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Dejar de ser el amante por Ayami Uchiha

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Notas del fanfic:

Los personajes no son mios -como si no lo supieran- solo los uso como protagonistas de mis ocurrencias

Notas del capitulo:

¿que tal pueblo? espero que esten bien

¿que creen? ¡por fin acabo mi periodo de evaluaciones! así que ahora podre tener un poco más de tiempo así que aparte de esta, también podre actualizar mis otras historias.

Ahora a leer!!!

Naruto Uzumaki es un joven de 26 años, realmente apuesto de unos ojos azules tan bellos cual cielo sin nubes, unos cabellos rubios como los rayos del sol, en cada una de sus mejillas tiene tres marcas en forma de bigotitos que le daban el aire de un travieso zorrito, así como un cuerpo de infarto producto de las horas que dedica al gimnasio y si eso no fuera suficiente poseía una personalidad alegre, cariñosa, divertida y amistosa que podía conquistar a cualquiera, bueno también ayudaba el hecho de que perteneciera a una de las familias más ricas de todo Japón.

 

Todos los que conocían al rubio podían dar fe de que se trataba de una persona obstinada, una vez que se fijaba un objetivo no paraba hasta alcanzarlo sin importar que tan difícil pudiese ser y no había forma de hacerlo cambiar de opinión. Fue por eso que cuando decidió que lo quería a él no paro hasta lograr que sus sentimientos fueran correspondidos, tenía que admitir que le había costado más trabajo del que se había imaginado, pero al final había logrado atraparlo. Aun así debían de darle crédito considerando que no la tenía fácil, no solo por el hecho de que ambos fuesen hombres, o que él fuese su jefe, no, el verdadero problema había estado en el hecho de que el hombre en el que había puesto sus ojos era casado, pero al final esto no había sido ningún impedimento, volviéndose así como el otro, el amante o como quisiesen decirle, el punto es que había conseguido que el otro se rindiera ante sus encantos.

 

Uchiha Sasuke un joven empresario de 27 años cuyo físico puede atraer a cualquiera, alto y con un cuerpo que pareciese esculpido por dioses, con el cabello negro con reflejos azules en un peculiar peinado con las puntas hacia atrás, unos profundos ojos ónix con los que puede hipnotizar a cualquiera, además de una piel nívea que ayuda a hacer resaltar. En cuanto a su personalidad... bueno, seamos honestos, su carácter deja mucho a desear, es un egocéntrico, orgulloso, con una manía por el poder y en ocasiones algo vengativo, pero a pesar de eso - y aunque sea difícil de creer - puede llegar a ser una persona cariñosa - a su modo- capaz de sacrificarse por ayudar a quien realmente le interese y considere importante, actualmente solo hay dos personas en el mundo que pueden presumir de ser importantes para el Uchiha menor.

 

Desde que se volvió un personaje público el azabache siempre ha sido clasificado como uno de los hombres más atractivos del mundo, por desgracia para todos, este apuesto hombre está fuera del mercado. Sakura Haruno es el nombre de su esposa, una brillante médica y considerada por muchos como una joven realmente hermosa, de piel clara y cabellos de un tono rosa que le llegan hasta los hombros y unos bellos ojos jade.

 

Ambos se conocieron desde su infancia así que para nadie de sus conocidos fue una sorpresa que terminaran juntos.

 

Actualmente llevan seis años de feliz matrimonio, o por lo menos eso es lo que aparentan. La verdad es que su relación, al igual que muchas otras se ha visto afectada por la rutina, es por eso que actualmente están juntos, pero ya no hay amor de por medio. O por lo menos ese es el caso de parte del azabache, porque para Sakura, su matrimonio solo está pasando por una pequeña crisis que serán capaces de afrontar.

 

Lo que la joven no sabe es hay un tercero en discordia, así es el Uchiha tiene un amante, ni él sabe con certeza como ocurrió, a pesar de la falta de amor siempre había sido alguien respetuoso y fiel con Sakura, pero todo cambio cuando apareció él y aunque trato de evitarlo, al final el deseo y la pasión pudo más y termino engañando a su esposa.

 

Al principio se sintió fatal, había fallado a la mujer a la que prometió amor por toda la vida, después de la primera vez trato de alejarse de él y salvar su matrimonio, incluso se tragó su orgullo y acepto tomar terapia de pareja, aunque estas no duraron mucho.

