Vi el vaso que momentos antes estaba repleto de las pasas que mi hermana separaba del cereal diciendo que “parecían viejitos arrugados en miniatura”, al parecer en mi abstracción había terminado con ellas, seguía deliberando si ir a la fiesta o no. La verdad es que hace bastante no salía, y con decir bastante me refería a BASTANTE, iba finalizando mi cuarto año de medicina y en lo transcurrido de este no había asistido ni siquiera a un bingo en un hogar para abuelos. Mis amigos me habían llamado hace media hora para avisarme que también arrastrarían a Yeol, hasta ese entonces yo estaba decidido a salir, sin embargo cuando me dijeron que él, ¡ÉL!, iba a ir… pues en ese momento la situación cambió. No es que tuviese miedo de quedarme con el gigante “a solas” en un sitio que favorecía a que muchas cosas pasaran como Sehun me lo había gritado por teléfono cuando le dije que ya no iba… es que simplemente… ok, si, tenía miedo, deseaba fervientemente no descontrolarme y terminar jodiéndola y que aquel adorable ser acabase evitándome por lo que quedaba de mi esplendorosa existencia, ¿a quién miento?, quería estamparlo contra una pared y demostrarle quién es Byun Baekhyun. Aunque Chanyeol no era muy cercano a mí, me gustaba suficientemente como para pensar en abalanzarme sobre él cada vez que lo veía. Sé que el chico no tenía gran experiencia en relaciones y mucho menos con hombres (al menos de las cuales yo estuviera enterado, tal vez fuera un ser asexuado, ¿quién sabe?), pero no podía evitar querer tenerlo solo para mí por el resto de lo que durara lo que fuese que yo sintiera (sí, estoy muy confundido, soy egoísta y todo lo que quieran pero todo es culpa del jodido Chanyeol y sus lindas orejitas), por lo tanto desde hace un tiempo había ideado un plan llamado “plan maestro para robar la virginidad de labios de Chanyeolli parte 1”, que incluía una discoteca, cantidades poco aceptables de licor y por supuesto un Chanyeol muy hermosamente depositado en una silla.
Tuve el pensamiento automático de “¿qué me voy a poner?” mientras miraba el closet y en ese momento me di cuenta que ya me había decidido a ir. Me levanté con la idea fija de lucir arrasador, si voy a hacer algo lo haré impecable y con estilo, aunque eso implique gastarme el dinero que me queda del mes en bebidas para despistar al enemigo orejón hasta que confiese lo encantador que soy me veo esta noche.
Opté por algo sencillo (sencillo pero no simple, nada en mí se ve simple, ok?), un esqueleto negro que revelaba lo suficiente de mis escuálidas pero sensuales clavículas, una chaqueta de cuero, jeans ajustados con rotos en los muslos y rodillas, y mis zapatillas milagrosas elevadoras de enanos (debo aceptar que mi estatura es algo de lo que no alardeo mucho, pero como dicen por ahí, los mejores perfumes vienen es frascos pequeños). Retoqué mis ojitos con eyeliner negro, y ya estaba listo.
El idiota de Sehun se rió cuando le grité que viniera a recogerme, diciéndome que no poseía un carruaje a la altura de semejante princesa como yo… aún me pregunto por qué le permito ser amigo mío. Cuando me recogió, me di cuenta que en el carro iba Jongin junto a Kyungsoo, sé que los vi cogidos de la mano, a mí nadie me engaña, pinche negro se quiere tirar a mi Kyungsoo, le he visto las ganas en sus turbios y oscuros ojos del mal, no puedo creer que al principio lo encontrara sexy, ¡Gosh!, adelante, obviamente, iba Luhan, tan horriblemente perfecto, él nunca lo sabrá pero es un digno oponente en cuanto a ganarse miradas del público respecta, pero como solo tiene ojos para Sehunnie entonces eso le resta puntos con las masas. Entré a aquel intento de ruta escolar acomodándome al lado de mi precioso Kyungsoo y partimos directo al bar donde se llevaría a cabo la fiesta.
