No era la primera vez que su jefe lo llevaba a su casa en auto.
No realmente.
Taemin no recuerda exactamente cuándo empezó, pero tendría que hacer sido hace un par de meses. Dos, tal vez tres meses, desde que ese elegante hombre se ofreció a llevarlo la primera vez. Y también pasaba a recoger a Taemin en la mañana. Como ellos tenían un horario de trabajo parecido y Taemin no tenía un auto por el momento, su supervisor decidía por él, recogiéndolo y dejándolo de nuevo en casa cuando el trabajo estaba terminado y ya estaba oscuro.
Taemin se sintió bastante incómodo al principio. Ese hombre –hombre joven, pero mayor que él-, era su supervisor y Taemin era el nuevo empleado, seguía sintiendo que no pertenecía a ese lugar, todavía era tan extraño, usar una corbata todo el día, las reuniones, el horario apretado, entrar y salir de sus hermosas y limpias oficinas… Taemin todavía no podía creer que había sido contratado.
Tenía un trabajo, de verdad.
No era demasiado, era un poco agotador, sólo tenía que seguir instrucciones y aprender rápido pero aun así…
Estaba ahí, no moriría en una calle a tan corta edad después de todos los estudios que hizo, estaba a salvo por ahora.
Pero ese sentimiento incómodo seguía ahí, porque no estaba completamente acostumbrado a su nueva vida. Era algo más o menos normal, pensó, era un gran cambio para él, una nueva rutina diaria, nuevos deberes, nuevos problemas, nuevas personas… todo era nuevo, pero después de esos meses, empezó a entender cómo funcionaban las cosas que lo rodeaban, al menos su cabeza ya no daba tantas vueltas. Sabía cómo actuar en el trabajo, así que se ajustaba la corbata y dejaba de pensar mientras estaba en el enorme edificio con sus compañeros. Sólo se enfocaba en lo que tenía que aprender y qué era necesario hacer, así no cometería ningún error. Uno irreparable, al menos.
Desde su primer día de trabajo, tuvo que tratar con el hombre que ahora estaba conduciendo calmadamente a su lado, tarareando en un tono bajo acompañado del suave sonido de la música de la radio.
Él era una de las razones por las que la cabeza de Taemin daba vueltas.
Choi Minho era un supervisor estricto, tenía el deber de ver su trabajo y enseñarle todo lo que Taemin necesitaba para ser un buen empleado, y tal vez incluso progresar en su carrera, escalando, paso a paso, las escaleras de esa prestigiosa compañía.
Al principio, Choi Minho ni siquiera lo vio ni una vez. No lo vio todo el rato, para ser honestos.
“¿El chico nuevo? Bien, sígueme”
Y Taemin lo hizo. La primera vez que Choi Minho de verdad lo vio, fue unas horas más tarde, cuando Taemin se golpeó accidentalmente contra un escritorio tratando de seguirlo y gruñendo.
Lo recuerda perfectamente.
Choi Minho sonrió por un milisegundo, y Taemin simplemente se sonrojó.
Fue un sonrojo fuerte, se quería esconder bajo la mesa y huir de él para siempre.
Dios, ese hombre era tan guapo.
Sí, la primera vez que Choi Minho lo vio, Taemin pensó que era tan atractivo que se pudo haber derretido en ese momento y ahí, en el piso súper limpio de su oficina. Había estado tan ocupado tratando de entender sobre lo que estaban hablando y sobre qué carajo tenía que hacer con los papeles que le habían dado, que no tuvo tiempo de pensar en la forma perfecta de su nariz o sus cejas o su evidentemente, masculina manzana de Adán, pero en el breve instante en que su supervisor se volteó a verlo, lo notó todo al mismo tiempo y su belleza lo golpeó en la cara sin ningún aviso.
Choi Minho rara vez lo veía durante el trabajo, pero el nuevo empleado Lee Taemin seguía cada paso que daba sin quejarse, hipnotizado por su intensa mirada y sus modales. Minho era realmente inteligente y rápido, siempre estaba dispuesto a encontrar la solución correcta en el momento correcto, y Taemin lo vio como si fuera un modelo a seguir para él. Choi Minho nunca parecía cansado, pero el nuevo empleado sabía, después de observarlo tanto, cuando necesitaba un descanso o una taza de café. A veces, si era el día de suerte de Taemin, el supervisor le agradecía con una sonrisa, mientras aceptaba la taza de café, y luego se volteaba hacia su pantalla de ordenador.
