Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sacrifice por xikah

[Reviews - 92]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola, he creado una página en facebook, por si les interesa mantenerse al tanto de las actualizaciones previamente aque estas ocurran.

https://www.facebook.com/xikahfanfics/

Notas del capitulo:

Sacrifice es el resultado de mi incursión en un mundo no completamente humano. Espero que les guste, pero para quienes aman el romance, tal vez deban irse preparando un poco para la tristeza

Saludos!

 

PPDD: Pueden encontrarme en Wattpad como Michun_ y leer mis otras historias

.

.

.

En este mundo hay gente que detesta que le pregunten cómo está, porque tendrán que fingir que no ocurre nada malo, sonriendo falsamente intentando tranquilizar a su amigo o familiar…

Y también existimos personas que daríamos lo que fuera por escuchar aquellas palabras…

No es como si yo viviese bajo un puente, sin nadie como compañía, pero fuera de mi casa, donde mi hermano pequeño y mi padre me entregan cariño, no hay nadie a quien pueda resultarle mínimamente interesante

Nadie…

Bueno, excepto a los sujetos que se dedican a golpearme diariamente, destruyendo mis pocas posesiones y encerrándome en cada armario o cubículo de baño que encuentran disponible…

Hubo un tiempo, cuando yo mismo era pequeño, que tenía un amigo…

Pero él se marchó a otra ciudad… y a partir de ese momento el instituto se volvió una pesadilla

Permanecí mirando fijamente los huevos en la sartén, intentando recuperar mi concentración

Eran las seis y media de la mañana y aunque aún faltaba para levantar a Brad y ayudarle a prepararse para el colegio, nuestro padre estaba a punto de llegar

Revolví el contenido del sartén con parsimonia, acostumbrado a la rutina de levantarme de madrugada para ayudar a mi padre a no descuidar su alimentación. Él, al igual que yo, puede resultar increíblemente distraído, al punto de no comer por días si nadie prepara algo

La puerta de entrada se abrió y los pesados pasos de mi progenitor invadieron el espacio compartido por la cocina y el comedor

-Hey-

Me giré sonriéndole mientras depositaba su desayuno sobre un plato

-¿Cómo estás papá?-

Noté que intentó sonreírme mientras dejaba un par de sobres sobre la despensa, aparentando tranquilidad

-Bien, bien, muero por dormir un poco-

Su rostro siempre volvía pálido de su turno de noche

Le serví su té deseando que me permitiera dejar el instituto y trabajar de tiempo completo

Que él estuviese sacrificándose con doble turno para poder mantenernos era más de lo que podía soportar… mucho más

-Tu almuerzo y cena están en el refrigerador, por favor no olvides llevártelos- supliqué

-Tranquilo, tus notas siempre me lo recuerdan-

Le devolví la sonrisa al mismo tiempo que el sonido de un despertador comenzó a llegar desde la habitación de mi hermano

-Papá, sabes que si pudiese trabajar de tiempo completo…- comencé suavemente

Sus ojos oscuros se endurecieron

-Cian, ya lo hemos hablado, mientras pueda ponerme de pie seguiré impidiendo que dejes el instituto-

-Pero solo me queda este año…- “y de cualquier forma no podría pagar la universidad” quise agregar, pero opté por callarlo

-Con mayor razón deberías terminarlo, no hijo, abandonar tus estudios no es una opción, ya haces demasiado por nosotros-

Suspiré frustrado

-Bien- acepté de mala gana

-Mejor ve a sacar a Brad de la cama- comentó retomando su habitual buen humor

Caminé hacia el cuarto de donde seguía llegando el sonido de un despertador, no era excesivamente grande, nada en nuestra casa lo era, pero nuestro padre se había encargado de convertirlo en un hogar, y eso bastaba

-Brad, tienes que ir al colegio- alcé la voz sacudiendo su hombro

Mi hermano de diez años se alejó de mi mano, refugiándose en las profundidades bajo su cobertor