 

Al otro quiso despedirlo, pero a pesar de que era el jefe y el su empleado, no lo podía despedir ya que este había demostrado ser un gran empleado, ganándose la aprobación de Itachi, el otro director de la compañía por lo que no le quedo más que seguir viéndolo, cosa que no desaprovecho el Uzumaki haciéndole insinuaciones constantemente.

 

Aun a pesar de eso pasaron cerca de seis meses en los que el Uchiha menor había evitado evitar caer en la tentación. Pero fue en una noche después de una pelea con Sakura que termino en un bar en donde se encontró justamente con su rubio dolor de cabeza, estuvo a punto de irse, pero este le aseguro que solo por esa vez no tendría dobles intenciones, fue así como por primera vez pudo hablar con el blondo decentemente descubriendo que tenían algunas cosas en común. No está seguro si habrá sido en exceso de alcohol en su sistema o que habrá sido pero esa noche volvió a engañar a su esposa en la habitación de un hotel barato, pero esta vez no le importó, por lo menos no como la primera vez.

 

Al día siguiente cuando despertó y lo primero que vio fueron los hermosos ojos azules de su acompañante sintió una extraña calidez que no había sentido antes.

 

A partir de ahí comenzaron algo, no solo era el sexo, si no que comenzaron a conocerse mejor, platicaban, reían, discutían, se dieron cuenta que en el otro podrían encontrar a un amigo, a alguien que entendía sus sentimientos, fue así como el Uchiha menor vio en Naruto algo más que a alguien con quien saciar sus bajos instintos, sabía que la situación se le estaba saliendo de las manos, en ningún momento debió de haber involucrado sus sentimientos porque se supone que aquello era una relación basada únicamente en sexo.

 

Vaya fue su sorpresa cuando a tres meses de que empezaron aquello, el rubio se le confesará diciendo que en verdad le gustaba y quería una oportunidad. Tuvo que advertirle al oji-azul que aunque aceptara, eso no significaba que fuese a dejar a Sakura, un poco molesto él lo acepto diciendo que prefería eso a nada. Fue así como su relación cambio, seguían teniendo sexo porque al fin y al cabo eso es lo que los había unido, pero ya no era solo eso, también tenían citas constantemente, al cine, parque de diversiones, a cenar, lo que se les ocurriera, prácticamente parecían un par de novios, claro que cuando estaban solos, porque frente a sus conocidos debían fingir que no existía algo más que una relación jefe-empleado.

 

Poco a poco Sasuke descuidaba más su matrimonio, pasaba menos tiempo en casa y apenas la veía, ya no la tocaba y a duras penas le daba un beso que nunca pasaba de un pequeño roce.

 

Sakura no decía nada, no era tonta y notaba el cambio en su esposo, sus amigos le decían que debía tener los ojos bien abiertos, pero ella insistía en que tenía plena confianza en Sasuke y que este nunca la engañaría. En el fondo sabia la verdad, pero se reusaba a aceptarla y prefería seguir en su cuento de hadas en donde los dos se aman y si el azabache había estado distante era por el exceso de trabajo. Nunca reclamaba nada, tal vez en ocasiones hacia una que otra pregunta, pero nunca lo acusaba de nada, prefería callar y no molestar a Sasuke.

 

Lo que la pelirrosa no sabía era que esa actitud irritaba cada vez más al Uchiha, él sabía que ella tenía un temperamento fuerte, pero cuando estaban juntos ella se mantenía callada y no hacía más que adularlo, realmente le molesta su actitud tan sumisa.

 

De caso contrario esta Naruto, Sasuke está acostumbrado a la forma especial que lo tratan solo por su apellido, pero con él desde un inicio fue completamente diferente, nunca tuvo miedo de encararle o decirle sus verdades sin importarle el riesgo que sufría por ser su jefe, aunque no lo admita, el moreno realmente disfruta de esas peleas - muchas veces sin sentido- e incluso provocaba al rubio para que le peleara. Cuando están solos siempre expresa su opinión no se va únicamente con lo que le dice el azabache, si le gusta algo lo dice y si no le gusta también lo dice, algo que realmente agradece el ojinegro.

 

Otro aspecto que realmente agradece el moreno es la pasión de su amante en la cama, Sakura puede que tuviese su lado pervertida - aunque lo nieguen- pero no por eso se armaba de valor para hacer algo diferente, siempre era lo mismo, incluso llegó un punto en que lo hacían el mismo día - el sábado - como si se tratase de una obligación y no algo que hacen por gusto.