Bueno, esa sonrisa podía hacer sentir a Taemin tan orgulloso de sí mismo.
Le tranquilizaba que estaba haciendo las cosas bien, que no estaba en el lugar equivocado, que seguía a salvo.
d87; d87;
Han sido un par de meses, desde que su supervisor le preguntó si necesitaba que lo llevaran. Taemin solía tomar el autobús, pero el invierno era helado en Corea y sus manos y su nariz se mantenían de un color rojo cuando salía de la oficina, y Minho notó eso. Así que simplemente le preguntó si quería ir con él. No era la gran cosa, la casa de Taemin le quedaba de paso.
Y el auto de Choi Minho era completamente blanco y hermoso y… Taemin no se atrevía a entrar en él la primera vez que lo vio.
“¿Qué sucede?” preguntó Minho.
La nariz de Taemin ya tenía un tierno color rojo.
“N-no es nada.”
Se sentía tan incómodo.
No pudo verlo o hablarle por el resto del camino. Luego Minho encendió la radio y una tranquila balada inundó el auto, a un volumen bajo y cálido. Taemin se mantenía viendo la luz de la calle, el estilo de manejo de Minho era seguro y calmo, ese elegante auto era justo como él. Acogedor, los asientos eran tan suaves y cómodos, el motor no emitía ningún sonido…
Taemin sonrió y se sintió con suerte.
Ni siquiera tenía que caminar todo el camino a casa, con el viento frío de la noche.
Se atrevió a ver a su supervisor en el pequeño espacio del auto y sintió de repente un extraño sentimiento de orgullo. ¿Quién podía ser tan cercano a él fuera de la oficina? Taemin solo le sonrió a Minho mientras el supervisor mantenía su vista en la carretera, con las farolas reflejándose en sus ojos chocolate.
Taemin lo observó como solía hacer durante el trabajo, examinando la manera en que mantenía una mano en el volante y la otra en la palanca de cambios. Pensó que era hermoso, su negro y largo abrigo cubriendo su elegante y alta figura y ese lujoso reloj en su muñeca.
“Hyung.”
“¿Sí?”
Taemin suspiró por un momento, mientras el auto paraba en una luz roja. Escondió su nariz entre su bufanda. Cuando no respondió, Minho se volteó a verlo mientras esperaban.
“¿Qué pasa?”
Su voz…
Taemin nunca lo había escuchado hablar así, informal y calmado. Nunca había tiempo suficiente en la oficina, siempre había demasiada gente, eran muy ruidosos…
Taemin se volvió a sonrojar al darse cuenta que estaba solos por primera vez, en el silencio del auto, solo una leve y olvidada balada y el sonido de la ciudad rompía su silencio.
Taemin sacudió su cabeza y puso una mano bajo su barbilla, volteándose a ver hacia la ventana. La noche estaba llegando rápidamente, ambos estaban cansados, era momento de ir a casa.
“Gracias por llevarme. Detesto caminar. La parada del autobús no está tan lejos pero, tú sabes…”
“Está bien, no hay problema.”
“Me gusta tu auto, hyung.”
“Sí, a mí también me gusta.”
Taemin lo sintió, él estaba sonriendo. Sonrió bajo su mano.
“¿Me llevarás de nuevo a casa, hyung? ¿Mañana?”
“Claro, hace demasiado frío afuera, no parece que tengas un cuerpo muy fuerte y te necesito en la oficina, hay mucho trabajo que hacer estos días.”
Taemin hizo un mohín a la luz de la calle.
Así que era sólo por eso…
Idiota.
Entonces sintió una mano despeinándolo, y saltó de la sorpresa.
La luz roja se volvió verde y Taemin vio a Minho riendo y presionando el acelerador una vez más.
“Vamos, no estoy diciendo que eres débil, es sólo que eres tan delgado… y pareces un niño, tú sabes.”
¿De qué se estaba riendo?...
“No soy un niño, y no tienes que preocuparte, si eso es lo importante. Puedo tomar el autobús. No necesito ningún guardián.” Murmuró Taemin, un poco molesto.
Se rió de nuevo, en un tono bajo, y el más joven no pudo hacer nada más que verlo. Su maldita cara era hermosa, ¿Por qué sus ojos tenían que brillar tanto?
Minho palmeó su cabeza mientras manejaba.
“Lo siento si herí tu orgullo. Eres tierno, eso es todo.”