-Pequeño…-

-Cinco minutos más- suplicó con voz ahogada

Sonreí, siempre era lo mismo con él

-Bien, pero no tendrás desayuno-

Era una amenaza vacía y ambos lo sabíamos

-Vale…-

Alcé una ceja y decidí cortar por lo sano

-Bradford, es hora de que te levantes- espeté sabiendo lo que produciría en él escucharme hablar así

-¡No me llames así!- saltó escapando de la cama con el rostro rojo

Reí fuerte

-¿Cómo? ¿Bradford?-

-¡Cian!-

Desordené su cabello sin dejar de sonreír

-Cuando crezcas verás que no es tan malo-

Sus ojos grises me miraron con frustración

-¿Enserio? ¿Comparado con qué?-

-Eh…-

Bien, que su madre había decidido ponerle un nombre algo anticuado y nuestro padre lo había permitido… pero no era para morirse ¿verdad?

Mamá había escogido un color para mí…

De cierta forma ambos estábamos condenados

-Bueno, bueno, pero ya que te levantaste podrías cambiarte e ir a tomar desayuno o se te hará tarde-

Brad corrió y tropezó mientras recogía su ropa y yo regresé a la cocina a terminar de preparar el desayuno

La rutina diaria incluía cocinar el almuerzo para los tres y guardarlo para llevar, mientras que la cena solo se apartaba para papá, que no alcanzaba a regresar a casa entre ambos turnos y debía comer en el trabajo

Dado que mi instituto y el colegio de mi hermano no se hallaban cerca, él siempre viajaba con la vecina y yo me iba a pie

La mañana transcurrió como de costumbre, en cuanto llegué los matones de mi grado me exigieron que les diera mi bolso y destruyeron todo su contenido, me felicité por no traer almuerzo o todo el contenido habría estropeado definitivamente mis pocas pertenencias

Así como iba terminaría llevando mis cuadernos en una bolsa… aunque tal vez ni siquiera pudiese comprarme cuadernos

-Pero si el imbécil cerebrito nuevamente no trajo dinero- se burló uno mientras otro sostuvo fuertemente mis brazos contra mi espalda

Bajé mi mirada, después de años de abuso había comprendido que era inútil intentar luchar o escapar

-Cualquiera podría pensar que es para evitar que te roben… pero sabemos que un andrajoso como tú no tiene un solo centavo ¿no?-

Apreté mis dientes, deseando ser fuerte y poder partirles la cara

¿Realmente pensaban que eran mejores que yo por tener más dinero?

¿Ellos, que nunca iban a clases, y amenazaban a los profesores y directivos con los nombres de sus padres poderosos?

-Eres patético- se rio otro

-¿No vas a decir nada?-

Bajé aún más mi cabeza, rogando porque un milagro ocurriese y decidieran que romper mis cosas era suficiente

Obviamente, yo no merezco un milagro

-A lo mejor se cree mejor que nosotros, ¿Por qué no vemos quién puede hacerlo gritar más fuerte?-

Cerré mis ojos cuando los golpes comenzaron

Por muy idiotas que fueran la mayor parte del tiempo, siempre me golpeaban en lugares que podían cubrirse con ropa, para no llamar la atención innecesariamente

Me encogí con la enésima patada contra mi vientre, pero mordí mi labio para no gritar

 ¿Cuánto faltaba para que sonara el timbre?

