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El chico que hablaba con las estrellas. por DNA

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Notas del fanfic:

Soy feliz porque por fin tengo un espacio para publicar el fic que les prometí cuando estaba con "Do you agree?", espero que les guste la historia que salió de mi loca cabeza jajajaja OuO

Notas del capitulo:

Aquí el primer capitulo, ya saben que sera doble actualización y bueno creo que ya saben que trato de actualizar tan constantemente como puedo, espero les guste <3

El castaño respiraba agitadamente mirando a todos lados, la pequeña lámpara que había conseguido temblaba violentamente entre sus manos, un ruido a sus espaldas lo hizo girar asustado tratando de alumbrar con la lámpara la dirección en la que había escuchado el ruido pero no veía nada, se acomodo sus gruesas gafas de fondo de botella mirando nuevamente aquella esquina sin ver nada, se giró nuevamente y siguió caminado a través de aquella habitación oscura, llegó hasta las escaleras y volvió a alumbrar entre la  penumbra de la noche, subió despacio escuchando el crujir de la madera bajo sus pies conforme subía los escalones, el segundo piso de la vieja y aterradora mansión no era mejor que el primero y sólo quería terminar rápido para irse.

Un nuevo y escabroso sonido lo hizo dar un saltito y girar rápidamente para ver qué era lo que hacia el ruido sin ver nada nuevamente, sus ojos volvieron al frente nuevamente y siguió caminando con sus temblorosas piernas, maldita la hora en la que se había decidido a hacer eso y sobre todo maldito libro de la biblioteca.

Logró ver al frente por fin el balcón donde el libro debería haber aterrizado luego de ser arrojado a uno de los balcones de aquella vieja y terrorífica residencia, se acercó a paso lento mientras sus piernas temblaban cual gelatina, las cortinas blancas comenzaron a bailar al ritmo del viento nocturno, las puertas del balcón se abrieron de golpe dejando entrar una fría ráfaga de helado aire levantando las cortinas, sus ojos se ampliaron y un grito de puro terror se abrió pasó entre su garganta cuando vio una sombría y espectral figura parada frente a sus ojos en medio del balcón.

La minúscula lámpara cayó al suelo al igual que su cuerpo que se desplomó inconsciente debido a la impresión tan fuerte, la figura en el balcón avanzó hasta él, en sus manos estaba el libro que Luhan había ido a buscar, la mano fría de aquel individuo rozó su mejilla mientras una sonrisa adornaba su rostro.

-No mintieron de verdad has venido-susurró.

Levantó el inmóvil cuerpo del chico en el suelo cargando sin mucho esfuerzo, comenzando a caminar a su habitación para dejarlo sobre su cama con mucho cuidado, lo miró cuidadosamente asintiendo antes de ir hasta la cajonera que había en la habitación de donde tomó una cámara regresando frente a la cama para hacer el primer disparó capturando la imagen del joven sobre su cama.

-Perfecto-sonrió satisfecho con la imagen, se acerco nuevamente a él para volver a cargarlo y poder sacarlo de ahi-Es hora de volver-dijo sin dejar de sonreír.

Cuando sus ojos se abrieron tuvo que parpadear varias veces para acostumbrarse a la luz, ya no era de noche y tampoco estaba en aquella casa sí no bajo la sombra del árbol donde solía sentarse a leer en sus ratos libres, el libro que había ido a buscar aquella noche descansaba sobre sus piernas, no comprendía absolutamente nada, su mirada viajó a su costado derecho donde podía apreciar sin problemas la mansión a la que había entrado la anterior noche, una gran reja dividía aquella propiedad y su escuela, se levantó lentamente dándole una última mirada a la mansión para después irse ignorando que la misma figura de la noche pasada lo observaba oculto entre las cortinas blancas.

-Buenos días-saludó educadamente a la bibliotecaria que lo miró con repulsión.

-¿Traes el libro?-preguntó ella sin responder su educado saludo.

-Sí-respondió bajito extendiéndole el libro que ayer había perdido.

-Bien y no quiero que esto vuelva a repetirse-advirtió.

Luhan sólo asintió sumisamente y salió de la biblioteca después de dejar el libro en buenas manos, suspiró y comenzó a caminar en dirección a su salón de clases para su primera hora, el instituto EXODUS era un internado con un enorme prestigio aunque en realidad no era más que una prisión donde las familias adineradas enviaba a sus hijos problema para tratar de controlarlos evitando así que denigrarán los nombres de sus familias.

