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Un Corazón Debil por Nozomi17

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Notas del capitulo:

Hola a Todos, ¿Cómo se encuentran? Espero que bien.

Bueno, este es mi primer Fanfic de Kuroko no Basuket. Sinceramente espero que les guste, llame su atención, entretenga, etc.

Sin más, ¡A leer se ha dicho!

La sala de partos, noche tras noche activa; enfermeras corriendo de un lado para otro con cobijas, algunos utensilios para cesaría, todo parecía un completo caos, aunque eso era normal prácticamente todos los días. Pero si se tenía que decidir por una que diera más problemas y/o preocupación, en definitiva seria aquella; la número 104. Porque tanto el bebe como la madre corrían un horrible peligro.

                Resonó el chillido de un bebe en toda la sala de partos.

—La felicito mucho. Es un niño.

Después de horas y horas en sesión de parto, nació un pequeño niño con su cabello azul como el cielo, una piel tan blanca como la nieve y unos labios pequeños y delgados. La madre se sentía sumamente feliz de saber que su Hijo había nacido, y, que al parecer estaba sano. Apenas lo sostuvo unos segundos en su regazo, y se aseguro que estuviese bien. Su vista se comenzaba a nublar.

Una enfermera, al notar el estado tan delicado de la madre; generosamente retiro al pequeño de sus brazos, “Le haremos algunos análisis para asegurarle que esté completamente bien de salud y se pueda retirar con él lo más pronto posible. No se preocupe” Dicho eso, la madre se relajo y cayo dormida, la expresión en su rostro era pacifica. Realmente deseaba irse con su hijo pronto.

Seguramente fue a causa de la anestesia combinada con el cansancio extremo del parto, pero la joven madre no despertó hasta la tarde del día siguiente. Lo primero que esperaba ver en cuanto despertara era a su hijo; por una extraña razón, ninguna enfermera lo llevo con ella.

                Le sirvieron algo de comida, le encendieron la televisión para que se entretuviese un poco, cambiaron sus sabanas, acomodaron su almohada y respaldo, pero, ¿Y su hijo? ¿Por qué no se lo traían? ¿Por qué nadie le decía nada?

                Debido a su trabajo, el esposo de la joven llego unas cuantas horas después de que despertara. Para ambos, era su primer hijo, seguían siendo jóvenes; naturalmente estaban desesperados por ver al fruto de su amor. Cuando su esposa le comento que en ningún momento le habían llevado a su hijo; salió de la habitación y se dispuso a preguntarle a alguna enfermera.

                —Disculpe señorita

                —Si, ¿Dígame?

                —Etto… El parto de mi esposa fue anoche y pues, en ningún momento le han mostrado a nuestro hijo. ¿Algo sucede…?

                —Oh vaya. Eso debió ser un error nuestro, le suplico nos disculpe—La enfermera hizo una profunda reverencia—. ¿Cuál es el nombre del pequeño? Y enseguida lo llevaremos con ambos

                —Kuroko Tetsuya

                — ¿Kuroko…Tetsuya? —La expresión de la enfermera se torno preocupada—. Ehm… Me temo, por el momento no podemos llevarlo con ustedes

                — ¿Por qué? ¿Qué sucede?

                —Haa…—La enfermera soltó un pequeño suspiro—. A decir verdad: lamento tener que ser yo la que se lo informe, pero su hijo tiene unos problemas…

                —¡…!

Dentro de la habitación; tenia la mirada perdida en la televisión, más no estaba poniendo atención alguna. No sabía porque, pero la joven tenía el presentimiento de que algo malo pasaba con su hijo.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Cuando su esposo le dijo la razón por la cual no dejaban ver a su hijo, la mujer casi se desmaya, ¿Cómo era posible aquello? ¿En qué momento? ¿Por qué a SU hijo? Comenzó a querer levantarse de la cama, desconectarse de todo e ir a ver a su pequeño. De inmediato llegaron unas enfermeras y, entre ellas y su esposo la lograron detener, la lograron anestesiar. Nuevamente, su vista se nublo y cayó al profundo mar de sueños.

                Al parecer, la droga que le pusieron fue lo suficiente fuerte como para dejarla durmiendo hasta la mañana siguiente. Aunque ella estaba algo atontada por algunos efectos que seguían presentes, el doctor le dijo que ya se encontraba mucho mejor y que esa misma tarde se podía retirar. Por supuesto, ella se negó rotundamente, de ese lugar no se iría sin su hijo.