En algún punto algo o alguien debió pasar cerca porque automáticamente dieron media vuelta y se marcharon

Permanecí tendido en el suelo, intentando ingresar aire a mis pulmones, el dolor de mi mano indicaba que esta vez se habían pasado un poco

Lentamente y usando todas mis fuerzas para no quejarme, me puse de pie y comencé a recoger los restos de mis cosas

Sabía que estaba dando una imagen lamentable, pero nadie se molestó en acercarse

Todos les tenían miedo a esos sujetos y era mejor que se concentraran en mí a que comenzaran a buscar nuevas víctimas

Intenté poner atención en clases aunque mi muñeca derecha no me dejaba escribir y ni siquiera tenía una hoja completa para anotar

Escuché risas a mí alrededor, sin embargo todos se callaban cuando el maestro alzaba la vista

La hora del almuerzo la pasé como siempre, encerrado en un cubículo del baño. Con el tiempo había tenido que ir cambiando de lugar, puesto que ellos habían notado que frecuentemente me escondía… y les divertía perseguirme

Cuando las clases finalmente terminaron, me apresuré en salir primero y correr fuera del instituto

Si me alcanzaban en la calle no habría nadie que consiguiera hacerles retroceder

Corrí lo más rápido que pude hasta la librería en la que trabajaba por las tardes, la dueña, una mujer de unos sesenta años me sonrió gentilmente

-Llegas temprano Cian-

Sonreí fingiendo que no me dolía la mayor parte del cuerpo

-¿Con qué quiere que comience señora Teresa?-

-Seleccioné los nuevos títulos que irán en la vitrina, ¿Te importaría cambiarlos?-

Negué rápidamente y después de quitarme los zapatos me subí sobre la superficie roja que sostenía varias repisas y un par de pequeños muebles diseñados para sostener los libros en exhibición

Cuando terminé, salí de la tienda para observar mi obra a distancia, e iba tan distraído caminando de espaldas que choqué contra algo muy duro

-¡Hey!-

Me encogí bruscamente

-¡Lo siento!-

¿De verdad había sido tan descuidado?

No necesitaba que alguien más descargara su ira en mí

-¿No piensas mirarme?-

Procuré estirarme un poco, pero no me atreví a levantar la mirada, por la voz, supuse que sería un chico de más o menos mi edad

-De verdad lo siento- me volví a disculpar

-Ya veo…-

Se produjo un silencio, no pude interpretar su tono y la ansiedad comenzó a inundarme

-No estoy molesto, pero siento que le hablo a una pared, alza el rostro-

Mi cuerpo obedeció como si de un robot se tratase, parpadeé confundido, mirando a un chico que parecía modelo

No… él no necesitaba todos esos programas para arreglar fotografías

Su piel era perfectamente pálida y sin ninguna imperfección, aunque delgado, debía medir unos diez centímetros más que yo y pese a que su cabello castaño en ondas destacaba, moviéndose suavemente con la brisa, lo más impactante eran sus ojos color acero

Me recordó mucho a la mirada de mi hermano, solo que obviamente en unos años más

-Yo…-

Cuando sonrió varias personas que pasaban cerca suspiraron, había un aura en él que parecía atraer las miradas a la fuerza… como un cazador a su presa

Sacudí mi cabeza, riéndome de mi estúpida idea

Simplemente era un chico muy bien parecido, al parecer los golpes habían alterado mi percepción de lo que ocurría a mí alrededor

-¿Y por qué caminabas así?- cuestionó de la nada

-¿Eh?-

-¿Es alguna clase de enfermedad?-

Me le quedé viendo sin saber si estaba siendo cruel o realmente sentía curiosidad

“Probablemente se ríe de ti, idiota”

-Quería ver el escaparate- reconocí girándome hacia mi trabajo

-¿Trabajas aquí?-

Asentí, sin despegar mi mirada de los libros

-¿Estás acostumbrado a que te golpeen?-

La pregunta me sorprendió tanto que sentí la sangre helarse en mis venas

-¿Cómo…?-

Me giré lentamente, temiendo en lo que podría finalizar este encuentro

Él alzó su mano a una velocidad espeluznante y mi cuerpo reaccionó por instinto, haciéndome retroceder

Su mano quedó en el aire y una sonrisa medio perversa apareció en su rostro

-Ya veo…-

¿Qué? ¿Acaso soy un experimento?

¿No será un amigo de esos sujetos?

-Y qué tal…-

Palidecí cuando volvió a mover la mano, esta vez muy lentamente, hasta rozar el dorso con mi mejilla

¿Pero qué…?

