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Abrazando Rosas por Eliann

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Notas del fanfic:

Bueno está historia esta basada en una canción de Gakupo Kamui que como el titulo lo indica se llama Abrazando rosas.

 

Notas del capitulo:

Realmente no sé, como manejar mucho la personalidad ni la mente de Sesshomaru, pero aun así quise que fuera narrada por él. . .

u algo así.

Y si... se que no capta un poco su personalidad al menos eso creo.

pero espero le guste. 

Habíamos sido amigos toda la vida, aquel parecido a mí, con cabello y ojos similares pero jamás iguales. Era un cabezota, terco y sobre todas las cosas no conocía nada de modales. Era mi mejor amigo. . . pero también quien había robado mi corazón.

 

Y me molesta, si lo hace, amar a alguien como él es demasiado complicado, molesto y fastidioso, es desesperante, pero amar a alguien que ama a alguien más. . .es patético, seguir a su lado a pesar de saber que jamás va a amarte es estúpido y esperar así sea un solo momento para que sus ojos se enfoquen en los míos y me regresen la felicidad… humillante.

 

¿Cuándo me volví tan débil? ¡¿Cuándo mi figura estoica se volvió nada ante sus gritos?! Y sus sonrisas mi alegría, si otra persona me gritaba se merecía un severo castigo pero si él me gritaba, no me importaba en lo más mínimo e incluso me parecía tierno cuando se molestaba.

 

-Me casaré –Me dijo sonriendo –

 

-No me digas –Respondí volteando los ojos –

 

-Vaya que poca alegría la tuya, un, felicitaciones amigo ¿no? ¿Al menos? –Profirió –

 

-. . . felicidades por tu encierro, sin rejas ni cadenas –Comenté con ironía en mi voz –

 

-Que poco agradable Sesshomaru –Respondió –Siempre has odiado a Kagome.

 

-Ja, y yo creía que llamarle bruja era cariño –Prorrumpí mientras fruncía las cejas –

 

-No deberías llamarla así –contestó –

 

-A la mujer que te toma por las riendas, o claro –Comente, si supieras que eso es un alago para lo que quiero decirle en realidad, que la quiero muerta, que la odio, la desprecio y si no fuera estado en este mundo mejor ella y su estúpida hermana gemela Kikyo –Ahora si me disculpas ya me tengo que ir.

 

-¿ya? Pero si no has durado ni media hora –Respondió –

 

-Sí, he durado veinte minutos en lo que no has dicho más que Kagome esto, Kagome lo otro, si voy a escuchar esas estupideces prefiero ir con Naraku para que diga Byakuya esto, Byakuya lo otro –Contesté, me tomo de la mano para detenerme –

 

-Te puedes quedar más tiempo estoy más que seguro que no tienes asuntos que atender, así que quédate a mi lado –Respondió –

 

-No puedes obligarme a nada y lo sabes –Respondí soltándome de su agarre, aun sentía su mano tocando la mía tan cálida –

 

-No diré nada de Kagome, ni mencionare  Kikyo –Comentó, lo cual hizo que me volviera a sentar – ¿Cómo te ha ido últimamente? ¿Cómo fue tu viaje a Inglaterra? ¿Se te olvido traerme un presente, verdad? Malvado.

 

-Le dices malvado a quien en realidad si te trajo algo –mencione para hacer que sus ojos brillaran –Tal vez ni te lo merezcas

 

-Fanfarrón, a que no lo hiciste –Respondió con una sonrisa en sus labios –

 

Estar enamorado de él, es como vivir entre rosas, me cortan, me laceran y sus pétalos blancos se van manchando con mi sangre, tiñéndolos de carmín, pero mientras más hermosa, más me atrapa en sus espinas, asfixiando mi vida, reabriendo mis heridas sin escapatorias a vivir una trapa cruel.

 

Odie el momento en que me dijo que fuera su padrino de bodas, ah como lo desprecie de tal madera, que le dije que le entregara ese honor a Kouga, se enojó conmigo, nos peleamos. Pero era demasiado cruel, es demasiado cruel ya el tener que ir a ver tu boda, no me hagas llevar los anillos que te ataran por la eternidad a ella.

 

-“¿Por qué demonios estoy aquí?” –Fue lo único que pensé al tener que acompañarlos a probar el pastel de boda –

 

-Sesshomaru muy buenos días –pronuncio, la bruja y su gemela –

 

-Buenos días –Contesté indiferente entramos al edificio donde nos mostraban los distintos pasteles pero – ¿eh Inuyasha?

