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La propuesta por kari

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Notas del capitulo: Este es el primer fic que escribo de esta serie, se me ocurrio despues de leer tanto fic sobre la misma, asi que la mayor parte de las referencias que tomo son de lo que he leido hasta ahora, asi que ustedes perdonara mi ignorancia en muchos aspectos de la serie ^^U
  La propuesta
 
Capitulo1Atado de manos
 

Pareciera que el cielo se estaba cayendo a pedazos, la gente corría a guarecerse en los techos de los establecimientos.

 

-Parece que el cielo también esta en mi contra- murmuraba cierto castaño de ojos azules en su auto.

 

Había sido un día de pesadilla, el maldito de su padrastro había muerto por fin y creyendo que con eso se terminaba su infierno, ese pensamiento se disipo con la lectura del testamento.

 

Ni muerto iba a dejarlo en paz, pero tenía que hacer lo estipulado si quería conservar Kaiba corp. Y seguir siendo la cabeza de la Familia, no iba a permitir perder lo que tanto esfuerzo le había costado, no pensaba perder ante su padrastro.

 

La lluvia pareció aminorar un poco, aun faltaba bastante para llegar a la mansión y el trafico pareció aumentar, las luces de ambulancias y de la policía se veían metros adelante.

 

-Solo esto faltaba, algún idiota que no tuvo precaución-

 

La marcha de los autos se hizo lenta, al parecer tres autos hicieron carambola, obstruyendo dos de los tres carriles de la avenida. Esto estaba desesperando al joven Kabia  que no importándole la lluvia bajo del auto, acercándose al accidente.

 

-No puede pasar- le advirtió uno de los policías que mantenía a raya a los curiosos.

 

Kaiba miro por encima del hombro del policía, al parecer el accidente había sido muy aparatoso, uno de los autos se hallaba boca arriba, el otro incrustado en un poste y el tercero parecía que solo había sido golpeado.

 

Esto iba a tardar -lo mejor será tomar otra ruta- Iba a dar media vuelta cuando algo o mas bien alguien llamo su atención.

 

Un joven con la cabeza ensangrentada forcejeaba con dos de los paramédicos, quienes luchaban por subirlo a la ambulancia.

 

-Por favor déjenme, estoy bien, solo es un pequeño golpe en la cabeza-

 

-Podría tener un daño mayor si no lo llevamos al hospital a que lo revisen-

 

-Por favor déjenme ir-

 

Esto era el colmo, ese estúpido de Wheeler, ahora si que el día estaba arruinado. Llamo por su celular, pidiendo que alguien viniera a recoger su auto y haciendo a un lado al policía que se quedo sorprendido por unos segundos, Kaiba camino con paso decidió hacia el joven rubio.

 

-Deténgase no puede pasar- grito el policía no pudiendo dejar su posición ya que otras personas trataban de acercarse también.

 

-Por favor, tengo que irme, ustedes no entienden-

-El que no entiende eres tu, así que serás un perro obediente y subirás a esa ambulancia-

 

Tanto Joey como los paramédicos voltearon a ver al joven que se acercaba hacía ellos

 

-Kaiba...- murmuro Joey, sintiendo que la vista comenzaba a nublarse.

 

-¿Lo conoce?- pregunto uno de los paramédicos.

 

-Por desgracia si, es un compañero de escuela- mirando fijamente al rubio que apenas se mantenía en pie.

 

Y antes de que alguien pudiera decir algo cargo a Joey en sus brazos subiéndolo a la ambulancia.

 

Joey apenas y pudo reaccionar, quien se creía ese ricachon para humillarlo de esa forma.

 

-Bájame, como te atreves, no soy ninguna chica- reclamo con las pocas fuerzas que le quedaban.

 

-Pues no te comportes como una, perro- Kaiba lo deposito en la camilla y no permitió que se levantara y volteando a ver los paramédicos -¿Podemos irnos o van a quedarse mirando toda la noche?-

 
 
 

                                                *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-

 

Así termino su día, en la sala de espera del hospital central de ciudad Domino, aun no entendía muy bien porque hizo lo que hizo, Wheeler y el era enemigos, siempre insultándolo a la menor oportunidad, siempre jactándose de su posición frente a ese perro, la verdad es que le gustaba molestarlo se había convertido en su pasatiempo favorito, esbozo una pequeña sonrisa al recodar algunos episodios en los que había logrado sacarlo de sus casillas.

 

Uno de los doctores se acerco a Kaiba.

 

-¿Usted viene con el joven con la herida en la cabeza?

 

-Si- contesto con indiferencia.

