Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Rosso come l'amore. por Teddy_Freddy

[Reviews - 112]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Otro Francesco x McQueen. Muy corto

 

Historia dedicada a Room13943. Tu review me recordo que tenia planeada una historia donde McQueen era pelirrojo XD. Si lees esto, espero que te guste.

 

Notas del capitulo:

Hola, si me conocen seguro diran. "Teodoro Alfredo acaba tus otros fics"

Pero como esto va a ser corto mejor ahora ¿no?

Otro Francesco x McQueen. Humanizados y un universo alterno donde McQueen es menor. Espero que les guste.

 

 

Rosso come l'amore.

 

I


Acomodas tu corbata roja por tercera vez antes de levantar la mirada hacia el espejo, ves tu mirada color avellana frente a ti. Sonríes sintiéndote agradecido por la imagen que el espejo te devuelve.

"Dio. Sono così perfetto."

Piensas, o tal vez lo dijiste en voz alta. Eso explica porque tu acompañante asintió antes de acercarse a ti. Le pones un poco de atención mientras te da un beso en la mejilla y te deja una visible marca roja. La mujer en cuestión es bonita, no tanto como para querer repetir la experiencia de acostarte con ella, pero es "bonita" como toda la que pasaba por tu cama.

La ves morderse ligeramente el labio, parece que quiere decir algo pero no le das tiempo.

—Scusa, devo andare...—Dices dándole un ultimo beso en esos labios pintados de rojo.

—Addio, Francesco...-Susurra decepcionada.

Le sonríes, tomas su mano y le dejas un casto beso en los nudillos. La chica suspira enamorada. Sales de la habitación de hotel con una gran sonrisa. La noche había resultado ser mejor de lo que esperabas, habías conseguido algo de buen sexo con una chica sexy de cabello rojizo y te habías encontrado con Strip Weathers "El rey" de la copa Pistón.

La copa americana ciertamente nunca te había llamado la atención ya que eras de la formula 1, pero al parecer estaba haciendo una subasta de beneficencia.

"La gente ama a los hombres guapos que apoyan labores altruistas" Fue lo que te dijo, así que ibas a ir para quedar bien con la prensa.

Llegas a tu casa, te sientas un momento para ver la televisión ya que pasaran una entrevista que te hicieron mas temprano. Ah~ Definitivamente te ves bien en la pantalla. Eres lo mejor que ha salido en ese tonto canal, eres un orgasmo visual Francesco Bernoulli. No puedes evitar reír mientras vez tu teléfono, lo tomas buscando el numero de la mujer con la que recién te habías acostado borrando su numero de inmediato. Fue lindo mientras duro...

En la televisión esta saliendo algo sobre Hudson Hornet, vagamente reconoces su nombre como alguien que alguna vez te dijo que no servias para las carreras de autos.

—Mírame ahora, idiota. —Reíste levantando la mirada al televisor y por un momento viste a un chico de cabello rojo que desapareció en un segundo. ¿Eh? ¿Quien era ese?

Arrugaste la cejas poniendo atención a lo que decían, el chico pelirrojo no volvió a aparecer (y te sentiste idiota por ver la nota completa)... Pero según habías escuchado que Hudson Hornet estaría presente en la fiesta y subasta de beneficencia. Se la pasaron hablando de él así que tal vez ese chico era parte de su antiguo equipo...

No seas idiota... estas pensando demasiado en ello.

Tomaste u largo baño antes de ir a dormir, si seguías sintiéndote atraído por cada persona pelirroja que fuese algo linda terminarías perdiendo el interés en todo el mundo-.


Desde que tienes memoria te ha gustado demasiado el color rojo, lo tenias por todas partes. Ropa, juguetes, dibujos. Cuando conseguiste tu primera cita fue con una linda pelirroja, pero a penas había pasado algo entre ustedes perdías el interés por ella y su circulo de amigos.
Te pasaba cada vez.... deseabas algo o a alguien con mucha intensidad y cuando lo tenias ya no lo querías.

Era realmente preocupante, por esa razón no salias con nadie... Por eso y porque nadie es tan sensual como tu.

Antes de ir a dormir le llamaste a Strip Weathers. Antes el rubio te había invitado al evento que haría a la noche siguiente, lo rechazaste diciendo que tenias cosas que hacer (aunque en realidad no querías ir) Y el corredor de la copa pistón te había dicho que lo llamaras si cambiabas de opinión.

—Buona sera, signore.- lo saludaste antes de decir "iré".

Quien sabe, eso podría ser divertido.

