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Hasta que el cielo me una a ti. por Furanshisu

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Notas del fanfic:

Ésta historia no se basara mucho en la película ni en el manga. Espero y les guste. Es mi primera historia de Loki, si algo no está bien, son bien recibidos a decírmelo. 

 

Notas del capitulo:

Espero y les guste. Los personajes no son de mi pertenencia, yo solo utilizo sus nombres para un fin de crear un fic. La trama es completamente mío, de Furanshisu. Soy nueva en fic Thorki, por lo que a lo mejor ponga cosas que no sea de la película o el carácter de los personajes variara. 

Hubo un tiempo en que el invierno parecía interminable, uno de los más horribles que se hubiera presentado en cualquier reino se apodero de Asgard, ya parecía como si fuera el mismísimo Jötunheim y aquellos días claros donde el astro sol se alzaba para abrazar a todos los reinos con su agradable calor se comenzaron a escasear, dejando a las tierras cubiertas por la oscuridad. Frigga, reina de la esplendorosa Asgard, se encontraba indispuesta. La pena de la reina a un reinaba en su dulce corazón y ante sus hermosos ojos azules, con invierno o sin él, Asgard ya no brillaba como antes. No sin su hijo Loki. Al principio se buscó sin descanso al más joven pero después de varios años sin encontrarlo, lo creyeron muerto, no obstante, ella se negaba a creer eso… lo presentía.

Fue un 6 de noviembre cuando vio a su amigo Frandal en la casa de la humana con la que habia estado viviendo durante todo su exilio, su felicidad fue totalmente predecible en sus ojos. Felicidad que estuvo un poco inquietante al ver la expresión casi fúnebre de su rubio amigo pero no le dio tanta oportunidad y se despidió de la joven Jane, sin prestarle atención a la triste expresión de la castaña para acompañar al portal que habia abierto el guardián del Bifrost y su mal presentimiento que le habia estado acompañando estos dos meses aumento cuando se encontró con la mirada penetrante de Heimdall y ahí fue que lo supo, algo andaba mal. Y no se equivocó. En el instante que se presentó en el salón del trono, la mirada de su bella madre vacilo hasta que ya no pudo y de sus ojos unas suaves lágrimas bajaron mientras que el rostro inexpresivo de Odín le aclaraba al 100% que algo habia pasado y entonces, fue ahí cuando el rostro de su pequeño hermano apareció en su rostro. Él no estaba, y los enchufes en su mente se conectaron: algo le habia pasado a Loki. En un grito le exigió a su padre sobre el paradero de su hermano y éste, con el mismo semblante serio respondió a los reclamos de su progenitor “él se encuentra muerto Thor” y su mirada azulina vacilo cuando Firgga, su madre, asintió mientras sollozaba. Su pesadilla de hace dos meses, donde Loki se encontraba en peligro fue solo un sueño premonitorio. Loki ya no estaría a su lado, con esa simple realidad, su mano soltó el Mjölnir, el cual soltó un sordo ruido cuando choco con el suelo, y sus piernas le fallaron cayendo de rodillas mientras sus vista se encontraba perdida entre la mirada de sus dos padres, ya no escuchaba la voz de su padre que le explicaba cómo sucedieron las cosas, en ese momento solo escuchaba su latido. No soltó ninguna lágrima delante de sus padres pero, una vez a solas en sus alcobas, las cuales estaban conectadas a lado de la de su hermano, sus ojos se fijaron en el cuadro que se encontraba en la mesa de noche alado de su cama, ya no aguanto más. Con un rugido lleno de dolor tiro y rompió todo lo que se encontrara a su paso, el cielo de Asgard rápidamente comenzó a llenarse con una de las peores tormentas que alguna vez se habían visto en vuelta, aunque, desde que el cielo se nublo supieron que no faltaba mucho para que el guardián del trueno rasara con alguna tormenta.

Ya más calmado, sentado en el piso de su habitación, rodeado de objetos rotos y tirados, se dedicó solamente a sollozar mientras sostenía la imagen donde aparecía su hermano Loki y él, un retrato tomada un día antes de que él fuera alejado de Asgard de forma de castigo y es qué, ese día habia sido el cumpleaños de su hermano, que cruel es la vida, su hermano habia sido arrebatada de su vida para nunca volver y él, al igual que en su sueño, no pudo hacer nada para que Loki siguiera vivo. Habia fallado a su promesa, le habia fallado a su hermano.