El doctor le suplico calmarse y le prometió que, en cuanto estuviese lista para retirarse, él le explicaría bien que es lo que estaba sucediendo con su hijo.

                Dicho y hecho, para la tarde la mujer ya estaba lista para irse; pero antes, quería respuestas.

                — ¿Y bien? Doctor, Por favor, dígame que sucede con mi hijo… ¿Lo que me dijo mi esposo es cierto…?

                —…—El doctor se armo de valor para decir lo siguiente—. Si… Su hijo sufre de corazón débil

                — ¡…!—De inmediato, los ojos del padre y madre se llenaron de lágrimas—. Pero, ¿Cómo? —Pregunto la mujer desecha—, Si se supone que eso solamente le da a personas de mayor edad

                —Pues sí, pero, como desafortunadamente ya se dio cuenta, existen unos pocos casos donde no es de esta manera.

                —Entonces, ¿Él no tendrá una vida normal? —El Joven hablaba con su voz quebrada

                —Yo no dije eso—En los ojos de ambos creció la esperanza—. Kuroko-kun podrá tener una vida normal si sigue los medicamentos indicados, si no se sobre esfuerza mucho y sobre todo, que no tenga sorpresas demasiado fuertes

                —…

                —Si sigue el tratamiento el tiempo que se necesita, si cuida sus comidas, entrena un poco su físico y resistencia, y no lo sorprenden o le hacen pasar una emoción muy fuerte, él seguramente llegara a su vida anciana.

                —En otras palabras…

                —Su hijo es completamente normal, solamente un poco más débil. Ha habido muchos chicos así, tal vez no con la misma enfermedad, pero si débiles físicamente

                —…—La alegría invadía nuevamente a ambos padres primerizos—. ¿Y porque no nos lo dijeron antes? —Pregunto la madre—. ¿Por qué no nos mostraron a nuestro hijo desde un principio? —Al parecer, aun tenía esa espinita.

                —De parte nuestra, tiene nuestra más sentida disculpa—El doctor hizo una reverencia—. Pero no podíamos separarnos de Kuroko-kun ni un segundo. Su corazón estaba latiendo de una manera muy lenta; necesitaba observación constante, además, teníamos que asegurar que medicamentos eran buenos para él durante estos primeros días de vida.

                —Si ese es el caso… No tenemos problema. De hecho, les agradecemos que hayan cuidado de él—Ambos padres hicieron un reverencia—. Entonces, ¿Cuándo nos lo podremos llevar a casa?

                —En este mismo momento si gustan

Aun existía ese mínimo pesar en los corazones de aquellos padres; pero sabían que su hijo estaría bien. Tal cual dijo el doctor, en un rato más dieron de alta al pequeño Kuroko, quien, al estar en brazos de su madre abrió los ojos y esbozo una hermosa e inocente risa. Felices de por fin estar juntos, esa nueva y pequeña familia se dirigió a su casa.

-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…

Los años pasaron y Kuroko Tetsuya creció como se esperaba que lo hiciera. Si le ocultaban el hecho de que tomaba medicamentos, pasaba como cualquier persona… Aunque con menos presencia.         

                A la edad de cinco años se le informo de la enfermedad que sufría; sus padres pensaron que era mejor que lo supiera, de esta manera el sería más prevenido con su alrededor. Tal cual lo esperaban, Kuroko comenzó a cuidarse mucho más.

                A partir de esa edad él ya era una persona bastante seria y callada; no todo se debía a sus cuidados, más bien, a él le gustaba ser ese tipo de persona. Pensaba que entre menos lo notaran, menos problemas tendría. En vez de salir a jugar y agitarse como los demás, él prefería quedarse dentro de casa a leer algún libro. Sus padres insistían para que saliera a jugar un poco, que hiciera algún amigo: pero por más que trataba, no lograban convencerlo. Finalmente desistieron de su lucha, su hijo encontraría un buen amigo pronto.

                Así fue su niñez hasta los diez años; un día se puso a ver la televisión, y casualmente, comenzó un partido de Basquetbol. Parecía mentira, pero, durante los cuarenta minutos del juego Kuroko no despego la vista ni por un segundo. ¿Finalmente había encontrado un deporte que le gustara?

