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Endemoniadamente tierno por yola1996acuario

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Notas del capitulo:

Holaaaa chicas/os este es mi segundo fic de Khr y llego en algo si como de la nada y me dieron unas ganas increibles de escribirlo...no se si lo actualice tan rapido como mi otro fic pero lo hare tan rapido como mis dedos me den!

 

ah se me olvidaba esta es una pareja 6927~

 

No creo que este fic sea muy largo tal ve cap y si se puede hasta diez no creo que sean mas...aunque quien sabe...tratare de hacer los capitulos algo largo despues de este, espero sinceramente que les guste, sin mas disfrutenlo!

 

Khr no me pertenece... quien sabe y un dia si ahorro les obligo a hacer un especial yaoista lol

Cap. 1: Niñero

La mirada heterocromática choco con la fastidiada mirada azulina.

-No

El mayor suspiro por quien sabe cuanta vez, había tenido esta conversación durante casi toda la tarde y ya se acercaba la hora que tenia que llamar al rubio para confirmar planes.

-Solo será por esta noche, Mukuro 

El chico de 14 años en el sofá soltó un bufido aun con los brazos cruzados en una clara negativa antes de mirarle con el ceño fruncido.

-Ya he dicho que no, Daemon. Y es mi ultima palabra, ya tengo planes.

El nombrado también se cruzo de brazos no aguantaba cuando su hermano menor se ponía en ese plan de No-te-voy-a-hacer-caso-por-mas-esfuerzo-que-hagas.

-Solo tienes que verlo, ni siquiera tienes que jugar con él, solo tienes que estar ahí.

Y era cierto, el pequeño Tsuna a pesar del apapacho familiar constante que tenia que soportar, era bastante independiente en sus acciones, y no le dejaba a nadie que no fuese de su familia cuidar de él, además estaba el hecho de que no era un niño pequeño por mas que se viese como uno. 

-No le tengo paciencia a los mocosos.

Al parecer el adolecente no pensaba lo mismo.

-Juegas con Nagi y ella tiene 8.

Daemon tenia un punto en eso, al ser la única niña en su familia era a la que mas mimaban y consentían, y aun así no era una malcriada para alegría del mayor, suficiente tenia con soportar a M.M. cada que venia a hacer una tarea o algo con Mukuro. Además que era la luz de los ojos de ambos hermanos, y cuidaban como una muñeca de cristal.

- Es diferente, es mi hermana!

Hermana que hoy estaría en una pijamada a un par de casas con la niña de los Sasagawa.

-Que es lo que quieres para ver al hermano de Giotto-kun?

La sonrisa que el adolecente le dio, no le gusto para nada al mayor.

-Tu caja de chocolates artesanales Suizos rellenos de licor y caramelo.

Impensable.

-No

La sonrisa socarrona del chico de mirada heterocromática se ensancho ante la tajante respuesta.

-Kufufufu entonces olvídate de que vea al mocoso, olvídate de salir con tu rubio o ve con el mocoso y te olvidas de tener acción esta noche.

Deamon quería jalarse el cabello. No, quería jalárselos a su hermano, ya se estaba cansado de que Giotto cada que no encontraba a nadie que viera al pequeño moreno lo llevara con ellos, siendo él dejado de lado, no es que no le agradase el pequeño hermano de su pareja, si es que era adorable, solo que Giotto tenia un pequeño complejo de hermano y donde estuviese el menor la atención del rubio era fácilmente volcada hacia él; con mucho pesar miro a su hermano menor. 

Todo sea por un bien mayor…en este caso una cita a solas con Giotto-kun.

Se repitió eso un par de veces antes de volver a hablar.

-Esta bien.

La cara de Mukuro fue un poema, la verdad sea dicha, el creía que por mas que se burlase de la debilidad de su hermano mayor por el rubio este no cedería la ultima caja de sus adorados chocolates que trajo de su ultimo viaje a Suiza, viaje hecho con el rubio y su hermano menor; Mukuro no quería cuidar de un mocoso, aunque no le conocia, por lo que había escuchado era muy apegado a su rubio hermano y le estaría fastidiando todo el rato, no como su querida y tierna hermanita que era tan suave como una trufa de chocolate, puede que el también tuviese complejo de hermana. 

Mukuro gruñendo se alejo de su hermano, tendría que llamar a Ken y Chizuka para cancelar sus planes de fastidiar las patrullas nocturnas de Ave-kun.