Taemin volvió a hacer un mohín, y escondió su cara en su gran bufanda.
Se estaba sonrojando otra vez.
Tan. Incómodo.
d87; d87;
Taemin no sabía mucho sobre ese chico, Choi Minho. Claro, sabía todo lo que involucraba al trabajo, pero aun así… y sí, sabía que no le gustaba el violeta y el agua con gas.
Y que acababa de cumplir veintidós, lo que era bastante increíble. Parecía más joven pero Taemin pensó que tenía que ser mucho mayor, a juzgar por su posición en la sociedad. Pero él era un chico bastante inteligente… y estaba a punto de casarse con la hija del jefe.
Bueno, dijeron que se habían conocido después de que Minho hubiera sido ascendido a tan alto cargo en la compañía, pero de cualquier manera…
Choi Minho era un tipo complicado, Taemin lo sabía, y el más joven se sentía un poco curioso sobre su vida personal. Pero no había mucho tiempo en la oficina, y no hablaban mucho en el auto.
Taemin hablaba bastante, pero Minho era un poco reservado, escuchaba los problemas de Taemin y pensamientos sin comenzar un nuevo tema.
Taemin no pensaba mucho en eso, siempre estaba demasiado estresado y cansado, pero viendo pasar rápidamente a las calles mientras Minho lo llevaba a casa lo hacía mucho más comunicativo, ni sabía por qué. En la mañana solía casi quedarse dormido en su asiento, así que no hablaba mucho, pero en el camino de vuelta… era diferente. Tal vez sólo necesitaba a alguien que lo escuchara, una vez en casa, nadie estaría ahí para él.
Él seguía siendo su supervisor y su director, pero sin importar… Taemin era amigable y alegre por naturaleza, así que aprendió rápidamente a quedarse a su lado sin pensar en las formalidades y esas cosas. De todas maneras Minho era una persona silenciosa y cálida, Taemin sentía como si pudiera hablar normalmente con él.
“Aish, odio a esa mujer, en serio.”
“Yah… deberías ser respetuoso, sin ella probablemente no estarías aquí.”
“Estoy comenzando a pensar que ella me contrato sólo para hacerme sufrir. A ella le gusta verme luchar.”
“Taemin…”
“¡Tú también lo viste, Minho, admítelo! No es como si hubiera hecho algo mal, pero ella aún me regaña como si fuera un chico de instituto. La odio, la próxima vez, creo que accidentalmente derramaré una taza de café sobre su computadora mientras está ocupada con el trabajo.”
Minho suspiró pesado y Taemin sintió una chispa de ira surgir.
“¿Qué? ¿No estás de acuerdo conmigo?”
“Mira, Taemin, no es como si ella quisiera torturarte. Simplemente está haciendo su trabajo, estás ahí para ayudarla y para hacer las cosas que ella te diga. Eso es todo.”
El joven empleado vio a Minho gesticular mientras manejaba. Estaban llegando a su casa.
Taemin cubrió sus ojos con una mano. Estaba cansado y frustrado.
“Hyung, sé que no eres una mala persona, pero por favor, por una vez, ¿Podrías estar de mi lado? Estoy cansado.”
“También yo, pero insultar a tus compañeros y quejarte de todo no hará que te sientas mejor.”
“Siempre estás tan calmado, hyung… ¿Cómo lo haces? Por favor, compárteme un poco de tu tranquilidad, en serio, a veces pienso que me estoy volviendo loco. Se siente como si fuera un sirviente o algo así.”
Minho rió, luego detuvo el auto en frente de la casa de Taemin. Vivía con sus padres en un alto edificio, en el tercer piso. El menor esperó a que apagara el motor, los dos se desabrocharon el cinturón y se quedaron viendo.
“No siempre estoy tranquilo, créeme. Es sólo una fachada.” Minho suspiró, bostezando y masajeando su nuca con sus manos.
Taemin resopló.
“Quiero que digas que tengo razón, solo por una vez, hyung. Siempre dices que no me debo quejar, que todo es como debe ser… ¿Pero por qué me siento como mierda? ¿Me debería sentir así? Soy joven y todo, pero no soy su sirviente. Todavía tengo dignidad, sabes… he trabajado duro. ¿Por qué tengo que recoger su basura mientras ella chatea libremente con sus amigos? Ese no es mi deber, hyung.”
“Lo sé, Taemin, pero es mejor para ti si sólo te callas y haces lo que ella quiere por el momento.”