El príncipe y la reina, se encontraban en una depresión fuerte. Escasa vez se vio a la reina salir de los aposentos del difunto príncipe o que el rubio príncipe no se viera entrenando o metido en la biblioteca mirando perdidamente en el asiento que se encontraba hasta el fondo, lugar donde Loki siempre se sentaba a leer. Ya nada era igual, no después de la muerte del más joven príncipe y el golpe de los dos miembros de la familia real fue no encontrar el cuerpo del menor para darle un funeral merecido. Y es que la reina Frigga era la que más lo extrañaba, su dolor era inimaginable, Loki siempre fue y seria su bebé. Y ella se sentía culpable, ese día el menor de sus hijos se habia sentido mal y es que el azabache siempre se encontraba débil y enfermizo, pero ese día Odín lo habia obligado a ir a una excursión de caza, ya estaba en edad en ir y ya se habia tratado en ir. No habia escusa y ella no tuvo otra decisión más que ver como se marchaba su hijo con los amigos de Thor, otra cosa más que la martirizaba. Ella no confiaba en esos muchachos para cuidar de su hijo, ellos eran buenos chicos pero no tenían en buena estima a Loki.

La noche del tercer día, ella como Odín se levantaron agitados, lo habían visto, su hijo cayendo por un agujero que habían prohibido el camino a su gente por no saber a donde llevaba; esa misma noche el padre de todo junto a un grupo de soldados partieron a toda prisa donde se encontraban los jóvenes guerreros. A pesar de su esposo, ella lo sabía, ellos habían empujado por accidente a su hijo y aunque fue accidentalmente, aun así su ira no se dispersaba. Habia perdido a su mayor tesoro y es que a pesar de amar a sus dos hijos por igual, sin duda sentía más apego a su hijo menor. Ellos era amigos, confidentes, alumno-maestro, ellos eran muchas cosas. Loki era el único que se daba un tiempo para ella, la cuidaba, la procuraba, solo con ella abría su corazón, solo con ella mostraba esa sonrisa que hasta con Thor se habia borrado, y aunque no le dijera, ella sabía del anhelo de que Odín se sintiera orgulloso, que le prestara más atención; sabia sus deseos y sentimientos oscuros hasta los más puros, conocía sus disgusto, sus gustos y sobre todo, ella sabía las virtudes y desventajas de Loki. Ella conocida de él todo.

Odín, era el que menos aparentaba dolor y es que tampoco sentía tanto dolor como el de su esposa y la comprendía, desde el momento en que Frigga hizo contacto con aquel par de ojos que eran como dos esmeraldas, piedras más exóticas de los nueves reinos, ella lo amo como si lo hubiera tenido en su vientre, él fue todo su mundo. Jörð, madre de Thor y su esposa fallecida, habia sido una mujer dura, dejando a su hijo mayor al cuidado de nodrizas  y en cambio Frigga, se dedicó totalmente a su hijo pero le pesaba el deber de gestar otro hijo, y por ese anhelo de ser madre y el natural encanto del hijo de Laufey, ella se enamoró y dedico totalmente a Loki. Él sabía que ella fue la primera en todo lo que hacía Loki, desde la primera sonrisa hasta sus primeras palabras, dibujos dedicaciones... Todo lo que hacía su hijo menor era para que ella se sintiera orgullosa, aunque era obvio que aunque el más joven no hiciera nada, ella se sentiría orgullosa. Pero si quería sacar a delante a su familia y a su reino que se encontraba cubierto por una tormenta de nieve, debía actuar rápido.

Una noche cuando él se encontraba acostando en su cama, sin Frigga que de seguro dormiría en el cuarto de Loki como últimamente lo hacía. Los nueve reinos temblaron y desde el cielo una aureola con unos hermosos colores vividos y oscuros, se extendió haciendo que algunos se maravillaran y otros palidecieron: alguien poderoso, más poderoso que cualquier individuo nacería. Y Odín se horrorizo cuando escucho los gritos de las doncellas, su reina se encontraba en peligro. Estaba tan exaltado que no le dio importancia salir en sus ropas de noche y cuando llego donde venían los gritos, el cual era la biblioteca, se encontró con la escena de Thor agarrando de la cintura a su reina mientras que esta se encontraba luchando por escapar de los brazos del menor mientras su mano derecha y sus ojos se perdían en los colores de aquella aureola. Ella quería saltar desde la ventana. Un rugido se extendió por los cielos, helando a todos. Fenrir se habia logrado escapar y en un descuido, la dulce y bella reina habia brincado.

Thor se aventó logrando atrapar la mano de Frigga y con esfuerzo logro subirla para agarrarla fuertemente, ella soltó un gemido de dolor mientras alzaba su mano de forma desesperada hacia la aureola. El padre de todo se paró enfrente de su esposa mientras los sirvientes cerraban las ventanas mientras un soldado protegía una por precaución.

-          ¿Qué sucedió?- exigió a los presentes. Odín estaba estupefacto mientras miraba como su mujer luchaba de los brazos de su hijo. Thor escuchaba como afuera se escuchaba el rugido del lobo, hasta que todo ruido ceso y se preguntó si es que habían logrado atraparlo.

