Él es fácil de romper.
Sus huesos son cositas delicadas y frágiles que no resisten bajo presión, su piel es suave y pálida e igual de fácil de magullar. Se ve pequeño y vulnerable cuando está cansado y sin zapatos. No aguanta un golpe a estomago, o un rasguño en la cara; su cuerpo se dobla y quiebra bajo la violencia de los demás.
Ha visto ríos de sangre correrle por la cara, ha visto moretones volverse morados, luego verdes y disolverse en amarillo; y todo contrasta tanto con su color. Ha sentido los huesos rompérsele en mil fragmentos, y el aire escapársele del cuerpo. Él sabe de violencia y aun así tan pocas veces la usa.
“Si no te amara, no te golpearía”, pasa por su mente rápido y en un susurro. No. Él sabe que es más que eso. Si fuera cualquier otro Near ya hubiera escapado pero él escogió el infierno sobre la soledad.
A veces le gusta sentarse e imaginar como hubiera sido su vida sin Mello, si no existiera, todo lo que habría disfrutado como el número uno en Wammy’s; el cariño de L, la admiración de los demás niños perdidos. O como hubiera sido si él y Mello se hubieran separado después de Wammy’s, no mas golpizas, nos mas huesos rotos o labios partidos.
Tal vez ha perdido la cordura, porque imaginar su piel sin ser tocada le hace querer llorar. No importa cómo, que tan duro o violento, lo único que importa es que sea Mello. No le importa si es un beso o una mordida, si es una caricia o un golpe, todo lo que venga de él es como la vida para Near.
Sabe que no es una víctima, sabe que no es inferior y eso lo consuela cuando las dudas empiezan a florecer en su cabeza. Esta es una decisión consciente y ha elegido lo peor, porque Mello tiene el control y solo le dará lo que él quiera darle; Near no participa en esto, solo toma el resultado.
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Mello llora en su pocilga de habitación antes de salir, es un llanto lleno de frustración e impotencia. Hace un mes que vio a Near y la necesidad de su cuerpo le reclama. El no quiere sucumbir ante el deseo (¿deseo? Esto es necesidad, lo necesita como al agua), pero siente que el cuerpo de Near lo llama.
Si tan solo Near supiera que él es el que tiene el control.
Mello podrá golpearlo hasta hacerlo sangrar, o violarlo hasta perder la consciencia, pero Near tiene todo el control. Si el dijera ‘no’, Mello pararía en un segundo, si Near no quisiera verlo Mello jamás se aparecería. Cuando Near se canse de él, Mello no seguirá viviendo.
Y con esa consciencia Mello sigue a Near, fuera de Wammy’s, a América, hasta el fin del mundo. Y así seguirá adornándole la piel con moretones, pintándola de rojo, rompiendo huesos y piel; porque esto que Near le hace sentir, eso que le hierve la sangre, esta adrenalina que le corre por las venas es lo único que lo mantiene vivo.