Que mejor manera de pasar el viernes en la noche que cuidar al hermano del novio de Daemon. Perfecto, simplemente perfecto. Gracias Daemon!

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Giotto corría de un lado a otro del dúplex viendo que no faltase nada a su querido, adorable y tierno hermanito menor, hace unos minutos le había llamado Daemon diciéndole que su hermano menor podría cuidar a su lindo Tsu, si solo su tío Reborn no se hubiese ido con Xanxus a visitar al abuelo Timoteo lo hubiese dejado con cualquiera de los dos, lastimosamente ni su primo ni su tío estarían en Namimori hasta dentro de una semana.

Antes de que llamase su novio había estado pensando en llamar a Alaude pero este se había ido a China por el llamado de su tío Fon, y su hermano, Kyo-kun, había empezado desde algún tiempo sus patrullas por la ciudad, al igual como lo hizo Alaude en su tiempo; no queriendo interrumpir las actividades de Kyo-kun pensó en llamar a Asari pero este había ido a llevar a su primo Takeshi al hospital por su brazo roto el cual le estaba causando un poco de fiebre, brazo el cual se rompió cambiando de lugar con Tsu cuando este casi cae de las escaleras del colegio, por lo cual el menor gano un pedestal inamovible en la mente de Giotto y Hayato, había pensado en llamar a G pero ni el ni su sobrino estaban en la ciudad por los tramites que tuvieron que ir a hacer a Italia, por ultimo pensó en Knuckle pero el tenia que cuidar no solo a sus dos hermanos menores sino también a la hermanita de Daemon, ya que Kyoko y Nagi habían acordado hacer una de sus famosas pijamadas, solo había mandado a Tsu una vez ya que estaba Ryohei asique no estaría aburrido jugando con las chicas, lo cual hasta ahora se seguía arrepintiendo, cuando lo fue a recoger su pequeño hermanito estaba con las uñas de las manos y pies totalmente pintadas de rosa brillante, vestido con uno de los femeninos vestidos de Kyoko y para rematar tenia lazos en el cabello, no es que se viera mal si es que parecía una de esas niñitas de revista, pero descarto rápidamente la idea no queriendo volver a repetir el miniparo cardiaco que sufrie el ver así a su hermanito, claro que luego le hecho toda la culpa a Knuckle pero al verle en el mismo estado que su hermano prefirió callar; no podía pensar en Lampo ya que todavía estaba cuidando de su hermanito recién nacido con ayuda de algunas de las sirvientas de su casa, aun sentía la muerte temprana de sus padre en el accidente, un accidente del cual solo Lambo se pudo salvar siendo sacado del vientre de su madre con una operación de emergencia.

-Gio-nii estaré bien 

El nombrado salió de sus pensamientos a al ver como su lindo y pequeño hermanito se acercaba a él con su libro, el cual le regalo el tío Reborn en su cumpleaños, desde su tío le dio el presente a su pequeño hermanito no lo soltaba ni para dormir y no se lo quería mostrar a nadie, ni siquiera a él! Respetando su privacidad no lo ojeo ni cuando tenia la oportunidad de coger el libro cuando el pequeño dormía, tampoco se quería arriesgar por las amenazas de muerte que recibió de su tío, por mas curiosidad que tuviese.

-Tsu?

El pequeño moreno miro a su hermano con sus enormes ojos caramelo aun abrazando el libro de cuero negro.

-Si Gio-nii?

Giotto cada que veía a su hermano se derretía igual que los masmallows que le encantaba comer a su sobrino Byakuran; agitando la cabeza se agacho poniéndose a la altura de su hermanito. 

-Tsu, el hermano de Daemon va venir a cuídate.

El menor miro incrédulo a su hermano mayor, siempre que salia le dejaba con su tío Reborn y su increíble mascota, su primo Xanxus y sus amigos, Alaude-nii-san y Kyo-Kun, G-nii-san, Asari, Knuckle, o raramente Lampo pero como este estaba ocupado con su nuevo hermanito ya no venia con tanta regularidad, pero siempre que le dejaba solo era con alguien que conocía de mucho tiempo, por lo que no notaba tanto que la hacían de niñeros, pero hacer que el hermano de su novio viniese exclusivamente para cuidarlo era demasiado, además no le conocía, por extraño que fuese nunca lograba coincidir con ninguno de los dos hermanos menores de Daemon-nii-san.

-Ya estoy grande para tener un niñero. 

Y lo estaba. Tenia 12 años, aunque por su estatura y aspecto se viese de 8 o de 9, era perfectamente capaz de cuidar de si mismo.