“Pero hyung… no es justo.”
“Lo sé.”
“¿Estás de acuerdo conmigo?”
“Sí, lo estoy. Pero aun así, sopórtalo. Es una gran oportunidad para tu trabajo en la compañía.”
Taemin se dejó caer pesadamente en el asiento, cerrando sus ojos. Se sentía tan frustrado.
“Demonios, la odio… ¿Por qué no puedo trabajar sólo contigo, hyung? digo, tú eres estricto y serio y todo, pero al menos eres humano. No me siento como un sirviente cuando tú estás. Y si…”
Cuando Taemin abrió sus ojos, las palabras murieron en su boca cuando vio la oscura cara de Minho muy cerca de la suya. El hombre parecía molesto.
“Taemin-ssi, lo lamento pero en serio tengo que decirte que no.”
Minho hablo en su ‘tono-de-trabajo’, y Taemin se sintió instantáneamente mal. El mayor puso una mano sobre su hombro, y Taemin tomó un respiro antes de forzarse a ver directamente a sus oscuros y grandes ojos. Parpadeó un par de veces, tratando desesperadamente en no enfocarse en sus abultados labios…
Dios ¿Lo notó? Sólo fue una rápida mirada, no pudo haber…
“Tienes un montón de buenas cualidades, pero ahora estás cruzando la línea, niño.”
“L-lo siento, señor…”
“Taemin.”
El más joven volvió a levantar la mirada, sonrojado. Se sentía tan avergonzado cuando lo regañó.
Pero entonces Minho comenzó a morderse los labios y a verlo fijamente…
“¿H-hyung?” Taemin susurró.
Pensó que la mano de Minho en su hombro era más pesada, y que sentía un poco de frío, con el motor apagado…
“A veces hablas demasiado.”
El siguiente respiro que tomó Taemin, fue del aire dentro de la boca de Minho.
d87; d87;
Taemin aprendía rápido, y también era un chico instintivo. Así que cuando sintió los calientes labios de Minho contra su boca, y después del shock inicial, enredó sus largos brazos alrededor de sus hombros y succionó.
El sonido era algo sucio, pero no pudo hacer nada contra eso. Sabía bien, e incluso cuando no tenía tiempo para pensar en eso, que quería esto. Tal vez había soñado con este momento, no podía recordar cuándo, pero estaba casi seguro que lo había soñado.
Choi Minho era hermoso y a Taemin le atraía, así que era sencillo para él corresponder el beso, abriendo su boca y buscando su lengua.
Lo extraño era que el beso estaba pasando de verdad.
¡Y no sólo eso! Las manos de Minho ya estaban en su espalda baja y Taemin pudo sentir su necesidad incluso cuando un montón de ropa los separaba.
Rió contra la boca de Minho, y el mayor se echó hacía atrás.
Taemin abrió sus ojos en shock y no se movió, con sus manos aún entrelazadas en el cuello de Minho, su cabello un poco desordenado y las mejillas rojas.
Estaban jadeando.
“Dios.” susurró, todavía aturdido “No puedo creer lo que acabamos…”
“Mierda.” Minho cayó en su asiento, cubriendo su cara con ambas manos.
“¡Me besaste!”
“Puta mierda.”
“¿M-Minho, por qué me besaste?”
“Mierda, mierda…”
“Ok, podemos maldecir hasta el fin de los tiempos pero no creo que eso jamás cambie el hecho de que acabas de besarme, Choi Minho.”
“Mierda. Sólo mátame.”
“Hyung, ¡Hyung!” Taemin lo sacudió de los hombros y se recostó en su asiento. Minho lo vio con ojos temblorosos. “Hyung, para. Solo… solo ¿Cuándo dijiste que te casas?”
“Mierda.”
Minho golpeó su cabeza contra su asiento otra vez.
Ok, respira, sólo respira.
Taemin se forzó a mantenerse en su asiento y quedarse quieto, sin maldecir al cielo.
No hablaron por un largo tiempo. Taemin no se bajó del auto.
No se podía mover.
Eso fue inesperado.
“Esto es una mierda, hyung, en serio.”
d87; d87;
Taemin no podía creer que Choi Minho podía ser tan imbécil.
No lo vio ni una vez. Ni una sola mirada desde esa noche. Minho hablaba en su teléfono todo el maldito tiempo y Taemin no podía soportarlo más. En el trabajo él actuaba normal, como si nada hubiera pasado. Pero a veces sí había pasado. Taemin quería hablar de ello, quería enfrentarlo con tantas ganas.
