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Sonríeme por desire nemesis

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Notas del fanfic:

Soy creadora de todo esto aunque no se si salga muy bien pero ya lo tengo terminado en la sesera.

Espero que a alguien le guste. 

Será dramatico y romantico.

¿Un amor que parece imposible lo sera?

 

Notas del capitulo:

Kanou Kumakashi no era nada en especial en el instituto. Iba en tercero de secundaria y aunque tenía buenas notas y no era mal parecido no tenía amigos. Era de poco hablar y aunque inteligente nunca se aprestaba a ayudar a nadie con sus estudios.

 

Las chicas lo miraban más o menos porque Saito Harashi era el chico popular. Saito se regocijaba con su pandilla de molestar a los estudiosos. Habían estado siempre en ese colegio que era para la creme de la creme de la sociedad.

Kanou Kumakashi no era nada en especial en el instituto. Iba en tercero de secundaria y aunque tenía buenas notas y no era mal parecido no tenía amigos. Era de poco hablar y aunque inteligente nunca se aprestaba a ayudar a nadie con sus estudios.

 

Las chicas lo miraban más o menos porque Saito Harashi era el chico popular. Saito se regocijaba con su pandilla de molestar a los estudiosos. Habían estado siempre en ese colegio que era para la creme de la creme de la sociedad.

 

Tenían catorce años y los chicos todos hablaban de modas, bandas y juegos en los recesos. Un día Nary Haruno que estaba conversando alegremente con una amiga y el grupo de Harashi en el salón mientras todos esperaban al profesor miró a Kanou que estaba leyendo y se fijó en uno de sus dedos.

 

No deberías poner ese anillo ahí Kumakashi san. Ese es el dedo donde se pone el anillo de matrimonio.

 

El pelinegro de lentes miró a la chica de lado y sin decir nada desvió de nuevo la vista hacia su libro.

 

Hirashi miró el dedo en cuestión donde si había un anillo de oro, todo labrado con intrincados caracteres. De seguro no era una alianza pero estaba en el dedo de esta.

 

A Hirashi siempre le había caído mal esos tipos comelibros con sus lentitos y eso. El era un chico bueno en deportes y aunque sus notas no eran malas tampoco eran las mejores. Se reunía con su grupo y pasaban de fiestas los findes. Algunos estudiantes le hacían la tarea cuando no tenia tiempo y él les pagaba. Con algunas salía.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Su casa estaba preparada para la recepción que la compañía de su padre siempre daba en esa época del año para la gente importante. Su padre le preguntó mientras miraban el salón al que todavía no había llegado nadie--¿Tú conoces a Kumakashi Kanou, no es cierto?—

 

Hirashi que tenía ojos azules y pelo rubio y corto miró hacia un lado con algo de talante desgraciado—Si, es un compañero de estudios. ¿Qué? ¿Vendrá esta noche con sus padres?—la idea no lo alegraba.

 

No. Ellos lo envían en su lugar. Al parecer se está haciendo cargo de algunos asuntos de la empresa—le dijo el viejo.

 

¡Pero si tiene mi edad!—exclamó Saito.

 

Eso mismo digo. Deberías tomarlo de ejemplo. Un chico de tu edad y ya esta a cargo de asuntos empresariales—le dijo su padre para su disgusto.

 

Ya empezada la fiesta como siempre los amigos de Saito estaban ahí—¡Oigan chicos!—les dijo—Adivinen quien viene hoy a la fiesta. ¡Ese idiota de Kumakashi! Al menos nos divertiremos un poco con ese insulso—

 

¡Ahí está!—dijo uno de sus amigos apuntando hacia su espalda y él se volvió mientras el otro agregaba—¿Quién será esa chica que viene con él? ¡Está linda! ¿No?—

 

En efecto. Una chica de aspecto frágil pero con todas sus curvas venía del brazo de Kumakashi y ambos se dirigían hacia la pareja principal, o sea los padres de Saito.

 

El susodicho llegó junto a ellos al mismo momento que su compañero de clases que dio las buenas noches y se presentó.

 

¡Oh, tú eres el compañero de nuestro Saito!—exclamó la madre de este.

