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Summer ( HunHan ) por Mikhiel

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Notas del fanfic:

Una nueva adaptación y es Huhan :) salí de mi zona de confort Kaisoo :( esperó les guste pronto subiré una BaekYeol, Chenmin,Sulay, Taoris etc etc.
Espero les guste

Notas del capitulo:

Volvi con un Huhan pronto subire el final del rostro del amor :) 

Mi mamá me enseño esta historia.

 

Lo repito es una ADAPTACIÓN TODOS LOS CREDITOS A SU CREADORA.

 

 

El sol apenas se había elevado sobre las crestas de las montañas cuando Sehun ensilló a los dos caballos. Se había levantado esa mañana de la cama con sensación de anticipación. No había salido a montar con Luhan de madrugada desde hacía meses y, cuando el rubio le había llamado para sugerírselo, se había sentido feliz, aunque últimamente estaba un poco celoso de él.

 

De niños se habían pasado horas hablando de los sitios a los que irían de mayores. Y en septiembre, Luhan realizaría sus sueños mientras que él seguiría atrapado en el rancho. Sus padres esperaban que se quedara y que con el tiempo se hiciera cargo de la tierra que ellos habían conseguido con tanto esfuerzo. Y como hijo único, no podía pasar esa obligación a nadie más. Luhan lo tenía más fácil con sus cuatro hermanos, sus esposos y los siete nietos que tenían ya sus padres. No tenía por qué sentir culpabilidad por aferrarse a aquella oportunidad de independencia. Sehun envidiaba esa libertad.

 

-Lo mejor de la mañana para ti, Oh-

 

El pelinegro apretó la cincha de Peppermint Patty y se volvió para sonreír a Luhan.

 

El ambario lo había saludado así durante meses después de haber hecho de protagonista en una comedia de la escuela y eso le traía recuerdos. 

Habían ensayado juntos su papel en la casa árbol del jardín de Luhan. Había estado a punto de besarlo, sólo por exigencias del guión, pero los dos habían decidido que no era necesario para aprender el papel. El se había sentido aliviado, por supuesto, porque besar a Luhan le hubiera parecido raro. Pero en su momento, lo había deseado de todas formas.

 

- Ah, sí y hace una bonita mañana, al fin - Contestó él interpretando su parte.

 

Estaba estupendo como siempre, pero tenía algo diferente esa mañana. Lo estudió intentando averiguarlo.

 

- ¿Te has cortado el pelo?-

 

- Desde la última vez que me has visto no. ¿Por qué? ¿Está mal?-

 

- No. Está bien-

 

En los dieciocho años que llevaba mirando a Luhanla había visto con trenzas, permanentes afro, rapados punkies y hasta mechas rojas y amarillas. Le gustaba cómo lo llevaba ahora, un poco largo y rubio.

 

-¿Es que tengo una mancha en la camisa o algo así?-

-No- Se ladeó el sombrero con la punta del dedo-. Juraría que hay algo diferente en ti. ¿Llevas algún maquillaje raro?-

- ¿Para montar a caballo? No soy tan estúpido-

 

Sehun contempló su suave piel donde se le notaban todas las pecas y sus labios, que tenían el mismo color rosado de siempre. No, no llevaba maquillaje.

Pero al mirarlo a los ojos miel, intentó descifrar qué era lo que le pasaba. Nunca se habían ocultado nada hasta el momento. Pero esa mañana, fuera por lo que fuera Luhan tenía un secreto. Le cambiaba toda la expresión haciéndolo parecer misterioso, casi sensual. Y eso que él nunca había pensado en Luhan como en un chico sensual.

 

A pesar de sí mismo, estaba intrigado. Y hasta un poco excitado. Louis no asociaba a _____ con el misterio, eso era un concepto nuevo. Decidió esperar y adivinar el secreto en aquellos grandes ojos mieles. Sería divertido.

 

Le dio un pellizco en la nariz y dio un paso atrás.

 

- Supongo que me estaré imaginando las cosas. Eres el mismo Lulú de siempre. ¿Listo para montar?-

 

 

Para sorpresa suya, el se sonrojó. Y Luhan nunca se había sonrojado delante de él. Se conocían demasiado bien.

 

- Hum, seguro - Murmuró el rubio dirigiéndose hacia Peppermint sin mirarlo-. Estamos desperdiciando el día-

 

Mientras Sehun intentaba averiguar qué había dicho para hacerlo sonrojarse, Luhan montó con facilidad y él hubiera jurado que se estremecía. Aquél iba a ser el paseo a caballo más interesante que había realizado con Luhan.

 

Quizá pedirle ayuda a Sehun no fuera a resultar tan sencillo, pensó mientras se dirigía al camino que daba al río. Allí estaba él sonrojado por un comentario inocuo como montar. 

Quizá hubiera leído demasiados libros de aquellos y ahora le parecía que todo tenía alguna connotación sexual. Desde luego, no podía ir a Nueva York sin resolver aquel asunto.