-Lo se, pero el va venir a jugar contigo

Giotto le revoloteo aun mas los alborotados cabellos castaños, dándole una sonrisa apaciguadora; sabia que su hermano era capaz de cuidar de si mismo, pero para él aun era muy pequeño.

-Tampoco necesito que nadie venga a jugar conmigo.

Giotto observo a su hermanito antes de que este estrechase mas su libro inflando las mejillas en un gesto adorable pero descontento. El rubio torció el gesto no le gustaba ver a su hermanito descontento o gruñón.

-Quieres que me quede contigo?

Giotto vio como su pequeño hermanito levantaba la mirada rápidamente, con la boca ligeramente abiertamente sorprendido.

-Puedo llamar a Daemon y cancelar…

De pronto una idea le surgió haciéndole sonreír. No podía cancelar y su hermanito no quería a nadie para que se quedase con él…Porque no traer a Daemon con ellos?

-…O mejor que venga Daemon y vemos una maratónica de películas

Tsuna agito la cabeza rechazando las ideas, siempre que no había quien este con él Giotto le llevaba con ellos, y aunque le agradaba pasar tiempo con ambos chicos no quería quitarles su tiempo a solas.

-No te agobies, Gio-nii…

Tsuna forzó una sonrisa creíble que pareció engañar a su hermano.

-Me quedare con el hermano de Daemon-nii-san

Giotto le miro dudoso

-Seguro? Me puedo quedar si quieres.

Tsuna sonrió mas relajado mientras agitaba la cabeza ante la excesiva preocupación del rubio.

-Ve y diviértete, Gio-nii

Giotto permaneció en silencio unos minutos antes de volver a mirar a su hermano en busca de algún sentimiento negativo, al no encontrarlo suspiro revoloteando nuevamente los cabellos castaños de su hermanito.

-Esta bien…Daemon y Mukuro llegaran en unos minutos, terminare de alistarme y bajo, si es que llegan antes de que baje los haces pasar, si?

-Si, Gio-nii!

Antes de que subiese al segundo piso del dúplex el rubio miro algo dudoso al castaño.

-Tsu?

Tsuna inclino su cabeza de lado adorablemente sin soltar su libro.

-Gio-nii?

Giotto dudo por un segundo pero necesitaba encontrar su corbata antes de que llegase su novio.

-Haz visto mi corbata negra?

Tsuna soltó una risa juguetona, si la había visto, en León y su nuevo chalequito negro, claro que lo había hecho bajo la atenta mirada de su amado tío Reborn, seguía sin entender como es que las personas le seguían teniendo tanto miedo, su tío era la persona mas agradable, y sádica, que conocía, además de un buen instructor. El menor agito la cabeza de manera negativa sonriendo inocentemente.

-Nooo…pero te queda mejor la azul.

Giotto asintió revolviéndole nuevamente los cabellos del menor, sin ver esa sonrisa para nada inocente que estaba mostrando.

Desde que Mukuro subió al auto de Daemon exigió su pago, el mayor no siendo idiota solo le dio un cuarto de la caja con la promesa de que le daría el resto cuando le fuese a recoger. Satisfecho el menor guardo parte de los chocolates de su chaqueta militar de Kokuyo comiéndose un par ante la atenta mirada de su hermano, internamente se estaba riendo y divirtiendo en grande, y como no hacerlo si es que su hermano abandono su tan adorados chocolates artesanales suizos por una cita con su rubio, no le entendía, ni cuando salía con Elena cedía sus chocolates ni los que le entregaban otras chicas y chicos en San Valentín, aceptando todos y cada uno que le ofreciesen, siendo esa otra de las razones por la cuales la relación con Elena llego a su fin.

La diversión se fue cuando estacionaron el carro en un lujoso edificio de departamentos, si recordaba bien y sabia que lo hacia, se rumoreaba que Ave-kun vivía en uno de los departamentos de este edificio, no estaba de humor para ver al perfecto cuando se suponía que la haría de niñero así que esperaba no encontrársele. Daemon le llevo por los pasillos hasta llegar a un ascensor yendo hasta el ultimo piso, Mukuro observo divertido como su apacible hermano perdía algo de su usual compostura revisando su aliento, dándole la ultima revisión a su ropa, y otras cosas de las que el menor empezó a tomar como ridículas.

-Kufufufu si así estas ahora que llevan no se cuantos años no quiero ni imaginar como estarás en el día de la boda.

