Hoy sería el día se iba a declarar a su verdadero amor, sabía que a diferencia de muchos donceles no era para nada bello pero eso no importaba Masamune era su mejor amigo. Él no era de los que se fijaban solamente en la apariencia de las personas Takano también veía los sentimientos habían estado juntos desde el jardín de infantes y su amor por Masamune no había hecho sino crecer, muchos chicos, chicas y hasta los mismos donceles lo habían rechazado por su actitud hosca sin atreverse a ver más allá de esa cubierta a través del tiempo ese rechazo se extendió a su apariencia porque la adolescencia no fue amable con el llego a necesitar gafas extremadamente grandes, usaba ropa grande y fea, por un tiempo también tendría que usar aparatos de ortodoncia, aun así Takano se había mantenido a su lado todo el tiempo con la excusa de que él tenía un buen corazón, de que esa armadura no lo asustaba . Por fin hoy le haría saber de sus sentimientos con algo de suerte se convertirían en una pareja.
Llego a la escuela recibiendo las usuales miradas de lastima combinadas con algo de burlas por partes de los más valientes le basto una mirada para recordarles que él no es un doncel debilucho al que pueden usar para divertirse los chicos se retiraron aterrados por lo que el patito feo podría hacerles.
Llego a la cancha de basquetbol para poder ver el partido que se jugaría entre la secundaria t contra la secundaria Mitsubishi, no es que tuviera mucho interés real en el basquetbol pero el capitán de su secundaria era Masamune simplemente no podía dejar pasar el hecho de que Masamune se veía magnifico al jugar así lo demostraban sus muchas admiradores y admiradores, aunque hoy parecía dividirse la hinchada entre Takano y el capitán del otro equipo quien debía aceptarlo también era muy apuesto, puede que hasta un poco más que Masamune. Tenía el cabello castaño, unos ojos miel que parecían capaces de derretir a cualquiera, las facciones de su cara eran hermosas, y su cuerpo estaba perfectamente formado
El partido había sido agitado habían perdido en el minuto final gracias al capitán del otro equipo que había logrado hacer unas cuantas jugadas y anotar 4 puntos que finalmente llevaron a su secundaria a la derrota, sin embargo eso no tenía importancia en la cancha solo quedábamos un Takano triste, el molesto sub-capitán del equipo Iokawa Juny, por supuesto yo que aún seguía esperando a que ese idiota se fuera para así poder hablar claramente con Takano de mis sentimientos. Ya me estaba rindiendo cuando Iokawa dijo que se tenía que retirar, supuestamente iría a casa temprano obviamente no creí ninguna de sus palabras conociéndolo algún doncel o una chica lo estaba esperando para pasar la noche con él, realmente no es que importe ahora que solo estamos los dos llego el momento de la verdad
-Masamune yo quiero hablar contigo sobre algo importante ¿tienes un minuto?
-por supuesto Yokozawa ¿de qué quieres hablar?
-tu… me gustas mucho
-¡¿Qué estás diciendo Yokozawa?! Somos amigos además tu… no eres mi tipo
-¡¿Qué diablos?! No lo puedo creer al final si eres como todos ellos, me estas rechazando porque no soy hermoso Con estas palabras dichas salió de la cancha hecho una furia mientras era perseguido por la persona que hace unos segundos había destruido todas sus esperanzas
-Yokozawa espera un segundo por favor
-¿Qué quieres Takano? Por favor déjame en paz-con estas palabras dichas por Yokozawa entendido que debía dejar de perseguirlo, el peli azul solo lo llamaba por su apellido cuando estaba realmente molesto. Lo que no sabían es que alguien que debería estar en casa escuchaba toda la pequeña pelea mientras maquinaba un pequeño plan que según él lo llevaría a ganar algo de dinero fácil sin saber que habría que pagar un precio muy alto por ello.
Se acercó a un desconsolado Takano por la inminente perdida de su mejor amigo fingiendo consolarlo para proponerle su sucio negocio, el negocio que dejaría a todos sumidos en una red de trampas y mentiras
-Takano no debes estar abatido es más te propongo algo para que no pierdas tu amistad con Yokozawa
-¿Qué? Por favor dime hare lo que sea - Takano se encontraba tan desesperado por no perder la amistad de su mejor amigo que no noto la sonrisa burlona con la que Iokawa hablaba
-es simple pero… ¿estás dispuesto?
-te acabo de decir que si
-en ese caso solo debes conseguir a alguien que se enamore del patito feo de esa manera ya no le gustaras más, claro eso no será fácil por eso debemos recurrir a ayudas extras
-¿Ayudas extras? No te entiendo
-vamos que ambos sabemos que takafumi es feo si quieres conseguirle un novio debes pagar por ello
- ¡Eres un idiota! ¿Cómo podría hacerle eso a Takafumi? ¿No tienes cerebro en esa cabeza?
-piénsalo Takano es tu única alternativa de lo contario el patito seguirá enamorado de ti toda su vida, serás el causante de su desdicha, además de perder su amistad ¿es eso lo que quieres? ¿No te gustaba un poco onodera de la clase b?
