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Return Of Love por Tsuki no Megami

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Notas del capitulo:

Buenas noches, días o tardes dependiendo del lugar en el que se encuentran. Es mi primer fic en este hermoso famdom.

 

Los primeros capítulos son narrados por la pareja principal .

 

Los personajes de Viewfinder pertenecen a su creadora Ayano Yamane.

Quien lo diría? Por milésima vez fui rescatado por este sujeto sádico, obsesivo compulsivo, con un alto sentido de pertenencia de nombre Asami Ryuichi. Todo comenzó una tarde de jueves, en una investigación de contrabando para ser específico en armas, mi jefe pidió cubrir la noticia en cuanto a la captura de esos maleantes se refiere.

 

 

Con una paga tan alta como la que se me ofreció, poco me importó lo peligroso del asunto, ese día al anochecer se llevaría a cabo la transaccion y el arresto, por lo que tome mi cámara y un abrigo para estar presente y sacar las mejores imágenes. Bien escondido detrás de un arbusto, obtuve varias capturas y muy buenas he de decir fue un trabajo muy fácil y sin contratiempos por lo que llegue a mi departamento devele el rollo entero y sólo lleve al editor las más nítidas y con los rostros de todos los involucrados bien enfocados.

 

 

En las noticias matutinas pasaron algunas de mis fotos por lo que me sentí orgulloso de mi trabajo, todo iba bien hasta que recibí una llamada de mi admirador número uno, nada más contestar, obtuve un sermón o mejor dicho una advertencia de no involucrarme en los hechos recientes expuestos por los noticieros, no se que me molesto si fue el tono que uso o la firma en que lo dijo, con tantas cosas en mente simplemente conteste que dejase de meterse en mis asuntos y colgué. Tal vez no debí hacerlo pues conociendo su caracter, mandaría a sus empleados por mi para darme una " lección de obediencia y respeto " con lo cual no volvería a caminar en un par de días, entendiendo eso me fui a casa de Kou para resguardarme por un tiempo. 

 

 

Para mi sorpresa en casi dos semanas no había indicios de Asami ni de sus hombres vigilandome, por lo que seguía con mi vida y rutina sin problemas, asistía a la escuela de idiomas, pues desde los incidentes en Hong Kong con Liu Feilong y Mikhail Arbatov me dispuse a aprender además de inglés, chino/mandarín y ruso, no es fácil pero entre clases y trabajo el tiempo se me hizo corto. Estaba feliz durante esos días todo era paz y tranquilidad, pero nada dura para siempre o ¿si? Claro esta que para mi no, era sábado el clima fresco podía ver las hojas de los arboles caer típico de otoño, cuando dos sujetos me apresaron, tapándose los ojos, me dieron a oler algo extraño segundos después perdí la conciencia, desperté horas después en una habitación fría con muy poca iluminación, por un momento creí que todo habia sido planeado por ese sujeto, más fue sorpresa al ver que por la puerta entraba un tipo de complexión robusta, muy sonriente, posó su mirada en todo mi ser y con satisfacción dijo que yo sería un lindo conejito en su club. Preso en miedo e ira contenida, me quede parado esperando lo peor, nuevamente me sedaron con una inyección en el brazo, es curioso mi último pensamiento antes de caer en un sueño profundo, fue justamente el rostro de quien ese momento pedía me rescatase de aquel destino incierto.

 

Con un terrible dolor de cabeza, parpadeo varias veces para ver si lograba reconocer algo de ese cuarto que me indicará en donde me encontraba, pero no fue así sólo un rincón encontré algo que me dio risa, pero no porque fue gracioso era más de nervios y preocupación, pues sobre un clavo estaba un traje de conejo, mi imaginación voló tanto y muy lejos que no escuche cuando entraron y mucho menos lo que me decían.

 

- *Despierta, te estoy hablando, despierta tienes que arreglarte, el club esta por abrir y los clientes esperan *

 

Entendi bien los clientes un club y un traje de conejo, esto esta mal, fue lo que pensé y como no me iba a quedar con la duda, le pregunte en el mismo idioma.

 

- *Donde estoy? Qué hago aquí? Por favor dime que van a hacer conmigo* Me vio como si de un bicho se tratase para después contestar con cierto enfado y arrojándo me la ropa.