Aunque lo decía en broma, el heterocromatico observo con incredulidad como las mejillas del que hasta ahora daba por imperturbable hermano, se ruborizaban tan ligeramente que tenia que conocerlo bien para darte cuenta de ello.

-Callate

Va enserio.

Puede que en ese momento recién cayera en cuenta de ese hecho, pero todas las señales siempre estuvieron ahí. El trato diferente, las concesiones que le daba al rubio, el permitirle llevar a su hermanito en sus citas, dejar sus tan amados chocolates, cambiar de colonia por que el rubio le regalo una de diferente aroma, priorizar al rubio en todo, las acciones de afecto que le daba sin importar que el estuviese presente y muchas otras.

Ratas, ahora tenía un cuñado

Y si era como decía su hermano, también tenia un concuñado.

Salió de sus pensamientos cuando el ascensor se abrió dejando visible una puerta. Mukuro observaba divertido las acciones de su hermano, ya luego le chantajearía con ello, por ahora solo tomaría nota de todo lo que hiciese.

Daemon toco una par de veces la puerta antes de que escuchase un par de pasos acercarse, no eran los de Giotto-kun de eso estaba completamente seguro, estos eran algo mas torpes, la comisura de sus labios se elevaron sin que lo notara, recordaba bien a Giotto-kun cuando eran niños y Tsuna era la viva imagen de Giotto-kun, incluso en esa pequeña torpeza al parecer hereditaria, de no ser por el cabello y los ojos, Tsuna seria como ver a un pequeño Giotto-kun. Luego de unos segundos la puerta fue abierta mostrando al pequeño y adorable castaño que era la luz de los ojos de su novio, esos ojos brillantes, esa sonrisa alegre y esa aura que parecían decir ¨ quiéreme y cuídame ¨ eran difíciles de ignorar, inconscientemente le devolvió la sonrisa al pequeño castaño antes de que este le taclease al abrazarlo sin soltar su preciado libro.

-Daemon-nii-san!

Daemon aun en el suelo lee revolvió los suaves cabellos castaños, esos cabellos que parecían estar hechos de suave algodón.

-Nufufufu Tsuna-kun no deberías taclear a las personas apenas las ves.

Al pequeño moreno se le colorearon un poco las sonrosadas mejillas dándole un aspecto todavía mas adorable.

-Lo siento, Daemon-nii-san

Ambos se fueron levantando sacudiendo sus ropas.

Daemon observo el libro que tenia el menor con curiosidad, pero no se arriesgaría a tocarlo sin el consentimiento del menor, había estado presente cuando el sádico hombre de fedorra, que era el tío de su pareja, le dio el libro al menor y también fue amenazado como todo los otros presentes de no tocar el libro sin el consentimiento de Tsuna-kun, el cual no quería compartir su presente con nadie que no fuese el hombre de fedorra, aun se le hacia extraño que el pedazo de cielo que era Tsuna-kun le gustase pasar tiempo con el demonio que tenia por tío, y eso que no contaba con el adolecente volátil que tenia por primo y la idolatría con la que lo veía.

El mayor revoloteo nuevamente los cabellos castaños del que seria su cuñado.

-Tsuna-kun…

Apenas llamo al menor retiro su mano para que le pusiera su total atención, tenia que presentar a su hermano sin que hiciese sentir al menor que le estaban cuidando, al menos no demasiado.

-…te quiero presentar a mi hermano menor.

Apenas termino de decir sus palabras el menor empezó a tratar de ver detrás del mayor que se movió mostrando a un tieso Mukuro, que apenas se dio cuenta que le observaban les dio a ambos su sonrisa socarrona de siempre.

-Kufufufu Mukuro Spade, niño.

Daemon alzo una ceja imitando la sonrisa socarrona de su hermano ante el tono nervioso, puede que nadie lo pudiese notar pero él prácticamente había criado a sus hermanos y les conocía bastante bien. 

Bajo la mirada para ver al pequeño moreno y tratar de hacerle una broma a su hermano menor, ya que eran pocas las ocasiones en las que podía hacerlas, cuando noto el ceño fruncido de Tsuna-kun y aunque con cualquier gesto el menor se veía sumamente adorable, con el ceño fruncido daba a notar su molestia con Mukuro.

 Oh oh.

