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No le ames por Eliann

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Notas del fanfic:

Por más que quiera negarlo, por más que quiera afrontarlo esta es una realidad muy común de la cual no, nos podremos solventar… ese es nuestro destino. Nada termina con un buen final, con aquel que esperábamos y con ilusiones ansiábamos que así fuera.

Notas del capitulo:

De un muñeco roto, a otro muñeco roto, dime que tan imposible será que nos logremos reparar.

 

Te veo a su lado sonriéndole, te sonrojas a sus sonrisas y a su tacto… cuanto los odio… a ambos… porque sabes…yo te amo… pero él te ama a ti ambos se aman. . . y yo.

 

-Maldición –Susurre bajando la mirada de aquella escena de amor mostrada… cuanto los odio –

 

Sonreí ante mi desdicha de que yo no podría hacer nada, ante la cruel ironía de verte salir de su habitación todas las mañanas, como si fuera idiota y no lo notara…

 

Deseo que me ames, ser el dueño de tus caricias, de tus sonrisas, de tus besos… ser el dueño de todo tú. . . lo deseo… lo añoro… pero… nunca será. Oh no sabes cuánto lo odio a él. No sabes cuánto, él te tiene, solo para él ¿y yo?

 

Los mire nuevamente sonriente, los dos juntos tomados de la mano. . . ¿y yo? Baje la mirada suspire y decidí mirar hacia otro lado. . . ¿Dónde quede yo?

 

En algún momento fui importante en tu vida, todas las tardes venías corriendo hacia mí, me sonreías, me abrazabas. . . sentía tu calor. . . ¿Dónde quede yo?

 

Con un nudo en mi garganta mire hacia otro lado, solté un suspiro de resignación y me marche a mi habitación, estoy aquí como otras tantas tardes, encerrado en estas cuatro paredes como un simple cobarde.

 

¿Qué puedo hacer? ¿Dime? Te amo desde el comienzo, desde la primera vez que entre a la mansión me enamore de ti. . . no sé… solo pasó, jamás lo desee. Al principio yo te desagradaba luego te acostumbraste a mi presencia y fuiste amable conmigo… hicimos tantas locuras juntos… yo solo… deseaba estar a tu lado yo era feliz… a tu lado.

 

Pero luego llego él, ¡Llego el maldito y desgraciado de Meito! Y te arrebato de mi lado, poco a poco te fue sacando, tu primer amor fue su hermana… se parecen tanto… y también de él te enamoraste…. Solo sabías decir “Meito, Meito, Meito” ¡Como si te tratases de su loro que solo sabe repetir el nombre de su dueño!

 

Me fue irritando cada vez más y más. . . y luego. . . luego ya no te tenía a mi lado… ya solo pasabas tiempo con él… ya yo no importaba para ti. Ya yo no era parte de tu vida. . . dime Kaito. . . ¿y yo?

 

Decidí dejar aquellos pensamientos por fuera… salir de esa habitación aventurarme por mi cuenta… sin ti. Me bañe, me vestí, me arregle y baje.

 

-oh… ¿Gakupo? ¿A dónde vas? –Me preguntaste –

 

-. . . de putas –Y me fui dejándote con los ojos como platos –

 

En realidad no iba a hacer eso. . . simplemente se me salió por molestia tal vez por cual sería tu reacción solo, deseaba respirar el aire que necesitaban mis pulmones para seguir inhalando. Camine por largo rato hasta tropezarme con alguien.

 

-¡Ten cuidado por donde caminas grandísimo idiota! –Me reclamo molesto –

 

-Yo, deberías tenerlo t –De repente me calle era un joven realmente parecido a Kaito, pero tenía un tatuaje en su ojo en forma de cruz –

 

-¿qué? ¿El gato te comió la lengua? ¡Deja de andar allí parándote y ayúdame a levantarme! –Por alguna extraña razón le extendí a esta persona descortés mi mano para que se levantara –Al menos parte de tu cuerpo reacciona berenjena con patas –Le iba a reclamar algo, pero su mirada estuvo atenta a la mía aquellos azules casi neón me miraban atentos –Ven –Me tomo de la mano para llevarme arrastrado –

 

-Oye –Le reclame – ¿A dónde me llevas?

