¡Feliz cumpleaños, Kakashi!
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“De corazones y sus deseos”
Kakashi se rascó la cabeza con pereza y dejo salir un bostezo. Detestaba el trabajo de escritorio, realmente no quería ser hokage, pero prácticamente se lo habían impuesto y no le había quedado otra alternativa. Y ahí estaba, 15 de Setiembre, el día de su cumpleaños, firmando documentos, aprobando misiones, formando equipos… y muchas otras cosas que lo aburrían con solo pensar en que tenía que hacerlo. Preferiría mil veces estar leyendo sus libros en vez de eso, además sus ingratos alumnos ni siquiera lo habían ido a ver durante todo el día. Ya había anochecido desde hace unas horas.
En realidad no esperaba ninguna fiesta o lo que fuera, pero con una felicitación bastaba, lo que sirviera como excusa para dejar de trabajar estaba bien. Llevaba tres años siendo hokage y seguía detestando el trabajo, no menospreciaba la labor pero no era algo que tenía planeado. Nunca había querido serlo, ya estaba deseando el momento de pasarle el título a Naruto. Se estiró en su silla y se preguntó si Naruto sabría que no todo de ser hokage era tan bonito como él imaginaba. Hatake se permitió formar una sonrisa leve en su rostro, estaba completamente seguro que Uzumaki no estaba plenamente consciente de ello. Puso su barbilla sobre el dorso de su mano derecha, nada más por ocio se permitió pensar en si Obito estaba consciente de lo difícil y duro que era ser Hokage y llegó a la conclusión que nadie era completamente consciente hasta llegar a serlo.
Kakashi empezó a firmar documentos de nuevo al sentir unas presencias que se acercaban-¡Felicidades, Kakashi-sensei!-el peliplateado sonrió levemente al ver entrar a Naruto junto a Sakura con un pequeño pastel en sus manos.
-Gracias-dijo con simpleza para después ponerse de pie. Algunos huesos sonaron y se sintió terriblemente viejo, apenas tenía 34, pero sentía que ese trabajo lo estaba haciendo envejecer realmente rápido.
-Lo voy a partir-dijo Sakura mientras lo partía en tres pedacitos-. Es de chocolate-la de ojos verdes tenía una sonrisa cuando se lo dio.
-No debieron molestarse, se ve delicioso-sonrió poniéndose una mano en la máscara, ajeno a los rostros ansiosos de sus dos alumnos. Un sonido de algo cayéndose los hizo girarse, un gato de color negruzco había botado un libro-. Gracias, estuvo delicioso, oh y ahí estabas-Kakashi ni reparó en los rostros decepcionados de sus alumnos sino que se dirigió hacia el gato para tomarlo en sus brazos.
Sakura suspiró-. ¿Y ese gato?-cuestionó para intentar quitarse la frustración que se cargaba.
-Un día llegó por la ventana-dijo con simpleza.
Naruto se acercó-. ¿Tiene nombre?-cuestionó observando los ojos negros del gato que parecía cómodo en los brazos del mayor.
Kakashi prefirió mentir, no era muy sano decir que le había puesto Obito al gato-. Por el momento no, simplemente es gato-explicó mientras se alzaba de hombros. En realidad si le recordaba a Obito, era despistado y algo torpe, cualidades raras en un gato, además era algo tierno, sí, le recordaba a Obito, pero a su Obito de antes.
-¡Es lindo-ttebayo!-Naruto sonrió mostrando su dentadura perfecta. Sakura asintió ante las palabras del rubio.
La pelirosa suspiró mientras veía el reloj que colgaba de la pared-. Debo irme, mi turno de noche en el hospital está por empezar, habríamos venido más temprano si Naruto no se hubiera perdido como por dos horas-Sakura le dio una mirada asesina al rubio-y él era el que tenía el pastel-Haruno suspiró.
Kakashi hizo un gesto con la mano-. No importa, gracias y ve con cuidado, Sakura-se despidió el Sexto Hogake.
-¡Felicidades de nuevo, Kakashi-sensei!-Sakura se fue cerrando la puerta.
Kakashi dirigió su mirada a Naruto que estaba bastante callado en realidad, lo había notado desde que este entró a su oficina- ¿Ocurre algo?-se decidió a preguntar tomando asiento en su silla. Obito estaba medio dormido en sus brazos.
Naruto suspiró mientras se rascaba la cabeza-. Kakashi-sensei, ¿usted alguna vez ha sentido que algo no va bien?
Kakashi múltiples veces había tenido esa sensación, pero no entendía a qué se refería el rubio-. ¿En qué sentido?
