Te fuiste de aquí, sin pensarlo.
Dijiste que no me amabas más.
Yo te supliqué, quédate aquí.
Yo no sé qué haría sin ti, no creo soportarlo.
El día que llegó a Shin Makoku se sorprendió de no ver a su prometido esperándolo como siempre. Extrañado le preguntó a Conrad sobre eso.
-Está entrenando con un soldado- solo se limitó a decir eso, de una forma tan seria que alarmó a Yuuri.
Pero como tantas veces, decidió ignorar el dolor de su pecho cuando Wolfram no estaba con él.
Te fuiste de aquí, todo ha acabado.
Y llora mi alma en soledad.
Gwendal no lo arrastró a la oficina, gracias a Shinou. Salió a caminar, tal vez, podría encontrar a Wolf y hablar con él. En todo el tiempo que pasó en la Tierra se había dado cuenta lo que sentía por el rubio, vamos, ¿quién no podría enamorarse de alguien como Wolfram Von Bielefeld? Con una belleza tan grande, una personalidad increíble “A pesar de los celos” Hace mucho que no tomaba los comentarios de los demás respecto a su relación. Sí, Wolfram era un chico mimado, pero comenzó a gustarle la idea de ser él quien cumpla sus caprichos.
Tenía esperanzas, aunque estas se esfumaron cuando lo vio en un pasillo. Con otro chico. Abrazados
La vida me puso junto a ti
Nunca pude predecir.
Me convertiría en tu pasado.
Al verlo pasar por la puerta, sintió que su corazón se detenía.
Wolfram- lo llamó con una sonrisa tierna. A pesar de que salió huyendo cual cobarde al ver aquella escena, se auto-convenció que no pasaba nada grave. Estaba muy equivocado.
Te fuiste de aquí, encontraste otra vida.
Te fuiste de aquí, enterraste la mía.
Majestad- saludó Wolfram con una reverencia. Eso lo dejó helado. “¿Por qué me llamo así?”
H-hola- Yuuri comenzó a tartamudear sin saber bien el por qué, ¿tenía miedo? ¿Estaba nervioso?- No viniste a recibirme.- susurró.
Estaba ocupado- La respuesta del rubio fue seca, rápida, como si lo hubiese ensayado.
Oh bueno- comenzó a reír rascándose la nuca como siempre hacia- Comprendo- sabía que no debía preocuparse por algo así, suspiró aliviado.- Bien, entonces mejor nos acostamos, esta comenz..-
No dormiré aquí.-
Aunque no estés, yo sigo respirando
aquel amor.
Una vez más Wolfram le sacaba toda la temperatura del cuerpo. En su cara Yuuri tenía plasmada una sonrisa.
-¿Por qué?- su corazón estaba latiendo tan rápido que se sorprendía que Wolfram no lo escuchara.
-Pienso terminar con este compromiso lo antes posible.- Su cara no expresaba nada, parecía tan tranquilo que asustó a Yuuri.
Te fuiste de aquí, descubriste otros brazos.
Borraste mis besos, me hiciste pedazos.
Y duele ver que le entregaste a otro
el corazón.
-P-pero pensé que me querías.- Yuuri sintió como se le nublaba la vista, pequeñas lagrimas salían de sus ojos.
El rostro del rubio seguía igual, parecía que nada le afectaría.
-Eso fue antes, Heika. He soportado mucho de usted.- su voz sonaba muy fría. “Esto está mal”
-¡Pero yo te amo!- No quiso sonar desesperado pero no sirvió de nada.
Te fuiste de aquí, todo en silencio.
Quedaron las huellas de nuestro amor, no.
Sueño que te abrazo una vez más.
Me despierto y ya no estás.
Me estoy ahogando en el vacío.
Y aún siento en el aire, me acaricia tu voz.
Me robaste la luna, el cielo y las estrellas.
Es muy tarde- susurró Wolfram, su cabello le tapaba sus ojos. Yuuri nunca quiso esto, sabía que se había portada muy mal con el ojiverde. No, muy mal no era suficiente. Había sido un completo idiota pero definitivamente no quería que se separen.
-Puedo ser dife-re-nt-e.- Su voz le fallaba y cada vez más lagrimas caían.
-No lo haga más difícil- Wolfram no soportaba verlo así, pero, él también lloro mucho, él también sintió dolor ante la indiferencia de su prometido. Pero ya no más, tenía derecho a ser feliz.
-Wolf- No pudo evitar acercarse y abrazarlo- por favor, dame otra oportunidad.
-Yuuri..- Comenzó a dudar no sabía qué hacer, cuando planeo todo esto esperaba que Yuuri celebrara o algo, verlo así en el fondo, le agradaba su insistencia.-He conocido a alguien. Lo siento. – se separó lentamente del cuerpo del Maou.
-P-pero- el moreno sintió como su corazón poco a poco se iba rompiendo.
-Los papeles están en tu oficina. – salió rápidamente de allí, si se quedaba un segundo más cambiaria de opinión.
Te fuiste de aquí, encontraste otra vida.
Te fuiste de aquí, enterraste la mía.
Aunque no estés, yo sigo respirando
aquel amor.
La cama se sentía tan vacía sin él. “Demonios”
Wolf tenía razón, era muy tarde, si hubiese aceptado sus sentimientos antes, tal vez, tendría una posibilidad. Pero ahora no le quedaba nada y todo a su idiotez.
Lo había perdido, para siempre.
Te fuiste de aquí, descubriste otros brazos.
Borraste mis besos, me hiciste pedazos.
Y duele ver que le entregaste a otro
el corazón.
Le entregaste, a otro el corazón.