Veía a Minho con sus ojos en llamas, viéndolo durante el trabajo, sin importarle nadie más. Tal vez si seguía así, podría hacer un hueco en la cabeza de Minho, y luego, sintiendo el dolor, se voltearía y lo vería de nuevo. A veces tenía ganas de coger un lapicero o algo y lanzárselo, con fuerza.
Choi Minho era un imbécil y Taemin estaba comenzando a sentirse enojado. Enojado y frustrado.
Lo odiaba, no solo porque había borrado lo que pasó entre ellos como un viejo e inútil correo electrónico en su computadora, sino también porque no podía dejar de pensar en cuánto quería a Minho.
Era una fuerza imparable, una urgencia, un deseo creciente que nunca dejó su mente desde ese día. Antes era sólo un pensamiento persistente, un pequeño interés, ahora era un maldito fuego que lo quemaba por dentro. Taemin era un poco terco y odiaba esperar. Cuando él quería algo, sólo lo tenía.
Pero con Minho era diferente, no sabía cómo actuar porque se sentía tan inseguro y pequeño comparado a ese hermoso y carismático hombre. La camisa de Taemin todavía le quedaba un poco grande, y odiaba usar corbatas. El traje de Minho siempre era perfecto, su cabello negro siempre suave y bien peinado, su piel tan impecable.
Era demasiado y lo odiaba.
Taemin se vio en el espejo del pasillo e hizo una mueca de disgusto. Vio el reflejo de un chico joven, con un desastre color negro como cabello y labios hinchados. Los humedeció y apartó la vista.
Todavía seguía un poco somnoliento. El reloj dentro del auto marcaba ‘7:10’. Incluso el sol seguía durmiendo, pero Minho no. Ya estaba hablando calmadamente por teléfono, saludó a Taemin con un gesto y encendió el motor del auto.
“Buenos días…” murmuró Taemin. Cruzó sus brazos y esperó, viéndolo y mordiendo su labio superior. Demonios, su voz era molesta.
¿De qué carajo estaba hablando tan temprano en la mañana? …
“Dios, hyung, sólo cuelga… ” Susurró. Obviamente no lo escuchó. Ni siquiera lo volteo a ver.
¿Cómo demonios podía estar tan tranquilo y relajado? Taemin estaba hirviendo por dentro, tuvo que morderse un dedo para estar seguro que no iba a decir algo que no debía.
No se podía arriesgar. Él todavía era su supervisor, su hyung. No podía decirle que estaba actuando como un idiota y que quería golpearlo con su puño justo en su perfecta cara.
“No eres así de perfecto, Choi Minho, estoy seguro de eso…”
Minho se despidió cortésmente y guardó el teléfono en su bolsillo, terminando la llamada. Tomó el volante con las dos manos y presionó el acelerador, conduciendo hacia el tráfico mañanero.
“Lo siento, Taemin ¿Dijiste algo?”
“¿Mh? No, hyung.” Taemin mordió su propia lengua.
“Bien, hoy es el primer día del mes, así que será una semana un poco ocupada. No como las primeras semanas del año, pero todavía tenemos mucho trabajo que hacer. Tenemos un poco de prisa, ayer no pudimos terminar todos los reportes y tienes que…”
“¿Hyung, cuántos años tienes?” tal vez las palabras de Taemin fueron un poco bruscas, pero el chico no se pudo controlar más. Cruzó sus piernas y brazos, mirándolo con una expresión de inocencia, pero Minho lo notó, su tensión, pero solo lo ignoró. Han sido días los que Choi Minho lo ha ignorado de todas formas posibles y las manos de Taemin estaban picando. Estaba completamente despierto y estaba seguro que no podría aguantar otro día en esa oficina siendo ignorado por él como si fuera un cero a la izquierda.
Minho vaciló un momento, pero no parecía muy sorprendido. Su hermosa cara mantenía la calma.
“Tú sabes cuántos años tengo ¿Por qué preguntas?”
“Siempre hablas de trabajo, solo hablas de trabajo. Eres aburrido.” Eso era un insulto. Sí, no era la gran cosa pero era el mejor insulto que Taemin se permitió para decirle. Todavía era algo. Al instante se sintió mejor.
