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Despertar V por K BL

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Los flashes de las cámaras hacían que mis ojos dolieran. Mi postura estoica pero natural mientras posaba ante la crítica mirada de los jefes.

Uno de ellos asintió satisfecho cuando todo termino y, fui libre de irme. Avance entre la multitud de camarógrafos, modelos y ejecutivos, evitándolos a todos por igual.

Despeine mi cabello distraídamente pasándome los dedos a través de él. Retire el maquillaje y comencé a deshacerme de aquel costoso traje, me sentía como un muñeco. Cogí mis cosas tan pronto estuve listo y me marche, listo para llegar a casa para ver el futbol. Posiblemente SeHun estuviera ya ahí, alcohol y comida chatarra también.

Llegar a casa fue fácil, sentarme en el sofá junto a mi mejor amigo y tomar una cerveza, quizás lo más entrañable hasta el momento de la semana.

—Hoy vamos a ganar, entonces podré ver a ese pretencioso de Wu tragarse la primera derrota de la temporada— SeHun dijo, una sonrisa divertida bailando en sus labios.

Negué y bebí un trago de mi botella. — No entiendo tu odio burdo contra él.

—Simplemente detesto que sienta que es demasiado bueno para el universo entero— murmuro.

En ese momento en la pantalla enfocaron a los jugadores de los Dragones, riendo por algún comentario astuto dicho por Kim, el mejor corredor en la historia de este equipo. Me vi hipnotizado por la sonrisa fácil y ligera que daba Kim a sus compañeros, haciéndome sentir extrañamente celoso.

Cuando el juego comenzó, SeHun y yo estábamos tan enfocados en criticar las habilidades de los jugadores de ambos equipos, que no nos dimos cuenta en que momento Kim estaba empujando a Wu por el pecho para evitar que se acercará más a uno de los jugadores del equipo contrario.

El juego lucia como que estaba poniéndose caliente y controversial, pero yo estaba demasiado cansado como para poner atención y me quede dormido sobre el hombro de SeHun.

♥♥♥

Acomode mi cabello al tiempo que veía como SeHun arreglaba su corbata, teníamos una fiesta de etiqueta y no podíamos faltar, muy a nuestro pesar. Por mi parte, yo no llevaba corbata ni nada demasiado formal, un traje negro junto con una camisa color vino ligeramente desabotonada hasta el tercer botón, mostrando parte de mi pecho.

—Con ese atuendo, posiblemente serás el más codiciado de la noche— se burló SeHun, sus ojos brillando con diversión.

Alce una ceja hacia él, más esto le hiso reír. —Creo que esta noche las señoritas serán las más pedidas de la noche, no sé si estés enterado pero este evento no tiene cabida para los modelos varones, a no ser que los futbolistas sean gay o sus novias estén desesperadas por rentarnos.

—Bastardo engreído, sabes que hay una gran cantidad de jugadores bisexuales y todos sabemos que para el jefe, tú y yo, somos sus muñecos de oro.

Me quede en silencio, no había forma refutar eso. En lugar de hacer un comentario exitoso, tome mi maleta y ambos salimos del lugar, era hora de jugar.

Unos minutos más tarde estábamos en el hotel más prestigioso en las playas de Busan, el casino posiblemente listo para la subasta de aniversario y Roger, nuestro enigmático jefe, listo para llamarnos si no nos presentábamos ante él en unos minutos.

Tan pronto nos vio, aprobó la vestimenta de SeHun asintiendo en su dirección, aparentemente un traje gris con camisa blanca le favorecía, por otra parte, Roger lucia molesto de verme con estas fachas, porque me cogió del brazo y me llevo lejos del resto. Su rostro completamente inexpresivo, más sus ojos ardían con ira retenida.

—Vas a entrar en esa habitación, tomaras una de las camisas blancas que hay en un perchero y te cambiaras inmediatamente ¿Entendido?

Le vi fijamente por unos momentos, retándole con los ojos y él parecía no tener más paciencia para mí. —Más que un modelo, me siento una prostituta— murmure.

—Voy a compensarte después, lo prometo— susurró antes de soltar mi brazo, yéndose.

Apreté los dientes y fui a por ello.

♥♥♥

Roger subasto a todos y cada uno de los modelos, tanto femeninos como masculinos, solo quedaba yo. Su joya dorada. Vi al escenario cuando escuche mi nombre, era mi turno de entrar en aquel pretencioso y peligroso juego.

