Para siempre, rompecabezas
LuHan y MinSeok son almas gemelas. Prometen encontrarse en cada una de sus vidas como niños que juegan a las escondillas y no temen que la noche los empape sobre sus cabezas porque hasta no encontrarse no descansarán. Llevan en sus venas esos átomos que los hacen llamarse a través de la distancia porque aunque uno u otro no exista, siempre van a amarse.
LuHan casi siempre será el primero en descubrir a MinSeok. En todas sus distintas vidas es MinSeok el que atrae su mirada y le roba el aliento. Es él, es él, se descubrirá diciéndose a sí mismo y es por ahí donde empieza la historia. Le persigue, se acerca cauteloso cuando son mayores; si se conocen más jóvenes ni siquiera pensará en cuidado y serán sus impulsos los que le animen a acercarse sin permisos ni avisos. Siempre atrevido. Porque simplemente está loco, amor a primera vista y luego amor eterno. Pero no siempre es así.
Hay veces que LuHan nace distinto, es cuando MinSeok se percata de su presencia primero. Él siempre pensará antes de actuar. Sera cobarde cuando sus sexos sean el mismo pero eso no hará que deje de amarlo. Se ganará su amistad y poco a poco irá descubriendo que son como rompecabezas, uno hecho para el otro. Mitades exactas que se complementan y juntas se llenan una a la otra. MinSeok le dará un beso a media noche cuando la luna apenas se cuele por las cortinas translucidas, un beso para el príncipe durmiente que soñará todo y al despertar lo primero que hará será comérselo. Para MinSeok jamás le será difícil enamorar a LuHan, pero el primer paso definitivamente será darse el valor para hacerlo.
Lo que experimentan en el primer encuentro quizás sea indescriptible. MinSeok sentirá que el corazón se le revuelca en giros como una de esas ruedas de la feria donde se imagina mirando las luces de la cuidad pero que cuando ve a LuHan, en lo único que puede concentrarse es en su mirada radiante. Casi hipnotizante. LuHan tendrá siempre la fascinación por los labios, querrá besarlo desde el inicio porque de pronto comenzará extrañar algo que no comprende. Le verá y le preguntará, ¿te conozco?, y quizás para todos no parezca más que una frasecita para conquistar, pero para LuHan significará algo más, tal vez algo como destino y también hará dudar a MinSeok. Y el MinSeok supersticioso es lo peor, porque no dejará de soñar en él y en otras vidas que ciertamente no creerá pero sin embargo, siempre se preguntará, ¿y si de verdad nos conocimos en otro lugar y en otro tiempo?
Pero no siempre son felices las cosas para ambos. Hay veces que los sueños no son como uno lo desea, como ellos desearían. A veces hay guerras, a veces hay desamor. Aun cuando sus almas se lloren una a la otra, lo ignorarán porque no siempre su amor es correcto o debido. De esconderse se cansarán, se amarse en silencio quizás. Ni uno ni otro cederán. A veces el odio que no es más que otra forma de amor, ganará. Se mirarán con desprecio y el corazón temblará de tristeza, su mente tendrá miedo porque,¿qué es eso que sienten que de pronto parece como traición?, LuHan no llorará y MinSeok lo hará en silencio. A veces uno matará al otro, o se matarán al mismo tiempo y ritmo. Ambos sufrirán en la misma medida, nunca uno más que otro como cuando se aman sin medida.
Sus colores serán opacos en ocasiones, en otras brillantes. Los días quizás no se pinten de la manera que desean antes de partir a esa aventura que llamanvida, pero siempre habrá la esperanza latente de ser felices. Ni MinSeok ni LuHan controlan su destino, es algo así como el azar, nacen, crecen y en el transcurso del tiempo se da el conocerse e incluso hay veces en que estar uno al lado del otro sucede desde el mismo primer respiro.
Un te amo, dará siempre el inicio al sueño. El amor entre ellos será uno. MinSeok tendrá que luchar por comprender sus sentimientos, pero LuHan siempre estará ahí para hacerlos certeros y verdaderos. El cielo podrá iluminarse de mil formas distintas, pero ellos nunca cambiarán, dirigirán la mirada a las nebulosas de la noche y darán las buenas noches a ese fantasma desconocido que aman y secretamente sienten en el espacio. Uno de un lado del mundo y otro a miles de kilómetros, distanciados pero a la vez unidos por un sentimiento eterno.
LuHan y MinSeok, están hecho de la misma materia. Sueños, amor, amistad, pasión y ese toque que hace a cada uno especial, la individualidad que los hace enamorarse en cada viaje. Se presentan como personas completamente distintas, pero nunca se escapan del trágico o feliz enamoramiento. LuHan no podrá evitar sentir que amar a MinSeok está mal, sentirá que es lo correcto y lo único por lo que ciertamente vive. Amar a MinSeok es una promesa para ser feliz. Amar a LuHan será el sueño que le gustará repetir a MinSeok. Una y otra vez, de mil maneras diferentes. Una historia distinta, un final asombroso. Y nunca se arrepentirán, pase lo que pase, porque siempre que puedan regresar y reencontrarse, todo puede volverse mil veces mejor.
Los sentimientos crecen, se agrandan y explotan en sus corazones vivos. Sus almas cada día se unen más, se repelen en ocasiones pero vencidas por un amor que ya no es amor porque simplemente se siente como algo más grandioso, terminarán durmiendo juntas, una en brazos de la otra. Cálidas en un nido tejido de esperanzas e ilusiones, de recuerdos y memorias. LuHan no podrá desear otra que no sea estar con MinSeok, y MinSeok no hará otra cosa que no sea cumplirlo con todos sus medios.
La tristeza podrá desbordarse en medio de su camino por encontrarse pero, el anhelo los hará fuertes. Ninguno se rendirá del el otro, sus almas podrán romperse ante la expectativa fallida pero una vez de vueltas sin carne y ni huesos, se abrazaran y lloraran juntas el reencuentro. No habrá perdones ni arrepentimientos, la vida se trata de eso, se trata de vivir y aunque las cosas no salgan como siempre quisieron aprovecharon cada minuto, se amaron, se odiaron, se eternizaron.
Y a través de cada una de sus vidas, aun no terminan de conocerse. Siempre terminan enamorándose de algo desconocido, se aman de una forma que no muchos han experimentado y que quizá ninguno ha sentido. Ellos son dos y al mismo tiempo uno. Están formados para ser y nunca para no ser.
MinSeok y LuHan son almas gemelas.
Y en cada una de sus vidas, siempre se encontrarán con la mirada que será el principio de todo. Una historia que escribirán juntos y guardarán el baúl de sus memorias. Como niños, sus sonrisas nunca desaparecerán. Siempre enamorados, siempre juntos.