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los mil y un oneshot! por Almayaoi

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Notas del capitulo:

hola! tanto tiempo! sobre el otro fic, perdon por la espera, no es a proposito y es que nunca en mi vida habia estado tan atareada! perdon perdon perdon!

 y sobre este.. es un oneshot muy cortito sobre asami en el desierto...

i hope hope hope you like it!

 INTRODUCCION: ARENAS OSCURAS

 

 

El sol vigilaba en las alturas. Abrasaba las arenas haciéndolas insoportables de circundar para cualquier persona que no fuera un nativo del desierto de Taennah (entre los límites del reino de Darksand y la aldea Moirah).  Los pequeños granos brillantes se deslizaban con cada paso agónico que daba el rey Asami Ryuuichi. 

              

FLASH BACK

 

Iba con un considerable número de guardias para su protección y la de su séquito. Se dirigía hacia la aldea de Moirah, no muy alejada de los límites de su reino, para reafirmar frente al jefe de aquel lugar su deseo de un tratado.  No llevaban más que unos kilómetros de viaje, pero aun así llegaron los problemas.

Una emboscada repentina a su caravana a manos de una banda de ladrones comunes no debería haber sido gran cosa; pero nadie se esperaba una traición.

El agua de consumo común había sido contaminada con un veneno: arsénico inodoro, insípido y transparente, elaborado por gente del mundo árabe. Una hora después de la puesta de sol, humanos y animales por igual cayeron debilitados. Los ladrones aparecieron no mucho después de ello, llevándose todo lo que pudieron y la amante actual de uno de los ministros se fue con ellos.  Los más débiles murieron relativamente rápido. Otros, como ingirieron menos veneno, padecieron efectos colaterales durante horas.

Todos estuvieron demasiado “ocupados” para recordar que estaban haciendo antes de ese infernal dolor. Su rey se hallaba en una situación igual a la de todos los demás, pero su orgullo y fortaleza le llevó a caminar en retroceso; de vuelta hacia su Darksand, donde hallaría cuidados y tomaría represalias.

 

FIN DEL FLASH BACK

 

La noche había sido particularmente fría y aún en plena mañana, el sol hervía donde se hallara. A lo lejos no parecía aguardar ninguna tormenta, eso era bueno.  La cabeza le dolía a más no poder y su cuerpo pedía agua a gritos, pero era un pequeño precio por ser un sobreviviente. Seguiría caminando, mientras más rápido llegara a Darksand, menos probable sería toparse con algún enemigo. En su estado, y aunque algo muy egocéntrico dentro de él protestara, no podría con nadie.

Los ojos dorados le parpadearon y, antes de que se diera cuenta, estaba boca abajo en ardiente suelo.  Su cansada mente le dio la bienvenida a la inconsciencia y sus cabellos oscuros se despeinaron dentro

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Takaba Akihito, un comerciante de ojos azules y cabellos rubio-platinados que relucían como las arenas; vestido con ropas de beduino, tuvo que frenar su camello de repente…

Un hombre estaba tirado, con la cabeza en dirección a Darksand y los pies salientes del Taennah. Se bajó apresuradamente y le revisó el pulso: seguía vivo, pero no por mucho. Pesaba mucho… no, no era momento de andarse con peros se dijo.

Lo cargo como pudo (algo  ”inclinado” XD) al camello y se decidió llevarlo a donde parecía querer regresar. En la ciudad principal seguro le cuidarían: no parecía alguien pobre ni de cerca, incluso estando medio muerto y sucio se notaba que la calidad de sus ropajes era muy superior a la suya. Alguno de aquellos señores adinerados amigos de la familia real, supuso. Apreciándolo de cerca, era guapo. <<Con una cara como esa, mujeres no han de faltarle>> y por alguna extraña razón, ese pensamiento le produjo un entrecejo. Él solo conseguía proposiciones indecorosas de cuanto hombre creía poder meterlo en su cama. Solo a veces, deseaba no haber nacido tan bonito: es decir, aunque fuera un poco de vello facial no era mucho pedir.

Genial, el hombre estaba agonizando y él, gastando tiempo valioso en tonterias. Azuzó al animal y rezó por llegar a destino a tiempo.

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Asami abrió los ojos brevemente al oír el barullo de la plaza llena de comercios. Lo recibió una sonrisa aliviada de un desconocido de piel apenas besada por el sol. Los rayos solares no le permitían ver bien más allá de sus ojos azulados y sus cabellos claros, pero percibió la clara alegría en su mirada, su alivio por él.

_tranquilo, allí viene la ayuda… te pondrás bien_ le susurró y miró a la distancia_ tengo que dejarte…_

Y se escuchó a la distancia _ Akihito, ¿Dónde diablos te habías metido? Estábamos preocupados, maldición!_

El rey cayó nuevamente en la inconsciencia, antes de poder pedirle que se quedara. Cerró los ojos con una  desconocida y poderosa sensación llenando su pecho.

Notas finales:

espero les haya gustado aunque haya sido  tan cortito!


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