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De niños del futuro y adolescentes del pasado por Irie Ryuen

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Notas del fanfic:

Hola a todos, muchas gracias por pasar a leer mi nuevo fanfic :)

Te invito a que lo leas y me digas que te ha parecido. Ya extrañaba volver a subir fanfics!!!

NOTA: IRIE RYUEN no estaba muerta, andaba de parranda XD Perdonen la larga espera por subir algo :S ya saben... la vida, los amores, la escuela, etc. Un abrazo a todos ustedes!!!! :3

Notas del capitulo:

Primer cap. esperemos de muchos más!!!! :D

ya saben qué hacer... leer y comentar XD

IRIE RYUEN

I

IRIE RYUEN

 

Acompañaba a mi nueva novia a su casa cuando sonó mi celular, era mi mamá pidiéndome que comprara pan cuando volviera a casa, después de ver a mi “amiga”. Sí, mi madre como buena conservadora y un tanto homofóbica que es, parece que no tiene ni el más mínimo remordimiento cuando me obliga a ir a ver a sus horrendas y cincuentonas amigas, con hijos de mi edad, dispuestos a salir conmigo sólo porque soy atractiva.

 

No soy una persona que opte siempre por esconderse, de hecho esas palabras no están en mi vocabulario, por lo que desde que fui descubriendo que los chicos no me gustaban (o al menos no del todo) le dije a mi familia y como era de esperarse, su reacción fue la de vergüenza al principio, pasando por la ira, enojo, intentos de “reformarme”, como si fuese una enfermedad y necesitase una cura desesperadamente. Hablar con ellos requirió mucho coraje de mi parte y valentía, pero si algo me enseño mi familia, fue ser fuerte y decidida, segura de quién era y lo que quería, puede que aun no sepa de lo que quiero vivir y muchas cosas más en la vida, pero sé que las faldas y las chicas bellas son lo mío.

 

Hasta ahora mi padre me habla con normalidad, puede decirse que hasta felicita mi gusto en mujeres, dice que al menos ya se siente cómodo viendo Miss Universo con alguien que entiende sus gustos mejor que nadie, pues mi hermano mellizo no es precisamente un Casanova o algo parecido, pero él también aplaude mis gustos. Sin embargo mi madre es otra historia, prefiere pensar que todo es un mal sueño y que algún día despertaré con ganas de casarme con un hombre. Ha intentado de todo para que yo sea heterosexual “de nuevo”, como cuando niña que me emocionaba por los chicos de mi primaria que me mandaban dulces y cartas en día de San Valentín, pero vamos… si cuando jugaba con mi hermano, ambos éramos los príncipes luchando contra unas sillas que imaginábamos eran dragones, creo que era bastante obvio hacia donde me iba a inclinar yo.

 

En fin, volviendo a lo que te interesa, me presentaré, mi nombre es Isabel Amzalag Prado, apellidos raros en México, lo sé pero créanme, no tengo nada de europea o árabe, ya tiene muchas generaciones de eso, aunque no niego que eso me hace sentir importante y mi rostro no ayuda mucho, aunque soy morena (algo típico en México) mis ojos son rasgados y dicen que mi acento no es chilango, insisto alguien que me explique cómo es que eso puede pasar. En fin, lo único que me respalda es mi estatura, apenas 1.62 cm, lo promedio para las mujeres del DF. Mi edad, 21 años y estoy en mi tercer año de la Universidad, en la carrera de ciencias ambientales.

 