Desfile por el escenario hasta ponerme al lado de mi jefe, quien lucía satisfecho con los murmullos de la multitud, quizás listos para pujar una insulsa cantidad que no satisfaría la sed de dinero de los altos mandos.

Permanecí estoico, una sonrisa firmemente sujeta en mis labios y una mirada coqueta. Sabía lo que seguía, Roger comenzó el juego y los regordetes dueños de los equipos comenzaron a pujar, más las damas de aquella noche parecían halagadoras al ofrecer cantidades mayores.

Con los ojos fijos en las puertas de cristal del fondo me perdí en mi mente.

—Vendido al caballero del fondo por quinientos mil dólares— esa declaración me hizo volver en mí, impresionado por la cantidad. Principalmente porque no estaban pagando por tener sexo con los modelos, más bien, por una cita de una sola noche.

Los murmullos del público se acrecentaron, las exclamaciones lastimosas se dieron lugar y Roger me hizo una seña para que le siguiera, así lo hice.

Avanzamos a través de la multitud hasta llegar a una mesa cerca de la puerta al balcón, una silueta recargada contra la pared y el humo de un cigarrillo contaminando el aire.

Perfecto, un fumador. Fue lo primero que acaparo mi mente, odiaba el tabaco tanto como el usar maquillaje y pararme frente a una cámara.

—Sólo le recuerdo que el tener relaciones sexuales no es parte del contrato, joven Wu— puntualizo Roger e inmediatamente me tense. —Si usted está esperando tener suerte con Huang, le va a costar más que un par de copas de vino o dólares, en todo caso.

El hombre salió a la luz y quede con la boca abierta en mi interior, por fuera lucia posiblemente fastidiado. Wu YiFan, el quarterback de los Dragones. Vaya manera de conocer al bastardo pretencioso, siendo su chico juguete por una noche.

—Pague quinientos mil dólares y no puedo tener sexo con él, simplemente maravilloso— gruño Wu revolviéndose el cabello. Roger por su parte alzo una ceja, aparentemente encantado con el despotrico de Wu.

— ¿De poder? Claro que puede, siempre y cuando sea algo consensual, cosa que el romántico de Huang no creo le permita, amigo mío— Roger dijo, haciendo una pausa y después agrego.— Solo necesita convencerlo, suerte con ello.

Y con eso, Roger se fue. Dejándome a merced de Wu.

♥♥♥

Tenía cerca de una hora de estar en la habitación de Wu y estaba más asqueado de lo que jamás lo había estado en mi vida. La ira se acrecentaba en mi interior y sabia estaba a punto de estallar.

—Deberías de dejar esa mierda o va a terminar matándote— le recomendé con despreció, realmente me importaba muy poco si Wu decidía morir a causa del tabaco.

— ¿Por qué debería de hacerte caso?— escruto buscando mi mirada y cuando la hubo encontrado, continuo. — Chico de alquiler.

Apreté las mandíbulas juntas, jamás me había molestado antes que me llamasen de aquella forma. Siempre ignoraba ese insulto, sin embargo, hoy hizo que mi pecho pulsara y mi cabeza doliera. Estaba cansado de este juego, de las subastas.

—Si quieres morirte a casusa de esa mierda es tu problema, sin embargo, yo no pienso morir por tu absurda necesidad de destruirte.

Le vi acercarse a mí, cada paso más seguro y con el rostro a unos centímetros del mío, murmuró. —Lo haré solo si sustituyes al tabaco y te conviertes en mi nueva adicción— y me besó.

Una de sus manos se colocó en mi nuca, atrayéndome hacia sí y empujo su lengua contra mis labios, los cuales se mantenían firmemente cerrados. A pesar de la sorpresa, me mantuve firme y le empuje por el pecho.

Tomo mis manos firmemente, sosteniéndolas mientras él se metía entre ellas y a unos centímetros de mis labios, susurró. — Permíteme tenerte y poseerte.

Apreté los dientes, y cerré los ojos, estaba cansado de soportar aquel tipo de caso cada vez que un adinerado cliente de la firma pagaba por mí. Suspiré y él comenzó a alejarse, debió notar el movimiento de mi garganta, pues se apartó por completo en unos cuantos instantes.

Abrí los ojos y me encontré con su penetrante mirada, que me incitaba a postrarme a sus pies. Más en su lugar, le di un puñetazo en la mejilla. No estaba dispuesto a soportar su mierda, ni la de nadie más.