Sacudió su cabeza y sonrió. Minho no lo estaba viendo de todas maneras, podía hacer cualquier que quisiera.
“Actúas como un anciano. Mi abuelo es más interesante, hyung, en serio.”
Minho rió y vio en el espejo retrovisor antes de acelerar.
Así que estaba molesto por sus palabras.
“¿Qué? ¿Piensas que tengo razón?” Taemin se burló.
“Pienso que estás un poco enojado conmigo.”
“Eres listo.”
“Taemin, no te pases de la raya.”
“¿Cuál raya? ¿La que tú pasaste cuando me besaste sin mi consentimiento?”
Minho agarró con algo de fuerza la palanca de cambios pero no dejó de ver la carretera. El tráfico era una locura en la mañana, pero los movimientos de Minho eran fluidos y rápidos. Sin embargo, parecía un poco molesto cuando tuvo que parar en un atasco de tráfico.
Taemin veía los autos que los rodeaban, mordiéndose la lengua otra vez. Sabía que no sería capaz de controlarse.
“Olvida eso.” Dijo Minho en un tono serio.
“Suena como una orden.”
“Lo es.”
“¿Qué pasa si no quiero?”
Minho suspiró. Ahora se movían lentamente.
“Hyung, por favor, está bien por mí, en serio. ¿Por qué me ignoras así? No hay necesidad…”
“No te estoy ignorando, solo soy tu compañero. ¿Qué más debería hacer?”
“¡Ya ni siquiera me ves! Me haces pensar que eres un cobarde.”
“No te tengo miedo, por favor, ¿Qué carajo estás-“
“Entonces mírame.” Taemin puso suavemente su mano en su rodilla. Minho parpadeó un par de veces, luego pasó saliva. Vio su manzana de Adán moverse. “Al menos trátame como la primera vez que nos conocimos. Eras interesante, eras natural… ahora es como si yo no te importara una mierda, como los demás. ¿Qué pasa, hyung? ¿Soy muy joven? ¿Me veo como un niño para ti? ¡¿Entonces por qué me besaste?!”
Minho cerró sus ojos por un momento, sus largas pestañas aleteando sigilosamente. Luego volteó a ver a Taemin y el chico enrojeció instantáneamente. Alejó su mano y parpadeó un par de veces.
Su mirada lo sorprendió. Ya no estaba acostumbrado.
“Taemin, no se necesita buscar una razón. No hay razón, siquiera, para pensar en eso. No podemos hacerlo. Eso es todo.”
“Pero lo hiciste.”
“Fue un error.”
“Está bien, hyung, somos jóvenes, no tenemos que ser siempre perfectos. Incluso cuando todos piensan que eres perfecto –porque veo cómo te miran -, sé que no lo eres, está bien. No tienes que actuar frente mío. Estábamos comenzando a ser amigos ¿Lo recuerdas? Nos divertíamos. ¿Por qué no podemos disfrutarnos un poco?”
“Eso sería un error. Te llevaré al trabajo y de vuelta a casa pero…”
“La gente se equivoca todos los días. ¿Por qué estás tan asustado? Nadie se enterará…”
“¿Taemin, de qué estás hablando? En serio”
“No me mientas, hyung, sé que yo también te gusto.”
Eso fue, le contó. Taemin celebró silenciosamente su victoria, cuando vio la mano de Minho agarrando el manubrio como si quisiera romperlo. Y el embotellamiento seguía, moviéndose lentamente.
“No puedes huir, hyung~” Taemin coreó suavemente, ajustando su corbata.
“Creo que estás siendo demasiado confiado.”
“Oh, por favor, no soy ciego.”
“Te besé porque quería saber qué se sentía. Por eso.”
“No me digas que no te gustó…” se quedaron viendo el uno al otro, y Taemin sabía que tenía la pelota en sus manos y estaba corriendo a hacer el gol sin nadie que lo detuviera.
Minho puso un cambio y aceleró. El tráfico se había acabado y la oficina estaba cerca. Sólo a unos minutos…
“Me gustó.”
Taemin amplió sus ojos. No podía creer que lo admitió. Su mandíbula estaba cerrada con fuerza y sus ojos se enfocaban sólo en la carretera pero de verdad lo dijo.
“A mí también me gustó. Hyung, tan solo…”
“¡No podemos! ¿Por qué no estás usando tu cerebro?”
“Lo sé, no soy tonto. ¡Solo quiero divertirme! ¡No es como si estuviéramos haciendo algo malo, podemos ser amigos!”