Estuve enamorada por muchos años de una chica, la que es mi novia actualmente, sin embargo nunca me hizo caso sino hasta hace dos meses, yo fui la novia que ella nunca planeo, digamos que somos amigas desde los 7 años, reconocí que estaba enamorada de ella a los 15 y por más indirectas que le lanzaba o mis intentos por frustrar sus citas, nunca tuve los ovarios para declararme, hasta que un día me cansé de ello y lo hice, sin embargo fue una declaración de lo más estúpida e inmediatamente salí corriendo, no volví a verla hasta unos días después, ella como siempre, vivaz para muchas cosas en la vida, menos en el amor, ella no sabía que responder y yo no le pedí explicaciones, algunos días después ella me dijo que aunque me quería, no era la clase de relación que yo podía esperar, que desistiera con mis sentimientos, eso me hizo enojar mucho y aunque me distancie de ella un poco, seguía frecuentándola. De tan enojada que estaba, me decidí a salir con muchas chicas pero nunca las ame o quise realmente (debido a mis sentimientos por mi amiga), así que comencé a frecuentar bares LGBT, eventos de la comunidad y muchas cosas más. No sólo mi experiencia aumento, también mi círculo de amistades y con ello mi autoconfianza, fue ahí que aprendí que no es lo mismo conquistar a una mujer que a un hombre, aunque lo cierto es que hay algo muy marcado que llama la atención a ambos géneros y espero los que me vayan siguiendo el hilo, entiendan a lo que me refiero, que obviamente no lo diré.

 

Lo cierto es que pasaron los años y empecé a tener la confianza suficiente para conquistar por completo a mi amiga, aunque lo logre, ella tardó al menos un año en reconocer que me quería, entonces volvemos a lo ya establecido, tenemos dos meses siendo pareja. Estoy encantada y no puedo esperar a tener una vida con ella, me ha gustado desde hace muchos años, ha sido mi amor platónico y por fin, puedo tenerla entre mis brazos, abrazarla y besarla todo lo que quiera.

 

Mis padres la conocen desde siempre y hemos estado en buenos términos con su familia en todo el tiempo que nos conocemos desde niñas, sin embargo es hasta ahora que mi mamá se rehúsa a hablarle y a no recibirla en la casa, hasta apenas la semana pasada accedió a dejarla venir a comer, mi papá fue un encanto con ella como siempre, pero mamá, vaya… lo más fría y grosera posible, ¡Qué pena y horror! Equis, me seguiré esforzando porque pueda recibirla en casa.

 

Mi mamá dice que el problema son mis gustos más que mi futuro planeado con ella, que puedo tener toda la familia que desee, casarme y todo, pero con una mujer… eso no es algo que ella esperaba para mí. Ahora piensa que por mis gustos, el día de mi boda iré con traje negro y cabello corto, que dejaré de usar vestidos y los reemplazaré por trajes o pantalones más masculinos, sin duda se basa en estereotipos estúpidos, la amo, claro que sí pero cuando hace esto me dan ganas de decir que no es mi madre y correr a esconderme a otra parte.

 

A su petición por llevar el pan, respondo con un amable “sí, nos vemos luego” y cuelgo, el que no esté de acuerdo con su forma de ser no me hace ser grosera con ella, es mi mamá y la quiero, debo de respetarla. Valeria (mi chica) me abraza, diciéndome que me ama al oído, adoro cuando hace eso.

 

-Nos vemos el lunes-me dice soltándome-buenas noches -me da un beso en la mejilla y se dirige a abrir la puerta de su departamento.

-Hasta el lunes-le digo apenas moviendo mi mano en señal de despedida-también te amo.

 

Ok, esto de los “te amo” es bastante nuevo para mí y aunque no es la primera persona a la que se lo digo, sí es la primera por la que realmente siento eso. La única señal perfecta para mí para reconocer que estoy enamorada al cien por ciento.

 

Afortunadamente ella no vive muy lejos de mi casa y la panadería está justo a la mitad del camino. Compré bolillos, panques y dos panes de cajeta para mi papá, mi hermano y yo, también una concha para mi mamá. Saludo a la vendedora y a los clientes y me dirijo a casa. La mayoría de todas las personas con las que me cruzo son vecinos y los conozco al menos de nombre a casi todos, pero eso no implica que me agraden y volviendo a lo que mis padres me enseñaron, aun en estas situaciones debo de ser amable y respetuosa, qué fastidio. Lo bueno es que existe la mente para desahogarse y pensar en todo lo que quiera, saber que soy superior en muchos aspectos sobre esa bola de idiotas groseros. Aunque empieza en esta época a anochecer más temprano, curiosamente hoy ya no había luz solar desde las 6 pm y nubes que indicaban que iba a llover venían desde el oeste a gran velocidad, entonces un trueno se oyó a lo lejos.