—Puedes irte al carajo, voy a hablar con Roger y pedirle que te devuelva tu dinero. Yo pagare en tu lugar— y con eso me di la vuelta, dispuesto para irme.

La expresión sorprendida en su rostro y la sonrisa divertida serían dos cosas que jamás olvidaría. Sabía que tendría un par de noches sin sueño a causa de la adoración que vi florecer en sus ojos cuando me veía irme de ahí.

 

Lave mis dientes un par de veces y aun así podía saborear el amargo sabor del tabaco en mi boca. SeHun no vendría a casa esta noche y yo tendría un montón de mierda en la que pensar. Toda en relación a Wu, sus labios húmedos y cálidos besando los míos.

 

No volví a verle en meses, más él fue lo único en lo que pensé por semanas. En sus labios besando los míos, cubriéndolos con voracidad y pasión.

Él fue el dueño de mis noches, apoderándose de mis sueños. En los cuales sus labios recorrían mi piel libremente y sus cálidas manos acariciaban mi cuerpo. Podía incluso sentir su construido cuerpo posarse sobre el mío, y la parte que me hacía despertar con el corazón acelerado, sus ojos viéndome llenos de adoración y determinación.

Había comenzado a volverse una costumbre mía el despertarme con las sabanas húmedas.

Estaba comenzando a desesperarme. Necesitaba sacar a Wu YiFan de mi sistema o iba a volverme loco.

♥♥♥

—Deberíamos ir a bailar— sugirió SeHun. Fácilmente podría apreciar que ya estaba listo, él siempre lo estaba.

—No lo creo, tengo sesión de fotos esta noche— le recordé y tome mi maleta, listo para irme.

Él me escruto con la mirada y negó, susurró algo que no alcance a entenderle porque ya estaba saliendo rumbo al trabajo de esa noche.

Estaba nublado y hacía frío, estábamos atravesando el otoño. Me ajuste el suéter y viaje hacia la agencia en aquella noche sin luna ni estrellas.

Estábamos por terminar con la sesión por esa noche cuando alguien del personal entro en el set gritando. Todos nos volvimos para verle y el chico sólo se encogió de hombros.

—Enciendan el televisor, me ha informado una amiga que Kris Wu el famoso Quarterback de los dragones va a dar una entrevista para “Mi pareja ideal” y que va a volverse todo un escándalo— chillo el muchacho, uno de los chicos cercanos a la pantalla en la que solemos ver programas absurdos cuando tenemos un momento de libertad, la encendió.

En la pantalla pronto apareció la delgada y guapa conductora del programa, sonriendo con altivez, probablemente había hecho algún comentario ingenioso o Wu les estaba deleitando con sus encantos.

Enfocaron a Wu repentinamente, se le apreciaba con una sonrisa divertida y una ceja arqueada, posiblemente analizando a la conductora. Vi como paso los dedos de su mano por el largo de su cabello, llevándome a recordar cómo se sentía su mano en mi nuca, empujándome contra él.

La conductora recupero la compostura y comenzó a hablar, cuestionando a Wu acerca de la chica de sus sueños. Y no pude resoplar, si supieran sus gustos…

“En realidad, no tengo un tipo ideal y si lo tuviese, sería algo como el modelo Huang ZiTao” dijo él, dejándome helado. Mis compañeros observaban la pantalla, impresionados y la conductora parecía deliberadamente entretenida.

“Así que, ZiTao” ella reflexiono y continuo hablando. “He observado su trabajo, es un chico bastante apuesto y reservado, bien conocido por no ser un picaflor. Ya sabes, un soltero codiciado en el medio” ella puntualizo y él soltó una ronca risa. “¿Qué es lo que más te gusta de él?”

“Es definitivamente apuesto, si tuviera que seleccionar lo que más me gusta de él, sería sin duda alguna la forma en que luce su cabello negro, le hace verse aún más guapo que cualquiera y también están aquellos profundos e hipnóticos ojos, dándole aquella mirada que me hace temblar, sin mencionar sus labios color durazno que he soñado con besar” dijo y mi respiración se vio afectada. No podía creer lo que estaba diciendo.

“Wow, eso ha sido bastante profundo y romántico” ella reflexiono y con asombro observo a Wu por un momento, antes de cuestionar: “Si le tuvieras enfrente y pudieras pedirle solo una cosa, ¿Qué sería?”