 

-Tú solo cállate –Me contestó –

 

Y sin un motivo u otro me encontraba ahora sentado en una mesa… brindándole el almuerzo a esta persona que no conocía. . . que tenía un lenguaje demasiado vulgar… pero… ¿Por qué no podía decirle que no? A si, se parecía demasiado a Kaito.

 

-Bien dime ¿Cómo te llamas? –Le pregunte arqueando una ceja –

 

-Isamine Kaito –Respondió sonriendo –

 

-“rayos hasta tienen el mismo nombre” –Pensé –

 

-¡oh! ¡Pero no me llegues a confundir con esa estrellita de pacotilla! Podemos llamarnos igual y parecernos, pero jamás seré como él –Frunció sus cejas –Aunque ya se quién eres tú –Sonrió tajante –

 

-y aun así sabiendo quien soy ¿te atreves a tratarme de semejante manera? –contesté con una ceja arqueada –

 

-Es que no soy tu fan –Respondió –Para mí no eres más que otra persona en este patético mundo.

 

-¿Gracias? –proferí mientras él reía –

 

Y por alguna razón me encontraba todos los días saliendo, para tal vez toparme nuevamente con este ser.  Me encontraba bañándome tranquilamente con una sonrisa en mis labios por toparme con él… que extraño. Seque mi cuerpo y comencé a arreglarme para salir nuevamente al bajar.

 

-Gakupo ¿A dónde vas? –me pregunto Kaito –

 

-ya sabes Kaito que se irá de putas otra vez no entiendo por qué le preguntas –Dijo Meito con saña –

 

-En realidad no, voy a ver a mi novio, después de todo a ti se te hace sencillo fallártelo todas las mañanas pero conmigo es distinto no vivimos en la misma casa –Me fui de allí cerrando la puerta enfadado, no quería decir aquellas palabras tan crueles –

 

Negué y seguí mi camino se lo merecían los dos, de seguro lastime a Kaito, ¡Pero se lo merece! ¡Él me lastimo a mí! ¡Más de una vez! ¡Se lo tiene bien merecido! ¡Él y el desgraciado de su pareja! me quede sentado en la banca del parque donde ya se nos había hecho costumbre encontrarnos. Pero me sentía culpable y un dolor punzante golpeaba mi pecho con fuerza.

 

-Hey –Escuche su voz para que levantara la mirada – ¿por qué parecerse que vas a llorar? Te vez patético

 

-Cerré los ojos respire un segundo intentado calmarme y tragarme las emociones como siempre, le sonreí nuevamente –No es nada –Respondí –

 

-Ahora resulta que me crees imbécil –Se sentó al lado de la banca y me obligo a acostar la cabeza en su regazo –Dímelo no acepto un no como negativa

 

-Esto… es algo que nadie sabe –Contesté –No he deseado que nadie sepa o nadie se entere de ello… es solo mío por así decirlo

 

-pues ahora será de los dos desembucha ya –Respondió de esa manera tan típica suya –

 

-Cuando yo ingrese a la mansión vocaloid, me enamore de uno de ellos, no sé por qué solo me atrajo, tal vez eran sus ojos… su piel, su cabello, no lo sé… solo me enamore, pero yo no le agradaba en lo más mínimo en realidad me rechazaba y cualquier contacto conmigo a veces me hacía enojar, pero luego le miraba a los ojos y todo mi enojo por él se marchaba, me dijo que estaba enamorado de una de las chicas de la casa, que tuvo una relación con ella pero no fue demasiado buena, en realidad ella lo traiciono y terminaron la relación… pero que aun de cierta forma seguía amándola, prácticamente me dijo en la cara que yo no tenía ninguna oportunidad, tal vez así lo era. Pero nunca me llego a importar realmente yo pensé que estando a su lado sería feliz, yo era muy feliz ¿sabes? Por qué siempre llegaba a mi lado abrazándome diciendo mi nombre, porque en sus ojos solo estaba yo y sus sonrisas siempre yo las causaba yo era tan feliz –Fruncí el ceño al acordarme de él –Pero de repente llego él, el maldito de Meito y me lo arrebato, comenzó a alejarlo lentamente de mí, ahora no quería pasar tiempo conmigo sino con él, todo lo que decía era su nombre y lo que hacían juntos alejándome… cada día lo odiaba más y lo despreciaba ya no venía ni siquiera abrazarme poco salía de sus labios mi nombre y cuando solo estábamos él y yo solo hablaba de él –Quería contenerlas pero las lágrimas una a una fuero cayendo de mis ojos y resbalando por mis mejillas, quería detenerlas pero una a una seguía cayendo y eso me molestaba que debilidad más grande –