 

- *Estamos en Londres y atenderás a los clientes con respeto, a menos que pidan un privado contigo en ese caso deberás hacer lo que te digan hasta que estén satisfechos*

 

 

 

Podía soportar el encierro lejos de casa, pero trabajar de esta forma no es justamente mi ideal de superación, al final todo resultaría como lo dijo Feilong yo sólo pedire más droga para no pensar en nada. Sin más opción y con tantos hombres armados, opte por obedecer rogando que nadie me quisiese para un trató especial, los días dieron paso a las semanas y con ello mi esperanza de ser rescatado se fue, después de la forma en que le conteste es obvio que no me buscaría, una pequeña lágrima corrio por mi mejilla, si quería salir debía hacerlo por mi cuenta. Con eso en mente salí a atender a los sujetos de la mesa VIP con mi mejor cara accedí a tomar sus órdenes.

 

- No puede ser, Que haces aquí? 

 

 

Reconocería esa voz en donde sea, justo frente a mi se encuentra sentado Feilong junto a Mikhail, esos dos juntos no me lo imaginó, pero recuerdo una conversación entre ellos con Asami acerca de alianzas para un mayor mercado y cosas así , como no me interesaba fui a dar una vuelta por el lugar, he de suponer que llegaron a un acuerdo. Por otro lado significaban mi  salvación y de cierta forma lo fueron.

 

 

- No supe como llegue, mejor dicho me trajeron.

 

 

- Sabes quien a estado buscándote por todo  Japón, incluso fuimos los principales sospechosos de tu acto de desaparición.

 

 

- Mikhail, esto es serio, el lugar le pertenece a un lord que usa su influencia para esta clase de lugar además de traer a sus presas de distintas partes del mundo.

 

 

- En eso tienes razón y por lo que veo aún no te ha visto o de lo contrario ya estarías en su mansión como parte de sus adquisiciones.

 

 

Por si fuera poco enterarme de eso, logró que desease ser asesinado ahí mismo, pues según entendi en todo la charla, el sujeto va al club en busca de nuevas presas, porque las anteriores ya no son útiles, en palabras simples están muertas. Vagando por la mente, no me percate del instante en el cual Feilong hablaba por teléfono, mientras Arbatov me ofrecía una copa con licor, la cual rechaze cortésmente.

 

 

- No te dirán nada mientras estés con nosotros, sientate y toma unos tragos luciras menos sospechoso y te relajará.

 

 

Termine por acomodarme a un lado de ellos en el  sofá, tomando la copa y bebiendo su contenido de un sólo tragó, quería olvidar tan sólo por un momento lo triste de mi día y lo que el futuro me depararía si no salía pronto de ese país.

 

 

- Pude localizarlo, pero hay un problema le tomara horas llegar aquí y para ese entonces tu podrías estar en casa de ese sujeto.

 

 

- Faltan tres horas para que el club cierre si no te han presentado, se puede decir que Talvez llegue a tiempo y podré cobrarle un favor al señor yo lo puedo todo.

 

 

Solté una estrepitosa risa de imaginar tal hazaña por parte del ruso, pero mi sonrisa fue cortada por un empleado quien pedía se me permitiese ir a conocer al dueño del lugar, debo decir que mis acompañantes pusieron la cara de estufaccion, ya no podían hacer nada sólo un milagro lograría evitar que me llevasen. Camine entre las mesas hasta unas escaleras que daban al último piso, recordé que los clubes de Asami eran igual con varios pisos y cuartos de lujo para los clientes distinguidos, al fondo del pasillo la gran puerta se abrió dejando ver el escritorio de caoba pulido, las extensas ventanas y el sofá cubierto de cuero en color rojo, fui llevado hasta un tipo de imponente figura de ojos verdes, cabello castaño claro, con un traje negro perfecto de pies a cabeza.

 

 

- *Mi señor, el es el último joven que llegó el mes pasado, viene de Japón *

 

El tipo poso sus ojos llenos de deseo sobre mi, con un movimiento de su mano hizo que nos dejasen solos, se acercó lo suficiente a mi cuello llenándolo de besos, quería golpearlo y correr pero no llegaría muy lejos, pensé en lo que estaría haciendo si estuviese en casa para no sentir lo que hacia con mi cuerpo. Cuando término de inspeccionar, se fue a sentar para comenzar el interrogatorio.

 

 

- Mi nombre es William Dashwood ¿ Tu nombre y edad?

 

-Takaba Akihito y tengo veinticuatro años.

 

- No los representas, luces más joven y eso me gusta, está será la última  vez que trabajes aquí, al cerrar irás conmigo yo te entregaré, voy a enseñarte lo que tienes que  hacer para complacerme a cambio tendrás viajes, yates, joyas, autos todo aquello que desees te lo comprare.