 

-No debe tardar en llegar –Respondió Kikyo, no dejaba de pestañar desde hace un rato, como si un kilo de tierra le fuera tirado en los ojos –

 

Había pasado media hora probando pasteles, cosa que no me agrada en los más mínimos, con dos estúpidas e idiotas bruja, una sonriente y la otra coqueteándome.

 

-“¿Dónde demonios te metiste Inuyasha?” –pensé completamente fastidiado, si tu no regresas pronto esto se volverá una masacre –

 

-Perdone la tardanza, por alguna extraña razón mi auto se averió cuando lo arregle no tenía gasolina –miro hacia Kikyo –

 

-A mí que me miras yo no he tocado ese carruco tuyo –Respondió ella –

 

Tome ha Inuyasha del brazo y me lo lleve arrastrado lejos de ellas.

 

-para la próxima avísame de que no llegaras, eso se iba a volver una completa masacre –proferí –

 

-por favor deberías calmarte no es tan malo –Le mire de manera seria intentando que notara todo el enojo que sentía al estar con esas dos –o tal vez sí, pero tienes que aprender a convivir con ellas

 

-No son familia mía –Respondí –

 

-Una es mi cuñada y la otra mi prometida, tienes que soportarlo, ¿somos amigos no? –Me dijo –

 

-Ahora estoy dudando de ser tu amigo –Mencione, su mirada era dolida –

 

-. . . hablas ¿enserio? ¡Tan mal te caigo! Claro por qué debo ser un desastre para los de tu clase –Se cruzó de brazos –No entiendo como hemos logrado ser amigos tanto tiempo

 

-Ni yo lo entiendo –Respondí – Eres un cabezota, testarudo, poco afable –Me iba a responder pero lo hice callar – ¡Terco! ¡Obstinado! ¡No sabes nada de cortesía ni de modales! Pero. . . –Eres la persona que has robado mi corazón, que no dejo de admirar como tus ojos brillan con juventud, con plenitud, una parsimonia que nunca había experimentado, que me tienes vuelto loco Inuyasha, completamente –pero te aprecio demasiado, la única razón por la que vine aquí, no fue para pasar tiempo de caridad con ellas, sabes bien que tengo ocupaciones, lo hago por ti. . . todo… por ti. . . –Suspire –me largo estoy cansado de este circo

 

-Sesshomaru –Me sostuvo el brazo, mis ojos se encontraron nuevamente con los suyos pernotando ese perfecto ámbar… sus mejillas níveas estaban teñidas de un fugaz bermellón –Realmente lo siento, no quería tardarme enserio, si, sé que tienes tus obligaciones y que no te agrada ninguna de las dos. . . porque ambas en algún momento estuvieron detrás de ti y de tu fortuna y sé que Kikyo aun lo sigue intentado… aun así. . . gracias… por permitirme robar un poco de tu tiempo, tan ajetreado.

 

-No agradezca –por qué no pude pasar mucho tiempo contigo –

 

Y me encuentro nuevamente arrastrándome a estas penumbras mientras más se aferran las espinas a mi cuerpo y me aprisionan al mar de rosas blancas, poco a pocos se ciñen de carmín, tantos años luchando, mis fuerzas poco a poco se menguan, no quiero dar mi brazo a torcer, no me quedaré atrás, no llorare por ti… estoy cansado de sentir lastima por mí mismo y mi propio predicamento.

 

Y mirarte allí con tu traje, sonriendo ampliamente, con tu larga cabellera armiña suelta y tu ojos ambarinos con un brillo espectacular, baje la mirada, mientras la música comenzaba a sonar anunciando que la novia llegaba, en ningún momento me atreví a mirarla, pero si a reprochar aquel traje blanco que no se merecía, no era pura, era una zorra que no te merecía.

 

Lento y agonizante van pronunciando las palabras, siendo como si cada vez se creara un abismo más grande y más alejando entre nosotros dos, como si me alejaran de ti, como si te alejaras de mí, aquellos votos de amor por ella. . . . Te miro allí sonriendo feliz, tus ojos brillan y se iluminando como nunca. Y yo aquí, muerto sin estar muerto, vivo sin estar vivo.

Antes de perderte, no pude decirte cuanto te amaba, las palabras se ahogaron en mi garganta sin dejarme respirar sin quiera, el aire se hace más tenso para mí, irrespirable y poco a poco es como si muerto pereciera.