                Aprovecho que ni su padre ni madre estaban en casa y decidió salir un rato; si caminabas un poco hacia la parte trasera de su casa podrías encontrar unas canchas de Basquetbol donde varios niños de su edad se reunían a jugar. Nunca antes había ido a ese lugar, así que se asusto un poco al ver lo grande que era: había dos canchas grandes cercadas, unos juegos para niños, banquillos… Aquello era un centro recreativo.

                Mientras observaba de todo lo que se estaba perdiendo; escucho un alboroto proveniente de una de las canchas. Cuando se acerco a ver qué sucedía se topo con un mini partido entre niños, aunque el que más destacaba era un pequeño de cabello rubio. Como decirlo… ¿Tenía un aura de potencial? No, ¿Poder?... No, no era eso. Simplemente se trataba de talento.

                Al parecer el juego comenzaba. Aunque no duro mucho, después de todo, el equipo donde se encontraba aquel niño gano con una gran diferencia de puntos; siendo aun niños, los del equipo contrario se molestaron y se fueron a jugar otra cosa. Kuroko no dejaba de mirar a ese niño.

                Kise Ryouta, 10 años, al sentirse fijamente observado comenzó a ponerse nervioso buscando de donde provenía esa mirada incomoda. Por más veces que giro su cabeza buscando a alguien, no encontraba a nadie. Todos los demás se fueron dejándolo solo en la cancha, él no se dio cuenta por seguir buscando a su “vigilante”. Cuando finalmente cayó en cuenta de que seguro solo estaba imaginando cosas, soltó un suspiro, cerro sus ojos y puso su mano izquierda en la nuca.

                —Haaa… Supongo que estoy imaginando cosas…

                —Este…

                — ¡Woah! —Kise dio un salto para atrás—. ¿Quién está ahí? ¡No me asusten! ¡NO es GRACIOSO!

Nuevamente volteo a todos lados, pero nada.

                — ¿Otra vez? ¿Me están tomando el pelo?

                —Este… Estoy aquí—Kuroko alzo un poco su mano derecha de tal forma que Kise la viera—. He estado aquí desde hace rato

                — ¿¡Que!? NO, eso no es posible. ¡Nunca te vi!

                —Pero ya tengo un buen rato aquí—Kuroko apunto a donde estaba parado—. He estado viendo el pequeño partido que tuvieron desde el principio

                —…—La expresión de Kise era de miedo, ¿De verdad era eso posible? ¿Entonces porque no lo vio en ningún momento? —. ¿Lo viste?

                —Si

                — Oh gracias—Kise pensó que con eso ese niño de ojos azules se iría, pero no lo hacía, se empezó a desesperar un poco—, ¿Y bien? ¿Qué quieres?

                — ¿Me enseñarías a jugar Basquetbol?

                — ¿Hah?

                —Realmente, me gusto la forma en la que juegas. Me gustaría que me enseñaras

No sabía porque, pero en los ojos de ese niño pudo ver un brillo. Mientras el viento soplaba y le revolvía el cabello a ambos, sintió que algo cálido crecía en su corazón. ¿El cariño que se le tiene a un hermano, tal vez? Después de todo, aunque parecían de la misma edad: aquel niño se veía más débil. Sintió ganas de protegerlo siempre.

                ….

                Además de con el simple hecho de elogiar su estilo de juego ya sentía que lo había ganado por completo.

                — ¡Oh qué diablos! ¡Por supuesto! —Kise esbozo una gran sonrisa—. ¡Ah! Pero antes, ¿Cómo te llamas?

                —Kuroko Tetsuya

                —Kise Ryouta, mucho gusto

Ambos niños comenzaron a jugar con lo más básico: botar el balón. Mientras más avanzaban con las lecciones, Kise se desesperaba porque Kuroko  no le podía seguir el paso, se cansaba muy rápido. Cuando finalmente llego a un límite, molesto, le pregunto a Kuroko que demonios pasaba con él, se supone que tendría una mejor condición. Kuroko, se dejo caer en el suelo, arrastro ambas piernas a sí mismo, poso ambos brazos cruzados y oculto su cabeza.

                Kise se sorprendió ante tal acto, más permaneció en silencio, sabía que Kuroko le quería decir algo.

                —…—Kuroko hablo de una manera que solo Kise logro escucharlo

                —N-No puede ser—Su mirada se oscureció—. Perdóname por exigirte así, n-no tenía ni idea…

                —No te preocupes—Alzo la cabeza y sonrió solamente hasta la mitad del lado derecho—. No lo sabías. Pero aun así quiero que me enseñes, según los doctores me ayudaría mucho si mejoro la condición que tengo. Con esto seguro lo lograre…

                — ¡No puedo!