“Aish, este niño… me estás queriendo decir que podemos divertirnos y que nos importe una mierda el mundo ¿Cierto? Que simplemente tengo que dejar todo y saltar encima de mi dongsaeng como si no fuera nada malo. Aish, en serio…”
“Hyung…” Taemin se sintió como un niño malo. Estaban a punto de entrar al estacionamiento de la oficina y Minho abrió la puerta automática con su placa.
Sintió la mirada del mayor por un momento pero no se atrevía a verlo a los ojos porque se estaba sonrojando otra vez.
“No quiero sonar como un niño malcriado… sé que no podemos… por una innumerable cantidad de razones… no quiero ponerte a prueba o algo parecido, hyung. Es sólo que te extrañé, como amigo. Me gustas de muchas maneras, pero sobre todo te odio por no hablarme como solías hacerlo. Aquí estoy solo.”
El más joven se dio la vuelta con una mirada de frustración.
La sonrisa cálida de Minho estaba ahí, sus ojos castaños cerrándose levemente.
“No es cómo si no me importara. Pero parece que no puedo controlar mis acciones cuando estás cerca. ¿Me perdonas?”
Taemin suspiró pesadamente, viendo lo sincero que se veían sus ojos. Asintió.
La sonrisa de Minho se hizo incluso más grande, palmeó su cabeza.
“¡Hyung! mi cabello ya era un desastre…”
Minho rió y estacionó el auto, y se quedaron viendo por un momento. El mayor recogió su elegante maletín del asiento trasero, luego abrió la puerta.
“Intentemos… intentemos ser amigos.”
“Sí. Pretendamos.”
Minho asintió, bajándose del auto y cerrando la puerta de un manotazo.
d87; d87;
Minho no sabía qué demonios estaba haciendo, pero su cerebro no estaba funcionando como antes. Era como si un hacker hubiera corrompido su sistema y ya no pudiera ver las cosas correctamente, no pudiera pensar bien.
¿Minho, qué carajo estás haciendo?
Se mantuvo preguntándose si estaba loco o qué, pero luego observó fuera del auto y vio esa esbelta figura acercarse y la pantalla se llenó de mensajes de error y todo su sistema cayó. Paró de pensar y se le quedó viendo, caminando rápidamente con una mochila blanca en sus pequeñas manos. Vestido así, sin su usual ropa de oficina, sin una corbata y sin un abrigo formal, solo él y su simple y casual atuendo, era simplemente adorable. Tenía una manera extraña de caminar, él era un poco torpe, trataba de no tropezarse con nada, y sus mejillas estaban rosadas gracias al frío.
Minho no pudo dejar de ver sus labios mientras caminaba… sus piernas eran demasiado delgadas pero parecían firmes, y a veces se relamía los labios de una manera que Minho…
“¡Aish, hyung, ayúdame que es pesado! Ten cuidado, sigue caliente.” Taemin entró al auto y cerró la puerta tras él, dejando la mochila en el regazo de Minho.
“Es demasiado.”
“Tú comes demasiado, así que no te preocupes. Aquí está tu hamburguesa.”
“Espera, qué hay sobre…”
“Esto también es tuyo. Oh, y compré pollo. Tengo hambre.”
Taemin sacó la comida y el estómago de Minho gruñó al instante, así que agarró su hamburguesa y pollo frito y comió rápidamente. Ambos tenían hambre. Estaba oscuro pero las calles de Seúl seguían llenas de gente y luces, incluso cuando el aire era frío y el viento soplaba un poco fuerte.
“Está a punto de nevar.” Taemin murmuró mientras masticaba.
“Taemin… no hables con la boca llena.” Minho mordió su pollo y no insistió mucho cuando el menor lo ignoró y siguió hablando mientras comía.
“¿Qué hay sobre tu novia, hyung? ¿Qué le dijiste?”
“Estaba muy ocupado hoy… me quedaré hasta tarde… no me esperes y cena.”
“Eso fue grosero.”
“Fui muy tierno mientras se lo decía. Y la veo todos los días.”
“¿Qué? ¿Ya te cansaste de ella?”
“Yah…” Minho lo golpeó con un pie y Taemin rió juguetonamente, viéndolo con ojos brillantes. Minho masticó calmado.
“No ha sido mucho tiempo desde que viven juntos ¿No?”
“Mh… cuatro meses.”