 

-Sigue –Me dijo mientras secaba mis lágrimas solté un suspiro –

 

-Cuando me entere que tenía una relación y que él fue incapaz de decírmelo, que lo tuve que saber por mi propios ojos, sabes… me sentí muerto en vida, no podía creerlo que… que él me lo haya ocultado, nunca le di motivos para hacerlo, luego me dijo que Meito quería mantenerlo en secreto, ese día me enoje y lo mande al demonio a él y a su estúpida pareja dure sin hablarle por casi todo un año, varios me reclamaron pero no me importo estaba demasiado dolido con su persona, pero no me gustaba verlo triste… era algo que siempre me desagradaba, a la final termine perdonándolo nuevamente rompiendo más los pedazos que me quedaban. Deje de tratar con la mayoría y me encerré en mí mismo y mi propio mundo, nadie me pregunto por qué lo hacía, nadie quiso saber que tan destrozado me sentía, para ellos yo… yo solo era un imbécil, el grandísimo imbécil que no le gustaba ver a los demás felices y se comportaba como un cretino… yo… me siento solo y he pensado muchas veces regresar a mi hogar… estar con mi familia, tal vez la tranquilidad de mi casa y los cariños y sonrisas de mi madre me hagan calmar todo este dolor que se me cala en los huesos –Solté un largo suspiro –Ah, hoy me molestaron y le dije que tú eras mi novio

 

-has… ¿sufrido todo eso por alguien? –Mire hacia otro lado –pero que tonto eres

 

-Lo soy ¿no es cierto? –Proferí, me seque las lágrimas y él me sonrió le devolví la sonrisa y sus labios se posaron sobre los míos para ser alguien tan brusco y arisco era un contacto suave casi tierno –

 

-Lo eres –Sonrió –pero eres mi tonto –Solté una ligera risita mientras pasé a acariciar su mejilla –

 

-si… ¿lo somos? –Pregunte él solo me sonrió –

 

-Bueno, eres atractivo bastante, eres un poco tonto pero está bien, además siempre me brinda la comida y los dulces… que ganga no te voy a dejar ir –Solté nuevamente otra risa para que nos volviéramos a besar, me sentí calmado –

 

-No importa si amo a alguien más –Le pregunte –

 

-De eso me encargare yo, de que dejes de amarle –Contestó volví a sonreír –Ahora vamos novio mío que me debes la primera cita y muchos dulces

 

-A la orden mi señor –Contesté sonriendo para levantarme de la banca y tomar su mano –

 

Y las semanas tranquilamente pasaron aunque a veces tenía que hacer grabaciones y ocuparme, recibía un mensaje de su parte y me iba a estar a su lado. Era una tarde habíamos estado en una discoteca a él le encantaba ese ambiente aunque sinceramente no era mi favorito. Eran como las dos o tres de la madrugada.

 

-Ah… ¿Por qué nos vinimos Gaku? –Me pregunto con un hipo en su voz –

 

-Isamine has silencio es muy tarde –Proferí ya que fui a la mansión pues aun no sabía dónde vivía él –

 

-Amor no seas así –Respondió apegándose a mí –

 

-Sí, si yo también te amo, pero bebiste de más –Contesté –

 

-¡Hoy por una pena de amor me siento dolido! Cantinero deme un trago, dos tragos, tres tragos –Comenzó a cantar –

 

-¡Isamine si te vas a cantar esa no! –Respondí, hay santo cielos –

 

-Que estoy enamorado y tu amor me hace grande, he y he, que estoy enamorado y que bien, que bien me hace amarte –Se apegó a mí por suerte ya estábamos por llegar a mi cuarto –te amo Gaku

 

-Yo también te amo pero ¿podrías guardar silencio por cinco minutos? –proferí era difícil caminar cuando te tambaleabas –

 

-Bueno por mi Gaku –Se aferró a mi muy feliz, era la primera vez que se encontraba tan cariñoso –

 

Me costó mucho llegar a mi habitación cuando lo tire a la cama al tocar la almohada cayó profundamente dormido.

