No era la primera vez que una chica se me declaraba, en realidad estaba bastante acostumbrado a eso, me era tan fácil rechazarlas, no es que quiera alardear pero soy muy popular en el instituto y las chicas suelen fijarse bastante en mí, pero por alguna razón ninguna de ellas me gustaba lo suficiente como para ser “atrapado”. Con Yuli me pasaba lo mismo, aunque jamás creí que se atrevería a declararse aquí y de esta forma, ya que estaba bastante ebrio, pero vamos, estábamos en una fiesta, en la fiesta de Alex, que es mi mejor amigo, pero bueno, al grano, a Yuli jamás podría rechazarla como a las otras, ella era de las pocas amigas que tenía, así que tenía que ser bastante sutil, además es mi compañera en el instituto, y aunque es bastante fastidiosa en el sentido melosa y persistente y no había parado en toda la noche de seguirme y mencionar lo genial que soy y bla bla bla era casi siempre lo mismo con Yuli, es una buena chica y excelente persona pero el simple hecho de ir atrás de mi como una mosca me era molesto.
-Gust, me gustas mucho!- coge mis hombres y me arrincona en una esquina del jardín, como rayos llegamos hasta aquí, mierda
-eehm… Yuli…. -miro a los costados tratando de encontrar a alguna persona quepueda salvarme- No creo que sea el momento ideal para esto-le digo, mi estado actual no era bueno
-Espere toda la noche para confesar esto qué siento Gust- Yo creo que más bien espero a que me emborrachara
-Yuli … yo…- intento articular una palabra pero Yuli me interrumpe
-Gust, yo te amo desde la primera vez que te vi, fue como amor a primera vista- acerca su rostro hacia el mío
-ehmm… estás demasiado cerca- Puede que este ebrio pero no loco como para salir con esta chica que me comería vivo si doy un paso en falso
-Gust te quiero- Susurra mientras cierra los ojos
- Yuli, creo que eres una chica muy bonita, pero no siento lo mismo que tú- apenas termino mi excusa la alejo
-¿Por qué? –Pregunta a la misma vez que empieza a llorar–Tú me gustas mucho Gust
-Yuli, lo siento mucho- intento tocar su espalda para consolarla pero no lo hago
-Yuliiiiiii- escuchamos el grito de la chica que parecía a punto de explotar- Detente por favor, ya no puedo verte llorar- ¿De dónde rayos salió esa chica y quién es?
-¿Pam, cómo sabías que estábamos aquí?- le pregunta Yuli, como es que dejo de llorar tan rápido.
-Yo… los seguí cuando salieron- genial, ¿ahora se me va a declarar la otra?
-¿Por qué?- vuelve a preguntar Yuli ahora parece molesta
-No lo vez, mientras que le lloras a un chico que no siente nada por ti, yo.. yo sufro por ti- me señala e inmediatamente Yuli y yo abrimos los ojos como platos, ok, ok se me fue la borrachera
-¿Qué?-¿espera qué?- Apenas se le escucha a Yuli hablar
-Yuli, yo te amo, por favor fíjate en mi- lo que me faltaba ahora la chica rara se le confiesa a Yuli, esto me recuerda a esas novelas dramáticas, bueno en fin todos saldremos ganando si Yuli la acepta
Ahora que recuerdo esa chica rara no es Pam la mejor amiga de Yuli, creo que es verdad lo del alcohol que acaba de abandonar mi cuerpo, ellas habían sido amigas desde la secundaria y no se separan siquiera para ir al baño, sé que son bastante unidas pero no sabía que hasta ese punto, Pam como decirlo es una chica bastante callada que siempre pasa inadvertida con los demás creo que la única amiga que tiene es Yuli su apariencia es sencilla, su timidez y su falta de expresividad no jugaban a su favor y siempre es olvidada por los demás.
-Esto jamás te lo voy a perdonar Pam y peor aún delante de Gust- Yuli sale corriendo, la verdad es que a mí no me importa en lo más mínimo
-Yuli pero…- Pam intenta detenerla pero no lo consigue
-No te atrevas a seguirme, ni hablarme nunca más, te odio- grito Yuli mientras se alejaba
Pasaron varios minutos y la chica rara, digo Pam parecía haberse quedado petrificada, debería decir algo o preocuparme, aunque yo preferiría irme y seguir con la fiesta
-¿Pam, cierto?, ¿estás bien?- Tan poco soy tan descortés no podía simplemente dejarla ahí sin preguntarle cómo estaba
-Nunca creí que tuviera oportunidad de todas formas, pero me duele tanto- Empecé a notar lágrimas en su cara -Solo quería que supiera lo que siempre he sentido por ella, que ya no viera como su amiga…
-uhmm… debió tomarle por sorpresa, seguro que se le pasa después- no soy bueno dando consejos y mucho menos hacerla sentir bien, así que dije lo primero que se me ocurrió
-A veces quisiera ser un chico- OKAY, eso me tomo por sorpresa
-¿por qué?- la mire incrédulo, ¿Qué rayos le pasa?
-No lo sé, creo que lo tienen muy fácil- responde sin siquiera mirarme
-No te entiendo, ¿a qué te refieres?
-Ya sabes, para un chico no es tan difícil enamorarse y desenamorarse- me mira y parece a punto de estallar otra vez con las lagrimas
-Uhmm… no creo que eso sea cierto, yo creo… que una chica es igual que un chico- La verdad no veo ninguna diferencia, es más creo que la tienen más fácil, me abstengo a decirle eso, no quiero que empezar una pelea
-Si pero que ahí de ti, tú no te complicas con las chicas- cierto, muy cierto
-Creo que es porque soy yo, no tiene nada que ver con si soy o no un chico
-Lo sé, es solo que siento que sería todo muy diferente si yo fuera chico, Yuli seguro se enamoraría de mí -susurra las últimas palabras con nostalgia
-Yuli es buena chica, seguro pronto arreglaran las cosas- intento tranquilizarla otra vez
-¿Cómo lo sabes?-pregunta intrigada
-uhmm…conozco a Yuli desde que vamos al quinder, no puede estar molesta con alguien aunque quisiera- Por eso ceo que Yuli es una buena chica
-Por favor no le digas a nadie de lo que paso, no me gustaría que Yuli se sintiera incomoda- me dice y coge mi brazo con fuerza
-No te preocupes, estoy seguro que mañana no recordare nada- intento calmarla y zafarme de su mano, es muy delgada como es que tiene tanta fuerza
-Gracias Gust-dice ahora en un tono más alegre
-De nada Pam, nos vemos el lunes- me despido con desgano e intento irme para terminar con la conversación
Di solo unos pasos, cuando me di cuenta de la estrella fugaz que paso por el cielo
-¿Lo viste?- le pregunte a Pam
-fue hermoso –me respondió sin dejar de mirar el cielo
-¿Y qué pediste?- le pregunte, por que creí escuchar un susurro suyo
- Eso no sé dice- me mira y se sienta en la pileta del jardín
-¿Cómo quieras?- cuando ya estaba por darme la vuelta e irme me pregunta
-¿Tú pediste, algo?- Ja! No es como si fuera a decirle de todas formas
-No creo en esas cosas- le dije mientras me iba con la esperanza de olvidarme de esta noche.