 

En cambio con el rubio habían hecho sin fin de cosas dignas de una buena película porno: juguetes, disfraces, en ocasiones algo de sado, hacerlo al aire libre, en los baños de la empresa, en su oficina, en el cine, joder prácticamente lo hacían donde les agarrase la calentura.

 

Pero lo que más le sorprendió a Sasuke fue la facilidad con la que podía comunicarse con el rubio, a veces ni siquiera necesitan de palabras, bastaba con una mirada para entenderse, algo que con Sakura no pasaba, era sorprendente como el rubio llego a conocerlo mejor en un par de meses que Sakura a la que conocía prácticamente de toda la vida.

 

Fue así como su relación dio inicio y aunque tuvieran que ocultarse eran felices a lado del otro, cada día que pasaban sentía que se enamoraban más del otro y es que tenían algunas cosas en común, pero a la vez era polos opuestos por lo que se complementaban mutuamente.

 

Pasemos al presente en donde se encontraban nuestros protagonistas tratando de recobrar el aliento después de unas buenas rondas de sexo salvaje en el departamento del rubio.

 

- ah...ah... Joder dobe como me encantas

 

- ah... lo se teme, ah... después de todo ah… soy el mejor - le dice dedicándole una sonrisa zorruna que tanto le encanta al azabache

 

- y luego yo soy el egocéntrico

 

- aprendí de ti - le comento divertido mientras se acomodaba en el pecho de su amante - ¿te quedas a dormir?

 

- no puedo, Sakura terminara su turno temprano hoy, así que... - comento con pesar porque de verdad quería quedarse con su rubio

 

- eso no es justo, ¡porque debo seguir compartiéndote! - comento molesto mientras se sentaba para poder ver al azabache a los ojos

 

- ya te lo dije, esa maldita cláusula que pusieron cuando nos casamos, ella debe de ser la que pida el divorcio, de otra forma no hay nada que pueda hacer

 

- ¡pero ella jamás te pedirá el divorcio!

 

- pues entonces estaremos casados toda la vida - comento como si nada mientras se colocaba sus pantalones

 

- ¿cómo puedes decir eso como si nada? - pregunto molesto

 

- dobe...

 

- dobe nada, ¡pareciera que no te importa!

 

- por supuesto que me importa pero ¿que se supone que haga?estoy atado de manos

 

- ¡pues entonces busca una solución! - grito molesto mientras se sentaba dándole la espalda al azabache

 

- Naru - hablo tranquilo mientras abrazaba al rubio por la espalda- desde el inicio sabias como estaban las cosas y tu aceptaste, así que dime que es lo que realmente te está molestando ahora

 

- es solo que no me gusta compartirte

 

- y no lo haces

 

- por supuesto que lo hago, ella es la que puede verte por las mañanas, es ella la que se duerme contigo, es a la que presentas como tu pareja - el blondo nada más se movía tratando de separar al moreno

 

- pero es a ti a quien amo - y como palabras mágicas el oji-azul dejo de moverse, algo que aprovechó para poder pegarlo más a su pecho

 

- ¿estás seguro teme? - pregunto con algo de temor, jamás lo admitiría en voz alta pero había ocasiones en que se sentía inseguro al lado del moreno, como si no estuviese a su mismo nivel y por lo mismo temía perderlo

 

- por supuesto que si usuratonkashi

 

- también te amo teme - contesto recargándose en el pecho del moreno y ambos se sumergieron en un silencio para nada incomodo

 

- ¿estas mejor?

 

- si

 

- será mejor que me apure - se separó del rubio y se dirigió a darse una ducha rápida.

 

El rubio vio cómo su pareja entraba al baño, cuando cerró la puerta se dejó caer sobre la cama y se quedó viendo el techo.

 

Se puso a pensar en su relación, ya antes había tenido un par de parejas y aunque las había querido jamás había sentido lo mismo que sentía por el Uchiha, estaba seguro de que él era el indicado, su mitad, su complemento y jamás podría encontrar a alguien que lo hiciera sentirse tan feliz y pleno como el azabache, sonaba cursi pero era así como se sentía.

 

Estaban juntos desde hace casi un año, de hecho en una semana cumplirían un año desde que se declaró y comenzaron a "salir" y aunque cada día se enamora más del azabache, seguía ese dolor que sentía por saber que no era el único en la vida del moreno.