-          No sé, ella estaba normal y estaba llevando un jarrón de flores para el cuarto de Loki cuando de repente ella soltó el jarrón y solamente camino hasta la ventana, por suerte estaba cerca y logre atraparla.- dijo de forma pausada mientras luchaba con su madre, porque aunque no era su madre biológica, ella fue mucho más que su verdadera madre. Su lucha ceso cuando Odín paso su mano por sus cabellos haciendo que rápidamente ella callera dormida.

-          Señor….

La voz de un soldado hizo que todos prestaran atención hacia el recién llegado, era Volstagg. El joven guerrero se arrodillo delante del padre de todo y agacho la mirada.

-          Señor, la bestia Fenrir y Sleipnir escaparon… no pudimos hacer nada

-          ¿Qué?- preguntó desconcertado.

-          Ellos dos huyeron juntos, mi señor.- murmuró algo apenado por no poder detener ni siquiera al caballo del padre de todo y Odín se preguntaba, justamente hoy, aniversario de cuando habia muerto su hijo… las dos criaturas del menor huían y una aureola se extendía por los reinos… igual que aquel día que habia ganado la guerra contra los Jotun.

Día tras día, después del incidente, Frigga, la bella reina solo observaba hacia los horizontes, hasta que una noche su luz se esfumo. La reina Frigga habia muerto y ese mismo día el cielo se ilumino de estrellas fugases.

 Fue doble dolor para el joven tronador.

Los siguientes años fueron gratificantes para Asgard, la interminable tormenta de nieve se habia extinguido en el momento en que aquellas luces habían iluminado el cielo y la cosecha volvía a crecer, Thor volvía a recuperar su naturaleza, siendo el joven alegre de siempre y Odín se alegraba.

Ese día Odín se encontraba comiendo con su hijo cuando una lady Sif apareció disculpándose por su atraso, ella era la futura esposa del príncipe a pesar que él no la veía más que como una amiga.

-          Mi señor…- saludo haciendo una reverencia y cuando iba a ocupar el lugar alado de Thor, él se lo impidió ante la mirada atónita de ambos.

-          Ese es el lugar de Loki.- alego mientras acercaba el asiento hacia el suyo, tratando de evitar que se sentara.

-          Pero Thor…- murmuro sin comprender porque el aun apego del mayor hacia el mentiroso, estaba dolida… ella lo amaba más que nadie en éste mundo lo amaría.

-          Thor, no seas descortés.- Regaño el padre de todo, en sus ojos se notaba la soledad y el cansancio.

-          No, ese lugar es solamente de Loki, puedes sentarte enfrente o en cualquier otro sitio, no aquí.- dijo ignorando las palabras de su padre y de forma de rebelión poso su martillo en el asiento y continuó comiendo su comida como si no le hubiera negado el asiento a su lado a Sif, el cual le correspondería a ella por ser su futura esposa y no a Loki, quien estaba muerto ¿no? En cambio Thor no podía creerlo, no, simplemente no podía creer que nunca volvería a ver su hermano menor. Loki no podía estar muerto ¿verdad? Aún recuerda su regreso de Midgard, aún puede escuchar sus pasos haciendo ruido por sus toscas pisadas, su respiración agitada, su corazón palpitando a mil por hora y ese mal sabor en la boca que se le extendía con el único deseo de llegar enfrente de su familia y ver a sus padres y a su hermano, todos a salvos y sanos. Aun después del fallecimiento de su madre, se negaba a creer que él estaba muerto… algo le gritaba que no se creyera toda esas mentiras ¡Loki seguía vivo!

-          Thor, cuando termines de comer necesito que te embarques a una misión… - confeso el padre de todo mientras engullía un pedazo de carne.

-          ¿A dónde? – preguntó, mientras ignoraba olímpicamente a la pelinegra, la cual no dejaba de tratar de coquetear con él de forma vana.

-          A Jötunheim…

(ouo)/

Sleipnir, Fenrir y Jormungand parecían estarse comunicando entre sí, desesperados hasta que todos cesaron. De un portal aparecieron más de diez millones gigantes de hielos, no solo eso, entre el portal salió Hela y como últimos apareció el rey de Jötunheim con otro gigante.

-          ¡Silencio gente! Sé que es difícil pero debemos irnos lejos de nuestras tierras, debemos proteger a su futuro gobernante de otro destino desdichado- exclamó el gobernante del reino de hielo.

-          Debemos irnos- anunció Hela y con un chasquido de dedos apareció un portal donde todos empezaron a cruzar.- Leah, ¿Trajiste lo que te encargué?- preguntó a la infante, está asintió sacando de una bolsa de cuero el Cofre de los Antiguos Inviernos.- Bien, Sigyn vamos, Loki te necesitara.

La nombrada asintió caminando hacia el portal.

Notas finales:

Se encontrara a veces Todos x Loki xD es que me gusta mucho, aunque no mucho… habrá más FrostIron o Thorki. Realmente espero y les guste el drama. Nos vemos. Gracias por leer. 


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