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De miel a hiel por Eliann

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Es hora de contar.

Todo lo que vi.

Y perdí.

Todo lo que fui.

Y deje de ser…

Es hora de contar como cambie de miel a hiel.

 

Tal vez todos comiencen con el nombre y luego cuenten su historia, tal vez. . . pero esto yo no lo quiero comenzar así, mi vida fue buena. . . digamos así. .. Digamos que si fui feliz. . . que estuve destinado a conocerlo. . .que mi vida con su vida dio un vuelco, que éramos tal para cual, él era mi todo. . . y al final me quede vacío de manos. . . se preguntaran. . .¿qué paso? ¿Qué es lo que quiero redactar en estos versículos de mi final? Bien se lo diré. . . le diré lo que viví. . . y por qué yo mismo me perdí. . . a veces hasta uno se cansa de vivir… comencemos.

 

Ere un día normal en mi vida, al menos eso quería que fuera, tenía dieciséis años en ese entonces, era un estudiante de instituto normal a casi a punto de cursas su último año, tenía buenos amigos. . . la mayoría chicas…y dos o tres chicos, pero eran maravillosos. . . no digamos que tenía la mejor familia, no es así. . . mi madre murió en mi parto y en parte yo me echaba la culpa y mi padre también me culpaba a mí… es un hombre, frío, seco y distante conmigo. . . y cuando tiene la oportunidad o razones para golpearme lo hace. . . pero. . . por eso yo no me iba a morir, no me iba a ahogar en ese vaso de agua, yo al menos seguía con vida estoy seguro que mi madre me quiso y con eso me bastaba para vivir...

 

-¡Hey! –Y escuche esa voz, ese chico de allí de ojos azules cuales dos bellos mares y cabello de igual color usando una bufanda en pleno verano, era mi vida, mi razón de despertarme por las mañanas y dormirme por las noches… era el latir de mi corazón, era mi todo – ¿Cómo estás?

 

-Muy bien ¿Cómo amaneciste hoy? –Le pregunte –

 

-de buenas –Respondió –

 

Claro que el destino planeaba nuestros lazos romper, en ese entonces yo no sabía lo feliz que fui. . . no lo sabía. . . entramos a clases como siempre, allí nos esperaban los demás. . . sonreí por ello y me senté como siempre a su lado.

 

-Buenos días alumnos –Saludo el profesor –Hoy tendremos a una nueva alumna. . . espero la traten bien. . . ven pasa –Una chica de largo cabello turquesa y ojos del mismo color entro, le mire sorprendido, cuando mire hacia a ti, tus ojos mostraban sorpresa tus mejillas estaban coloradas de un ligero rojo –

 

-Buenos días, mi nombre es Hatsune Miku espero llevarme bien con todos ustedes –Sonrió y él. . . Él se ruborizo más y desvió la mirada –

 

-Siéntate. . . al lado del joven Shion hay un puesto –Kaito levanto la mano y ella sonrió sonrojándose –

 

En casi toda la clase me ignoro al presentársele  ella y sonreírle animadamente si yo intentaba hablarle o tocarle me hacía que le soltara la mano y luego seguía hablando con ella comencé a recoger mi cuaderno par a irme a almorzar con él.

 

-Hey Kaito…vamos a –pero ya se había marchado corriendo tras de ella –

 

Ella es linda lo admito.  . . Pero aun así me dejaste de lado y eso me molesto. . . con los días no solo tú me dejaste de lado. . . mis amigas me dejaron de lado. . . mis amigos ya no me prestaban ni atención me iba quedando completamente solo. . .

 

Regrese a casa desganado. . . mi padre no me dijo nada solo me ignoro como la mayoría del tiempo. . . ¿por qué? ¿Y si se lo fuera dicho antes? No aun así no fuera valido la pena eso creo. . . y los días iban pasando así cada día me sentía más desplazado.

 

-. . . ¿qué tiene ella que no tengo yo? –Pronuncie –

 

-tal vez si tuvieras el cabello un poco más largo sabes que a Kaito le gustan las chicas de cabello largo –Me dijo Meiko, le mire un momento y baje la mirada –o si fueras una chica también.