Luhan no era un chico problema, él era un buen chico pero su madrastra no podía ni mirarlo, él era inteligente y amable pero no era guapo además de ser gay y ese era el problema para esa mujer que ocupaba un lugar que no le correspondía, ella era una hermosa y famosa actriz y era por eso que para ella no era conveniente que su hijastro fuera un perdedor como lo era él, eso era lo que siempre le había dicho.

Luhan tenía 17 años su cabello era castaño oscuro y  un poco largo, usaba unas gruesas y horribles gafas de fondo de botella que escondían sus ojos de todo el mundo, media 1.78 y pesaba 60kg aproximadamente pero aún así usaba ropa holgada para esconder su figura con la cual no estaba cómodo por culpa de su madrastra que había pisoteando su autoestima hasta que ya no le quedo nada.

-¿Luhan encontraste tú libro?-preguntó con falso interés Kris.

Kris era el único heredero de la familia Wu, un chico bastante guapo, rubio con un aspecto de chico frío y calculador pero no era más que un idiota rebelde y problemático, era por esa razón que sus padres lo habían enviado ahí después de la humillación pública que les había hecho pasar cuando tras una borrachera y bajo el efecto de las drogas, se peleó con un oficial y terminó como uno de los vídeos más vistos en la red, Kris lo odiaba y se la vivía haciéndole la vida imposible desde que lo había visto por primera vez, aunque en realidad todos lo odiaban en ese lugar y lo trataban como basura debido a su imagen y preferencia sexual en su mayoría.

Estaba acostumbrado a las bromas y palabras crueles por lo que ya no se molestaba en decir absolutamente nada y sólo se quedaba callado, como la tarde del día anterior cuando Kris le había quitado el libro que había tomado de la biblioteca y lo había arrojado al balcón de aquella mansión situada a un costado de los terrenos de la escuela.

-¿Te asustaron los fantasmas?-preguntó con burla Kris.

La mansión situada a un costado de su escuela era vieja, además de ser de conocimiento común que aunque tenía dueño estaba deshabitada además de estar embrujada, cosas raras pasaban al rededor de aquel lugar, a Luhan siempre había parecido aterradora y con lo que había pasado la noche anterior su temor lejos de minimizar había aumentado considerablemente.

-Apuesto a que te dio tanto miedo que mojaste los pantalones como la niña que eres-escupió con asco.

-Ba-basta yo no…no te he hecho nada-dijo temeroso.

La mirada de desprecio del más alto se profundizo haciéndolo encogerse en si mismo temeroso con lo que pudiera venir, su cabeza estaba agachada y su flequillo cubría sus ojos mientras empezaba a temblar, el rubio tan sólo negó con la cabeza con una sonrisa de lado en los labios.

El profesor de su primera hora le salvó el pellejo al entrar y comenzar con su clase, Luhan estaba asustado al no saber qué haría Kris por a verse atrevido a responderle de aquella manera pero para su sorpresa y tranquilidad nada pasó hasta la hora del descanso.

Estaba sentado solo en su mesa habitual comiendo tranquilamente hasta que sintió una asquerosa sensación húmeda en su cabeza, el pútrido olor de la comida en mal estado llegó a su nariz y antes de poder decir nada una masa parecida al vómito cayó sobre su cabeza y el resto de su cuerpo, las risas de todos estallaron haciéndolo sentir peor que nada.

-Oh, Luhannie te vez tan bien ahora mismo-se burló cruelmente Kris.

Sus ojos picaron mientras las lágrimas se acumulan en ellos y una vocecita en su cabeza le decía "no llores idiota", pero era realmente difícil no hacerlo cuando las risas maliciosas de todos sus compañeros lo torturaban.

-Pero no llores Luhan o debería llamarte...chico vómito-dijo el rubio haciendo que las risas incrementarán.

-¡CHICO VÓMITO!-gritó alguien al fondo.

-Chico vómito, chico vómito, chico vómito, chico vómito-coreaban todos.

No podía seguir ahí, era débil y no podía soportar tanto, se puso de pie rápidamente y salió corriendo de ese lugar escuchando las burlas de todo el mundo persiguiéndolo hasta el baño donde las burlas y las risas seguían golpeándolo sin piedad mientras lloraba encerrado en uno de los cubículos del baño, se la pasó ahí horas llorando amargamente mientras cubría sus oídos tratando de que no escuchar nada más, cuando logró controlar un poco las lágrimas pudo salir del baño escuchando solamente el silencio.