Nada más al entrar sentí el calor de aquel tumulto, cuerpos anegados en sudor chocándose unos contra otros. Busqué con la mirada la presencia de aquel gigante, encontrarlo sería relativamente fácil siempre y cuando no estuviese sentado en alguna parte, lo cual era probable contando con su falta de motricidad, me pregunto por qué habrá accedido a venir, dudo bastante que haya sido debido a las capacidades de convencimiento por parte de Sehun.
Durante más de dos horas el destino decidió que no debía encontrar a Yeol, estuve merodeando entre la multitud, bailé con algunas personas lo suficientemente atractivas pero me aburrí, y a las 12 de la noche, después de algunos tragos ligeros durante la jornada, decidí ponerme a beber en forma ya que me hallaba bastante frustrado de no encontrar a mi presa/Chanyeol. Me acerqué a la barra y me senté en uno de los pocos taburetes libres que había, llamé a Kris, el encantador -debo decir encantador, porque realmente lo era- y alto barman, sé que se llamaba Kris porque “accidentalmente” oí a una chica llamarlo así , y con una sonrisa le pedí un coctel, el muchacho me sonrió de vuelta y se fue a preparar mi bebida, cuando la trajo de regreso opté porque la mejor opción era averiguar un poco más sobre el interesante caballero que se encontraba laborando frente a mi (ya que el pedazo de orejón seguía sin aparecer) y me puse a conversar amablemente con él (aunque más tarde Sehun dijera que prácticamente estaba seduciendo/babeando al barman).
La noche estaba bastante tranquila y eso era sospechoso, algo debía alterarse en algún momento por ley; yo seguía hablando con Kris cuando alguien bastante alto y un poco patoso al caminar llegó casi a gatas a la silla de al lado y le pidió agua al barman. No reparé a ver quién era hasta que habló, y mis ojos casi explotan al encontrar que se trataba de mi adorado Chanyeollie (solo le decía así en mi mente o si no sería la burla del universo por mucho tiempo). Kris lo saludo y se rió de su estado, mientras Yeol le contaba con sus expresivos gestos como detestaba las multitudes y la travesía que tuvo que pasar para llegar de un extremo del local al otro; al parecer no se había dado cuenta que yo estaba allí.
- … lo peor de todo Kris, es que parece que vine a este pseudoinfierno para nada, he recorrido todo el lugar, ¡HASTA ME HAN PISADO!, ¡arrgh!– de un golpe colocó su cabeza encima de la barra y suspiró pesadamente
- Tal vez simplemente tienes que mirar a tus al rededores y ya Yeol- le respondió Kris con un deje divertido en la voz – nunca sabes lo que te puedas encontrar- y me miró a mi guiñándome un ojo, luego se dirigió a atender otros clientes quienes aclamaban por su presencia.
Pensé un momento los pros y los contras de hacerle saber que estaba ahí, y no encontré contras así que sin meditarlo mucho me lancé al ataque.
- No sabía que fueses de fiestas Park Chanyeol – su cabeza se levantó rápidamente y me miró con esos lindos ojos como platos mientras yo sonreía pícaramente – aunque al parecer no lo eres por todo lo que le has comentado al barman, cuéntame… parecía que buscabas algo- terminé mi frase bebiéndome lo que quedaba de mi trago haciendo énfasis sutil en el movimientos de mis labios.
- Ahhhh – aún en estado de estupefacción, me miraba como si fuese algo parecido a un unicornio, entre sorprendido y fascinado, o eso quería creer yo, se veía tan lindo, simplemente quería hacer que esa boquita dejara de balbucear acallándola con la mía – pues… creí que sería bueno salir algún día y… ya sabes cambiar de ambiente, así que cuando Sehunnie me dijo que viniera supuse que sería buena idea y… terminé aquí, siendo pisado por gente que no entiende la diferencia entre suelo firme y carne humana- se rió algo incómodo, en ese momento le agradecía a Sehun prometiéndome no llamarlo idiota nalgón por al menos una semana y me disculpé con él mentalmente por dudar de sus poderes de persuasión.