Uzumaki se dejó caer en una silla que estaba cerca de su escritorio-Yo…-la voz de Naruto murió en un susurro. Kakashi solo le dio un cabeceó a forma de dar a entender que estaba escuchando. Naruto tomo una bocanada de aire y la dejó salir-. No estoy muy seguro de haber aceptado los sentimientos de Hinata, a veces me siento perdido y yo… creo que lo hice porque todos esperaban eso-expresó frustrado mientras desordenaba su cabello.
Hatake puso una mano en el hombro de Naruto-. Si crees que no la amas no la ilusiones más, termina con esto antes de que todo terminen peor y la próxima más que decidas algo hazlo bien, lo que pienses también cuenta-dijo con simpleza el peligris soltando el hombro de Naruto.
Uzumaki asintió ante las palabras de su sensei-. ¡Tiene razón, Kakashi-sensei!-el rubio asintió animado de nuevo-. No me arrepiento de haberle comprado esto-el de ojos azules sacó del bolsillo de su pantalón unas ramitas de incienso.
Kakashi alzó una ceja-. ¿Incienso?
-¡No cualquier incienso!-Naruto parecía verdaderamente emocionado-. Se lo compre a una viejita después de ayudarla a cargar unas cosas, ella me dijo que sirve para cambiar lo que más deseé nuestro corazón, pero me dijo que solo servía en el cumpleaños de alguien que es cuando el alma está en contacto con los años pasados-trató de explicar Uzumaki.
Kakashi se estaba mordiendo la lengua para no decir que esa viejita lo había estafado, pero simplemente asintió-. Gracias-murmuró tomándolo.
-¡Hay que prenderlo-ttebayo!-Naruto sacó, otra vez, del bolsillo de su pantalón un encendedor., al parecer lo tenía planeado todo. El rubio sin importarle el desastre que estaba haciendo tomo un recipiente que contenía plumas y otras cosas y puso un incienso ahí para después prenderlo. Kakashi suspiró resignado.
Hatake alzó una ceja-. Huele a madera quemada.
Naruto frunció el ceño-No huele a nada-declaró con un puchero en los labios sin entender lo que quería decir su sensei.
De un momento a otro Kakashi se sintió extrañamente adormilado.
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Obito se detuvo-. Creo que el Colmillo Blanco fue un gran héroe. Es cierto que los que se saltan las normas en el mundo ninja son considerados escoria, pero los que abandonas a sus amigos son peor que la escoria. Sí, soy ese tipo de escoria, romperé las reglas y si eso no es ser un ninja, ¡ese será mi ideal!- Kakashi se movió antes de siquiera pensarlo y tomo a Obito del brazo.
-Tienes razón, iremos por Rin-Uchiha pareció sorprendido, pero después asintió con fuerza.
Kakashi se sentía en una especie de sueño, eso ya lo había vivido muchas veces en múltiples pesadillas donde él seguía escogiendo lo mismo, pero esta vez sentía que lo podía cambiar todo. Rápidamente llegaron a la guarida de los tipos, detuvo a Obito que parecía a punto de darse unas palmaditas en las mejillas. En su cabeza ya tenía un plan.
Le hizo señas a Obito para que guardara silencio y que le ayudará a poner la trampa. Le asintió al pelinegro y este provoco un sonido. Al rato apareció el tipo y cayó en la trampa, unos kunais se incrustaron en el estómago de este. Realmente no le importaba que Obito todavía no despertará su sharingan, solo quería mantenerlo a salvo, por lo que con rapidez se lanzó a la yugular de ese tipo, detuvo el ataque que venía con potencia hacia él con una mano y con la otra lo apuñaló. Chasqueó la lengua al sentir el dolor provocado por las heridas que se abrían.
-Lo siento, soy un inútil-alzó la vista a ver a Obito llorando.
-Los ninjas no lloran-dijo con simpleza mientras se ponía de pie, podría curarse dentro de un rato-. Y tú eres un ninja, Obito-sabía que estaba fuera de su carácter de ese entonces, pero le sonrió levemente ganándose una mirada asombrada por parte del pelinegro.
Obito asintió ante las palabras dichas por Kakashi, en verdad quería dejar de ser un inútil e iba a dejar de serlo, no dejaría que su espíritu se viera afectado. No se dejaría doblegar. Cerró los ojos y los abrió, pestañeó confundido al ver como su chakra fluía-. Creo que…
-Has despertado el sharingan-Kakashi terminó de vendarse el brazo-. Es hora de irnos-Obito asintió ante las palabras del otro.
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Ambos jóvenes entraron a la cueva con rapidez-. Su chakra está fluyendo de forma irregular-el pelinegro pareció preocupado.
-Debe estar en un tipo de genjutsu para que confiese más rápido-Kakashi observó al tipo con el que se había enfrentado antes-. Ten cuidado, él es bastante rápido-el poseedor del sharingan asintió.