“Se mi nicotina, sustituye al tabaco” dijo sin cabida a duda y viendo fijamente a la cámara agrego: “él sabría a qué me refiero”.

♥♥♥

Iba rumbo al club nocturno donde sabía SeHun se encontraría. Tan pronto finalizo la sesión fotográfica tome mi maleta y sin molestarme en cambiarme con mi ropa, me fui con la ropa del trabajo.

Con el cabello ligeramente despeinado, discretamente maquillado y la camisa desabotonada hasta la mitad me introduje entre la multitud de fiesteros que bailaban alrededor del lugar.

Necesitaba embriagarme y quizás encontrar a algún hombre con el cual tener sexo para olvidarle. Deseaba enardecidamente borrar su sonrisa de mi mente, las palabras que dijo en cadena nacional.

Sabía que SeHun tendría licor y fui directo hacia nuestra mesa habitual. En un rincón escondido en la planta alta se podía ver a mi mejor amigo bebiendo un líquido ámbar, probablemente wiski. Él sonrío tan pronto su mirada se posó en mí, sus ojos brillaban de forma divertida y me tendió la botella que estaba sobre la mesita de cristal.

Bebí directamente de la boquilla, sintiendo mi garganta quemar por el alcohol. SeHun espero a que me hube sentado para señalarme a la mesa que estaba en contra esquina. Ahí estaban un gran número de los jugadores de los Dragones bebiendo y riendo.

De pronto necesitaba algo más fuerte, lance mi maleta al lado de mi amigo y fui hacia la barra. Sonreí y coquetee con el barban, un sujeto sensual y que gritaba sexo salvaje. Murmure en su oído y él rio.

SeHun me indico tan pronto volví a la mesa que iba a bailar y tome mi trago de una antes de seguirle.

Bailamos alrededor de la pista, él luciendo más provocativo de lo usual y yo me perdí en un par manos que me tomaron por las caderas, empujándome hacia atrás a un cuerpo duro y construido.

El alcohol comenzaba a nublar mi vista y mis pensamientos, mientras que por su parte mi piel ardía. Estaba caliente y el toque del extraño tras de mi calmaba la sensación de ardor.

La música electrónica fue sustituida por una pista más íntima y sensual. Permití que la persona tras de mi me guiase con la melodía, hasta que un susurró cerca de mi oreja me provoco.

—Me encanta la forma en que luce tu cabello, pero me provoca más el imaginarlo pegado contra tu frente debido al sudor mientras hacemos el amor— y me volví en los brazos del extraño, cerré los ojos debido a la falta de claridad y fue ahí que pude sentirle. La firme mano acariciando mi mejilla mientras mis labios que se encontraban entreabiertos eran tomados en un beso. 

♥♥♥

Mi cuerpo estaba bajo el suyo, sudor corriendo por mi frente pegaba mi cabello a mi piel y con los labios entre abiertos suplicaba a por más.

Pase las uñas a largo de su espalda y él me vio fijamente a los ojos, derrochando pasión y deseo. El movía sus caderas al ritmo de la canción sonando en mi cabeza, me beso y mi todo se volvió negro con pequeñas luces centellando detrás de mis parpados. Mi vientre húmedo a causa de mi orgasmo, me había venido al igual que él lo había hecho en mi interior.

—Yi-YiFan— murmuré y abrí los ojos.

Mi vista estaba un poco deteriorada, el sudor escurría por mi frente y mi piel se sentía caliente. Trate de levantarme, desesperado por corroborar que solo había sido un sueño más. Más un firme brazo rodeo mi cintura y me empujó hacia abajo.

—Duerme un poco más, dulce amor— murmuro una ronca y varonil voz, la misma que la noche anterior había susurrado en mi oído.

—Necesito agua— dije y aún sin ver al hombre al otro lado de la cama, levante las ropas de cama para bajar de la misma.

—Quédate un momento más— susurró la voz en mi oído y pego su pecho a mi espalda. —Por fin te has entregado a mí, permíteme disfrutarlo un poco más antes de que te vuelvas cenizas y no pueda encenderte más.

Sentí unos labios besar mi hombro y me estremecí, sus manos recorrieron mis brazos, acariciando mi ardiente piel. Su húmeda lengua apago el fuego detrás de mi oreja.

Una de sus manos volteo mi cara, pidiéndome que le viera. —Mírame, ahora eres mi más grande y única adicción— mis ojos se encontraron con aquellos pálidos y helados ojos azules, que llenos de adoración me observaban.