“Bueno, eso no es mucho. Piensa en esto, Minho, después de que te cases la tendrás que ver todos los días, y tendrás que estar con ella siempre, incluso en el verano, después del trabajo y en la noche y…”
“Yah, Taemin, para.” Minho rió.
“Si ya estás cansado de ella, ¿Cómo soportarás pasar el resto de tu vida con ella?” Taemin estaba sonriendo como el bromista que era, su lengua saliendo de su boca con una mancha de kétchup en la comisura de sus labios.
Minho se le quedó viendo con diversión, lo conocía bastante bien y no tenía intenciones de seguirle el juego.
“¿Por qué intentas ponerme nervioso?”
“No lo hago, hyung, solo estoy curioso. Digo ¿No tienes miedo?”
“Ella me gusta, no es la gran cosa.”
Taemin terminó de comer su pollo y limpió su boca con el dorso de su mano, luego tomó de su bebida. Palmeó su estómago y suspiró.
“Bueno, te admiro, hyung. Estoy lleno de todas maneras. Pero creo que terminaré esto.”
Minho negó y miró hacia otro lado, ocultando su sonrisa.
Ese niño, en serio… sabía cómo jugar. Y lo escondía bien, luciendo inocente como un estudiante…
Minho tiró los pocos restos que quedaron de la comida al asiento trasero y se inclinó hacia Taemin quien estaba ladeado en su asiento. El chico no dejó de beber pero le parpadeaba. Minho le sonrió maliciosamente y limpió un poco de kétchup de su labio con su pulgar, presionando como si no fuera nada.
“Taemin~”
“¿Mh?” el chico se quejó, tratando de alejarse de su mano. El pulgar de Minho viajó al otro lado de sus labios mientras la pajilla seguía entre sus labios.
“¿Podrías parar?”
“¿De hacer qué?” Puso una mano en el hombro de Minho, alejándolo. Luego tiró el envase vacío al asiento de atrás.
Minho se sentó de nuevo, dejando sus llaves en el salpicadero.
“Estabas succionando esa maldita cosa como si quisieras destruirla.”
“Estás imaginando cosas, hyung… Yo estaba tomándolo normal. Ni siquiera estaba pensando en eso.”
Minho lo vio y se dio cuenta del mohín que hacía mientras se escondía en su abrigo. Minho no pudo hacer más que sonreír. El mayor puso una mano en su barbilla y atrajo su cabeza más cerca.
“Te estás burlando de mí, ¿Mh? Estás jugando sucio…”
Sus ojos se ampliaron y Taemin lo vio con una mirada seria. Luego besó a Minho rápidamente, provocando un sonido. Cuando sus labios se separaron, Minho podía jurar que él había limpiado su boca con su lengua.
“Esto es jugar sucio, hyung.”
Taemin se sentó de nuevo con una expresión ofendida, Minho negó.
“Ven aquí, mocoso… tratar a tu mayor así. Aish, debería asegurarme de que tengas una lección…” Taemin gimió mientras Minho lo besaba, sus manos estaban agarradas del abrigo negro ajeno.
“No- por favor- no hagas cosas que-“
“Cállate…”
“¡Por favor, hyung, es enserio! Si me vuelves a dar esos sentimientos para comprimir mañana, definitivamente colapsaré en mi escritorio.”
Minho estaba hambriento por sus labios, no lo estaba escuchando, pero las manos de Taemin eran obstinadas, así que trató de enfocarse en lo que estaba diciendo y no en el rojo brillante de sus dulces labios.
“Qué… oh, esos.”
“Sí, Minho, esos. ¡¿Cómo puedes hacerme esto?! ¡Podría no ver bien cuando termine, eran demasiados!”
“Lo siento, cariño, no fue mi culpa…”
“¡Claro que- mh!”
Otro beso, y Minho obligó a su boca a abrirse. Suspiró dentro de ella.
Luego se retiró, dejándolo enrojecido y sorprendido.
“No esperarás darle tu trabajo a los otros sólo porque no me puedo resistir a ti ¿Verdad?”
Taemin rió y Minho encendió el motor.
“Estoy feliz.”
“¿Por qué?”
“Porque no te resistes a mí. Ni siquiera trato y te atraigo. Esta… esta es la primera vez que tengo tanta suerte en toda mi vida.”
“¿Suerte…?”
La sonrisa de Minho se desvaneció por un momento.
Se acomodó en su asiento.
“Taemin, colócate el cinturón.”
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