El sonido suave de las cuerdas de la guitarra eran lo único que lo acompañaban en aquel momento, la soledad era lo que le rodeaba desde hace bastante tiempo. Más aún cuando se daba cuenta que su vida era una mierda. Meses atrás, luego de confesar que no sólo le atraían las mujeres, sino que los hombres también, su padre comenzó a insultarle de la peor manera, deseando nunca haber tenido un hijo como él; un hijo con interés hacia los hombres, porque según él, era pecado. Su madre no tenía nada en contra de ello, mientras estuviera seguro de si mismo y no cometiera barbaridades no le importaba, pero aquella forma de pensar de ella le enfermaba a su padre, estaba claro que era un homofóbico.
Se dió cuenta de su homosexualidad cuando conoció a un chico extremadamente lindo, con un rostro angelical y demasiado infantil. Era un poco más bajo que él, sus ojos color café le hacían perderse demasiado en él, sus labios finos y rosados que le provocaban besarlo hasta morir, castaño por naturaleza, teñido de rubio y una nariz igual fina, delgado para ser exactos. Su cabello siempre lo tenía largo, debido a ello le daba una apariencia infantil, para los hombres era afeminado y guapo, mientras que para las mujeres demasiado hermoso.
Aquel chico lo conoció luego de vagar por las calles hasta dar con el parque en un día lluvioso, el mencionado se mecía con lentitud en los columpios mientras tarareaba una canción, su cabeza estaba inclinada, viendo hacia el suelo.
"Tian mi mi ni xiao de tianmi mi, haoxiang hua er kai zai chungfen li. Kai zai chungfen li~"
¿Realmente era un chico, o más bien un ángel caído del cielo? Nunca antes había escuchado alguna voz tan hermosa como la de su hermano BaekHyun (cuatro años menor), debía admitirlo, era un poco mejor que su hermano. A pesar de entender poco y haberle escuchado tenía entendido que era chino.
Sus pies fueron moviéndose por si solos hasta llegar a las bancas que estaban frente a los juegos, para poder escuchar su voz con mejor claridad y perderse en ella, ni siquiera se había dado cuenta de que seguía lloviendo y ahora estaba más empapado que antes.
- Uhm... ¿Cuanto tiempo más piensas quedarte ahí sentado, viéndome fíjamente? Me da un poco de vergüenza.
- ¿Qué? Oh... Lo siento. Es sólo que no me pude resistir a ver de quién provenía esa hermosa voz. -Dicho esto, las mejillas del rubio se tiñeron de rojo, a su vez en que volvía a bajar la mirada.- Que tierno.
- ¡Y-Yah!
Ambos comenzaron a reír y Sehun se sentó a lado de él.
- Me gustaría saber tu nombre, ¿Cómo te llamas?
- Yo...
- ¡Luhan, Luhan! ¿Dónde te has metido? ¡Están por llegar! - Aquellos gritos lo alarmaron, sabía que tenía que volver a casa, de lo contrario, todo empeoraría si no llegaba antes que sus padres.
Agradecía que Kris fuese el mayor y le permitiera escaparse un rato de casa antes de que sus padres volvieran, porque si ellos estaban en casa, era un infierno. Además, como el segundo hijo (demasiado protector) debía de cuidar y proteger a su hermano menor de ellos.
- Luhan, ya lo has oído. Lo siento, pero debo de irme.
- No te vayas.
- ¿Eh? Perdón, en verdad tengo que...
- ¿Te volveré a ver?
Aquella pregunta lo sorprendió, no esperaba nada como eso. Asintió con una suave sonrisa antes de depositar un suave beso en la comisura de Sehun.
- Te lo prometo.
Luego de ello, comenzó a correr hasta llegar alcanzar al otro chico que le gritaba y así irse de ese lugar.
Suspiró, su corazón palpitaba en demasía y aún podía sentir el tacto de Luhan en sus labios.
¿Cuándo lo volvería a ver?
~ * ~
Durante las dos semanas siguientes había seguido frecuentando aquel parque a la misma hora, con la esperanza de volverlo a ver y escuchar su hermosa voz, pero nada, pareciera que había desaparecido. En esa ocasión, BaekHyun le había acompañado, ya que no estaban sus padres y no le gustaba dejarlo solo así que prefirió llevarlo con él.
- Sehunnie, ¿Porqué te has detenido? Vamos a los juegos, quiero jugar como en los viejos tiempos.
- Vamos, es sólo que...
Pero no esperaba volver a escuchar una suave melodía, lo mejor de todo era que sabía de quien era. Pareciera que se trataba de una sirena, mientras que él era un marinero que había hecho un "gran descubrimiento".
Tomó de la mano al menor y siguió su camino hasta encontrarlo. Ahí estaba, delante de él, cantando como si nada. Por un momento dejó a Baekkie y fue hasta donde Luhan para abrazarlo y murmurar un "Te extrañé". A pesar de apenas haberlo conocido, sentía como si hubiesen sido años en los que no lo veía.
- ¿No crees que es muy rápido para decirlo? - Cuestionó con una suave sonrisa acompañado de un color carmín en sus mejillas.
- Lo siento, pero sólo digo la verdad. ¿Volverás a huir, dejándome solo?
- Perdóname, enserio. Pero... - Recordó el motivo del porqué había tenido que salir corriendo ese día, así que negó despejando su mente de ello.- No era nada importante.
- ¿Seguro? Mh.. Bueno.
El rubio posó su mirada al menor que estaba acompañado de Sehun, el cual tenía sus mejillas infladas y de un momento a otro le enseñó la lengua a Sehun, aquel gesto le había parecido tierno a Luhan. El pelinegro presentó a ambos e inmediato Lu fue a abrazarlo.
- ¡Que monada! ¡Es un gusto, Baekkie!
- ¿Baekkie? U-uhm... Lo mismo digo, H-Hannie.
- ¿Luhan?
Era Kris nuevamente, esta vez con Lay. Sehun al verlo frunció un poco el seño, aquel se le hacia conocido, mientras que a Kris le provocó un ligero escalofrío.
- ¿XingXing? ¿Kris? ¿Qué hacen aquí? Creí que iban por helados.
- Sí, pero a Hyung se le olvidó que tú tenías el dinero, Hannie. - Dijo con un puchero, que al ver a BaekHyun se transformó en una sonrisa, dejando ver sus pequeños hoyuelos.
- ¡Baekkie, cuanto tiempo!
~ * ~
Aquella tarde Sehun pudo saber más de Luhan mientras sus hermanos jugaban en el parque siendo vigilados por Kris, el cuál parecia pensante, nunca se había puesto a pensar en que aquellos dos se pudieran encontrar y esperaba a que ninguno de ellos recordara su pasado, de lo contrario, sería peligroso, peor aún, no sabía como reaccionaría Luhan al saber lo que le había ocultado por tanto tiempo.