 

Sabía que Sasuke lo amaba, en pocas ocasiones se lo decía debido a que no es muy expresivo - y menos con ese tema - pero no le hacía falta porque con cada día que pasaban, con cada acción, con cada beso se lo demostraba, eso lo alegraba, porque sabía que con Sakura jamás tenia las mismas atenciones, sabía que Sakura no lo conocía tan bien como él, sabía que con Sakura no podía ser él mismo.

 

Sin embargo Sakura tenía varias cosas que él no podía tener: ser la primera persona en verlo por las mañanas, ser la persona que pudiese presumir ser su pareja, ser la persona que cargarse con el apellido Uchiha, ser la persona con la cual pudiese formar una familia.

 

La envidiaba, no lo negaba y es que él quería poder tener eso, quería poder ser la primera persona que Sasuke viese por las mañanas, quería presumir al mundo entero que él era el dueño del corazón del azabache, quería poder presentarse como Naruto Uzumaki de Uchiha, quería poder formar una familia -fuese por adopción o alquilar un vientre- había varias cosas que quería pero que no podía tener solo por tener que mantener su relación en secreto.

 

Siempre supo a lo que se exponía, sabía desde un inicio que sería el otro y pensó que podría estar bien con eso, pero no, era demasiado egoísta para conformarse, quería tener todo de Sasuke.

 

Y él no era el único, el azabache ya había mencionado en un par de ocasiones que quería terminar con su farsa de matrimonio para poder unirse formalmente con el blondo y poder, en sus propias palabras: "presumir como suyo a ese sexy rubio" pero no podía hacerlo, estaba atado de manos a menos que fuera la misma Sakura quien pidiera el divorcio.

 

Sabían que eso probablemente jamás ocurriría y es que la chica está obsesionada con Sasuke, ni siquiera decían enamorada porque a su parecer lo que ella sentía no era amor, es decir, humillarte y rebajarte constantemente por alguien no puede ser amor, no saber prácticamente nada de la otra persona a pesar de conocerse de toda una vida no puede ser amor, conformarse con recibir mínimas muestras de aprecio no puede ser amor, en definitiva esa chica no estaba enamorada pero aun así estaban casados, el Uzumaki constantemente se preguntaba cómo habían terminado juntos y el Uchiha solo le decía que era complicado de explicar.

 

Salió de sus pensamientos cuando vio al azabache salir del baño con una toalla amarrada a la cintura y con otra se secaba el cabello

 

- deberías darte una ducha - le comento mientras comenzaba a vestirse

 

- ¿que? - pregunto el rubio para luego mirarse y darse cuenta que efectivamente necesitaba un baño debido a lo sucio que estaba por el sudor y el semen -  a cierto - se levantó de la cama con algo de dolor en sus caderas y se dirigió al armario de donde saco una toalla, unos boxers limpios y un pantalón de pijama.

 

- estoy listo - hablo el moreno quien ya se encontraba perfectamente arreglado - ya me voy

 

- teme

 

- uhm? - "pregunto" al notar el tono de duda en la voz del oji-azul

 

- te amo - Sasuke no dijo nada, se acercó a Naruto y le dio un beso de esos que te roban el aliento

 

- nos vemos mañana - sin más salió de la habitación.

 

Naruto se quedó viendo por donde salió Sasuke hasta que escucho el ruido de una puerta cerrarse sabiendo así que el moreno había dejado su departamento.

 

Se dirigió a darse esa ducha que tanto le urgía, en todo ese tiempo solo pudo pensar en que era feliz a lado de Sasuke, en cada beso, en cada cita, en cada toque, pensó en todo llegando a la conclusión de que sin duda el azabache era lo mejor – y lo más importante- en su vida, sin embargo por más que lo intentase no podía olvidar el hecho de que Sasuke estuviese casado con alguien que no era él.

 

Se acostó sin muchos ánimos, giro su cabeza a la derecha y ahí en el buro había una foto de él con una gran sonrisa siendo abrazado por la espalda por el ojinegro quien tenía una pequeña –pero no menos significativa- sonrisa y fue entonces que supo lo que tenía que hacer.

 

Se acomodó y cerró los ojos dispuesto a dormir sabiendo cual era su decisión: dejaría de ser el amante.


 

Notas finales:

Bien, según yo sera un three-shot, pero en ocasiones me extiendo demasiado, así que ya veremos.

Espero que les guste -y que dejen algun review - cuidense y hasta la próxima


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