Zhang Yixing nunca se consideró una persona con un buen sentido de orientación, al contrarío carecía de él, lo supo cuando a la edad de 5 años se perdió en el parque que estaba a solo media cuadra de su casa, aquélla vez tuvo suerte ya que una vecina lo reconoció cuando regresaba del mercado y lo llevo de vuelta a su casa. Pero no siempre sería así, no siempre podría tener aquella ‘’suerte’’, y eso él lo sabía perfectamente, y sus padres también y como no habrían de saberlo sí conforme Yixing iba creciendo aquello parecía ir empeorando en lugar de mejorar, ya hasta habían perdido la cuenta de cuantas veces se había perdido y tuvieron que recurrir a medidas extremas como llamar a la policía, la cual después de recibir tantas llamadas para encontrarle, les habían dicho que tenían muchos casos por resolver y que no podían perder más tiempo encontrando a su hijo cada vez que este desaparecía.
Pero esto pareció terminar cuando Yixing conoció a Baekhyun e instantáneamente se hicieron los mejores amigos, pasaban casi todo el tiempo juntos, él pequeño de cabello castaño siempre cuidaba de Yixing, evitando que este se perdiera innumerables veces, decir que sus padres estaban agradecidos con él era poco, para ellos Baekhyun ya era parte de su familia, como su hijo mayor, aunque este en realidad era menor por unos años.
Incluso estuvieron juntos cuando, después de que Baekhyun les confeso a sus padres que era homosexual, estos lo echaron de casa, aunque después terminaron por aceptarlo.
Ahora, los dos ya no eran más unos niños, eran estudiantes universitarios en su último año de carrera, Baek era estudiante de medicina y ‘’Lay’’, como prefería que lo llamaran sus amigos, era estudiante de contabilidad, aunque también dirigía una clase de baile, porque Lay amaba bailar, pero lo mantenía en secreto de sus padres, porque ellos querían que siguiera aquella carrera y él quería los, después de los tantos problemas que les había dado.
-¡Ya! ¿Cuántas veces tengo que enseñarte la universidad? Estamos en último año, ya deberías conocerla de memoria.
-Lo siento Baek, aún no logro ubicarme bien, la universidad es enorme.
-No, tu nunca serás capaz de ubicarte bien ¡estúpido unicornio!
-Ya, ya yo te invitare el almuerzo, pero dime. . . ¿Dónde está el baño?
-Justo a tu derecha
-Ah, es cierto, ya regreso
Odiaba tener que recurrir a Baek cada vez que no encontraba un lugar, pero no quería que los demás supieran que a los 22 años aún se perdía como un niño pequeño.
-¿Otra vez Yixing?
-Oh Chanie,sí. . . podre ser su mejor amigo y el único además de ti que sabe que es un despistado total, pero ya me está cansando no sé qué hacer con él, no podre estar siempre con él, no puede depender siempre de mi cuando está en problemas.
-Lo sé Baek, pero eso tienes que decírselo a él, no a mí. No es que Yixing no me agrade, pero. . .el que te la pases atrás de él casi todo el tiempo está afectando nuestra relación.
Sabía que escuchar conversaciones ajenas no era algo bueno, pero estaban hablando de él así que no pudo evitarlo. Sí, sabía que le estaba causando problemas a Baek desde hace tiempo, pero no sabía que al grado de afectar su relación con Chanyeol, eso no estaba bien, si ellos terminaban por su culpa. . .él no se lo perdonaría, por eso entendió que aquello tenía que cambiar y había solo una cosa que él pensó que podía hacer, terminaría sus estudios en el extranjero y aprendería a valerse por sí mismo.
-Lay ¿Estás seguro que quieres continuar tus estudios en China? Sé que es tu país natal y eso ¿Pero estarás bien?
-Estaré bien Baek,no te preocupes te escribiré seguido.
-Maldito malagradecido, un día de la nada decides irte, ni siquiera me lo preguntas y simplemente me dices que te iras así sin más
-No Baek no llores, en serio estaré bien.
-N-no estoy llorando, algo se me metió en el ojo.
Después de una semana pudo terminar el papeleo necesario para su traslado a China, sus padres se opusieron en un principio, pero al decirles que quería regresar a sus raíces y practicar su idioma natal, terminaron por aceptar su decisión. Y dos semanas después ya estaba en un avión camino a su destino.
Al principio le había costado adaptarse a un nuevo lugar y a tener que mantenerse por sí mismo sin ayuda de sus padres y no conociendo a nadie, pero con el pasar de los días fue conociendo personas y hasta logro entablar amistad con alguien que compartía su misma pasión por el baile.
Y con ayuda de una aplicación de GPS que Baek le instalo antes de que se fuera, soluciono temporalmente su problema.
Incluso por recomendación del profesor que le enseñaba, había logrado conseguir un empleo en una empresa reconocida, bueno no era realmente un ‘’trabajo oficial’’ pero al menos le contaba como prácticas para poder sacar su título más adelante, y le pagaban bien así que no tenía de que quejarse. Y respecto al lugar donde viviría, no tuvo que pensar en ello, ya que la universidad contaba con dormitorios para los estudiantes.
Eran demasiadas cosas buenas juntas, por lo que algo en su interior le decía que en algún momento algo malo le pasaría, pero luego pensó que estaba siendo paranoico y simplemente lo olvidó. Pero quizás debió pensar más en ello.
Llevaba alrededor de un mes sin poder dormir bien, en la universidad dejaban más y más tareas, y si a eso le sumaba los exámenes y las horas extras que estaba haciendo en el trabajo por pedido de su jefe; estaba completamente exhausto, pero no podía permitirse el dormir en clases o a la hora del almuerzo, no porque no quisiera, sino porque tiempo era lo que le faltaba y simplemente no podía darse el lujo de dormir. Claro, aún tenía los fines de semana, pero se la pasaba ordenando el desastre que quedaba en su cuarto después de una semana sin limpiar ni arreglar nada.