Sentí un débil cosquilleo en la superficie de mi piel, pero más allá de eso todo continuó normal

La sonrisa en su rostro desapareció

-Muy interesante…-

Comencé a irritarme, pero no podía simplemente decirle que se fuera, así que retrocedí nervioso, de regreso a la tienda

-Lo lamento, pero tengo que seguir trabajando…-

-No lo creo-

Me detuve con la mano extendida hacia la puerta

-¿Cómo dices?- salté anonadado

-Yo diría que vas a tener que irte-

Me sonrió nuevamente antes de dar un par de pasos y desaparecer entre la gente

Literalmente… literalmente desapareció entre la gente

Me llevé las manos a los ojos, intentando entender qué acababa de suceder

¿Acaso él podía considerar una persona normal?

“Como si tú estuvieses en posición de emitir juicios”

Dejé escapar el aire en mis pulmones y cuando abrí la puerta, mi teléfono comenzó a sonar

Casi con terror, tomé el viejo aparato y me encontré con un número desconocido

“No seas tonto, ¿Esperas que un acosador te sentencie a muerte?”

Apreté el botón de aceptar y forcé a mis labios a responder

-¿Diga?-

-¿Cian?-

Fruncí el ceño, sin reconocer aquella voz, no es que fuese precisamente popular en cualquier caso

-¿Quién habla?-

-Soy el doctor Lawrence, estoy a cargo de tu padre, el señor Colton-

El aparato casi resbaló de mis manos

-¿Qué le pasó a papá?- jadeé preocupado

-Será mejor que vengas Cian…-

.

.

.

Miré por enésima vez la vieja revista que había encontrado sobre la mesa de recepción, llevaba dos horas esperando noticias y todavía nadie salía a decirme qué pasaba con mi padre

Gracias a la dueña de la librería había podido enviar a Brad a casa con órdenes de quedarse allí y hacer su tarea. No quería asustarle innecesariamente hasta saber qué ocurría con papá

Finalmente un par de pasos de dejaron escuchar por el pasillo, alcé la cabeza tan fuerte que mi cuello crujió en respuesta

Un médico que debía rondar los cuarenta se acercó con expresión indescifrable

-¿Cian?-

Asentí poniéndome de pie y cruzándome de brazos para no denotar mi ansiedad

-Preferiría no darle estas noticias a un adolescente… pero tu padre dijo que eras su única familia disponible-

Volví a asentir, intentando encontrar mi voz

-¿Qué pasó con él?-

-Lo trajeron de su trabajo en la mañana, al parecer cayó contra el suelo mientras trabajaba. Ellos pensaban que fue un ataque…-

Mordí mi labio inferior sintiendo que algo apretaba mi estómago

-Le hice las preguntas de rigor y me confesó que ha tenido dificultades para respirar y fuertes dolores en el pecho por un tiempo…-

Me quedé de pie frente a ese hombre, sin creerme que papá había ocultado su malestar…

¿Por qué?

¿Por qué no dijo nada?

“Probablemente porque apenas tienen para comer… mucho menos para recibir tratamiento”

-Accedió a hacerse una biopsia y el diagnóstico fue cáncer de pulmón- me informó el doctor cambiando su semblante por uno triste

-¿Cáncer de pulmón?- repetí incrédulo

¿Qué era esto? ¿Una broma?

¿No bastaba con que mi madre muriese dándome a luz sino que ahora el jodido mundo planeaba quitarme a mi padre?

-Pero él no fuma…- susurré sintiendo como mis ojos se llenaban de lágrimas

¿Qué haríamos?