 

 

II


Te removiste incomodo entre el traje. Te quedaba a la medida y te hacia lucir bien... Sin embargo no te gustaba. Arrugaste las cejas aflojando un poco tu corbata. Te gustaría simplemente ponerte una chaqueta con gorra y unos jeans en lugar de ese ostentoso traje negro.

—¡Odio esto! -gruñiste antes de quitarte el saco, justo en el momento en el que tu padre entraba por tu puerta.

—¡Que crees que haces niño? Ya vamos tarde para el evento.— Arrugo sus pobladas cejas acercándose a ti y poniéndote de regreso el saco.
—-No me gusta estar vistiendo un traje... Me siento como en el funeral de la abuela. -Te quejaste. —Ademas en tu evento va a haber solo ancianos como tu.

—¡Steve Glenn McQueen! -te regaño y te cubriste los oídos dejando salir un gritillo nada masculino.

—¡No me llames así! -Él dijo algo sobre "ser tu padre que merece respeto"
—Te recuerdo jovencito, que en primer lugar no tendríamos que ir a ese evento si tu no te hubieras comprometido a participar en la subasta. -se cruzo de brazos.

Eso era cierto, tu amiga de la infancia Sally iba a participar en el evento. "Una subasta de personas puede ser divertido, más si es por una buena causa" Ella había dicho y tu como idiota enamorado fuiste a ofrecerte también solo para quedar bien frente a la chica... A veces pensabas que ella se aprovechaba de que te gustaba para hacerte hacer cosas que normalmente no harías.

Como venderte para una cita con el mejor postor a un lugar donde seguramente solo asistirían ancianos de la edad de tus padres.


—Pero...No quiero. Diles que me enferme y morí.

—Nada de eso jovencito, vamonos ya. -Tu padre ni siquiera escucho tus excusas y te arrastro hacia el auto.


El viaje fue muy aburrido, aunque por el camino recibiste una llamada de Harv diciéndote que no podría asistir. A veces te preguntabas si ese chico de verdad existía ya que lo habías visto una sola vez en tu vida y tus recuerdos sobre ello eran muy confusos. Como sea llegaron a la fiesta, saludaste a todos los que venían a presentarse ante tu padre.

Como hijo de Hudson Hornet se esperaba que fueras educado Y trataste lo más posible de serlo. Te pegaste a Sally a penas ella apareció y anduvieron paseando por el lugar. Tus predicciones fueron correctas, eran en su mayoría ancianos.
Te pareció buena la oportunidad para tratar de dar un paso con Sally, sin embargo ella se paso el tiempo hablando de un tal "Francesco Bernoulli".

—¿Que hay de especial en ese tipo? -preguntaste y fue el detonante para que tu amiga se pusiera a hablar de lo grandioso y fantástico que era ese italiano.

—Y luego no lo dejan participar en la subasta porque el año pasado dos fans terminaron en el hospital después de pelear por quien pagaba mas dinero por él. -Comento Sally. —No las culpo yo lo haría también si tuviera dinero.
—Creo que te toca... -señalaste hacia el escenario, era la primera vez que no te importaba lo que Sally te había dicho.

Sin embargo contradictorio al poco interés en su platica fuiste a ver quien la compraría. Le habías pedido de favor a tu padre que el pagara por Sally si un viejo pervertido trataba de llevársela en una cita.

Al final el tipo que compro una cita por Sally sonrió complacido. Tu padre lo había dejado ganas porque "no tenia dinero para ofrecer mas". Habían pagado casi 500 dolares y era la cantidad mas alta hasta ese momento, sin duda debían pagar mas por las chicas mas bonitas. Y Sally era hermosa para ti.

Era tu turno. Con nerviosismo acomodaste tu cabello rojo hacia atrás y fuiste al escenario mientras te presentaban con un simple "McQueen". Levantaste tu mirada celeste hacia el publico, nadie parecía querer ofrecer nada. Genial eso seria mas vergonzoso que recibir poco. Que nadie quisiera comprar una cita contigo


Viste a tu padre llegar en ese momento aun con su uniforme de trabajo. Tal vez supo que estabas avergonzado porque nadie ofertaba nada y por eso levanto su mano diciendo.

—¡200 dolares!. -Tu padre reconoció la voz de su esposo y sonriendo levanto la mano para decir.
—¡250! -Escuchaste a Sally reír.

Tal vez ningún otro allí a parte de tu amiga era testigo de tu vergüenza. Tus padres ofertando por ti porque nadie mas te quería. "Dios, matame" -susurraste poniéndote rojo como un tomate mientras tus padres llegaban entre ellos a ofertar hasta 400 dolares y de repente...