- Humm veo, entonces ya que decidiste “cambiar de ambiente” has bailado bastante supongo- mostré mi “sonrisa ladina matadora” y me incliné sobre él – pero no lo suficiente porque no lo has hecho conmigo- le susurré al oído, pareció algo sorprendido pero no se alejó, le extendí mi mano y la tomó con algo de duda. El puro contacto entre pieles hizo que un escalofrío me atravesara desde los pies hasta la cabeza, mi frecuencia cardiaca aumentó, mis pupilas se dilataron y el respirar se me hizo algo más trabajoso… esperando que él no se diera cuenta, seguí adelante con mi “plan maestro para robar la virginidad de labios de Chanyeolli parte 1” (la parte 2 consistía en robar cierta otra inocencia) y nos dirigimos hacia el centro de la multitud, entre más juntos… mejor
La gente se movía de un lado a otro caóticamente, al mirar a Chanyeol noté como lucía desorientado, agarré su mano y me pegué a él, alcé la cabeza y lo observé fijamente, me encantaba que fuera tan alto, tendría que ponerme en puntillitas de querer besarlo, en un momento me devolvió la mirada algo inquieto, para luego volverla profunda y penetrante, me di cuenta como sus mejillas cambiaban de color de un rosa pálido a un rojo furioso, y eso sí que fue adorable, ¡por Dios! Quería violarlo allí mismo, pero pateé mis alborotadas hormonas y me dispuse a moverme muy pegado a él, noté como reaccionó a mí, estremeciéndose, mi conciencia ligeramente etilizada me dijo que eso era bueno así que seguí bailando, Chanyeol no se movía mucho, pero eso no importaba, siempre y cuando sus ojos estuvieran fijos en mí.
Decidí que quería otra bebida, pensé en mandar a Chanyeol por una, pero no me arriesgaría a despegarme de él, que se perdiera entre la masa danzante de humanos, y que alguien con buen gusto igual que yo se dispusiera a raptarlo, entonces opté por entrelazar sus dedos con los míos y guiarlo de nuevo a la barra, pedí un trago para mí y otro para él, miro el líquido con reticencia pero al final se lo tomó.
- Beber no es lo mío- confesó – y no pensé que un estudiante modelo de medicina tuviese tanta resistencia al alcohol como tú – hice un puchero y él se rió, no estaba ebrio ni mucho menos, de hecho desde que estaba conmigo, solo había tomado el trago que le ofrecí y la botella de agua que le dio Kris, mientras que yo… no estaba mareado pero ya empezaba a tener esa risa estúpida como primer signo de alcoholización.
- Y yo pensé que un estudiante de música sería más dado a entregarse al ritmo en ocasiones como estas… pero no, ¿verdad Chanyeollie bonito?- ups dije Chanyeollie bonito, ¡CHANYEOLLIE BONITO!, sentí como mi cara se ponía roja giré a mirar hacia otro lado y quise ser un avestruz en ese momento y esconder mi cabeza bajo tierra. Resuelto a actuar como si nada hubiera pasado, pensé en cambiar el tópico de la conversación, aún podría decir “oh, mira ¿qué es eso? ¿Un OVNIcornio?” Y salir corriendo, lo cual arruinaría mi plan, y yo, Byun Baekhyun, no estaba dispuesto a salir con las manos vacías la noche de hoy. Giré y detallé que me observaba con ojos sonrientes y mejillas coloradas, hablaba en silencio contando que le hizo gracia el haberle llamado de esa forma, y mientras más me miraba más desenfrenadamente latía mi corazón. Sin saber que decir seguí viéndole hasta que interrumpió mi escrutinio a su linda cara con algo que casi me hace saltar de la silla.