 -No soy ningún niño

Lo había olvidado, al pequeño moreno no le gustaba que le digan niño, pequeño, bebe, lindo o similares nadie que no fuese un amigo o un familiar cercano, y Mukuro no cumplía ninguna de esas. Daemon observo algo curioso como el castaño fulminaba con la mirada a su hermano que parecía haber caído en cuenta de su fatal error, pero lo curioso no era por la molestia del castaño. No, por supuesto que no, sino era por que el adolecente burlón se había quedado estático y no había soltado ninguna puya contra Tsuna-kun; el castaño se giro sobre sus talones y antes de entrar le dio una radiante sonrisa.

-Pasen, Daemon-nii-san. Gio-nii bajara en un momento.

Sin mas el moreno entro dejando a ambos hermanos Spade en la entrada.

Demonios, si Giotto veía a su hermanito gruñón o molesto se quedaría sin importar que.

Se quería golpear la cabeza una y otra vez contra la pared por no haberle dicho nada del castaño a su hermano, al cual le miro reprobadoramente.

-Mukuro será mejor que te disculpes.

Sin mas entro dejando a su hermano aun mudo en la puerta.

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Mukuro despertó de su mutismo ante las palabras de Daemon. 

¿Qué demonios le había pasado?

Retrocedió mentalmente mientras seguía a su hermano por el pasillo con una que otra pintura aburrida de algún paisaje; solo había visto a una pequeña figura taclear a Daemon gritando ¨Daemon-nii-san¨, ni él le decía así, había estado por burlarse de ambos chicos en el suelo hasta que le dio una mirada a la pequeña figura…era simplemente perfecto, las cursilerías de Daemon se le estaban pegando. El pequeño castaño tenia unos enormes ojos caramelo llenos de felicidad, una pequeña nariz de botón, unas lindas mejillas sonrosadas que gritaban ¨peñiscame¨, unos finos labios rosados que se estiraban en una sonrisa tan linda que por un momento lo dejo atontado, por lo pequeño que era el chico calculaba uno años, tal vez 9 exagerando, sus alborotados cabellos castaños se veían suaves a la vista; solo cuando vio a su hermano y al pequeño moreno al que su hermano quedársele mirando se presento, a lo cual el pequeño Usagi-kun frunció el ceño adorablemente aunque la mirada que le dio no tenia nada de adorable, ojos caramelo llenos de alegría cambiaron aclarándose un poco a un tono anaranjado acaramelado llenos de indignación y enojo que prometían sufrimiento y dolor.

Como alguien tan pequeño podía mirar así? 

Fue un golpe a su orgullo que luego de mirarle así, el menor solo se dirigiese a Daemon sin dirigirle nuevamente la mirada antes de entrar al apartamento.

Salio de sus pensamientos al entrar a la sala, tenia que admitir que el lugar se veía cómodo, no tenia esos angurrientos sofás geométricos mas delgados que un lápiz sino unos cómodos, a la vista, sofás de cuero marrón con una alfombra crema que en el centro tenia una pequeña mesa de caoba con acolchamiento de cuero del mismo color que los sofás, las televisión estratégicamente colocada frente a los sofás estaba encendida pausada en lo que parecía ser el inicio de la película de La Casa del Lago, acaso el rubio era tan irresponsable para dejar ver ese tipo de películas al pequeño Usagi-kun? Siguió vagando con su mirada por la estancia percatándose de unas fotografías colgadas en una pared, uno pensaría que era normal colgar fotografías pero estas cubrían por completo una pared y estaban pegadas sin un marco ni nada parecido, era como si las tomasen y las pegaran al azar, habían de todos los tamaños pero no ahondo mucho en las imágenes al percatarse de la mirada que le dirigía su hermano mientras le señalaba una puerta que por el letrero se leía ¨cocina¨, suponía que ahí se encontraba Usagi-kun, aunque no se movió. 

-Nufufufu Tienes pegados los pies al suelo o que te pasa, Mukuro?

Obiando la broma, Daemon le miraba genuinamente curioso, no queriendo mostrar nada coloco su usual mascara burlona, copiada directamente de su hermano y años de practica.

-Kufufufu yo no soy el que tendrá los pies pegados al suelo cuando vea al rubio en boxers. 

Al ver la mirada fastidiada de su hermano mayor empezó a reír y cuando se le coloreo la cara, seguramente por pensar en lo que le dijo; se carcajeo dirigiéndose a la cocina, solo tenia que disculparse con el moreno, que tan difícil podía ser?

Notas finales:

Pregunta:Que les parecio? creen que aparecera Reborn o Hibari pronto?

Gracias por leer!

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