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El viaje de Danny por NovenaCampanada

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Notas del capitulo:

Defincion de entornado = comunmnte dihco como ojos a medio cerrar o medio abiertos

Defincion de soslayo= Mira algo de forma oblicua, comunmnte lo dicen como mirar despitadamnte o de reojo. 

solo agrego este tipo de informacion con el fin de que pueda imajinarlo aun mejor y los disfruten mas. 

espero y sea de su agrado.
 Gracias nwn/

Capítulo 1.

         Hasta hace unos pocos días el  verano más infernal azotaba  con fuerza Amity Parck, con temperaturas sobre los  60 grados centígrados, las más altas nunca antes registradas por la ciudad. Los Habitantes habían evitado a toda costa salir, pues durante los primeros días de la sofocante onda caliente, el hospital recibió por lo menos doscientos casos de personas que sufrieron un golpe de calor mientras caminaban por las calles. Recluidos en sus hogares, permanecieron con las cortinas corridas y los aires acondicionas funcionando día y noche, pues ni siquiera el ocultamiento del astro rey les traía calma; varios de los aires acondicionados sufrieron descomposturas por su ininterrumpido funcionamiento, pero rápidamente reparados pues pasar un solo minutos sin ello sería imposible.
          Aquellas fueron las vacaciones de verano más horribles y aburridas. Los estudiantes de los colegios pasaron la mayor parte del tiempo encerrados en casa. Muchos intentaron huir lejos, pero todo fue un intento en vano. Todos los transportes y vehículos de la ciudad habían dejado de funcionar por extrañas razones: muchos culparon a la onda de calor, pero nadie se logró enterar realmente lo que fue. Las actividades delictivas fueron un record, pues no hubo ni un solo atraco, ni siquiera los criminales se atrevían a salir de sus escondites.
         Por alguna clase de milagro para algunos y una broma de pésimo gusto para otros, el primer día de regreso al colegio, el cielo permeancia limpio y radiante, pero con la excepción de que el calor se esfumo por arte de magia, en su lugar un fresco y agradable viento soplaba ese día. Varios estudiantes dejabas sus casas con dirección a la escuela estirando los pies después de su largo letargo. Las calles y avenidas que fueron un pueblo fantasma ahora rebosaban de vida. Los amigos se congregaban para quejarse de lo injusto que era volver a clases después de haber perdido miserablemente todas las vacaciones. Sin excepción todos esperaban que el mal clima durara lo suficiente como para llevarse buena parte del periodo escolar, pero aquello fue solo una ilusión que se desvaneció con el calor.
         Por las aceras el chico más desafortunado de los alrededores, caminaba acompañado de sus grandes amigos Sam: la chica gótica  y Tucker: el tecno-maniaco.
         -Viejo esto es un completo asco- Resoplo Tucker, sin apartar la vista de un aparatejo que traía entre manos- No puedo creer que pasara mis vacaciones encerrado en mi casa-
         -¿Acaso no es eso lo que normalmente haces?- Pregunto Sam, con tono incrédulo arqueando una de sus bien delineadas cejas negras.
          Danny ahogo una carcajada. Tucker solo ignoro la pregunta.
         -Dejando eso de lado, ¿acaso no les parece muy raros los cambios de clima?-
         -No seas ridícula, Sam. Tan solo fueron sucesos bastante desafortunados- Respondió Tucker presionando las teclas del pequeño artefacto cuadrado a gran velocidad.
       -Pero chicos ¿acaso no les parece bastante raro? O ya olvidaron que ya hemos  luchado contra un enemigo que era capaz de manipular el clima-
       -Tucker tiene razón, Sam. Es bastante raro, pero solo eso, nada que ver con fantasmas-
       Sam arrugo la cara y les dirigió una mirada reprobatoria. Tucker y Danny tenían la mala costumbre de no tomarse  las cosas muy enserio hasta que todo estuviera fuera de control. Actitud que exasperaba a Sam.
        -Escucha, en todo este verano mi sentido fantasma no se activado ni una sola vez. Se lo que te digo, no es nada para preocuparse-  Dijo Danny con aire despreocupado- Es una suerte que sea viernes-