Las medidas para tratar el cáncer son excesivamente costosas y obviamente mi padre no podrá trabajar mientras recibe tratamiento…

-Obviamente es mucho más probable que fumadores desarrollen este tipo de cáncer, pero existe la posibilidad que ocurra en gente que no lo hace-

Miré el blanco suelo del hospital procurando procesar la información

-¿Qué tan grave es?- murmuré sin alzar la mirada

Él no respondió inmediatamente

-¿Doctor?- presioné esta vez mirándole directo a los ojos

-Tardamos porque su seguro médico nos permitió realizar una intervención de exploración, dado que los exámenes no eran lo suficientemente claros…-

-Pero puede curarse ¿verdad?- la desesperación en mi voz era casi tangible

Él inspiró lentamente

-El cáncer se expandió demasiado… es imposible realizar una extracción, sería demasiado arriesgado y probablemente no resistiría-

Deseé estar siendo parte de una broma

Sencillamente esto rozaba lo irracional

Mi corazón latía dolorosamente, comprendiendo lo que mi cerebro se negaba a aceptar

-¿Cuánto tiempo le queda entonces?- cuestioné con voz distante

-Tres meses como máximo-

Apreté mis ojos con fuerza, notando cómo las lágrimas humedecían mis mejillas

-Sé que esto es muy difícil, haremos todo lo que podamos para disminuir al máximo su dolor mientras siga resistiendo… si quieres pasar a verlo-

Alcé mi mano temblorosamente

-Necesito… necesito un momento- supliqué

-Claro, su habitación es la del fondo, por el pasillo cuatro-

No percibí sus pasos alejándose, me dejé caer sobre un asiento y llevé mis manos a mi rostro

Tres meses…

A mi padre solo le quedaban tres meses de vida…

No iría a mi graduación como prometió, no vería crecer a Brad… ¡Ni siquiera estaría para su siguiente cumpleaños!

¿Pero qué clase de vida de mierda es esta?

¿No es suficiente con arrebatarme a mi madre?

¿No bastó con que la madre de Brad se largara y nos abandonara?

¿Ni con que mi padre tenga que matarse trabajando para que no nos muramos de hambre?

¿Y qué hay de mí, soportando golpes en ese instituto porque es el único que entrega una educación medianamente decente y no cobra?

¿Qué pasa con mi hermano que jamás ha tenido ropa nueva ni más de tres juguetes?

¿Qué hay de todos los momentos de ausencia de nuestro padre porque si no trabaja el doble no puede pagar ninguna cuenta?

¿De esto se trata?

¿Cáncer de pulmón?

¿Ahora se llevaría a mi padre y luego qué?

¿Mi hermano?

¿Yo?

Golpeé mi cabeza contra la pared a mi espalda, apretando mis puños violentamente, odiando a cualquiera que pueda considerarse feliz

Aun temblando por la rabia, me incorporé y caminé hacia la habitación de mi padre, encontrándomelo durmiendo con varias máquinas conectadas al cuerpo

Reprimí un sollozo y salí de aquel lugar, apresuré mis pasos hacia la acera frente al hospital

Sin pensármelo pateé el basurero que se encontraba frente a mí

Ignoré el dolor y volví a repetir la acción

-¿Una mala noticia?-

Esa voz…

Parado a unos cuantos metros y un par de escalones sobre mi nivel, el chico con el que había chocado me miraba con interés

-¿Qué haces aquí?- susurré con una mezcla de miedo y expectación

Sus ojos me observaron sin expresión alguna

-No mucho ¿Y tú?-

Apreté mis labios

¿Qué, iba a decirle a un desconocido que mi padre moriría de cáncer en un par de meses?

-No te conozco- murmuré intentando no sonar borde

Alzó una ceja, pero ni siquiera se movió un centímetro, parecía una estatua

-Soy Karau, ¿Qué hay de ti chico torpe?-

Ignoré su comentario, desconcertado de escuchar ese nombre tan extraño

¿Sería de un país lejano tal vez?

¿Sus padres le habrán puesto el nombre de una tribu o algo?