 

-. . . –Guarde silencio no quería responder a eso que me dolía tanto –

 

-Hey Meiko-chan ven –pronuncio ella llamándola, Meiko se iba a levantar pero yo la tome de la mano –

 

-no me dejes –pronuncie –

 

-No seas dramático Gakupo –Respondió ella –Miku es una chica tierna si intentaras tratarla un poco en vez de sumirte en tu propia soledad entenderías y verías lo dulce y tierna que es como nosotras lo vemos.

 

Por qué. . .

La princesa.

Desplazo al príncipe.

Y se hizo con el cuento.

Y el príncipe que antes vivía de risas y alegrías.

De la sonrisa de su cortejado.

Ahora ya no tenía nada.

Sus mieles se fueron.

Dejándole solo la hiel.

 

Y el príncipe supo que iba a perder.

Cuando Cenicienta.

Arranco su más bella rosa del jardín

Y se la llevo con ella.

 

Me mire en el espejo, era cierto que yo no tenía el cabello tan largo como ella apenas el mío me llegaba por los hombros ya que mi padre me lo cortaba constantemente y ya yo deje en claro que no deseaba cortármelo.

 

Solté un suspiro para caer en mi cama, recordando los viejos tiempos cuando éramos niños, cuando dijo que yo era la niña más bonita de todas y que quería casarse conmigo, luego le aclare que era niño y me dijo que de todas formas mi belleza superaba a la de las niñas y quería que yo fuera su esposa. . . regalándome un pequeño anillo que antes se encontraban en unos caramelos como anillo de compromiso. Pero luego le dijeron que no podíamos casarnos e hizo la promesa de que siempre estaríamos juntos. . .  siento que. . . esa promesa se ha roto… en miles de pedazos como mi corazón.

 

Porque desde un principio.

Se veía que se iban a amar.

Cuando su rosa.

Con vehemencia a cenicienta fue a buscar.

Dejando al príncipe atrás.

Una vez más.

 

-¡Gakupo! Tengo algo que contarte –Vino corriendo hacia mi sujetando a Miku, de la mano quien estaba completamente sonrojada –

 

-¿he? ¿Qué? –Pregunte –

 

-de ahora en adelante Miku es mi novia ¡No es maravilloso! –Me dijo sonriendo, mientras yo me hacía pedazos por dentro –

 

-“lo sabía” –Sonreí. . . la mejor sonrisa que pude dar forzada, intente que lo agrietado de mi garganta me dejara hablar que poco a poco sentía como vidrios fuertes se incrustaban –Felicitaciones, en hora buena… les deseo todo lo mejor enserio –Intente fingir lo mejor que pude aquella falsa sonrisa tu solo me sonreíste sin darte cuenta que me dejaste hecho segmentos –

 

Y el reino del príncipe.

Se cayó a pedazos.

Igual que su mundo entero.

Cenicienta se lo llevo todo.

Lo dejo sin nada.

 

Me quede en el instituto hasta tarde en el club de kendo practicando hasta que mis brazos y piernas dolieran quería contrarrestar el dolor de mi corazón con el de mi cuerpo… lágrima a lágrima era derramada de mis ojos al verlos a ellos dos juntos.

 

Al final al marcharse de clases tomados de las manos ella volteo a mirarme, con una sonrisa de satisfacción y me saco la lengua. . . maldita… te odio tanto… me seque mis lágrimas mirando mis manos un poco lastimadas por tomar tan fuerte el bokken. . . solté un suspiro como si un último rastro de mi vida se escapara para ir a los vestuarios y cambiarme el uniforme de kendo por el del instituto ya que era mi bokken me lo lleve conmigo… tome mis cosas y me marche a casa ya casi atardecía, el cielo se estaba tiñendo de matices rojos y naranjas para ser opacado por la noche.

 

Al llegar a casa observe a Miku salir de ella, me miro y se sonrió para luego marcharse aun riendo por ello. . . ¿Qué hacía ella en mi casa? Y sobre todas las cosas ¿Cómo supo que esa era mi casa? Tal vez en ese momento debí darle más importancia y seguirla pero no lo hice, al abrir la puerta de casa recibí un golpe fuerte que me mando al suelo, al levantar la mirada sujetándome en donde me había golpeado pude divisar a mi padre furiosos conmigo.