Kakashi esta vez se iba a asegurar de realmente matarlo. Toda la pelea fue igual que la primera vez, pero justo cuando Obito corrió a rescatar a Rin, Kakashi incrustó con fuerza un kunai en la garganta del tipo. Lo observó por un rato y cuando concluyo que estaba verdaderamente muerto corrió en la dirección de sus dos compañeros de equipo.
Kakashi sacó a Rin del genjutsu en el que se encontraba-. Tranquila, Rin, hemos venido a rescatarte-informó Obito y empezaron a correr hacia la salida, esta vez el ninja enemigo descansaba inerte sobre la cueva. Salieron con rapidez y Hatake sintió como eran rodeados. Obito se detuvo notando a los refuerzos también-. Rin quédate atrás-la voz de Obito era seria. Kakashi no iba a permitir que ninguno de los dos saliera herido.
Sintió que la herida de su abrazo se abrió más al detener el ataque de un ninja. Estaba cansado pero no se iba a dar por vencido. En ese momento deseó tener la estatura que tenía cuando era mayor. Fue como si todo se pusiera en cámara lenta, un ninja iba a atacar a Obito mientras este bloqueaba a otros dos. Sintió el dolor atravesando su pierna y estomago cuando una especie de cadena llena de púas lo atrapo. Fue jalado con mucha fuerza y estrellado contra un árbol.
-¡Kakashi!-escuchó los gritos por parte de Rin y Obito. Su máscara se fue manchando de sangre mientras escupía un poco. Se permitió sonreír al ver como un rayo amarillo entraba en acción.
Apenas y fue consciente cuando Rin y Obito llegaron a su lado a paso apurado. Nohara había empezado a darle primeros auxilios con el rostro lleno de lágrimas, pero Kakashi solo veía como Obito tenía los puños apretados y llorando con fuerza- ¿Por qué?...-preguntó en un susurro.
Y Kakashi sonrió de nuevo con dulzura-. Porque Obito es mi persona más importante…-quiso tener una cámara para sacar una foto en ese momento, los ojos de Uchiha estaban completamente abiertos y seguían brillosos por las lágrimas, además de que tenía un suave sonrojo. Kakashi cerró los ojos sintiéndose completamente feliz.
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Kakashi abrió los ojos encontrándose acostado en la cama de su departamento. Se sentó con lentitud y se permitió sonreír, ese había sido un buen sueño. Cansado como estaba no noto que su cama era más grande de lo que él recordaba. Se puso de pie y se dirigió a la cocina para comer algo antes de irse a la torre Hokage. Intentó hacer memoria de cómo había llegado ahí, tal vez Naruto después de lo del incienso… Todo pensamiento murió cuando lo vio.
-¡Buenos días, Kakashi!-Obito sostenía un sartén. Llevaba una camisa suya que le quedaba algo grande y unos boxers negros. Kakashi tragó saliva, ¿acaso el sueño no había terminado?
-Buenos días…-dijo no muy convencido, las piernas al descubierto de Obito tampoco lo dejaban pensar muy bien. El pelinegro tenía el cabello más largo y alborotado de cuando lo vio en la guerra, también este parecía húmedo, pero, llevaba el mismo corte, además no tenía ninguna cicatriz y lucía mucho más joven. Se veía genial.
-¿Estás bien?-cuestionó el pelinegro sacando el sartén de fuego para después servir unos pancakes en un plato que estaba en la mesa-. ¿Estás nervioso por ser jonin-sensei?-Kakashi alzó una ceja perplejo-. Tranquilo, solo cuida al enano y Kushina no te cortará en cubitos, Minato-sensei no te hubiera encargado a Naruto si no supiera que puedes con él-Obito le sonrió mostrando todos sus dientes-. Yo iré al hospital, la vieja quiere que le ayude con algo, esto de hacer misiones y el hospital me está cansando-se quejó el pelinegro-. Yo ya desayune, solo me cambió y me voy.
Kakashi asintió todavía procesando lo que había escuchado-. Tienes razón-fue lo único que se le ocurrió decir.
Uchiha se acercó con una sonrisa-. Me gusta cuando me das la razón-Obito le bajó la máscara y puso un beso suave sobre sus labios-. Que no se te haga muy tarde, ya estoy cansado de escuchar que te pegue malas costumbres. Nos vemos en la noche-el pelinegro se fue con una sonrisa en el rostro y Kakashi quedó estático en su lugar.
¿Qué demonios estaba pasando ahí? Hizo lo necesario para liberarse de alguna especie de genjutsu pero no daba resultados, suspiró levemente. El peligris tocó sus labios y sonrió sutilmente. Después pensaría en eso, por el momento tenía unos pancakes que comer.