Hades no otorgaba nada de manera gratuita y la verdad estaba bastante enfadado por el irrespeto que los dioses le daban a sus dominios ¿con que derecho reviven a diestra y siniestra a aquellos que caen en el averno?, pero hay se encontraba el escuchando las suplicas de Atena y le parecía gracioso, la mujer que hace poco lo había destruido ahora se encontraba frente a él con los ojos lloros y rogándole por sus santos, le dijo que lo pensaría no quería ser tan permisivo, si accedía después se vería acosado por medio olimpo.
Lo consulto con su tres espectro predilectos, no es que necesitara consejos solo quería hablar de ello con alguien.
-esa es nuestra opinión al respecto, ¿Qué piensa hacer? Señor hades-Minos se encontraba viendo al dios del inframundo, él sabía que sus palabras no pesarían mucho sobre la decisión que tomara lo más probable es que hades ya había decidido que hacer antes de hablar con ellos.
-Lo que propones es interesante, pero…la idea de Radamanthys es muy tentadora si el santo que escogemos para llevar a cabo esa misión fracasa, ya no estaría en mis manos que los demas siguieran con vida , y dime Radamanthys ¿has pensando en el caballero al que le asignaremos esa misión?
-Sí señor, si lo ponemos a él lo más probable es que fracase.
-En ese caso hablare con Atena para decirle que ya he tomado una decisión.
Días después Atena fue convocada, Hades hablo en privado con ella le explico los términos y condiciones de la resurrección de sus caballeros, Atena no lo pensó mucho el no revivirlos o que la “misión” como había mencionado Hades fallara no cambiaba mucho las cosas lo mejor era arriesgarse.
Una a una las almas de los caballero retornaron a la superficie a excepción de una, la del caballero de Cáncer, la diosa dio un último vistazo a la inmensa oscuridad de aquel lúgubre lugar y le deseo suerte.
-por favor, se paciente-con estas palabras la diosa se despidió.
Nunca habían tenido algo similar a una habitación, pero teniendo en cuenta que ahora tendrían la compañía de alguien vivo los llevo a construir una en la prisión que custodiaba Radamanthys.
El caballero de Cancer abría sus ojos con pesadez, el habiente era diferente ya no era presa de ese insufrible calor que lo apreso en el momento en que murió, veía todo a su alrededor con sumo cuidado, tratando de sacar una conclusión del lugar en el que se encontraba, estaba a punto de levantarse cuando vio al espectro.
Soltó una pequeña risilla- así que aún estoy metido aquí.
-y lo estarás por mucho más si no cumples con tu misión-Radamanthys respondió de manera tosca
-¿Qué misión?
-Nada en especial-el espectro se acercó al caballero, poniendo en la cama en la que se encontraba sentado el otro una caja-digamos que es un pago para que ustedes sean revividos-después de eso le indico al caballero que abriera la caja, este lo hizo pero se llevó una no muy agradable sorpresa
-¿acaso quieres que se tu sirvienta?-el caballero veía con desagrado el vestido que se encontraba en el interior de la caja.
-para nada…es algo muy simple ese vestido es una forma de control debes demostrar que ustedes son capases de controlar sus impulsos, cada vez que hagas un movimiento violento el vestido lo sentirá y se romperá si se rompe ustedes no pondrán revivir, en este momento tus camaradas se encuentran en la superficie y no creo que tú quieras cargar con su muerte ¿o sí?
El caballero suspiro con pesadez, era una gran responsabilidad, tomo la caja y le pidió al espectro que se retirara, el espectro lo hizo se giró con una sonrisa.
El caballero se cambió con rapidez, cuando termino abrió la puerta miro al espectro y le pregunto
-¿ahora qué quieres que haga?
Radamanthys lomiro, sería realmente divertido sacar de sus casillas a ese hombre.