 

-. .  . –No me dio tiempo ni de preguntar cuando me mando otro golpe fuerte que me hizo voltear la cara, me lamí el labio limpiando la sangre que salía de la comisura –

 

-¿Es cierto lo que esa niña dijo no es así? –pronuncio levantando nuevamente sus puños una palabra en falso y nuevamente me golpearía y aun así con el dolor de la práctica de kendo, con el dolor por el golpe que me había dado en el abdomen y en la mejilla rompiéndome el labio me levante –

 

-¿Qué dijo? –Levanto los puños para volver a golpearme esquive el de la cara pero el del abdomen me hizo sacar sangre –Sí. . . no me dices que dijo no entenderé el por qué me golpeas padre… no soy…. Adivino.

 

-El que eres gay –pronuncio, quede sorprendido ante sus palabras –El que andas detrás de tu amigo. . . ese que te pidió matrimonio ¿cuál era su nombre? ¿Kaito? ¡Responde!

 

-Si. . .  es verdad –Contesté para recibir otro golpe que me hizo caer de nueva cuenta al suelo –

 

-Vete de esta casa, mi hijo murió en el parto con mi esposa, será mejor que recojas tus cosas rápido tienes solo dos horas antes de que te mate –Respondió con odio y desdén a mi persona, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y las lágrimas querían salir de mis ojos pero me negaba a que saliera, me levante como pude y me marche a mi cuarto recogiendo mis cosas –

 

Tome mi ropa colocándola en una maleta y el dinero que llevaba reuniendo desde hace bastante tiempo en realidad. . . ya que yo tenía un trabajo los fines de semana, mire mi habitación por un momento para luego bajar… mi padre no estaba en el living, salí de allí, mirando por última vez mi hogar. . . y odiando profundamente a la maldita de Miku. . . no se conformó con arrebatarme a Kaito de mi lado. . .no.  .  . También tuvo que decirle a mi padre que yo era homosexual… me dejo sin amigos. . .  me dejo sin quien amaba… me dejo sin padre… me dejo sin casa… me lo arrebato…todo…. Y solo se sonreía por mi desgracia.

 

El príncipe se quedó solo.

Sin reino.

Sin castillo.

Sin rosa para amar.

Sin súbditos para saludar.

Se quedó en lo alto de la torre.

Donde la mentirosa de Cenicienta.

Lo encerró.

Lo primero que pensé fue ir con Kaito. .. Mis pies solo me guiaron hasta ese lugar, luego recordé que ya yo no le importaba a él. . .  que para él era más importante Miku que yo. . . y me quise marchar si no fuera sido por.

 

-¡Gakupo-kun! –Escuche la voz de la madre de Kaito que venía con unas compras –hay pero que te paso. . .

 

-no es nada señora Shion –pronuncie –. . . disculpe. . . yo ya me iba –Iba a seguir de largo pero ella me sostuvo la mano –

 

-nada de ya irte. .  . ¿Y esa maleta?. . . ¿te fugaste de casa? –Yo negué – ¿Tu padre se dio de cuenta que estabas enamorado de Kaito?

 

-¿Era. . . demasiado obvio verdad? –Ella asintió –lo lamento. . .yo... soy una desgracia…no es así –la garganta se me agrieto e intentaba por más que quería no derramar lágrimas –… si tan solo mi madre no me hubiera tenido… mi padre sería feliz con ella… pero… al parecer para mi padre yo morí en el parto con mi madre…si fuera sido así… no sufriría tanto… ojala fuera pasado –y las lágrimas traicioneras comenzaron a caer –

 

-No digas tonterías –Me dijo secando mis lágrimas intentado no lastimar mi mejilla inflamada y mi labio roto –vaya pero que bruto es tu padre, vamos a casa yo te curare.