—¡Mil dolares! -Dijo una voz que no reconociste, levantaste la mirada encontrándote con un hombre alto, delgado, de cabello castaño y remarcado acento italiano... le sonreíste casi agradecido de que te estuviera salvando de una vergonzosa situación. Te regreso la sonrisa con una mirada que no lograste entender del todo.

—Mil docientos. —Dijo tu padre. Te sorprendió ya que dijo que no ofertaría mas de 800.

¿Que pasaba con esa mirada de enojo que le enviaba al castaño?

 

 

III

Desde el momento en el que lo viste subir al escenario supiste que debías tenerlo para ti. Ese cabello rojo era tan llamativo que no podías dejar de mirarlo. No querías lucir desesperado así que dejaste que alguien mas ofertara primero.

Solo había un par de hombres viejos ofreciendo dinero por el chico, pensaste en dejar que lo ganaran. Después de todo era un chico ¿Que ibas a hacer tu con un chico?

Ademas viéndolo bien ni siquiera era tan lindo... o eso pensaste hasta que se puso rojo como un tomate.

"Tiene que ser mio" "Tengo que comprarlo" -pensaste. Podías entrar en la subasta entre los dos vejestorios, pero como querías ganar rápido ofreciste una buena cantidad. No contabas con que Hudson Hornet no se dejaría vencer tan fácil.


—Mil quinientos. -dijiste la cantidad con una sonrisa, por dios eso para tu presupuesto no era nada. Aunque tal vez para un doctor y ex piloto de carreras seguro era demasiado.


—Dos mil. -Arrastro las silabas lanzándote una mirada, Ah Hudson Hornet estaba molesto. ¡Que divertido!

—Tres mil dolares. -Bufaste. La gente empezaba a hablar, seguramente comentando lo genial que te veías y lo maníaco que Hornet se estaba comportando.

—Cuatro mil. -Gruño el doctor. Lo viste divertido, parecía que quería acabar con la distancia y matarte con sus propias manos.

—Ocho mil. -Te cruzaste de brazos. Sabias que llegaría a un punto donde por el bien de su presupuesto no podría ofrecer nada mas. Tal vez ya estabas llegando al precio ya que se estaba tomando su tiempo en pensarlo.

—Quince mil. - Dijo, y su mirada parecía decirte que te quería muerto y enterrado lejos del pelirrojo.

Ibas a olvidarte del asunto. "Por dios quédate con ese mocoso... "Pero entonces escuchaste al susodicho decir

"¿Que estas haciendo papá?"

¿Papá? ¿Habías escuchado bien? Ese niño era el hijo de Hudson Hornet.

Sonreíste para tus adentros, el hombre bajaba los hombros pensando que te habías dado por vencido cuando la cuenta iba en dos, entonces tomaste aire y dijiste con voz firme.


—Veinticinco mil. -y las mandíbulas de todos se cayeron. Inicio el conteo.

"Veinticinco mil dolares a la una,Veinticinco mil dolares a las dos... Vendido a Francesco Bernoulli por Veinticinco mil dolares"

Sonreíste victorioso viendo al chico pelirrojo temblar, se veia confundido sobre lo que acababa de pasar.
Por otra parte Hudson Hornet temblaba también pero al parecer de ira.

Se acerco a ti a penas tuvo oportunidad.

—Que buena subasta, su hijo es tan adorable. -dijiste con una sonrisa y él tomo el cuello de tu saco.

—Mi esposo es Sheriff, si le haces algo a mi hijo te juro que te encerrare de por vida.

—¿Bajo que cargos? ¿Ser jodidamente atractivo? si es algo muy de Francesco Bernoulli. Va conmigo. Por otra parte quitar virginidades no es un delito si el retoño es mayor de 18. ¿Cuantos años me dijo que tenia su hijo?

Intento lanzarse sobre ti, pero su esposo el antes mencionado Sheriff lo detuvo. El pelirrojo llego para calmar a su padre, se planto frente a ti.

—Señor Bernoulli... Gracias por su generosa oferta. -Dijo algo tímido. No pudiste evitar sonreír.

—Llámame Francesco. Eres ¿McQueen?

—Si...Francesco... -susurro.

—Espero ansioso nuestro día juntos. -le dijiste al oído escuchando a su padre gruñir.

Dios eso iba a ser tan divertido.

Notas finales:

Espero que les guste la idea.

 

Saludos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).