 

Esquivando alguna ocasional rama baja, Luhan iba a un cuerpo por delante de él. Sehun sabía que algo pasaba. El rubio nunca había podido guardarle ningún secreto, así que le contaría su plan en cuanto llegaran al banco arenoso del río que había sido siempre su rincón favorito. De niños lo habían usado para imitar las batallas de la Guerra de las Galaxias y, cuando crecieron, solían ir allí a beber refrescos y hablar de lo que les estuviera pasando en la vida en aquel momento. Luhan nunca había enseñado aquel escondite a nadie más, ni tampoco Sehun, por lo que él sabía.

 

Antes de que ninguno de los dos supiera nada del sexo, ya habían discutido allí como era que los demas harían los bebés igual que los caballos, cabras y perros. Más adelante, Sehun había puesto fin a sus conversaciones sobre el asunto y ahora Luhan quería abrir de nuevo la discusión, pero no estaba seguro de tener valor suficiente.

 

-Bueno, ¿cuál es tu proyecto para este verano? -preguntó Sehun tras él-. Siempre tienes uno.

 

Pero Luhan no quería hablar mientras estuvieran montados a caballo.

 

-Todavía me lo estoy pensando.

 

-¿De verdad? Pues normalmente ya lo tienes planeado hacia abril. Nunca me olvidaré del año que estabas fascinado con Australia y no dejabas de lanzar el aparato ese infernal mientras yo asaba gambas en la barbacoa.

 -¿Y cómo iba yo a saber que encabritaría a los caballos?-

 

Sehun lanzó una carcajada.

 

-Eso hubiera encabritado hasta a un muerto. ¿Sigues jugando o ya has tenido compasión de tus vecinos?-

 

-Ya no juego-

 

Luhan apenas tenía que guiar a Peppermint después de las veces que había hecho aquel recorrido. Se podía oler el río cerca ya y la yegua aceleró el paso. Como siempre, el rubio deseaba ver aquella primera imagen de la playa en miniatura rodeada casi por completo por altos farallones.La yegua llegó al banco y empezó a bajar hacia la arena. Frente a ellos, el río discurría plácidamente y, aparte de unos cuantos patos flotando, la orilla estaba desierta.

No había peligro de que nadie los oyera y Luhan confiaba en que Sehun lo escuchara sin reírse. No podía confiar en nadie mejor que en él. Y sin embargo, por mucho que se lo repitiera, seguía sintiendo aquel extraño cosquilleo en el estómago.

 

Sehun dio de beber a su caballo y lo ató bajo el sicómoro en que Luhan había atado a Peppermint antes de ir a sentarse al lado de el rubio a la sombra.

Agarró una piedra como siempre y la lanzó al agua.

 -¿Sabes algo ya de esa maestra de tu nueva escuela?-

 

-Sí - Luhan agarró un puñado de hierba seca y lo estrujó entre los dedos-. Me mandó un e-mail y me invita a quedarme con ella hasta que encuentre mi propio apartamento.

 

Sehun miró a Luhan. Se había preguntado si le habría sugerido aquel paseo por estar preocupado por algo. Quizá aquel traslado lo asustara. Luhan había alquilado una casita desde que había conseguido su primer trabajo de consejero en el colegio de secundaria de Copperville, pero vivir en un pequeño pueblo minero de Arizona con tus padres a menos de tres kilómetros era muy diferente a vivir solo en una urbe como Nueva York.

 

-¿Y no te podría alquilar una habitación en su casa?-

 

Luhan sacudió la cabeza.

 

-No tiene sitio. Tendré que dormir en el sofá hasta que encuentre un apartamento. Además, quiero tener mi propia casa. Después de crecer en una casa llena de hermanos, he descubierto que me encanta la intimidad de vivir solo-

 

-Crees que estás viviendo solo. Tu familia se pasa por tu casa cada poco-

 

-Ya lo sé -suspiró-. Los quiero, pero estoy deseando estar menos cerca para variar-

 

Sehun podía entenderlo. Ésa era una de las razones por las que él había sacado su licencia de piloto privado y buscaba cualquier excusa para pilotar su avioneta Cessna sólo por el placer de estar solo.

 

-Puede que te sientas solo-

 

 

-Probablemente, pero después de vivir en una pecera, la soledad no me suena tan mal-

 

-Ya - Sehun arrojó otra piedra al agua-. Te escucho-

 

Aspiró la mezcla familiar de olores: la humedad del río, la dulzura de la hierba, la ligera colonia floral que hacía años que Luhan usaba. Maldita sea, iba a echarlo de menos. Había evitado enfrentarse a aquella emoción desagradable, pero le asaltó entonces de repente y no le gustó nada. Luhan había formado parte de su mundo desde que tenía memoria. Y también el resto de su familia, dándole los hermanos y hermanas que no había tenido. Pero Luhan había sido siempre a el que había estado más unido y con la que había compartido todo.