-Cian, tu nombre es raro-

Me dedicó una sonrisa peligrosa

-Para ti, pero no has negado que eres torpe-

Deseé poder enviarlo al diablo, pero era incapaz de moverme

-¿Estás enfermo?-

-¿Eh?-

-No, entonces estarías recibiendo atención médica ¿no?, ¿Alguien que conozcas tal vez?- sugirió divertido

¿Cómo podía alguien sonar divertido al hablar de un tema como ese?

-No es de tu incumbencia- repliqué molesto

-Entonces es cercano a ti- asintió para sí mismo

-¿Qué…?-

-¿Madre?-

Le miré anonadado

-¿Padre?-

Entrecerré los ojos

-¿Qué le pasó a tu padre?-

-¿Por qué te importa?- repliqué confundido

Se encogió de hombros

-Estoy esperando a alguien y pareces interesante-

-No soy una mascota para que me uses como diversión-

Repentinamente se inclinó hacia adelante y su expresión cambió brutalmente. Si antes lucía relajado o ligeramente indiferente, ahora tenía una mirada perturbadora y macabra

-No, no lo eres- repitió

De alguna forma sentí que no me hablaba

-¿Alguna vez has querido algo que no puedes tener?- interrogó desviando su mirada al cielo

Casi resoplé en respuesta, generalmente quería algo que era imposible, pero todas aquellas cosas, a excepción de mi madre, palidecían al lado de la vida de mi padre

-¿De eso no se trata la vida?- espeté con más amargura de la que deseaba

Definitivamente él era la persona más rara que había conocido

-¿Y si te dijera que puedo ayudarte a salvar a tu padre?-

Sonreí hipócritamente

-¿Sabes que tiene cáncer terminal? Le dieron tres meses de vida-

No me detuve a pensar en el motivo por el cual había decidido contarle mi vida a un desconocido con un nombre muy extraño

Su mirada descendió y me estudió unos instantes

-Puedo ayudarte- sentenció seriamente

-Oye, está bien que no nos conozcamos pero no te burles de mí- me cabreé

Podía soportar que me golpearan y se burlasen… pero que un desconocido se riera de mi padre muriéndose…

-Cian, si quieres que tu padre viva, puedo ayudarte, pero tiene un precio-

Bufé, por supuesto que iba a tener un precio

-¡Basta! No tengo por qué escuchar esto-

Intenté dar media vuelta y regresar al interior del hospital, pero ni siquiera pude moverme

“¿Pero qué diablos…?”

-Cian, mírame y camina hacia mí-

Reuní mis fuerzas para largarme, pero en lugar de ello mi cuerpo comenzó a moverse hacia el chico, mientras no podía evitar mirarle

El asombro se vio reemplazado rápidamente por el temor

Mis pasos se detuvieron a escasos centímetros del de mirada gris

Esto era imposible…

¿Desde cuándo no tenía control sobre mi cuerpo?

Karau se inclinó levemente sobre mí

-¿Piensas que intento estafarte?-

Negué imperceptiblemente, todos los sucesos extraños que le rodeaban desde que me topé por primera vez se agolparon en mi mente

-Ya te lo dije, tu padre puede vivir, pero aquello tiene un precio-

Tragué duro

-¿Qué clase de precio?-

Su tono se me hacía escalofriante… sonaba a que estaba ofreciéndole mi alma al diablo

-Lamentablemente no podrá saberlo hasta que aceptes—

La ira creció en mí, borrando el pequeño instante durante el cual consideré su ofrecimiento

-¿Estás jugando?- salté furioso

El viento sopló con fuerza, sacudiendo su cabello

-Tengo que irme, deberías pensarlo, si tu padre se mejora, entonces deberás cumplir con el pago, pero si no, no tendrás que preocuparte de nada… ¿No es eso genial?-

Su sonrisa estaba lejos de considerarse honesta

Repentinamente mi cuerpo volvió a pertenecerme y me alejé rápidamente

Cuando estuve lo suficientemente lejos, me giré brevemente… pero el chico ya no estaba allí

Ni ahí, ni en ningún lugar a la vista

.

Notas finales:

Espero que les haya gustado!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).