 

Me desperté de golpe, solo había sido un sueño que pronto se hará realidad, me tome el pecho soltando un suspiro, había sudado frío, me levante de la cama, para observa por la ventana, pronto amanecería. Y lo ello tu boda empezaría haciendo realidad mi mayor pesadilla.

 

Antes de perderte voy a dejar de seguir comportándome como un cobarde, antes de perderte quiero decirte cuánto te amo. ¿Por qué suelo a amar aquellos que no me aman?

 

Me aliste para aquello, que odiaba ver, para un momento que no quería apreciar, ni mis ojos pernotar el que te perderé para siempre. . . siempre te he deseado un feliz por siempre, a pesar de que eso solo ocurre en los cuentos de hadas, siempre he deseado que seas feliz, pero a mi lado, vaya que egoísta es eso ¿no?

 

-¿estás preparado para esto amigo? –Me pregunto Naraku cuando había ingresado a la iglesia –

 

-no –Respondí para seguir de largo, me dejo tranquilo, él era el único que sabía de mi amor por él –Inuyasha –pronuncie su nombre se veía tan hermoso, pero… ¿Por qué tus ojos habían perdido su completo brillo? –

 

-Dime –Respondió –

 

-Necesito hablar un momento contigo a solas –le dije, frunció un momento las cejas, pero aun así le seguí, hasta que llegamos a un jardín llenos de rosas blancas vaya ironía –

 

-¿Qué querías decirme? –Pronuncio, me tome el tiempo para pensar bien mis palabras pero en ningún momento me encontraba convencido para decirle –Sesshomaru la ceremonia esta por empezar y soy el novio así que debo estar allí

 

-Yo no podré estar –Respondí –

 

-¡¿Qué?! ¡¿Por qué?! –Exclamo con molestia –

 

-Después de esto creo no lograr estar –Le tome fuerte de los brazos y le bese, al principio se resistió debido a la sorpresa y luego me correspondió permitiéndome entrar en esa caverna caliente que tanto añore probar, sus brazos se sujetaban fuerte de mis hombros mientras me aferraba a su cintura cerrando todo espacio entre nosotros, hasta que nos separamos por la falta de aire –te amo y es una tortura el tener que mirar cómo te casas con ella, el que te aleje de mi lado y el saber que jamás voy a poder tenerte, no puedo estar en el lugar que me matara sin darme muerte y donde viviré sin estar vivo, pero al menos sé que tuve el valor de decirte lo que siento, antes de perderte para siempre.

 

-Sesshomaru. . . .

 

-No te deseare que seas feliz, es muy hipócrita de mi parte cuando deseo estar a tu lado y ser yo el que te cause felicidad, pero te deseo suerte en todo lo que te planees en la vida –Me separe de él y le sonreí –Adiós Inuyasha

 

-Sesshomaru no te…

 

-¡Inuyasha la ceremonia está a punto de empezar! –Y llego Kikyo a llevárselo lejos junto a su hermanito menor Souta –

 

Me marche de allí, solté un suspiro mientras entraba hacia mi departamento y me aflojaba la corbata me dejaba caer en el sofá, mire la hora, posiblemente estés diciendo ya el sí acepto. Quería llorar pero hace tiempo que se me secaron las lágrimas, tal vez debería hacer como mi padre dedicarme a los negocios para mermar el dolor de perder al ser querido, como cuando perdimos a mi madre.

 

De repente la puerta del departamento se abrió de golpe, allí estaba un Inuyasha que parecía haber corrido los catorce pisos del edificio.

 

-¿Qué haces aquí? Deberías estar en tu boda –Proferí mientras se acercaba a mí y me abrazaba fuerte –

 

-jamás quise casarme con ella, jamás quise estar con ella, porque siempre había estado enamorado de ti, nunca me había atrevido a decírtelo por miedo de que te asquearas y te alejaras de mi lado, pero por ese miedo que tenía casi te pierdo –Me beso dejándome sorprendido por un instante para que le correspondiera aferrándome a su cintura mientras sus brazos pasaban a envolver mi cuello –

 

-¿Qué planeas ahora que has dejado a esa bruja? De seguro debe estar furiosa –pronuncie –

 

-No me importa, por ahora, solo quiero permanecer así entre tus brazos –Respondió, para que yo sonriera y le volver a besar –

 

También deseo permanecer por siempre entre tus brazos.

 

Fin.

 

 

 

Notas finales:

Sin más espero les haya gustado y por favor comenten nwn 


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