 

-La herida que tiene en la cabeza no es de cuidado, pero lo tendremos en observación hasta mañana, solo por precaución-

 

Kaiba solo suspiro fastidiado, el perro estaba bien, ahora podría irse a descansar. Se levanto de su asiento dispuesto a irse, pero fue detenido por el médico.

 

-Disculpe...-

 

-¿Qué quiere?-

 

-¿Usted conoce a su familia?-

 

-No, porque tendría que conocerla, el solo es un conocido de la escuela muy escandaloso y necio- respondió molesto.

 

-Disculpe, no lo entretengo mas- atreviéndose a darle la espalda a Seto Kaiba.

 

-Con un demonio- apretó los puños siguiendo al doctor que desapareció en una de las habitaciones que se hallaban en el pasillo frente a el. Entro a la sala, viendo como el doctor corría una de las cortinas que separaban las camas.

 

Se acerco decidido a poner a ese medicucho en su lugar, pero no lo hizo... Al escuchar la voz asustada de Joey se paro en seco.

 

 -La policía vendrá mañana para interrogarte-

 

Joey apretó las sábanas con las manos, el había sido el causante de ese accidente.

 

-¿De quien huías Joey, puedo llamarte así?-

 

El aludido mantenía la mirada en la sabana.

 

Tienes heridas que fueron producto del accidente, pero tienes algunas que fueron hechas por golpes, tienes moretones por toda tu espalda.

 

-Las... personas... ¿están bien...?-

 

-Si, nadie resulto gravemente herido-

 

Joey suspiró aliviado.

 

-Joey no puedo ayudarte si no hablas conmigo-

 

-¿Usted quiere ayudarme?-

 

-Si tu me lo permites-

 

Joey levanto su rostro mirando al doctor, había recibido otra golpiza por parte de su padre, si es que a eso se le puede llamar padre, un hombre que solo le importa que el consiguiera dinero para mantener su vicio de alcohol. Había dejado de ser su hijo a los ojos de ese hombre.

 

No pudiendo soportarlo mas comenzó a llorar, cubriendo su rostro con sus manos -Huía de mi padre- dijo por fin entre sollozos.

 

-¿El te hizo esto?-

 

Joey solo asintió.

 

-Tendré que reporta esto a la policía- dijo muy serio el doctor.

 

-No por favor, usted no sabe de que sería capaz...-

 

-Lo siento pero esto no puedo pasarlo por alto, que tal si alguien hubiera muerto en el accidente, hubieras ido a la cárcel, o pudiste haber muerto-

 

En ese momento el rubio deseo estarlo, por lo menos así se acabaría su vida, ya estaba cansado de luchar y seguir hundiéndose cada vez mas, lo único que tenia era su hermana, pero ella vivía lejos y ajena a todo lo que acontecía entre su padre y el.

 

-Yo negare todo- contesto un poco exaltado el rubio

 

-¿Pero que estas diciendo? Mañana yo hablare con la policía, no es posible que sigas sufriendo este maltrato-

 

-Pero...-

 

-Ningún pero, mañana arreglaremos esto- Saliendo de la sala.

 

Joey estaba asustado, tenía que salir de ahí. Se levanto de la cama

 

-Será mejor que te tranquilices perro- dijo el castaño saliendo de detrás de la cortina.

 

-¡¡¡Kaiba!!!-

 

Que estaba haciendo ahí, acaso escucho todo.

 

-Quien lo diría, así que todo lo que haces es aparentar felicidad, que patético- mirando de arriba abajo al rubio.

 

-Este no es tu problema Kaiba, así que vete de aquí- dando unos paso rumbo la ceo, pero un dolor en su cabeza lo detuvo, haciendo que perdiera el equilibrio que de no ser por el castaño hubiera caído al suelo.

 

Lo tomo en brazos acostándolo en la cama -Ahora serás un buen perro y te quedarás quieto-

 

-Maldito Kaiba, porque no te largas-

 

El castaño no se dio por aludido -Si que estas metido en un problema, pero claro, que mas se podría esperar de un fracasado como tu  Wheeler-

 

-Si ya terminaste, te puedes ir largando-

 

-Aun no- una sonrisa mordaz se dibujo en sus labios -Yo puedo ayudarte a salir de todos tus problemas-

 

Joey miro a Kaiba sorprendido, pero sin dejar el sarcasmo de lado -Debo estar muerto, Kaiba ofreciéndome su ayuda, debo estar en el infierno-

 

-Ladras mucho, pero cuando vivamos juntos aprenderás a obedecer a tu amo-

 

-Vivir... vivir juntos-

 

Esto era una broma y de muy mal gusto, pero Joey pronto se daría cuenta de cuan equivocado estaba.

 
 

Continuara...

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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