 

-No.  . .  Por favor –pedí –ya yo me iba enserio, realmente no sé por qué estoy aquí

 

-No seas tonto, no tienes a donde quedarte además… estoy seguro que a Kaito no le gustaría verte de esa manera –Pronuncio tras esas palabras la garganta se me cerro –

 

-yo no le importo a Kaito. . . –Ella no me dijo nada solo me obligo a entrar a su casa, dejándome en el living obligándome a sentar en el sofá –

 

-Querida la… ¡¿Gakupo-kun pero qué te paso?! –Me pregunto el padre de Kaito preocupado –

 

-Su padre se enteró que gusta de Kaito –respondió la señora Shion colocando una bolsa con hielo en mi mejilla –

 

-oh…ya –Yo solo baje la mirada, sentía mi garganta cerrada –. . . ¿pero cómo paso?

 

-Miku le dijo a mi padre. . . que yo era gay y que gustaba de Kaito, desde que ella llego mi vida no ha sido más que un infierno… me alejo de Kaito, me alejo de mis amigos. . . me alejo de mi padre… me dejo hasta sin casa. . . y solo se sonríe –Nuevamente incontables lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas ambos se miraron entre si… como no creyendo lo que yo le decía –

 

-. . . ¿Miku? –Pronuncio la madre de Kaito –la niña tierna y amable que está perdidamente enamorada de Kaito y que no sería capaz de lastimar una mosca –Aquello me cayó como balde de agua fría, yo solo comencé a reír ante mí desdicha…a mí nadie me creería –

 

-Discúlpeme Señores no debí importunarles…. Si me disculpa me marchare –Pronuncie levantándome del lugar en donde estaba sentando, ¡¿Maldita sea por qué no puedo dejar de llorar?! Ojala mis lágrimas se detuvieran de una vez. . .  ojala estuviera muerto –

 

-Espera Gakupo-kun –pronuncio el padre de Kaito sujetándome de los hombros… yo solo lo aparte –

 

-lo lamento. . . –me disculpe mirando su expresión de sorpresa –me conocen de toda la vida, todos. . . todos lo hacen. . . desde que estábamos en jardín de niños. . . pero. . . aun así. . . son incapaces de creerme… aunque jamás he metido ante mis palabras. . . todos dudan de mí y le creen a una persona que apenas acaban de conocer… me he quedado tan solo. . . y solo por una persona con piel de cordero pero que es lobo… ni ustedes me creen… que me conocen de tantos…años… que me he quedado hasta a dormir en su casa… que he crecido con ustedes… y me sentía tan aceptado en su familia…. Me duele… me duele demasiado… que nadie me crea… que solo piensen que son celos absurdos de mi parte… si Kaito es feliz, yo soy feliz… siempre me lo dije… que no me importaría que no me amara… si podía verlo sonreír… si sus bellos ojos cuales dos hermosos mares seguían brillando… entonces… yo podía seguir viviendo… porque yo vivo de su felicidad… porque él era mi aire… y ahora… ni siquiera tengo el aire para respirar… y no son celos. . . lo que yo siento. . . no lo son. . . jamás lo han sido… siempre supe mi realidad… no les miento… realmente yo no les miento… por favor… créame… se lo suplico… ustedes que son unos segundos padres para mí… se los pido de favor… créame… que yo… no les miento.

 

-Gakupo-kun –pronuncio el padre de Kaito y me abrazo mi cuerpo se encontraba temblado de manera incontrolable ya me dolía la cabeza de tantas lágrimas derramadas –Yo te creo de verdad que te creo.

 

-Es cierto Gakupo-kun tu jamás nos has metido, siempre has sido sincero con nosotros –me sonrió la madre de Kaito abrazándome también –

 

-yo. . . se los agradezco tanto enserio. . . –Sonreí de repente la puerta de la casa se abrió y allí estaba Kaito con Miku. . . todos nos quedamos en un silencio –

 

-ya estoy de vuelta ¡¿Gakupo que te paso?! –Me pregunto preocupado acercándose a mí –

 

-auh –me queje cuando toco mi mejilla, su expresión de preocupación era evidente –. . . nada.

 

-Miku ¿Qué haces aquí? –Pronuncio el padre de Kaito se veía enojado –Es muy tarde para que una señorita este por fuera.