         Sam no parecía muy convencida de las palabras de Danny, pues muchas veces él se había equivocado. Pero no dijo nada más. Continuaron por todo el camino callados hasta estar frente al gran instituto. Tras cruzar las puertas principales, Sam los dejo para dirigirse a la primera clase del día.
          -¿Crees que este muy molesta?-Pregunto Danny mirándola alejarse y desaparecer al doblar en un pasillo-
          -Hablamos de Sam- Dijo Tucker, mientras metía varios libros en sus casillero- Cuando menos lo pienses ella estará quejándose de otra cosa. Ya lo veras-
          Dedicándole una sonrisa, Tucker se despido agitando su mano girando en el pasillo contrario por donde Sam se había marchado.
          Danny se veía perplejo, pero no decidió darle vueltas al asunto. Dejo unos gruesos libros de pastas cafés dentro del casillero y subió por la escalera blanca que estaba a la derecha inmediata de la puerta principal. Al andar por el pasillo del segundo piso podía observar a los otros estudiantes en sus clases, todos ellos con miradas soñolientas.
         Deteniéndose frente a la puerta de su salón correspondiente, la empujo esperando ver un par de caras conocidas, pero no fue completamente así. Todos los pupitres estaban vacíos, a excepción del más alejado de la primera fila; Dash Baxter miraba por la ventana con la barbilla recargada en su mano. Parecía muy cambiando, era un poco más alto y con más musculatura. Él no se percató de la presencia de Danny, quien aprovecho para escabullirse a los pupitres del fondo. Arrojo la mochila y tomo asiento en el más apartado de Dash.
         Pasaron los minutos y nadie más había llegado. 
         Danny miro a Dash, no era normal que su brabucón oficial perdiera una oportunidad como esa para dedicarle un par de insultos, pero parecía estar demasiado absorto en sus pensamientos, lo cual también resultaba inusual puesto que él no era una persona muy profunda que se detuviera a meditar sobre su vida ¿O sí?
          Danny miro el reloj que estaba al frente del salón en la parte más alta. Solo transcurrieron un par de minutos más desde que llego, pero le había parecido una eternidad.
         << ¿Acaso nadie vendrá?>> Pensó Danny mirando de soslayo a Dash, temiendo que en cualquier momento saliera de su trance e iniciara su habitual tratamiento. El tiempo transcurrió increíblemente lento, como si una fuerza extraña se esforzara por eso. Danny miro el techo. Hojeo un cuaderno. Garabateo la platea del asiento y en ocasiones lanzó una mirada furtiva a Dash que seguían inmóvil como una estatua.
           Danny pasó el momento muy incómodo y estaba mas impaciente que nunca por que iniciara la clase.
           -El profesor Hopkins no vendrá- La voz de Dash logro que Daniel pegará un brinco por el susto; El timbre era muy diferente al de antes, mucho más grueso y profundo. No solo su cuerpo había sufrido cambios en ese verano. Danny no pudo evitar la nota, de lo que al le pareció, tristeza e indiferencia en la voz de Dash. Por un momento abrió la boca para preguntar si se encontraba bien, pero rápidamente la cerro cuestionando a si mismo de por qué aria tal cosa. Ambos continuaron ignorando la presencia del otro. Danny se preguntó si lo que Dash le conto era verdad, pues ese día tenía las primeras tres horas con el profesor Hopkins, su profesor de historia y filosofía: sus clases no eran malas, incluso se volvían interesantes, pero no eran temas del interés de Danny, aunque no la pasaba mal.
         Temiendo que Dash solo estaría mintiendo para causarle problemas decido permanecer ahí hasta el último momento, si era necesario o eso pensaba hacer cuando la puerta se abrió de golpe. Al mirar Danny ya tenía el pelo naranja de su hermana muy cerca. Dash seguía como si nadie más estuviera cerca, mirando por las ventanas hacia ningún lugar en especial.
         -¿Danny, que haces aquí?- Pregunto Jazmín con curiosidad- El profesor Hopkins no asistirá-
         Danny miro a Dash que seguía perdido en la ventana. <<El no mintió>> pensó mirando a Jazmín de nuevo.