                —Por favor

La mirada que dio Kuroko era muy triste, de tal manera que Kise solamente pudo desviar la mirada y asentir, no sin antes prometerse a si mismo cuidar mucho a Kuroko en todo momento

                —Gracias—Kuroko fue por el balón—Ah, y otra cosa

                —¿…?

                —Te lo ruego, no le digas a nadie más sobre esto.

                — ¿Por qué?

                —No me gustaría que me trataran diferente por esto; las únicas personas que saben de mi enfermedad somos tú, yo, mis padres y mi doctor, nadie más—Kuroko se acerco a Kise y levanto su dedo pulgar—. ¿Me lo prometes?

                —…—Con algo de duda, Kise levanto su pulgar y lo estrecho con el de Kuroko—. Es-Esta bien

Una vez más, Kuroko sonrió, esta vez, Kise también lo hizo. Reanudaron su práctica. A partir de ese momento; ambos habían encontrado a su amigo indispensable, aunque no tenían ni un día de conocerse, ya sabían que podían confiar en el otro ciegamente.

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—Haaaa… Kurokocchi—Kise bostezo—. No quiero ingresar a la preparatoria… ¡Mucho menos si no estamos en la misma! —Hizo un berrinche como un niño de seis años

                Kise Ryouta, 16 años, conocido modelo entre las colegialas, estudiante de primer grado en la Preparatoria Kaijo.

                — ¿Enserio? —Kuroko estaba leyendo una novela, no prestaba mucha atención a su alrededor, pero no importaba, Kise estaba con él—. Yo estoy bien si no estamos en la misma

                Kuroko Tetsuya, 16 años, sigue sin tener la suficiente presencia, estudiante de primer grado en la Preparatoria Seirin

                — ¡Hidoii--!—Kise puso su mano en el pecho simulando dolor—. ¿Cómo puedes ser así conmigo después de todos estos años, Kurokocchi?

                —Más bien, ¿Cómo no has podido cambiar en todos estos años?

                —… ¿Estas consciente de que me estás haciendo daño?

                —Si—Kuroko alzo la vista, una cuadra más adelante estaba su nueva escuela—.Bueno, nos vemos Kise-kun. Cuídate—Alzo una mano en forma de despedida y continuo su camino

                — ¡SI! —Grito Kise—. ¡Nos vemos a la salida, Kurokocchi!

Sin decir más, ambos tomaron su propio camino. “No sé porque… Pero siento que algo le va a suceder a Kurokocchi, aunque no estoy seguro si es bueno o malo… ¿Estaré imaginando cosas?” Con una pequeña molestia, Kise siguió caminando.

                Había personas por montón. Todos con miradas ilusionadas por su nueva escuela. Los clubs de deportes reclutaban a chicos de primer grado: por supuesto, todos ignoraban a Kuroko, pero tampoco era como si le importase mucho. Mientras caminaba seguía su lectura; ignorando por completo toda la conmoción de su alrededor.

                Mientras caminaba algo llamo su atención. Un pequeño señalamiento que indicaba exactamente el lugar donde se encontraba el lugar de reclutamiento para Basquetbol. No tardo ni un minuto en llegar ahí, lleno su hoja de inscripción y la iba a entregar, pero, como siempre, nadie lo noto. Soltando un pequeño suspiro, dejo la hoja sobre la mesa y siguió su camino.

Con forme se alejaba, escucho un pequeño estruendo proveniente de la misma mesa, al parecer, alguien más se había alistado.

                De la nada, se detuvo debajo de un árbol de cerezos, no entendía la razón, simplemente lo hizo; tenía un fuerte presentimiento. Algo bueno le pasaría.

Miro al cielo.

—Oh, lo siento—Un estudiante algo alto choco con él, llamando su atención—, No te vi… ¿Eh?

Como siempre le ocurría, no lo notaban.

Rara vez sentía que era necesario que lo notaran, pero, justo en ese momento, realmente quería que lo vieran.

                —Ehm—Alzo su mano—. Estoy justo aquí

                El viento comenzó a soplar algo fuerte, los pétalos de los cerezos que habían caído al piso comenzaron a levantarse; tal parecía que danzaran a su alrededor. Era como si el tiempo se hubiese detenido para él. Algo muy leve estaba sintiendo en su corazón… Algo cálido.