 

-Bueno al menos no devolvió todo –Proferí cerré la puerta de mi cuarto, intente dejarle cómodo de ropa estaba dormido como un tronco y luego me cambie yo, me acomode a su lado y me dormí al día siguiente me desperté con un ligero dolor de cabeza. De seguro el que tendría Isamine no sé compararía con el que yo tenía, lo mire dormir pacíficamente a mi lado, este chico de alguna forma empezaba a enamorarme, deje un beso en su frente y me levante –

 

Al mirar el reloj me di de cuenta de que era tarde que de seguro los demás ya habrían desayunado y que como yo no me pare a desayunar uno de los gemelos se habría comido lo que sería mi desayuno así que al parecer hoy tendría que prepararlo yo, me bañe para encontrar con que Isamine ya se había despertado.

 

-Estás en la mansión vocaloid –Proferí haciendo que me mirara, su mirada me inspeccionaba y una sonrisa se colocó en sus labios muy rijosa–sé que soy hermoso, pero eso no pasara aquí

 

-Agua fiesta –Contestó con un puchero –

 

-A tu derecha en la mesa esta una pastilla y un vaso con agua para que te baje la jaqueca –Proferí para que mirara hacia la mesa de noche –Yo mientras preparare el desayuno

 

-me imagino que no en toalla, aunque de seguro yo, ni problemas tuviera en que te pasearas desnudo –Respondió, solté una ligera risa –

 

-Obviamente que no en toalla me cambiare e iré a preparar el desayuno –Mientras sacaba ropa para cambiarme sentía su mirada recorrer mi cuerpo intentado devorarme con su sola mirada, no me molestaba, pero me hacía querer también comérmelo y eso no me haría muy diferente de esos traidores así que no, yo sería diferente a esos dos, le miré con una ceja arqueada – ¿disfrutas lo que ves?

 

-Oh, claro que sí y no me mires así que a ti también te gusta que te vea, además si no te gusta ¿Quién te manda a tener semejante cuerpo de adonis? ¡¿Eh?! –Refutó –

 

-ah, ¿ahora me culpas por haber nacido así? Pues no, culpa a la naturaleza por hacerme así –Respondí –

 

-¿Quién dijo que la culpaba? Hay naturaleza tu si sabes hacerlos… además ¿acaso la naturaleza te mando a hacer ejercicio? Señor abdomen de lavadero –Sonrió haciendo que yo volviera a reír –

 

-Es por que de niño me entrenaron, creo que te conté –Proferí quitándome la toalla, para ponerme la ropa interior y escuchar un quejido de Isamine – ¿qué?

 

-¡Piche ropa! ¡Por que no te puedes quedar como viniste al mundo! ¡Te ves más sabroso! –Se quejó haciendo que me riera –

 

-Creo que aun estas borracho –Contesté para que se levantara hasta tenerlo a un lado y que me besara –mh…

 

-No estoy borracho… pero Gakupo ¿quién sería tan tonto como para no amarte? Tienes un corazón muy puro y estas… para untarte con pan –Me sonrió –Ese azulón es un idiota –Murmuro –pero no te preocupes, porque yo te voy a entregar todo el amor, que necesitas

 

-estas ¿seguro de eso? A veces pienso que…. No deberías amarme, terminare lastimándote –Su cejo se frunció –

 

-¡Tú no eres quien para decirme a quien debo o no debo amar! –Me reclamo –Yo decido a quien amar, si no funciona está bien, la vida no es rosa, el mundo no es un cuento de hadas, eso lo he entendido a muy corta edad… pero mírame –Me dijo haciendo que mirara esos ojos azul neón intenso –Jamás te niegues a amar, aunque bonito, doloroso, aunque hermoso también tormentoso, son cosas que deben pasar… no será el fin del mundo porque solo lo intentes