 

—JODETE

 

Termine mi encuentro con el tal William y fui de regreso a la mesa que por última vez atendería, llegue con un golpe en las costillas y el cuello con marcas de besos, implorar que me hiciesen el favor de matarme en ese instante no serviría y tampoco lo harían, Mikhail fue el primero en comentar lo obvio.

 

 

- Alguien es hombre muerto, mira como te dejó y ... te golpeó verdad.

 

 

- Lo  rechaze y como no le pareció me dio de golpes en los costados .

 

 

- Dashwood es de cuidado, en la vida pública es todo un caballero pero entre cuatro paredes y sus negocios se vuelve un cabron de mierda, su esposa  se suicidó para alejarse por completo de el. 



 

- Te haremos compañía hasta que nos hechen del lugar, también hable con Asami pero ... llegara por la mañana, así que trata de no molestar lo mucho al menos por unas horas deberás hacer lo que pida.

 

 

- Es fácil decirlo, pero hacerlo es muy diferente Feilong

 

 

La noche dio paso a la madrugada por lo que la hora de cerrar y de ir a lo que sería mi nuevo hogar había llegado, me dispuse a despedir a quienes por poco tiempo me brindaron calma y serenidad además de una grata charla. De pronto unos oficiales entraron al club arrestando a los presentes, se supone que esto no sucede por las influencias del lord, varias patrullas nos esperaban fuera del local para guiarnos a la estación  policíaca, una vez dentro metieron en pequeñas celdas y por grupos de personas, los que pudieron salir con dinero y conocidos pasaron a retirarse entre ellos Feilong y Mikhail, al verme dentro de la celda, esbozaron una sonrisa de complicidad, lo cual me hizo pensar que todo fue planeado, para ganar tiempo y salvarme de las garras del tipo ese.

 

 

Un oficial se acercó y abrió la reja, con un perfecto inglés me dijo que era libre y podía retirarme, salí de la jefatura y tuve que cerrar mis ojos pues la luz del sol me molesto al mismo tiempo note que ya era de mañana, al pie de las escaleras estaban una limosina color negro y un auto de lujo con el mismo tono que el otro, lord Dashwood bajo de la flamante limosinas tendiéndome la mano para ir juntos a " casa " , pero un brazo me sujeto y jalo hacia el otro lado, iba a protestar por tal acto cuando me vi envuelto en un abrazo tan cálido a mi nariz llegó el aroma de cedro y canela distintivo de una sola persona, Asami.

 

 

- Mis disculpas lord Dashwood, vengó por lo que me pertenece .

 

 

Dicho eso me tomó con delicadeza del mentón dándome un apasionado beso, no me importó el lugar ni que me halla tratado como un objeto, lo único que quería era sentirlo y saber que pronto estaría en mi hogar, dulce hogar. Nos separamos por falta de aire, por la sonrisa de Asami deduje que había logrado molestar al sujeto, al voltearme lo pude comprobar, Dashwood apretaba los puños con fuerza.

 

 

- AsamiRyuichi que gusto verte desearía decirte eso pero no es así, con respecto al chico, no sabía que ya tenía dueño, iba a ser un lindo conejito en mi modesta casa.

 

 

 

— Si por mi fuera ya estarías muerto desde hace años, así que dejame advertirte, vuelves a meterte con lo que es mío y no vivirás para contarlo

 

 

— No te tengo miedo y sera mejor que le pongas una correa o se volverá a escapar.

 

Con las amenazas dichas, lord dashwood se fue en su limosinas, mientras Asami y yo nos  subimos al auto donde siguió con la sesión de besos.

 

- Ah! Espera, no hagas eso aquí, yo ¡ah!

 

 

- Dime, para esto estudias idiomas, no es una buena forma de ascender.

 

 

- Idiota, me drogaron y sacaron sin mi consentimiento

 

 

- Talvez tiene razón, debo ponerte correa o mejor te amarró a la cama.

 

 

- No soy una mascota y tampoco un objeto que te quede claro yo ...

 

 

- Tu eres mío Akihiko, sólo yo puedo tocarte y matarte, entiende eso y deja que te cuide.

 

 

Tanto sus palabras como sus caricias me hicieron estremecer, algo en mi pecho arde y al mismo tiempo me hace sentir amado, protegido, tanto que no podré estar separado de este hombre jefe de la mafia japonesa y que en más de una ocasión me a salvado.

 

Notas finales:

Muchas gracias por leer.

 

Dudas, sugerencias y comentarios son bien recibidos. Actualizaré lo más pronto posible.


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