         -¿Cómo sabias que estaría aquí y a que has venido? Pregunto Danny algo intrigado, pero con cierta molestia. Su hermana siempre estaba bien informada.
          Jazmín estaba más que acostumbrada a la forma en la que Danny se comportaba con ella, por lo que respondió con una sonrisa gentil en su cara.
          -Unos chicos de tu clase me lo contaron y solo te traigo el almuerzo que olvidaste en casa- Jazmín deposito una caja color blanco envuelta en un pañuelo sobre la paleta del pupitre. Sin decir más salió cerrando la puerta tras ella.
           Danny no tenía que permanecer más ahí, pero le había picado la curiosidad sobre el comportamiento de Dash ¿Era posible que cambiara tanto en solo un par de meses? No era normal que Danny mostrara tanto interés por el mariscal, pero el verano no fue precisamente común y cada vez estaba más lejos de serlo. ¿Pero cómo iniciaría una conversación con su acosador? <<Debo estar loco>> Danny se acercó sin más, si un plan o algo en mente. Cuando por fin pudo ver el rostro de Dash se llevó una gran sorpresa: bajo sus ojos unas enormes y negras ojeras, tenía una mirada entornada y bastante afligida. No tenía el comúnmente brillo y  rubor de sus mejillas, era mucho más pálido. Incluso su cabello carecía de vida y color. Parecía haber adquirido un semblante más duro y amenazador. Lucia mucho más atractivo y maduro que antes. Se había dejado la barba bastante corta.
         -¿D-Da-Dash?- Dijo Daniel con voz temblorosa alejándose unos pasos.
         Dash lo miro con ojos entornados y fríos. Danny se aclaró un par de veces la garganta antes de continuar.
        -¿Estas bien, Dash?- Aun no podía quitar el tono de inseguridad en su voz. Espero unos momentos a la respuesta, pero solo se le quedo mirando con ojos gélidos.  Daniel se jalo el cuello de su camiseta con la mano, en ese momento le ajustaba demasiado o eso sentía. El silencio se prolongó y Dash solo lo miraba fijamente.
         -¿Cómo estuvieron tus vacaciones?- Tan pronto como lo dijo, se arrepintió de haberlo hecho. Los ojos de Dash se abrieron como platos. Bajo la vista al suelo recordando algo, tornando su mirada más acida y hostil. La vena en su cien palpitaba tan fuerte que Danny podía verla y se echó un poco más atrás.
         -¿¡Qué demonios quieres, imbécil ¡?-  Alzando la voz Dash empujo el pupitre hacia adelante con tanta fuerza que se estrelló contra el escritorio partiéndose la paleta en dos. Temblaba de rabia. Danny quedo boquiabierto. Dash antes había hecho estupideces, le ponía apodos tontos y le jugaba bromas bastante infantiles, pero el desplante de ira en ese momento era llevarlo a otro nivel. Nunca antes lo había llamado imbécil con un tonto tan frio y directo y mucho menos le causaba daños a la propiedad escolar, no de manera intencional.
        Dash abrió su boca para agregar algo más, pero al mirar a Danny confundido y pegado a al muro intentado poner la mayor distancia entre los dos, se mordió el labio inferior, tomo la mochila sin llevársela al hombro y salió a grandes zancadas azotando la puerta provocando que el cristal ser partiera en añicos. Danny se quedó pasmado sin decir nada. El señor Falluca, profesor de matemáticas en la escuela Casper salió de una de las aulas, varios alumnos de todas las aulas asomaron la cabeza por las ventanas.
        - Señor Baxter, creo que se encuentra en grandes problemas- Dijo el hombrecillo parándose con toda la autoridad posible delante de Dash, pero el solo continuo caminado ignorando a todos incluido el profesor. Varios alumnos carcajearon sonoramente, el profesor Falluca se puso rojo como tomate.
        -¡Señor Baxter. Estas usted castigado ¡- Alzo la voz pero Dash se había perdido escaleras abajo. Los alumnos continuaron riendo.
         Danny se paró en el umbral de la puerta bastante desorientado. Los trozos de vidrio crujieron bajos sus zapatos resquebrajándose aún más. Le temblaban las manos y salió bastante pálido.
        -Cariño ¿Estas bien?- La profesora Wibert, de geografía. Una mujer pequeña y delgada con cabello ensortijada color negro. Hablo con su dulce voz. Ella era una de las profesoras más ambles y queridas por los estudiantes.