 

-¿Truenos en septiembre? ¡Qué locura!-dijo una señora a lado de mí en la calle, las dos nos miramos y la salude haciendo una pequeña reverencia, para después irme a casa.

 

La cena en casa fue bastante tranquila, nos limitamos a hablar de qué tal nos había ido el día de hoy y escuchar música, normalmente es mi papá el que siempre la pone, esta noche fue su disco favorito de Aretha Franklin, sus gustos en música son asombrosos. Podrías escucharnos a mi hermano y a mí cantando tan emocionados, que sin duda tú también te habrías unido.

 

-Isabel, te toca lavar los trastes hoy. Héctor, tú recoges y limpias la mesa.

-Claro mamá-dice mi hermano terminando de beber su café.

-No bufes, Isabel. Entiendo que no te guste, pero te toca hacer eso hoy-mi mamá me mira con enojo.

-De acuerdo-rodo los ojos y me levantó con pesadez. Si hay algo que odio con mi vida, es lavar trastes, es lo peor.

 

Mi hermano y yo nos disponemos a hacer nuestro quehacer y de mientras aprovechamos para platicar, ponernos al tanto de la vida del otro. Muchos podrían pensar que por ser mellizos somos más cercanos de lo normal, pero lo cierto es que no es así. No tenemos ni siquiera hobbies parecidos, él dice soccer, yo digo baloncesto; él dice guitarra, yo digo teclado eléctrico, ¿Ven mi punto ahora? Sin embargo es un grandioso hermano, bastante serio a veces pero normal dentro de todo sentido. Él estudia actuaría y rara vez nos vemos al día, sus clases suelen ponerlo muy estresado y de mal humor a veces, pero relajado es bastante agradable. Tiene novia desde hace 5 años y planea algún día casarse con ella, de él es de quien saco la mayor parte de mis ideas para ser romántica, es el tipo de novio que aún lleva rosas, ofrece su brazo al caminar y carga la mochila de su chica cuando salen, lo cual han de admitir que ya no hay muchos chicos que hagan eso.

 

-Ya acabe-digo mientras me quitó los guantes y lavo mis manos.

-Bien, yo ya casi, me faltan los últimos-dice guardando los platos secos en la alacena.

-Me iré a dormir ya

-¿Tan temprano? Pero si es viernes por la noche-lo mire desconcertada-pensé que saldrías.

-No tengo ganas, además quiero dormir temprano hoy.

-Uhm, ya veo. Pues descansa-me sonrió.

-Gracias, igual tú. ¿Qué harás?

-Jugaré un rato videojuegos, no me apetece dormir mucho esta noche-se estira y camina a la sala, prácticamente aventándose sobre el sofá-¿Quieres jugar conmigo?

-Es tentadora la idea, pero no, paso por hoy-miró la hora, son casi las 10 de la noche.

-De acuerdo-se levanta para agarrar el control de la consola y prender la televisión-sueñas bonito, descansa.

-Gracias, igual-nos despedimos agitando la mano y me dispongo a subir a mi cuarto, lavarme los dientes y prepararme para dormir.

 

Al subir a mi cuarto, un rayo ilumino a lo lejos la noche. Seguramente una tormenta eléctrica iba a ocurrir pronto, las nubes ya estaban sobre la ciudad pero no había lluvia. Estaba mirando por el ventanal del piso superior cuando vi a mi papá salir de su cuarto, me deseo las buenas noches y bajó a la sala, quizás por un café o algo, aproveche para darle las buenas noches a mi mamá.

 

-¿Interrumpo?-pregunte con una enorme sonrisa en mi rostro, mi mamá se estaba cepillando el cabello.

-Claro que no, pasa-me sonrió-¿Acabaron de limpiar y recoger?

-Sí, Héctor se quedo jugando videojuegos.

-¿No vas a jugar con él?

-No-saqué mi celular de mi bolsillo-me iré a dormir temprano, mañana haré tarea desde temprano-me recosté sobre la cama de mis papás a lado de mi mamá.

-¿Con quién te mensajeas? ¿Hay alguien conectado a esta hora?-me miró de reojo.