                — ¿…Eh? —Ese chico lo miro bien—. ¡Woah! —Retrocedió al notar que estaba justamente frente a él—. ¡Nunca te vi! ¿Desde cuándo estas ahí parado?

                Un latido fuerte.

Con ese latido, Kuroko sintió una pequeña presión el pecho. Algo asustado por su enfermedad, rápidamente saco unas pastillas de su mochila y las ingirió.

                —Oi, ¿Estás bien? —Puso una mano en su hombro—. ¿Qué fue eso?

                — ¿Eh? —Kuroko se puso nervioso, su corazón comenzó a latir un poco rápido—. Ah. Estoy bien, no es nada de qué preocuparse

                — ¿Seguro?

                —Si

                —Bien

Sin más, el chico se dio la vuelta y retomo la caminata: Kuroko solamente lo observo por la espalda. Era extraño. Nunca antes había reaccionado de esa manera con alguien.

                Algo agitado, se dirigió a su salón, pronto comenzarían las clases.

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Aquello parecía una broma.

                —Muy bien—Comento el maestro—.El joven que sigue: por favor, díganos su nombre y la escuela de la cual viene

                —…—Aquel chico con el cual Kuroko había chocado se levanto—. Mi nombre es Kagami Taiga, vengo de la escuela “XXX” en Estados Unidos.

                —Oh ya veo—Intervino el maestro—, ¿Extranjero?... Continuemos, el joven que debería seguir es… Eh… Kuroko Tetsuya—Dio un vistazo—. Pero al parecer no está… Bien...

                —…Estoy aquí—Kuroko se levanto de la silla, sorprendiendo a Maestro y compañeros, pero en especial a Kagami. Estaba justo detrás de él y no lo había notado—Mi nombre es Kuroko Tetsuya, vengo de la escuela secundaria Teiko

                —O-Oh, bien. Puede sentarse—El profesor seguía sorprendido, porque, basándose en la reacción de todos, ninguno lo había notado—. El siguiente…

                Kuroko y Kagami estaban sentados justo al lado de las ventanas, podían ver toda la cancha que estaba en el centro de la escuela. A pesar de que los arboles ya no estaban cerca, unos pocos pétalos llegaron volando entrando por la ventana: Kagami los quiso tomar con la mano, pero estos se desviaron llegando justamente sobre la cabeza de Kuroko. Con total seguridad, estiro su brazo y se dispuso a tomarlos, todo bien… Hasta que choco con la mirada fija que tenia sobre él.

                Sus ojos eran grandes y de un azul como el cielo, a pesar de ser bonitos ojos, le dio un poco de miedo la manera tan fija en la cual lo miraba. Desvió la mirada.

                —Lo siento… Kuroko

                — ¡…!—Se sorprendió que lo llamara así, pero no le molesto—. No, no te preocupes… Kagami-kun—Esto último lo dijo tan bajito, que solamente él mismo lo escucho

                Kagami se dio la vuelta, dándole la espalda.

                — ¿No te importa si me dirijo a ti como Kuroko, cierto?

                —No

Esa fue toda la conversación que tuvieron en todo el día…Su sorpresa fue mayor al darse cuenta de que estaban en el mismo club de deportes. Al parecer, iban a tener una relación algo cercana. Eso era obvio.

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El pecho le dolía, su corazón latía a un ritmo sumamente acelerado, nunca antes le había pasado eso. Nunca. Entonces, ¿Por qué ahora? ¿Qué le había causado tanta conmoción?

                Todo su regreso a casa estuvo lleno de preguntas de Kise con respecto a cómo se sentía, que había pasado y como le había ido en su primer día. Aunque fueron muchas, ya estaba acostumbrado a todas y cada una de ellas.

Notas finales:

*Muchas gracias  a aquellos que la leyeron hasta el final :”D*

¿Qué tal? ¿Les gusto? Háganmelo saber con un RW ;)

Para aclarar, esta historia no va a ser muy larga, pero los capítulos sí van a ser extensos (??? xD Espero y sigan la novela ;D

Bien; una cosa, esta historia puede tener 3 finales distintos. Obviamente, voy a publicar el final definitivo, pero no sé si publicar los otros dos :S Espero resolver esa duda pronto xD

¡Muchas Gracias por leer y Adiosito…! 


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