Caminó hasta la puerta abriéndola con cuidado, afuera ya era de noche y el debería estar ya en su dormitorio descansando pero ya no quería volver, sólo quería desaparecer, buscó en el bolsillo de su pantalón hasta encontrar aquella navaja que su padre había enviado como obsequio en su último cumpleaños, levantó la manga de la enorme sudadera roja que siempre usaba descubriendo su muñeca derecha.

Pasó la navaja lentamente haciendo un corte perfecto dejando a su pasó la sangre que abandonaba su cuerpo, había una muñeca de dolor y tristeza en su rostro mientras las lágrimas seguían brotando, su mirada se quedó fija en la sangre que manchaba la blanca piel de su brazo, en esa ocasión era un poco más de lo normal, se quedó inmóvil un momento sólo mirando lo que había hecho tal vez para ver si lograba arrepentirse y hacer algo para pedir ayuda pero sólo se animó a hacerlo lo mismo con su otra muñeca.

La navaja volvió a su lugar dentro de los bolsillos de su sudadera como si nada hubiese pasado mientras el suelo comenzaba a mancharse con gotas de su sangre, retrocedió hasta que su espalda chocó con la pared de azulejos blancos del baño dejando que su cuerpo resbalara contra esta hasta que quedó sentado sobre el suelo con sus manos a cada lado de su cuerpo manchando aun más el suelo con su sangre.

Sus ojos se fijaron nuevamente en sus muñecas y una sonrisa triste se dibujo en sus labios, tal vez había hecho algo irreparable, pensó al ver más sangre que de costumbre, sus ojos comenzaron a sentirse muy pesados, parpadeó repetidas veces pero no parecía ser de utilidad lo que hacía, escuchó lejano el sonido que la puerta hizo al abrirse de golpe.

Había un chico frente a él hablándole y sacudiendo su cuerpo, parecía asustado y no pudo evitar sonreír dolorosamente, no conocía a ese extraño pero él parecía tan angustiado por su persona, era la primera vez que veía a alguien así de preocupado por él en un muy largo tiempo, trató de acariciar el borroso rostro ajeno siendo parado por la mano de aquel desconocido que sujetaba con mucho cuidado su débil mano, volvió a sonreír porque el toque de esa persona se sentía tan cálido y reconfortante que no importó cuando todo se volvió negro.

-No por favor, no me hagas esto pequeña estrella, aún debo enseñarte a brillar-dijo asustado-Te sacare de aquí-se las arreglo para acomodar el inconsciente cuerpo del castaño sobre su espalda para poder moverse tan rápido como pudiera, atravesó el campus de aquel colegio que tanto odiaba hasta su pasadizo secreto llegando a su hogar.

En cuanto entró a su casa colocó el cuerpo del inconsciente castaño sobre el enorme sofá que había en la sala de estar y subió a su habitación por un botiquín y el teléfono.

-Es media noche-gruñeron al otro lado de la línea.

-Debes venir, la pequeña estrella no está bien-suplicó.

-Ya hemos hablado sobre lo de las estrellas y...

-Se está desangrando-interrumpió asustado.

-Voy para allá.

Él asintió aunque era obvio que el otro no iba a poder verlo y colgó el teléfono, bajó las escaleras apresurado y regresó al lado del chico sobre el sofá, colocó un torniquete en cada brazo del castaño esperando con eso disminuir la irrigación de la sangre para después vendar las heridas en sus muñecas, se sentó en el suelo a su lado mientras sujetaba una de sus manos y lo miraba asustado.

-¿Por qué lo hiciste pequeña estrella?-preguntó-Está mal, no debiste...ellas dijeron que ibas a esperarme pero... debe ser mi culpa, no supe protegerte, lo siento mucho mi pequeña estrella-pidió suplicante besando la mano del chico inconsciente.

Su hermano mayor no tardo en llegar y atendió al castaño de inmediato ignorándolo por completo mientras trabajaba, él no se alejó en ningún momento y vio atentamente todo lo que su hermano hacia con el castaño, cuando el mayor término le dedicó una mirada tranquilizante que hizo que todo el aire que había estado en sus pulmones reteniéndose saliera en forma de un suspiro de puro alivio aunque no estaba del todo tranquilo.