Le observe sorprendido, Wu estaba acariciando mi mejilla mientras murmuraba palabras llenas de amor y respiración comenzó a fallar, mi cuerpo a temblar. No era más un sueño, sino una realidad.

No tenía palabras, solo podía verle ahí mientras susurraba para mí.

—Te necesito, justo ahora mi mente no ha podido borrar el deseo, la ansiedad y la desesperación, deseo su sabor, la sensación de tranquilidad que me brinda y el temor a morir— dijo y acorto la distancia entre nuestros labios.

Cerré los ojos y decidí dejar de luchar. Él había ganado, un beso y una canción fueron suficientes para hacerme perder la mente. Justo ahora, un beso y palabras de necesidad para entregarme.

Sus dedos se deslizaron por mi piel, me fui recostando sobre la almohada una vez más y él se dedicó a  consumirme como a uno de sus cigarrillos.

                               

Me pegue a su espalda y juguetee con su cabello, bese su hombro suavemente y él suspiro.

Dos almas, un anillo.

Llevaba un tiempo saliendo con YiFan, si es que así se le podía llamar a nuestra extraña forma de llevarnos. Nuestra relación consistía en vernos una vez por semana y aunque intentásemos hacer algo, como ver televisión o charlar, siempre terminábamos enrollados el uno alrededor del otro en la cama.

Yo aún trataba de encontrar una razón para odiarlo, pero él siempre terminaba derritiendo el hielo en mi mirada y derribando la muralla alrededor de mi corazón, acortando todo tipo de distancia entre ambos.

Pretendía odiarlo frente a mis colegas del trabajo y amigos, incluso SeHun en ocasiones me molestaba acerca del porque había aceptado tener sexo una vez con el tipo si el resto del tiempo iba a odiarlo como si fuera alguna especie de indeseable.

La gente había comenzado a especular acerca del quarterback de los Dragones y un posible romance. Todos en la agencia habían iniciado a sospechar sobre mí y un nuevo amor.

Todos alegaban que con más frecuencia dejaba el maquillaje sobre mi rostro, mantenía el peinado y la ropa que los diseñadores elegían para mí, sin mencionar que mis ojos habían adquirido un extraño brillo que yo aún era incapaz de notar. Había cambiado radicalmente, pasando de ser un desaliñado vagabundo a un verdadero modelo que se preocupa por su apariencia.

Wu había pasado de ser un idiota pretencioso, a un relativamente amable jugador. Cada que un partido terminaba se le podía ver en la banca llamando por teléfono con una expresión bobalicona mientras que sus compañeros celebrarían entre ellos.

Las masas estaban ansiosas por respuestas, deseosas por conocer a la persona que robaba la atención del afamado jugador. Por mi parte, yo estaba nervioso y preocupado, no quería que lo nuestro en algún momento llegase a ser público. Porque entonces, pasaría de ser algo real a una estúpida fantasía.

♥♥♥

Junto con la primera derrota de los Dragones en la temporada, llego la lesión en el hombro de Wu y las primeras muestras de una verdadera relación.

Era tarde por la madrugada del domingo cuando el timbre de mi puerta sonó, ese día SeHun no estaba debido a que había ido de visita a casa de sus padres por su aniversario. Desconcertado, me levante y fui a abrir a quien fuera que llamara a mi puerta a las 3 de la mañana de un domingo.

Mi corazón se paralizo por un momento cuando sentí los fornidos y bien conocidos brazos de YiFan envolverme por la cintura, su nariz enterrada en mi cabello y su respiración entrecortada suspirando cerca de mi oído, provocándome escalofríos.

Envolví mis brazos a su alrededor y le permití abrazarme por unos momentos. Me empujó hacia la obscuridad dentro de mi apartamento y cerró la puerta con el pie.

Mi corazón se tambaleo cuando sentí su cuerpo temblar contra el mío. Se despegó de mí solo lo suficiente para tener acceso a mis labios y me beso, aún en la obscuridad. Podía saborear la sangre en el beso, y fue ahí que pude darme cuenta al fin de su labio partido.

En ese momento le aleje por el pecho y debido a la obscuridad me fue difícil verle bien, por lo que encendí las luces. El aliento se me quedo atorado en la garganta, quería llorar sólo de ver el estado en el que se encontraba.