Se moriría antes de decirle lo mucho que la echaría de menos. En primer lugar, ellos nunca se habían puesto sentimentales con su relación y no quería estropear aquel excitante capítulo que se abría ante su vida. Estaba celoso a muerte y le costaría adaptarse a estar solo, pero eso no quería decir que no se alegrara de su oportunidad.

- Conseguí el trabajo, me tendré que ir a Nueva York en unas semanas, días… aún no sé.

-Me alegro de que hayas conseguido ese trabajo-

-Yo también. Pero te he pedido que vinieras porque tengo un problema y... creo que podrías ayudarme-

-Claro. Lo que sea-

-Nueva York es un mundo diferente y no me siento exactamente... preparado para él-

Parecía que le estaba costando encontrar las palabras adecuadas.

 

-Claro que estás preparado. Has trabajado para esto toda tu vida. Siempre he sabido que saldrías de aquí y harías algo especial- Se dio la vuelta hacia él-. Es tu última meta, Lu, Puede que te ponga nervioso, pero lo harás de maravilla-

-Gracias.

 

Sonrió, pero parecía muy preocupado y nervioso.

 

Sehun esperaba que no fuera a romper su código de no ponerse sentimental.

 

El rubio se aclaró la garganta y se dio la vuelta para mirar hacia el río concentrado como si fuera la primera vez que lo veía. Dios, esperaba que no se pusiera a llorar. Luhan no era ningún lloron, cosa que él había agradecido siempre. Sólo lo había visto llorar por la muerte de su poni y cuando aquel estúpido de Max Changmin le había dado plantón en su baile de graduación. Por suerte, él no había tenido ninguna cita y había podido acompañarlo.

 

Lo habían pasado de maravilla y Sehun hasta había pensado en pedirle que saliera con él en serio. Estaba tan bonito con aquel traje amarillo, que se le había secado la garganta y para su sorpresa, se había excitado un poco cuando habían bailado. Hasta había estado a punto de besarlo en la pista de baile, pero había recuperado la razón pensando en lo que le harían sus hermanos si lo tocaba siquiera. Y además, besarlo hubiera sido como besar a su hermana.

El seguía mirando al río.

 

-Hun, yo...-

 

-Yo también - Lo atajó para que no pusiera en palabras lo que él mismo sentía-

 

-Oh, no lo creo. El asunto es, Sehun... que todavía... soy virgen-

 La sorpresa fue tal, que Sehun se atragantó con la paja que estaba mordisqueando y empezó a toser con violencia. Cuando las palmadas de Luhan no consiguieron calmarlo, el rubio se acercó al río con su sombrero y lo llenó de agua.

-Bebe.

Sehun bebió y se quitó el sombrero para echarse el resto del agua por encima de la cabeza. Cuando se sacudió el agua de los párpados e inspiró con fuerza, se sintió algo mejor.

Luhan seguía arrodillado frente a él cuando tuvo el valor de mirarlo.

-¿Y qué? -preguntó con voz cascada.

-Que tengo veintiséis años.

-¿Y?

Sabía que su respuesta carecía de ingenio, pero tenía bloqueado el cerebro. Lo cierto era que si se hubiera puesto a pensar en el asunto, habría llegado a la conclusión de que Luhan debía de ser virgen. Sus hermanos lo habían acorazado desde el momento en que había entrado en la pubertad.

-Que no puedo ir a una gran ciudad así. No puedo ser consejero de unos adolecentes que probablemente ya lo habrán experimentado a los trece años.

-Ya entiendo.

Y de forma demasiado gráfica. Estaba pensando en la horrible posibilidad de que le pidiera a él que se encargara de solucionar el problema.

-Pues yo creo que puedes ir perfectamente a Nueva York sin... experiencia. La castidad está en auge últimamente. Podrías ser un modelo para ellos.

-¡Oh, Hun! ¡Yo no quiero ser ningún modelo de castidad! Yo no elegí ser virgen por algún convencimiento profundo. Sabes tan bien como yo que la culpa de todo esto la tienen mis hermanos.

Sus hermanos. Dios, le arrancarían la piel a tiras si le pusiera un solo dedo encima.

-¡Pero tus hermanos no van a ir a Nueva York!

En cuanto lo dijo, supo que había caído de la sartén al fuego.

-No, y ése es el otro asunto. Estaré sin tener ni idea del sexo y sola en una ciudad abarrotada de hombres sofisticados. Si lo que quieres de mí es que me tire a los pies del primer truhán de ciudad que me tome por un bobo por no saber nada...

Aquella era una trampa mortal. Y que lo ahorcaran, si no se sentía tentado.

-Por supuesto que no, pero...

-Necesito a un hombre agradable, Sehun. Alguien que me pueda resolver este problema antes de irme.

¡Oh, Dios! Iba a pedírselo a él. El corazón se le desbocó y se preguntó si tendría valor para rechazarlo.

-Escucha, Luhan. No sabes lo que estás diciendo.

-Sé exactamente lo que estoy diciendo y tú eres la única persona en quien puedo confiar para encontrar a ese hombre.

Notas finales:

Huhan Pá el pueblo.

 

HUHAN IS REAL.


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