-¿No se va a morir, verdad?-quiso asegurarse.

-Él estará bien-aseguró.

-Sí pero...había mucha sangre y...

-Sehun no exageres-pidió-Para empezar no era tanta la sangre y los cortes sólo eran superficiales, aunque no lo creas no fue una gran cantidad de sangre la que perdió-explicó

-Seguro eso fue por los torniquetes que le hice así que...

-Están mal hechos por eso no abrían servido de nada de cualquier forma-interrumpió-No fue nada grave, además este chico lo ha hecho más de una vez-tomó uno de los brazos del desconocido y alzó la sucederá roja mostrándole a su hermano las pequeñas cicatrices que se extendía por su brazo-Él suele flagelarse y por lo que veo es regularmente-Sehun miró con tristeza al chico en el sofá sin llegar a entender porque hacia eso.

-Mi estrella-susurró con tristeza.

-Pero a todo esto... ¿quién rayos es este chico?-preguntó con el seño fruncido a su hermano menor.

-Es mi pequeña estrella-respondió con una sonrisa.

-Sehun-llamó severamente el mayor.

-Era broma hyung-rió un poco-No sé quién sea sólo lo encontré así y pues lo ayude porque no iba a dejarlo sólo en ese estado-explicó.

-Como sea...cuando despierte dile que se dé una ducha porque apesta y no sería bueno que contrajera una infección y después dile que se vaya y lo más importante olvídate de esto-le indicó.

-Sí-respondió obediente aunque no iba a hacer nada de eso.

-Vendré a verte el domingo-Sehun asintió y despidió a su hermano para cerrar la puerta una vez salió de la casa.

-Ahora...no debes estar cómodo en el sofá...espero no te importe dormir esta noche conmigo, sé que es raro pero realmente necesito poder vigilarte esta noche-murmuró mientras levantaba en brazos al castaño para llevarlo a su habitación como la noche en la que el pequeño chico había irrumpido en su casa a mitad de la noche.

Lo colocó sobre la cama con mucho cuidado y le quitó los zapatos y después esas gafas dejándolas caer cuando sus ojos apreciaron maravillados la imagen más hermosa que hubiera visto nunca, una sonrisa se formó en sus labios y se inclinó para levantar las gafas del suelo, las estrellas habían dicho la verdad, él era lo más hermoso que jamás hubiera visto.

Cuando por fin abrió los ojos todo se veía borroso, lo cual significaba que no traía sus gafas puestas, sus manos buscaron a ciegas lo que sus ojos necesitaban hasta que las encontró sobre alguna especie de cómoda a su lado derecho, acomodó sus gafas sobre sus ojos correctamente encontrándose entonces solo en una habitación desconocida, las paredes eran blancas al igual que la alfombra, había un balcón cubierto por finas cortinas del mismo color que la habitación, el estaba sobre una enorme cama de madera negra a juego con las cómodas a cada lado de la cama, el tocador del mismo material estaba frente a la cama y del lado izquierdo, a un costado del balcón estaba el closet, había dos puertas de color beige en la habitación mientras que las mantas en la cama eran de color azul claro.

-Veo que ya despertaste-dijo alguien desde la puerta.

Luhan alzó la mirada hasta toparse con un chico alto de cabello platinado, piel blanca, ojos oscuros, labios rosas que le dedicaban una pequeña sonrisa y una pequeña charola con comida.

-¿Cómo te sientes?-le preguntó el desconocido.

-¿Quién eres y…en dónde…en dónde estoy?-preguntó temeroso.

-Me llamó Sehun, Kim Sehun y bueno estas en mi casa-explicó mientras dejaba la charola sobre la cómoda al lado de la cama y se sentaba a su lado, Luhan retrocedió hasta chocar contra el respaldo de esta y se abrazo a sus piernas mirándolo con miedo-¿Cómo te llamas pequeña estrella?-preguntó.

-X-Xi Lu-Luhan-tartamudeó.

-Bonito nombre-sonrió.

-Dices que es tu casa pero yo estaba en...

-En el baño del colegio cuando te desmayaste, lo sé, te encontré ahí inconsciente y te traje aquí, ahora come que necesitas restaurar tus fuerzas-pidió.

-Yo...

-Oye, para haber irrumpido en mi casa a mitad de la noche el otro día hoy pareces muy tímido-rió un poco.

-¿Tú...tú…eras tú?

-Sí.

-No…no…no eres un...