 

-Está bien –Respondí dejando un beso en su frente –Toma un baño, tu ropa está limpia

 

Lo deje allí mientras bajaba las escaleras, había varias miradas intensas puestas en mí, la más intensa era la de Meito que lucía muy molesto conmigo pero poco me importaba ¿Por qué rayos Kaito estaba triste? Ah, me da igual en estos momentos… quisiera distraer mi mente de todo, comencé a preparar los Wafles para sentir la mirada penetrante de Luka y Miku juntas.

 

-podrían dejar de mirarme y decirme ¡¿Qué rayos quieren?! –Respondí ya estaba enfadado –

 

-Discúlpate con Kaito –Respondió Luka –

 

-¿perdón? –Respondí –

 

-¡Discúlpate con Kaito idiota! –Me lanzaron un puerro y yo le mire molesto –

 

-¿Por qué razón tendría yo que disculparme con él? ¡Si él jamás lo ha hecho conmigo! ¿Recuerdan todas las veces que Kaito me hacía maldades y me insultaba? ¡El jamás me pidió una disculpa a mí! ¡Yo tan solo lo perdonaba sin exigirle un coño! ¡Pero ya no! ¡Ya eso se acabó! –Mire directo a Kaito –Me escuchaste, el Gakupo que tu conociste murió Kaito, tú mismo lo mataste

 

-¿te ocurre algo Gaku? –De repente bajo Isamine su mirada era preocupada, simplemente lo tome de la mano y me salí de allí rápidamente –

 

¡¿Pedirle perdón?! ¡¿De qué?! ¡¿Qué?! ¡¿Solo por qué le dije eso?! Él me dijo antes cosas peores… cuando llegamos al parque me miro preocupado, solo le sonreí, coloque mi frente en su hombro y me quede allí, conteniendo todas mis emociones.

 

-Estoy harto…estoy cansado…yo tengo un límite –murmure desganado –No puedo, no soy de piedra…rayos…

 

-Mi Gaku –Me abrazo a él, me apegue en su pecho y lo abrace fuerte, estoy sufriendo, es mi culpa, las cosas que me pasan, siempre son mi culpa, ¿no es así? –Dime Gaku, ¿quieres mudarte a mi departamento?

 

-¿qué? –Pronuncie –

 

-Hace unos días compre un departamento, porque mi compañero había decidió tomar el compartido como su hotel personal, era horrible encontrar semen en el comedor, en fin, me cambien de lugar y está cerca de la disquera, a ti que te parece –Me dijo con una sonrisa –

 

-No crees que es… ¿muy precipitado? –Pronuncie –

 

-Ah, me vale –Contestó –solo no deseo verte sufrir, mira Gakupo, tu eres alguien fuerte, lo reconozco, pero, ya no puedes más con tus grietas muñequito, tantas veces has intentado auto-repararte que ya no lo haces –Yo solo baje la mirada –quiero reparte ¿me lo permites? –Yo solo asentí –No te vas a arrepentir…

 

Hace unos días estuve preparando las cajas, no le dije a nadie que me iba a mudar tampoco era que les iba a interesar a ellos. En estos momentos no soy más que una sombra a la que todos le dan la espalda. Estaba tomando un baño luego de arreglar las cajas para mi mudanza al salir allí estaba Kaito.

 

-que… son… ¿todas estas cajas Gakupo? –Me pregunto –

 

-Me mudaré –Contesté, él solo bajo la mirada –

 

-Realmente, todo es mi culpa –Me pregunto – ¿yo lo cause? ¿Cause te distanciaras de mí? Yo cause… ¿Qué seas como eres ahora?