-Son las 10 de la noche, por supuesto que a esta hora están todos conectados.

 

De pronto vino ese silencio, quizás un tanto incomodo, mi mamá seguro sabía que aparte de estar chateando con mis amigos, estaba hablando con Valeria y eso no la tenía nada contenta, pero al menos no estaba haciendo un teatro por eso, lo cual agradecí mucho. Comenzó a acariciar mi cabello.

 

Caían más rayos muy cerca de la zona, el sonido del viento recorría las casas, las hojas de los árboles se mecían de un lado a otro, los vidrios vibraban con cada trueno, pero seguía sin llover. Los rayos eran de color morado, tenía mucho que no veía unos así.

 

-Los rayos están cayendo muy cerca, ojalá no se vaya la luz-dijo mi papá mientras entraba al cuarto y acto seguido se fue la luz.

-¡No!-mi hermano gritó muy enojado desde la sala. Sin luz, adiós a su noche de videojuegos.

-Bueno, supongo que mejor me voy de una vez-me levanto y alumbro mi camino con el celular.

-Descansa-me dice mi papá mientras él prende también su celular para alumbrar-hasta mañana hija.

-Bye, bye-digo acercándome a darle beso a los dos-mañana me levantare temprano para hacer tarea, desayunaré en mi cuarto-mi mamá me miró un tanto enojada-voy a limpiar lo que use-digo con cierto tono de enojo y aburrimiento, lo que pareció calmar a mi mamá.

 

Salí y camine a oscuras por el pasillo de la casa hacia mi cuarto, los rayos morados iluminaban apenas mi camino, tenía mi celular para valerme y llegar, sin embargo se quedo sin pila y se apagó, estaba todo oscuro. Aproveche para acercarme a una de las ventanas y mirar hacia afuera, el viento ya había logrado arrancar hojas de los árboles y estos se mecían de un lado a otro violentamente, el polvo que se levantaba chocaba contra los vidrios y paredes, como si quisiera entrar a la casa. Y lo más extraño, seguía sin llover.

 

Entre a mi cuarto, deje mi celular en la mesa de noche, con la poca luz de los rayos noté que mi hierbabuena estaba sin agua, así que la lleve al lavamanos de mi cuarto, le di agua y regrese a limpiar el mueble y colocarla en su lugar. De tener varios libros y hojas, además de la planta en la mesa de noche, ahora sólo estaba la planta, me fascina su aroma. Como pude encontré mi pijama, me lave los dientes y me cambie para ir a dormir. Muchos pensarían que en una noche así, difícilmente alguien encontraría paz en todo ese desorden pero no, a decir verdad me siento bastante calmada, sólo se me complica encontrar el camino correcto para moverme entre todo mi desorden. Cuando regrese para meterme en las cobijas me di cuenta de que había una nota amarilla con palabras escritas en ella, decía lo siguiente: “Los rayos de los sueños vienen y traen consigo la alegría de los joyeros y los puros”.

 

-¡¿Y esto qué es?!-mire desconcertada la nota, para empezar no era ni mi letra, esta era mucho más gruesa, inclinada hacia la izquierda y las letras “a” de la nota estaban adornadas por cuatro puntos, dos arriba y dos abajo-¿De quién será?-trate de encontrar parecido con la letra de alguien de mi familia pero no se me ocurrió nada, finalmente pensé que quizás era la nota de alguna de mis amigas y que se me había caído en el mueble al escombrarlo, pero por las características de la nota, aquella había sido escrita recientemente, aún conservaba el pegamento detrás de esta, no estaba doblada ni manchada y la tinta algo fresca, con un ligero aroma, era de un perfume, quizás Carolina Herrera. Sí, como pueden notar soy muy observadora pero eso da muchas ventajas, como el hecho de que así puedo saber que esa nota yo no la hice ni nadie en la casa. Había una ventana abierta por la que entraban hojas secas de los árboles a mi cuarto, quizás la nota venía del exterior, pero lo dudo. En fin, a mí más que nada, me intrigaba el contenido de la misma.