- Baek, te ves… asombroso esta noche, el delineador… te-te queda… me gusta, no-no estoy diciendo que normalmente no me gustes, digo no te veas bien, po-porque en si eres muy atractivo, solo digo que hoy…- empezó a tartamudear, y yo si antes estaba rojo ahora mi cara iba a estallar, no solía pasarme esto, de hecho yo era muy coqueto y poseía fama por ello mismo, pero esto era definitivamente diferente. No supe que hacer, quise entrar en pánico pero mi genial cerebro me llevo a continuar con la segunda parte de la primera parte del plan (la primera parte era lograr que se diese cuenta de lo magníficamente atrayente que soy, y parece que dio resultado).
No le respondí, solo me quede en silencio, esperando a que las tontas y gays mariposas vomitadoras de arcoíris en mi estómago se calmaran, cosa que no sucedió; me rendí y seguí observándolo, detallé su cara por milésima ves, el cabello castaño despeinado y sin forma, sus ojos cafés, grandes, infantiles y risueños invitándome a perderme en mares color miel, pestañas largas, una nariz a su extraño modo perfecta, y un tierno hoyuelo, que aunque no era muy evidente solía aparecer cuando sonreía, como ahora y por último llegué a esos rosados y carnosos labios, húmedos y sugerentes, era imposible para mi resistir más tiempo, Chanyeol me contemplaba fijamente, se había percatado hacia dónde estaba enfocada mi mirada y no había hecho amago de moverse; estaba enloqueciendo, quería besar, morder y saborear cuantas veces fueran posibles los labios que estaban a tan escasa distancia mía, pasé saliva, y sosteniendo la respiración me acerqué a su oído.
- Chanyeol, tienes una pestaña aquí – susurré señalando mi propio párpado, él se movió sorprendido, yo me aparté solo un poco, y se pasó sus largos dedos por el ojo cerrado, me reí quedamente, había caído, me acerqué aún más rosando mi boca con su oreja – deja yo te ayudo, cierra los ojos-
Muy obedientemente cerró sus ojos, y yo con parsimonia, me aproxime a su cara pasando mis dedos por sus párpados cerrados, para luego posar mis manos a cada lado de sus mejillas, aproximé mi rostro al de él y dejé que mi aliento golpeara sus labios suavemente, Chanyeol jadeó casi imperceptiblemente pero en ningún momento abrió los ojos. Me quedé así por un tiempo que pareció una eternidad, sus labios me atraían como imanes pero yo quería que él lo esperase, me gustaba jugar. Con un ligero movimiento uní nuestras bocas, una descarga de electricidad recorrió mis terminaciones nerviosas, una tormenta bioquímica de adrenalina, serotonina y dopamina, todas haciendo explosión dentro de mí, mientras yo separaba con cierta pericia sus labios para introducirme entre ellos; mi corazón bombeaba en mis oídos, y todo parecía desaparecer, solo sentía como Chanyeol me devolvía el beso, filtrando su lengua entre mi boca; decir que nunca había experimentado algo así era poco, aunque digan “es solo un beso”, ese no fue un simple beso; Chanyeol agarró mi cintura con una mano y me atrajo hacia el colando sus dedos entre mi cabello con desesperación, choqué contra su cuerpo, su magnífico olor me envolvía totalmente, el succionaba con furia mi labio inferior mientras yo luchaba inútilmente por estabilizar el remolino de emociones que hacían cabida dentro de mí. Su lengua batallaba contra la mía, y sus manos quemaban con todo a su paso. Cuando el aire nos faltó tuvimos que separarnos y jadeantes.
- Baek – Chanyeol susurró en mi odio
- ¿Mhh? -
- Si quieres puedes empezar con la parte dos del plan –
Puto Sehun, NUNCA EN LA VIDA VOLVERÍA A CONTARLE NINGÚNO DE SUS MAGNÍFICOS PLANES.