Solo quedaba una semana más para que esto acabara y volviera a su rutina de siempre, pero parecía que su cuerpo no aguantaría el cansancio, de esto se dio cuenta una noche al salir del trabajo, al casi perder la conciencia mientras caminaba de regreso a casa, aunque segundos después el susto de la casi-caída lo hizo reaccionar.
Pero aquella noche, estaba lejos de acabar, a su celular parecía habérsele acabado la batería y no tenía ni idea de donde estaba, y el que las calles estuvieran completamente oscuras no ayudaba mucho.
Sin notarlo siquiera a solo unos metros, unos tipos al parecer ‘’borrachos’’, caminaban siguiéndole el paso, cada vez más cerca de él. Y no se hubiera dado cuenta, si estos no le hubieran sujetado del brazo y no le estuvieran diciendo lo que ahora le decían.
-¿Qué haces por aquí a estas horas? ¿No hay nadie contigo? Entonces supongo que podemos divertirnos un rato.
-¿De qué hablan? Yo no iré con ustedes a ningún lado.
Sus instintos gritaban ¡PELIGRO! , quería salir de ese lugar lo más rápido posible, pero aquello no sería tan fácil, porqué ahora el tipo que le había hablado le estaba apuntando con un arma en la cabeza.
-Si te mueves siquiera un poco, te volare la cabeza y esa linda cara tuya.
-Creo que están confundidos, soy un chico. . .
-¿Y eso importa? Igual tienes un agujero por el que te la pueden meter.
-. . . . .
Aquellos tipos harían lo que quisieran con su cuerpo y luego lo matarían, de eso estaba seguro. . .
Uno de ellos tenía sujetados sus brazos detrás de su espalda, mientras que el otro le había tapado la boca con un pedazo de tela y otro más le estaba rasgando la camiseta que traía puesta. Era el fin, ya no podría hacer nada. . .sintió como era despojado también de sus pantalones y. . .
-¡Aléjense de él!
Abrió los ojos en busca del dueño de aquella voz, porqué sí, tenía los ojos cerrados, pero no pudo verlo por ningún lugar y aquello le extraño ¿Es qué su mente estaba tan desesperada como para haber imaginado aquello?
Pero al ver que los tipos que lo estaban sujetando, también parecían estar buscando algo, supo que no se trataba de un producto de su imaginación.
Y entonces lo vio un chico de cabello castaño oscuro y vestido con ropa color negra parado en lo alto de un edificio, y como si la altura no fuera poca saltó cayendo justo frente suyo.
-¿Y tú quién demonios eres? ¿De dónde saliste? ¡Lárgate si no quieres morir!
-Creí haber dicho que se alejaran de él, pero como al parecer no entendieron, tendré que darles una lección.
No sabía que debía causarle más impresión, si el hecho de que saltara de semejante altura, o el que sus ojos hayan cambiado de color azul a rojo carmesí. Pero viéndolo de cerca aquel chico era bastante atractivo, aunque no debería estar pensando en eso estando en tal situación.
Los tipos que permanecían mirando lo que me hacían y esperando ‘’su turno’’ se abalanzaron sobre aquel chico y por un instante sentí terror al pensar que algo pudiera pasarle por querer ayudarme, terror que desapareció que los derribo uno a uno en menos de lo que yo tarde en parpadear.
Al ver vencidos a sus compañeros, los tipos que se mantenían sujetándome salieron huyendo como cobardes, y yo de la impresión me quede quieto en el mismo lugar sin moverme.
-¿Estás bien?
-S-sí, estoy bien, gracias por ayudarme. De no haber sido por ti, no sé qué hubiera podido pasarme.
Genial ¿Desde cuándo tartamudeaba al hablar? Debo verme muy tonto en este momento, más de lo normal.
Me tendió la mano y yo gustoso la recibí.
-Ahm. . .ja,ja la idea era que te levantaras, pero no me molestaría seguir tomando tu mano.
Al escuchar esto no pude evitar sonrojarme, ¡Pero qué estúpido! , claro que por eso me tendió la mano. Genial Lay, lo estás haciendo muy bien…nótese el sarcasmo.
-Ah, sí claro. . .lo siento
Ya estando de pie, pude verlo de cerca, bueno. . .aún más cerca, en verdad era atractivo, no me molestaría quedarme admirándolo por más tiempo. Pero ahora era más importante preguntarle cómo era posible que haya podido saltar de tal altura y seguir en una pieza, y por qué sus ojos de pronto se tornaron color rojo carmesí .Por qué no había visto mal ¿O sí?
Y si era un truco, yo quería saber cómo hacerlo.
-¿Cómo es posible que saltaras de tal altura y sigas como si nada hubiera pasado?
-Creí que primero me preguntarías mi nombre, pero bueno, acércate más y te lo diré.
Su nombre. . .si eso debió preguntar primero, ya que, ya estaba hecho. Obedeció a lo que le dijo y se acercó más, tan cerca que podía sentir su respiración. . . Ok, quizás estaba aprovechándose de la situación y se había acercado demasiado. Y cuando estuvo a punto de alejarse un poco el chico tomo su rostro entre sus manos, lo besó y luego se desmayó en sus brazos.
-Genial ¿Qué más puede pasarme? ¿Cómo se supone que regresare a casa si no tengo ni idea de en dónde estoy? Y por si no fuera poco ¿Ahora también tengo que llevarlo conmigo?
Y como contestando a sus preguntas, su celular ‘’mágicamente’’ volvió a encenderse mostrándole el camino de regreso.