-yo, yo, yo…acepto
-bien hecho ya vas a ver que no te arrepentirás déjalo todo en mis capaces manos, ahora hablemos de dinero será un poco costoso pero creo que podemos llegar a un acuerdo con la persona
-¿A quién tienes en mente? ¿Es confiable?
-claro es un amigo de toda la vida tú no te tienes que preocupar de eso solo concéntrate en pagar las cuotas que a propósito serán de 500 dólares semanales sin incluir gastos de la cita
-¡no te quieras pasar de listo, es demasiado dinero!
-es por tu bienestar y el de tu amigo, además tus padres son dos abogados muy reconocidos seguro que no te cuesta nada sacarles el dinero… ¿entonces?
-está bien pero más te vale que funcione no pagare tanto por nada
-funcionara
De ese modo dos personas movidas por intereses totalmente egoístas, el primero por su ambición, y el segundo por su egoísmo sellaron un trato que traería consecuencias desastrosas en la vida de todos ellos, en particular de un patito feo y la de un chico rebelde pero inocente.
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Al caer la noche el capitán del equipo de la secundaria T aún se encuentra celebrando el triunfo que su equipo obtuvo en el partido celebrado en casa ajena, habría sido una velada alegra de no ser porque el insecto se había colado en la celebración de su equipo, de verdad que no lo soportaba era un maldito parasito ambicioso, kirishima no tenía ni las mínima idea porque la vida lo había castigado haciéndolo soportar a Iokawa ¿Qué culpa tenía el de que sus padres fueran amigos?¿acaso era motivo suficiente para soportarlo?. Harto de la situación, de soportar las payasadas de Iokawa, y los insinuantes coqueteos de chicas o los donceles decidió irse a su casa más temprano de lo que tenía planeado hasta que una mano lo agarro por los hombros al girarse pudo notar a Iokawa
-¡¿Qué rayos estás haciendo?!-dijo en un susurro amenazador
-¿podemos hablar? -supongo que si
-veras kirishima me gustaría que salieras con un amigo, es un doncel va en mi clase, y es muy listo
-¿Por qué tendría que salir con un amigo tuyo? no sé que tan denso puedas ser pero debería decírtelo desde ya no me agradas mucho que digamos
-¿Qué yo no te agrade es un problema para que salgas con mi amigo?
-claro, si es tu amigo seguro que es un pesado, un ambicioso, una calaña, un farsante, un sínico, un mentiroso, un hijo de
-ya entendí vale, puedes parar -respondió el sin darle ocasión a terminar su frase
-si entendiste me voy
-¡espera, te puedo asegurar que takafumi es… una buena persona además es listo! No veo ninguna razón para que no salgas con él, a menos que aun te guste el chico que rescato el gato el verano pasado
- saldré con tu amigo solo ya déjame en paz- ni siquiera el mismo sabia porque lo había dicho pero ya no había vuelta atrás
-me parece bien como muestra de mi buena voluntad te daré 300 dólares antes de la cita que será en 2 días
-¿Por qué? ¿No estarás pretendiendo comprar mi salida con tu amigo?
-como se te ocurre es para los gastos de la cita, quiero que lo lleves a un buen lugar y sé que tu familia no está en el mejor de los momentos
-no creo en tus buenas intenciones-diciendo esto se marchó del lugar directo a su viejo auto. Sabía que Iokawa tenía la razón pero no le daría el placer de pagar por su cita aunque esta fuera una en la que definitivamente no quería estar.
Takafumi llego tarde a casa después de lo sucedido con masamune quiso despejarse un poco. Estuvo en el parque todo la tarde siempre le había gustado ese lugar lo hacía sentirse tranquilo era ahí donde había rescatado a su pequeño gato el verano pasado después de que fuera abandonado en una caja, había tenido que enfrentarse con 2 hombres para poder quedarse con el gato pero había valido la pena, el gatito era un poco gruñón, también era dulce casi se podría decir que sus personalidades eran iguales. Su madre una mujer dulce y compresiva salió a recibirlo con algo de preocupación
-takafumi que bueno que llegas estaba preocupada por ti, llame a Masamune pero me dijo que no estaba contigo
-mamá te pido por favor que no vuelvas a mencionar ese nombre en esta casa
Siendo una mujer compresiva entendió el dolor del corazón de su hijo y opto por asentir a la petición de su hijo. Ella siempre supo que Masamune no era el indicado, nunca le pareció un mal muchacho pero era frágil e influenciable todo lo contrario a Takafumi que era un valiente, un luchador, sus personalidades nunca encajaron pero ella estaba segura de que llegaría alguien para takafumi, alguien que lo quisiera por quien es, alguien que fuera capaz de ver más de lo que Takafumi mostraba al mundo, su hijo era una persona bella tanto por dentro como por fuera no obstante él se empeñaba en ocultarlo a todos.
El chico de lentes sonreía la primera parte del plan había salido bien, kirishima iba a salir con el patito en la primera cita, ya se encargaría el de que aceptara las demás cuando descubriera lo feo que es Takafumi. El siguiente paso era conseguir que el otro chico aceptara ir en una cita con Kirishima, supuso que no sería difícil.