         -Sí, profesora. Lo siento mucho, profesora-  Danny miro los trozos del cristal, luego echo una mirada dentro del aula y al final miro por el pasillo donde el señor Falluca seguía erguido y con ojos desorbitados en cólera.
         -¿Seguro que está todo bien?- insistió con gentileza
         -Si profesora. Por favor discúlpeme- Danny corrió pasando junto al señor Falluca, que estaba a punto de echar espuma por la boca.  Bajando las escaleras miro los cuatro pasillos, sin señales de Dash. Saliendo del instituto miro la carretera que corría al frente. El viento soplo meciendo los arboles cercanos; la temperatura desuncido un poco. No había señales de él.
          Las horas pasaron más  rápido de lo normal. Ahora Danny se encontraba en la clase del señor Lancer. Colocado en los pupitres del fondo, con Sam y Tucker a sus castados.
          Depuse del pase de lista, Danny noto la ausencia de Dash y sabía que así sería el resto de las clases y era su culpa.
          -Chicos- susurro Danny agachándose, casi con la cara pegada a la paleta del pupitre. El señor Lancer comenzó a escribir en la pizarra el temario que seguirían a lo largo del nuevo curso.
          Sam y Tucker se inclinaron a su nivel.
          -¿Qué ocurre?- preguntaron igualmente bajo. Sam conservaba la esperanza de que Danny hubiese recapacitado el asunto del clima.
          -Esta mañana tuve un problema con Dash- Dijo mirando al señor Lancer que aún seguía de frente a la pizarra.
          -¿Qué fue lo que hizo ese cretino?-  Pregunto Sam. Tucker permaneció a la espera de la respuesta.
          -No, el no hizo nada- Ambos quedaron un poco confundidos. Miro al señor Lancer- Él está bastante cambiado. Desde que llegue el permaneció en silencio, parecía estar triste. Sin mencionar que es un poco más alto y parece ser más maduro.-
          -¿Hablamos del mismo Dash Baxter?- Pregunto Tucker, mirando al señor Lancer- El brabucón que suele molestarnos y hacernos la vida miserable ¿Ese Dash Baxter?-
          -Un cambio no es tan raro- Intervino Sam - Pero aun no has contados que fue lo que te hizo-
          -Él no me hizo nada- Danny sonó irritado, pero mantuvo la voz baja- Parece que esta vez fui yo el que causo el problema- 
          Bajo la mirada un poco triste recordando el altercado.
          -Viejo quieres explicarte bien. No entiendo nada- Tucker miro al señor Lancer que ya tenía media pizarra llena.
          -Dash parecía triste, así que le pregunte cómo habían estado sus vacaciones y de la nada exploto causando todo un alboroto. Ahora esta castigado y me siento culpable. Sin mencionar que se fue de la escuela-
       Sam y Tucker intercambiaron miradas de sorpresa y confusión.
       -Danny- Dijo Sam con tono consolador- Es normal que la personas tenga un mal día, incluyendo al cretino de Dash. No deberías meterte en asuntos que no te conciernen-
       -Lo sé, Sam. Es solo que se veía bastante mal. No lo pude evitar- Danny se hundió mas en su asiento pegando la cara completamente contra la paleta.
       -Vamos viejo. Se trata Dash, él siempre nos está metiendo en problemas. No te sientas mal-
       -Es verdad, pero fue mi culpa ¿Creo que debería disculparme?-
       -¿Estas de broma?- Dijo Tucker tomando una foto a la pizarra cuando el señor Lancer hubo terminado. Más tarde se aseguraría de enviárselas por correo –Déjalo así, solo te meterás en líos-
        -Tucker tiene razón. Tus intenciones son buenas, pero se trata de Dash, será mejor que lo dejes en paz y no te metas en sus asuntos-
        Danny no logro concentrarse el resto del día. Todo trascurrió muy lento para él, pero finalmente se encontraba fuera del instituto con dirección a casa.