Sehun tomó su mano sorpresivamente y la colocó sobre su pecho a la altura de su corazón para que pudiera sentir como su corazón latía rápidamente.

-¿Te parezco un fantasma?-preguntó.

-No-respondió en voz baja antes de alejar su mano.

-Lo del baño... ¿por qué lo hiciste?-Luhan no contestó y sólo agacho la cabeza-El médico que te revisó dijo que no era la primera vez, ¿por qué lo haces?-Luhan siguió sin hablar-No lo hagas más por favor, me asuste mucho al verte y si no hubiese sido por ellas jamás hubiera sabido que estabas en peligro-dijo pero Luhan aun no se atrevía a hablar.

-Debería irme-susurró.

-Sí ese es tu deseo está bien pero antes dime que vendrás de nuevo-pidió.

-Sí...puede ser.

-Muy bien entonces vamos te llevare de vuelta sólo que... ¿no quieres ducharte antes?-preguntó con una mueca rara.

-No yo...estoy bien.

-Como desees, sígueme.

Luhan siguió al más alto hasta lo que parecía una bodega en el jardín trasero de aquella mansión que ahora sabía no estaba embrujada, ambos entraron a la bodega y antes de lo que imagino ya se encontraban en una vieja bodega donde se almacenaban pupitres viejos y rotos.

-Esa es la salida-le señaló el más alto.

-¿Por qué…por qué hay un pasadizo de tú propiedad a la del instituto?-preguntó extrañado, Sehun sólo lo miró seriamente antes de sonreír como sí nada.

-No tengo idea-aseguró encogiéndose de hombros.

-Bueno yo...muchas gracias por todo-hizo una pequeña reverencia y dio media vuelta para irse.

-Pequeña estrella-llamó el otro captando su atención-Usa este pasadizo para ir a visitarme pronto por favor-pidió.

Luhan asintió y se fue rápidamente de ahí, había dicho que sí aunque no planeaba hacerlo, ese chico era un desconocido y no quería sonar ofensivo ni nada pero muy cuerdo no parecía, lo mejor era mantener su distancia con una persona así por su propia seguridad.

Llegó a su habitación encontrándose con su compañero de habitación, él lo miro con el ceño fruncido y Luhan inmediatamente agachó la mirada para no mirarlo a los ojos, el otro bufó y tomó su chaqueta para poder ir a clases, se acercó a la puerta y Luhan inmediatamente se hizo a un lado para dejarlo pasar.

-No sé dónde diablos te metiste pero que sea la última vez que lo haces, yo no voy a llevarme los regaños del prefecto porque tú no llegas a dormir-dijo con desdén.

-Lo siento mucho Baekhyun, no volverá a pasar-susurró.

-Más te vale-advirtió antes de salir de la habitación dejándolo solo.

Luhan miró a todos lados antes de ir hasta su armario y tomar ropa limpia para poder ducharse y quitarse esa sensación de suciedad del cuerpo, no llegaría a la primera clase pero aun podría apresurarse e ir a la segunda.

*****

Los siguientes cinco días todo fue como siempre, asistía puntual a todas sus clases, Kris lo fastidiaba hasta hacerlo llorar y después se encerraba en su habitación toda la tarde, aunque ese día había sido diferente, llegó apenas cojeando a su habitación con la nariz y boca sangrando luego de la paliza que Kris le había dado porque se había atrevido a verlo a los ojos, todos se habían reído tanto cuando estaba en el suelo pidiendo piedad y seguramente ahora era el vídeo con más visitas en internet.

Su cuerpo se contraía de dolor con cada movimiento que hacía, Baekhyun lo miró de reojo poniendo los ojos en blanco cuando lo vio entrar, era fin de semana lo cual significaba que Baekhyun se iría hasta el lunes, lo vio negar con la cabeza y luego de tomar una mochila se fue dando un portazo cuando salió, sus lágrimas caían silenciosas mientras caminaba a la cama donde se dejo caer quejándose de dolor al hacer contacto con la suave superficie.

Ya no podía, estaba harto de todo, su cuerpo no terminaba de sanar cuando nuevas heridas aparecían, todo sería mejor si sus ojos se cerraran para siempre, todo mundo se lo decía a diario, él no debería estar en ese mundo, trató de levantarse pero sus manos no pudieron sostener su peso y termino desplomándose inconsciente en la cama deseando con todas sus fuerzas no volver a abrir los ojos jamás y así poder estar con su madre para siempre.