 

-ah…es que Miku quería pasar la noche, claro… que ella se quedaría en el cuarto de huéspedes –Explico, baje la mirada ¿por qué? ¿Por qué rompiste nuestra promesa? –

 

-No, ella no se quedara –La expresión de Miku era de suma tristeza –

 

-lo lamento yo no quería importunar –murmuro –

 

-Señores…no

 

-¡Guarda silencio Gakupo-kun! –Me dijeron ambos al mismo tiempo haciendo que mi cuerpo se tensara y baje la cabeza –

 

-S…si –me quede en silencio –

 

-lo lamento Miku, pero no permitiremos eso y menos después de lo que le hiciste a Gakupo-kun –pronuncio la madre de Kaito –él no se merece semejante cosa. . .

 

-Yo…yo no le he hecho nada

 

-¿qué hizo? –pronuncio Kaito –

 

-No digas que no has hecho nada Hatsune Miku por que no te creemos Gakupo-kun no es ningún mentiroso lo conocemos de toda la vida –. . . por favor… por favor… trágame tierra te lo pido –

 

-¡Yo no le he hecho nada! –Grito – ¡¿por qué le haría algo a él?! –Se echó a llorar –él solo me odia ni siquiera me trata…

 

-¿Qué está pasando? –Pregunto Kaito acercándose a Miku –

 

-Yo no he hecho nada lo juro –Sollozo aferrándose a los brazos de Kaito –

 

-por favor basta…yo…

 

-¡Te dijimos que hablaras! –Me dijo el padre de Kaito –

 

-N… no señor –Guarde nuevamente silencio me senté en el sofá observando como todo pasaba… trágame tierra... trágame –

 

-¡Alguien podría decirme lo que está pasando! –Exigió Kaito –no entiendo nada

 

-No está pasando nada –me levante mire a los padres de Kaito –No ha pasado nada todo es un mal entendido. . . lo lamento no quise realmente importunarlos… en una noche como esta… todo fue mi error… tenía un poco de fiebre y comencé a delirar… perdóneme… en un momento me marcho así Miku podrá quedarse –Tome mi  maleta –Lamento ser una molestia

 

-Gakupo-kun –la madre de Kaito me tomo el brazo –

 

-Gracias… enserio –le sonreí –pero. . .es mejor dejarlo así –Con aquello dicho me marche de allí sin mirar atrás siquiera. . . por mis tonterías lo metí en problemas, no debí haber dicho nada desde un principio –

 

Como si fuera sido.

Desterrado de su propio reino.

Todos hablan a espaldas del príncipe.

Que ha perdido todo.

 

Esa noche me quede en un hotel, por buscar un lugar en el cual vivir falte varios días a clases, y por estar trabajando para continuar pagando mis estudios… al fin al poder ir, todos comenzaron a hablar a mis espaldas. . .  me miraban con odio y desdén. ¿Qué había pasado? No lo sabía al ingresar al salón de clases fue como si todos me rechazaran. . .

 

-Kaito –pronuncie su nombre no se dignó ni a mirarme –Kaito. . .

 

-no me hables –Me dijo molesto –Te odio –Todo mi cuerpo comenzó a temblar, como si sintiera el frío más extremo. . . como si me estuviera ahogando en la oscuridad, sentía apretado el pecho. . . y me costaba respirar –

 

-Buenas… ¿joven Kamui le pasa algo? –Me pregunto la profesora –

 

-. . . –Baje la mirada. . .  para levantarme. . . no me siento bien. . .  todo me da vueltas. . . ah. . . cierto. . . no he comido por dos días. . . debe ser eso. . . me cuesta verlo todo. . . –Yo. . . –Y de repente simplemente mis piernas falsearon haciéndome caer al suelo golpeándome la cabeza –

 

-¡Joven Kamui! –Exclamo la profesora…tan lento. . . tan pausado. . . mi pecho. . .  duele demasiado. . . me siento tan cansado. . . tal vez solo deba dormir un rato. . . y así despierte de este mal sueño –

Notas finales:

Hola bueno aquí les traigo yo una nueva historia donde la enemiga es Miku, si es un poco raro en mi...

pero espero les haya gustado y por favor comenten 


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