Sus ojos que normalmente lucen llenos de absolutamente nada, estaban rojos y cristalinos, indicando que probablemente había llorado o quería hacerlo. Su cabello estaba revuelto, con el labio partido al igual que la ceja, un rasguño en el pómulo y la ropa rasgada.

— ¿Qué cojones te ha pasado? —interrogue, alcanzando su mejilla con una de mis manos y acariciando su maltratada piel con las yemas de mis dedos. Él cerró los ojos al contacto y se apoyó en mi tacto.

—Nada importante, solo una pelea de barrio— desestimo.

— ¡Estas sangrando maldita sea! — exclame cabreado por su falta de interés.

—Te amo— acaricio mi mejilla y miro directo a mis ojos, la adoración brillando en sus profundos orbes.

La sinceridad con que dijo aquello me tentó y por un momento pensé en decirle que yo también, pero no era justo. Le vi por un par de momentos, las palabras atoradas en mi garganta y presencie el momento justo en que su expresión de adoración fue decayendo lentamente.

— ¿No vas a decir nada? — cuestiono y luego beso mi mejilla, donde susurró unas cuentas cosas para mí. —No voy a presionarte amor, pero en algún momento tú serás quien me reciba con un beso y un “Te amo”.

♥♥♥

Nuestra relación había evolucionado desde aquella noche, habíamos pasado de vernos una vez por semana y sólo para follar, a vivir prácticamente juntos.

La noche del 4 de Julio el verdadero romance comenzó.

Acababa de llegar de una sesión de fotos, estaba desvistiéndome cuando la puerta de mi habitación se abrió y YiFan entro con un ramo de rosas blancas en la mano. Alce una ceja impresionado, él había comenzado con los pequeños detalles la noche después de su confesión.

—Odio lo que hicieron con tu cabello— dijo cuándo noto el rubio que ahora teñía mi cabello, dejo las rosas sobre la cómoda y fue a por mí.

Deslizo los dedos por entre mis cabellos y tiro de ellos, sus ojos brillando con viva pasión. Lleve mis manos a sus hombros y él empujo sus labios contra los míos. Hambriento, me beso.

Mi vista se nublo y lo único que podía hacer era verle ahí, susurrando y empujando algo en uno de mis dedos. Le vi fijamente a los ojos y él sonrío, luciendo radiante cuando tomo mi mano con una de las suyas y la llevo a sus labios, luego murmuro— Este anillo contiene todo lo que soy, ahora promete que vas a cuidarlo y que aceptas lo que significa.

—Lo prometo— exclame. Acepte al fin que esta relación iba en serio, y que había pasado de quererle en mi vida a necesitarle y amarle.

—Necesito un cigarrillo— dijo rascándose el cuello y yo negué.

—No lo necesitas, porque me tienes a mí— Volvió la cara hacia mí, le di un beso. — Te amo.

Lo bese de nuevo, mucho más lento en esta ocasión.

♥♥♥

Me pegue a su espalda y juguetee con su cabello, bese su hombro suavemente y él suspiro. Era la primera vez en meses que realmente no habíamos hecho otra cosa más que dormir uno al lado del otro.  Nada de sexo.

Por primera vez hablamos de todo y nada a la vez, reímos sin sentido antes de caer rendidos sobre las almohadas en su cama.

Al despertar, una tormenta azotaba el mundo afuera de las paredes de su hogar y yo me di el lujo de ignorar ese hecho. Disfrute de su cuerpo firme dando calor al mío, de sus manos fuertes acariciando mi piel y de su tranquila respiración.

Bese detrás de su oreja y por primera vez, fui a ver lo que tenía tatuado ahí. Pequeñas plumas negras formaban una cascada y al final de estas, con delicadas líneas se leía “Zi Tao” y justo por debajo, escrito con un poco más de carácter estaban esas palabras que me confeso tiempo atrás “TE AMO”. Deslice mis dedos por los negros trazos y sentí mi corazón tronar en mi pecho.

Él había tatuado aquello sobre su piel. Había plasmado su amor hacia mí de forma permanente sobre su cuerpo y no pude hacer otra cosa que adorarlo.

Comencé un camino de besos por su cuello hasta llegar al hombro, donde le mordí de forma juguetona. Descanse la frente contra su espalda y me apreté fuertemente a su cuerpo, nunca iba a dejarlo ir.

Ahora yo era el adicto que no podría vivir sin la droga que es su amor. 


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