Cuando sus ojos se abrieron nuevamente se incorporó aterrorizado al encontrase con un par de profundos ojos negros mirándolo con seriedad, era el loco que lo había ayudado aquella ocasión, miro a todos lados angustiado y cuando lo vio levantar su mano trató de retroceder hasta que su cuerpo salió de la cama pero antes de que cayera al duro suelo él logró sujetarlo de la cintura evitando que cayera mientras lo atraía a su cuerpo envolviéndolo en sus brazos, no sabía que hacer y simplemente se quedo paralizado mientras aquel chico le acariciaba suavemente el cabello.

-Tranquilo, estoy aquí-susurró suavemente moviendo con su aliento su cabello revuelto cada vez que hablaba-¿Quién te hizo daño?-preguntó.

Luhan no se atrevía a hablar, ni siquiera estaba seguro de estar respirando en ese momento, el suave toque de su mano bajo su mentón lo hizo levantar la mirada y entonces él besó su frente con tal dulzura que todo se fue al diablo, nadie lo había besado de esa forma desde su madre, nadie se había preocupado por él hasta ese desconocido que lo miraba de esa forma extraña que lo hacía sentirse seguro.

Comenzó a llorar nuevamente escondiendo su patético rostro en el pecho de aquel chico que lo abrazaba protectoramente.

-Tranquilo, estoy aquí pequeña estrella, voy a cuidarte-le susurró.

-¿Quién…eres?-preguntó cómo pudo.

-Yo…yo soy tú guardián ahora-respondió con una sonrisa.

Luhan no dijo más y volvió a dejarse envolver en esos brazos, pegó su rostro a su pecho, aspiró su dulce aroma y por primera vez en mucho tiempo se encontró tranquilo, no sabía quién era, no sabía que quería de él, no sabía si estaba cuerdo pero sabía que lo hacía sentirse menos miserable con su vida y en ese momento para él era suficiente.

-Vamos hermoso hay que curar esas heridas-dijo él alejándolo suevamente de su cuerpo.

-¿He-hermoso?-habría escuchado mal y cuando lo escuchó reír su corazón se hundió, ¿se estaba burlando de él?

-Si Luhan, tú eres hermoso por eso te llamo así ¿no te gusta?-preguntó.

-Te estás burlando de mí-susurró.

-No, no podría.

-¡Mentiroso!-casi gritó sin saber de dónde había sacado el coraje y la fuerza para empujarlo lejos-¡Vete, lárgate, déjame solo!-exigió histérico.

El peli plata trató de acercarse pero él se negaba a dejar que lo volviera a tocar, ya no podía con más burlas, ya no podía con más dolor físico ni emocional, estaba cansado, ya no quería llorar.

-Luhan, Luhan por favor, cálmate y dime que está mal-suplicó, las incontrolables manos de Luhan fueron hasta su rostro y un gemido de dolor salió antes de que se alejara cubriéndose la mejilla derecha.

Luhan se detuvo en cuanto se dio cuenta de lo que había hecho, el peli plata alejó su mano con la punta de sus dedos machados de sangre, le había rasguñado el rostro, Luhan lo veía horrorizado, sus manos cubrieron su boca al ver lo que había hecho, había algo realmente malo en el hecho de haber lastimado a ese chico.

-Lo...lo siento no…yo no…lo lamento-malditas lágrimas, dijo para sus adentros mientras las estúpida muestras de debilidad le mojaban el rostro.

-No pasa nada precioso, fue un rasguño-Luhan no podía creer que él no estuviera enojado y le regresara el daño multiplicado por cien como todos los demás hacían cada vez que trataba de defenderse así como tampoco podía creer que tuviera esa sonrisa mientras le señalaba su rasguño-¿Lo ves?-preguntó.

-¿No…no estás enojado?-preguntó angustiado.

-No Luhan, nunca me enfadaría contigo-prometió limpiando sus lágrimas.

-Pe-pero te...te hice daño-insistió y sin darse cuenta sus manos apretaban la suave tela de su camiseta.

-Jajajajaja eres tan lindo-dijo en con voz jovial antes de abrazarlo, era extraño, no entendía, no sabía si debía pero…quería conocer más a ese chico que lo abrazaba de esa tierna y cariñosa manera, deseaba sentirse seguro.

Notas finales:

Soy mala ya sé u.u


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