 

Nos sorprendió mucho el aviso de que tú acudirías a la fiesta en su lugar—dijo el padre.

 

Me temo que mis padres tenían un compromiso previo—dijo el joven serio.

 

Los amigos de Saito se acercaron con sus citas y la de este estaba ya colgada de su brazo mirando a los recién llegados. La nueva pareja estaba rodeada.

 

¿Y ella quien es? ¿Tu prima?—preguntó uno de los amigos de Saito.

 

¡Tranquilo, Amane que puede ser su novia!—dijo algo sorprendida la pelirroja que estaba con Amane.

 

¿Novia él? Jajajajajaja. No creo que eso sea posible—dijo el susodicho haciendo que su cita los mirara disculpándose.

 

Es cierto, no es mi novia—aceptó Kanou muy tranquilo.

 

¿Lo ves?—dijo amane apuntando con su dedo al pelinegro.

 

¡Ella es mi esposa!—dijo Kanou.

 

¿Qué?—preguntó Amane mientras todos lo miraban sorprendidos—Bromeas. ¿Cierto?—

 

Las chicas lo miraban con los ojos como platos mientras los chicos pensaban que era mentira y los grandes no sabían que pensar.

 

No hay manera de que  bromee sobre ello. Ananko es mi esposa—dijo el otro mirándolos con la seriedad de siempre.

 

Pero… pero… ¿Te casaste a los catorce años?—preguntó Amane sin poder casi articular las palabras y el otro le contestó después de acomodar sus lentes.

 

A los trece. Lo hicimos el año pasado—dijo Kanou.

 

¡No es cierto!—gritó Saito apuntando con su dedo—Los hombres no podemos casarnos antes de los dieciocho…--

 

…sin un permiso familiar—dijo Kumakashi—Pero nosotros si lo tuvimos. Mi familia es muy tradicional…--

 

Un matrimonio arreglado—dijo la madre de Saito con sorpresa en la mirada.

 

Así es. Ananko y yo estamos comprometidos desde pequeños—les dijo el pelinegro como si hablara de un hecho irrelevante.

 

¿Pero y el amor?—preguntó una de las chicas y el susodicho le miró.

 

No es posible creer en cosas tan ridículas. Los casamientos son para una vida juntos, no se puede pasar tanto tiempo al lado de otra persona solo por un sentimiento barato. Nosotros llegamos años conociéndonos para poder emparejar perfectamente es una cosa de asociación de ideas, no de romanticismo—explicó el joven que parecía un señor--¿No es verdad Ananko?--El pelinegro miró a su lado pero nadie estaba.

 

¡Parece que tu asociada te dejo solo!—dijo algo divertido pero todavía sorprendido Hirashi.

 

El ojinegro volteó y se dirigió directo a una mesa cercana donde la joven les daba la espalda. La susodicha se giró un poco cuando su esposo llegó a su lado y terminó de meterse un cigarro de chocolate en la boca para después sonreír y levantar uno a su marido como ofrenda de paz.

 

Saito conocía el horrible carácter del cuatro ojos razón por la cual jamás le había dado la paliza que se merecía. En varias ocasiones discutieron pero nunca llegaron a las manos porque el otro con toda la seguridad del mundo se daba vuelta y se iba y además si hubiera peleado en la escuela su padre lo hubiera castigado sin salir por un mes como antes lo hiciera cuando peleó con un chico. Estaba esperando pues era seguro que le hablara de manera macabra y ella saliera mal parada o le diría algo bajito para guardar las apariencias pero que sería tan duro como eso.

 

Entonces fue sorprendido.

 

Por una genuina sonrisa del otro hacia su esposa y agarrando el dulce que ella le acercaba.

 

¡Que lindos!—dijo su madre parada tras él que los miraba como todos.

 

Nunca en su vida Saito había visto sonreír al mequetrefe ese. Es más hubiera apostado su vida a que el amargado no podía hacerlo. Una rara angustia se apoderó de él al verlo de ese modo con su esposa.

Notas finales:

Espero por alguien que disfrute de esto

se que los originales no reciben mucha atencion asi que no espero una oleada de revs pero si pueden denme algo

ja ne


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