        El viento soplaba con más fuerza, pero seguía siendo agradable. Cuando se despido de sus amigos, Danny doblo en una esquina para internarse en un callejón que acortaría el camino a su hogar. Los arboles tan altos cubrían con sus espesas copas el largo trecho, unos finos haces de luz se colaban entre las ramas. Varias hojas verdes cubrían el suelo y otras más caían por culpa del viento. Al final del callejón Danny pudo ver a Dash, pero no se hallaba solo. Un hombre de traje negro y con una cola de caballo parecía discutir con él. En la expertica de Danny los hombres con traje nunca eran de fiar. La discusión parecía ponerse más acalorada, al final el hombre entrego algo a Dash y se marchó, pero Danny no pudo ver lo que fue.  El mariscal encendió un cigarrillo para sorpresa de Danny.
       Un aliento frio escapo de sus labios, al girarse pudo ver un fantasma, pero no era nada a lo que se había enfrentado antes: una masa de carne y tripas sin forma, llena de horrendos tentáculos grises con una especie de gancho en las ventosas, floto hacia Danny pero instantáneamente desaprecio. Se quedó bastante impactad con lo acontecido, de inmediato miro hacia donde estaba Dash, pero él ya no estaba más ahí.
       -¿Qué demonios está sucediendo?- pensó Danny en voz alta. Apresuro el paso, quería llegar lo más pronto posible a casa. Durante el camino no dejaba de pensar en lo que había visto: el fantasma extraño, pero a un más importante para él, a Dash metido en asuntos raros.
       Habiendo recorrido un cuarto de ciudad, entro a su casa y subió hasta su habitación cerrando la puerta tras él. Se tiro sobre la cama boca abajo. El cuarto en penumbras le ofrecía un poco de alivio. Intento convencerse de que todo era normal, pero era inútil. Sam tenía razón, algo raro ocurría en Amity Parck.
       Danny tomo asiento en el borde de la cama y encendió el televisor con el control remoto. Creyendo que un poco de TV los distraería. El canal de las noticias aprecio nebulosamnte hasta estar completamente nítido.
       “Se alerta a los habitantes de Amity Parck que tomen precauciones” inicio la reportera que parecía estar en un lugar nublado y con bastante viento “El clima está sufriendo otro violento cambio, los meteorólogos afirman que una tormenta muy intensa se aproxima. Se les recomienda tomar las medidas adecuadas para mantenerse a salvo. Por favor no salgan de casa, a menos que se absolutamente necesario”
        Apagando el televisor, Danny se acercó a las ventanas y abrió las cortinas. El cielo estaba encapotado y bastante oscuro y por la forma en que las hojas en los árboles se mecían podía ver que el viento también gano bastante fuerza.
       << ¿Cómo paso esto? Hace unos momentos aun brillaba el sol>> Pensado eso se dirijo hacia su cama tomando el móvil de encima de ella. Tenía un mensaje de Tucker, pero solo era la foto del temario. La barra de recepción estaba muerta. No tenía señal.
        Mirando por la ventana, en el cielo unos truenos rugieron con fuerza. Una descarga recorrió su columna estremeciéndolo. Maddie abrió la puerta de cuarto.
        -Hijo, hubo un apagón. Saldremos un momento, así que por favor quédate en casa.- Su madre le sonríe tiernamente, pero no podía ocultar el temor en sus ojos.
        -¿A dónde irán?- Pregunto Danny mirando como el clima se tornaba peor
        -Solo traeremos a tu hermana de regreso. Por favor quédate en casa- Maddie se marchó cerrando la puerta.
        Pensado en que Sam podía estar en lo cierto y que un enemigo pudiera estar cerca, pensó en ir a investigar, pero su sentido fantasma no había dado ninguna otra señal. ¿Qué es lo que ocurría en Amity Parck? ¿Sería algo peligroso? ¿O tan solo sería un mal clima?
        La preocupación embargo a Danny. ¿Sus amigos estarían bien? ¿Dash estaría a salvo? Ese último pensamiento lo confundió un poco ¿Por qué se preocupaba por Dash?, no lo entendí como muchas otras cosas.
       Sentado en el borde de la cama, miro por la ventana con la esperanza de que solo fuese un mal clima.
       Los padres de Danny llegaron un rato más tarde, la lluvia golpeaba contra el cristal para cuando ellos entraron a casa bastante empapados.
       Todos en la casa fueron a dormir temprano, espero que al día siguiente el clima mejorara un poco. 

Notas finales:

Si les gusto comenten XD nos bemos luego
PD: Intentare actualisar cada semana y tengo timepo lo hare un poco antes. 


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