja... pero él será... el acosador, así que... a ver su "transformación"...

Y si aprenden algo de todo esto o no...

Besos, Ellelover

 

PD: VIENE EL NUEVO CURSO Y TENGO QUE ESCRIBIR PARA DESESTRESARME. ESTOY HARTA DE CORREGIR. XD y de Hell Butterfly-Tríada, así que hago parón... necesito renovar energías con material nuevo...

;D y dentro de poco: NUEVA HISTORIA COMPARTIDA CON MATATA!!!! JUJAJAJAJAJ :D estén atentas a mi blog y a mis locuras...

SI SE ME VA LA PINZA ESCRIBO, VALE!? D-digo... para que no se me vaya la pinza escribo!!! xDDD y los personajes más rarunos aparecen...

Bienvenido al club, shinji!!

Joona: huye...

Allan: pse, esto va a ser gracioso... parece Soichiro...

Kazuo: SÍ, EH!? jajaja un cachorrito bonito que irá tras su ...

Soichiro: ais, qué cansinos, siempre igual...

Kenta: A ver como termina...

Blaine: eso...

xDDDDDDDDDDDDD  os veo ilusionados por la nueva historia, eh?!

Noah: habrá cameos míos?!

venga, Noah, que te he metido hasta en la sopa xDD no, cameos de otras sagas no... (de momento, jujajaja) KE SE ME VAA JAJAJAJAJA

Shinji: mucho... gusto...

Hiroshi: venga ya!! entonces yo saldré o no? soy herbívoro, pero... tengo corazón...

Takumi: Hiro... 8 años... ¿¡recuperó la vista?! ¡¡cuánto me alegro!! Pero... habrá mejorado su...

SHHH ;D ya lo sabremos... hola A TODAS!!! GRACIAS POR LEERME

Cuando sea, Más!! 


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