 

-¿un muñeco roto? –Pronuncie –No, no lo causaste, yo lo hice, pero desahogue todo mi enojo contigo, no debí hacerlo, perdóname

 

-¿por qué? –Me pregunto, ya, ya no le guardare esto más –

 

-Kaito, desde que te conocí, me enamore de ti, tus ojos, tu cabello todo de ti para mí era lo más hermoso, un bello ángel que jamás pude obtener para mí, yo era feliz, era muy feliz a tu lado no sabes cuánto, no me importaba si tu no deseabas estar al lado mío, si nunca probaría tus labios –las lágrimas comenzaron resbalar por mis mejillas –Si jamás podría decirte que te amaba, eso jamás me importo, porque yo era feliz, era feliz cuando pronunciabas mi nombre, cuando corrías a abrazarme, Meito me arrebato mi felicidad, te llevo lejos de mi lado y yo lo permití, tu eres feliz con él, eso no lo voy a negar, pero… yo… yo quiero recuperar mi felicidad, sé que no va a ser contigo… pero creo que jamás he sido malo, siempre fui la marioneta manejable de mis padres, a la que manipulaban a su antojo hasta que no pude más con ello y decidí ir por lo que me gustaba la música –Me seque las lágrimas –No puedo seguir más aquí, me trae demasiado dolor, no puedo seguir más a tu lado, me da demasiada agonía, no puedo seguir mirante a los ojos o me seguiré enamorado Kaito… no puedo amarte… eres mi misma perdición y tengo que alejarme de lo que me causa dolor jamás fui un masoquista.

 

-Gakupo. . . –Yo solo lo silencie –

 

-No pronuncies nada, no digas nada, cállalo todo,  no quiero escuchar disculpas, no quiero que me pidas perdón jamás he necesitado de eso –Respondí –jamás has necesitado pedirme perdón, esto lo hago por mí bien, por nadie más estoy siendo egoísta y no me importa, como ya te dije, el Gakupo que conocías murió Kaito, murió con la ilusión que permanecía amándote con la que permanecía destruyéndome, así que te pido, sal de esta habitación ahora mismo y no te atrevas a derramar una sola lágrima de arrepentimiento o incluso de lástima porque créeme que eso jamás te lo perdonare

 

Cuando el camión de la mudanza llego, con ayuda de los del camión e Isamine comenzamos a meter las cajas al camión, todos no dejaban de mirar pero tampoco decían nada, Kaito me ayudo y me sonrió de manera melancólica.

 

-Adiós –Me dijo –espero seas feliz

 

-Gracias –pronuncie, nos abrazamos, hace tanto que no, nos abrazábamos –

 

-Te voy a extrañar, pero… tú no eres el Gakupo que se aguantaba mis estupideces ¿verdad? –Me sonrió le alborote el cabello –

 

-Adiós Kaito –Sonreí y me subí al carro –Adiós… viejo yo.

 

Por qué tengo que dejar todo atrás, porque a veces la ilusiones no se hacen realidad, la vida no era aquel cuento de hadas que yo quería vivir, ni la fantasía que soñaba todas las noches con tenerte entre mis brazos, dejaré todo eso atrás… muerto y enterrado quedará aquel sentimiento, no lo ames más… no te hagas sufrir más… no te destroces más, las palabras que siempre me dijo mi conciencia y que jamás quise escuchar, cuando llego él la escuche, me aventurare a lo desconocido, no sé qué desdichas y que aventuras me esperaran, pero está bien… un corazón roto no es el fin del mundo, la grieta se sanara.

 

Solo soy aquel muñeco que se rompió e intentaban reparar, mire a Isamine para tomarle la mano. No sé cuánto durara esto, pero espero que sea el tiempo necesario para reparar todas mis grietas y ser feliz nuevamente.

 

La vida, no es aquel cuento de hadas, que ansiamos tener… sólo nos queda una sola cosa… avanzar hacia adelante y no mirar atrás.

 

Fin.

Notas finales:

Sinceramente este es un tema con el que no me gusta surcar, será porque lo vivo constantemente, soy quien escribe finales felices mayormente, porque no me gusta lo trágico… pero en realidad… la vida no es el cuento rosa… y no todo lo que queremos se hará realidad, es lo que quiero representar con esta historia. Pero tampoco es que el mundo se nos vaya a acabar por solo eso, porque no es así, porque la vida continua, con inciertos, siempre será así…

                                                                

De un muñeco roto a otro dime que tan posible es que podamos amar.           


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