 

-No tiene ningún sentido lo que hay escrito ahí. “Los rayos de los sueños vienen y traen consigo la alegría de los joyeros y los puros”-dije leyendo de nuevo mientras la sostenía y trataba de descifrar más detalles sobre esta-lo dejaré para luego-deje la nota en la mesa de noche.

 

De pronto un rayo azul iluminó el cuarto, el relámpago retumbo tan fuerte que me tape los oídos, sentí cómo vibro el piso debajo de mí, de la impresión me asuste.

 

-¡Carajo!-dije sosteniendo fuerte mi playera-ese fue ruidoso.

 

Entonces la escuche, la lluvia a lo lejos que caía suavemente en los jardines, me sentí aliviada, el sonido de las gotas de lluvia al caer como si fueran soldados marchando, me calmaba mucho, lo disfrutaba desde niña. Me asegure de que mis ventanas estuvieran cerradas y me metí a mi cama, me sentía cansada, muy agotada, como si hubiera caminado varios kilómetros seguidos, el sueño comenzó a ganarme, me sentía como en un hiatus de la vida misma. Lo último que recuerdo de esa noche fue el sonido de la lluvia y esos rayos azules que caían a la distancia.

 

 

Fue el despertador el que causó que me despertará con enojo, la luz del día era tan fuerte que me costó abrir los ojos completamente, forcé la vista para buscar unos pañuelos húmedos y limpiarme la cara, estaban como siempre debajo de mi cama, al sacar la mano de las cobijas para tomar uno, sentí mucho frío, la sensación me obligó a meter de nuevo mi mano y a enredarme más en las cobijas.

 

-Carajo, está helado aquí dentro-dije más para mis adentros más que gritando. Note que mi ventana estaba abierta de par en par y que en el exterior aún seguía lloviendo, las gotas golpeteaban con el vidrio gentilmente y estas escurrían por la superficie, dejando un camino de gotitas a su paso.

 

Hundí mi cabeza en mi almohada y jale más las cobijas hacia mí, afortunadamente al estar ya empezando la época en donde la temperatura baja bastante, mis padres le colocaron a mi cama cobertores muy acolchonados y calientes, además de que mi pijama es de franela, y aún así siento frío. No quería ni asomar la cabeza pero sabía que tenía que cerrar la ventana o esto de verdad se volvería un congelador. Rápido me pare y corrí a la ventana, la cerré de golpe y volví a la cama. Mientras la cerraba, note que el patio estaba completamente empapado y el cielo nublado, la lluvia seguiría por lo menos para varias horas.

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A PARTIR DE ESTE PUNTO, SE RECOMIENDA AL LECTOR SEGUIR ESTE LINK, es una canción :D

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Volví a jalar las cobijas pero sentí algo pesado que no me dejaba taparme, pensé que de nuevo había dejado en la cama mi mochila y que mis cosas estorbaban, entonces tome una parte de la cobija y tire fieramente de ella. Entonces mire con asombro que había un niño en mi cama, profundamente dormido, con un pijama azul de Toy Story. Al arrebatarle las cobijas este las comenzó a buscar instintivamente.

 

-Ah… eh… un… un niño…-apenas y podía articular palabra. No sabía ni quién era él. Buscaba decir algo pero no sabía ni qué opinar. Entonces caí en la cuenta de que realmente había un niño en mi cama-¡Ah!-grite cayendo de pompas en el suelo del cuarto con todo y la cobija entre mis manos. No dejaba de señalar al niño, comencé a pensar lo peor, seguro se había escapado, cómo pudo entró en mi cuarto y se refugió de la lluvia, sus papás lo podrían estar buscando desesperadamente y yo sin duda sería acusada de secuestro de menores, boleto directo a la cárcel y varios años de prisión. Podrían acusarme de hasta violación-¡Ayuda! ¡Mamá! ¡Papá! ¡Ayuda!

 

El niño abrió los ojos poco a poco y se incorporó en la cama, sentándose y tallándose los ojos de sueño, un gran bostezo salió de su boca, se estiró y de nuevo se tallo los ojos. Después me miró fijamente, sus ojos eran de color violeta, cabello rojizo y ondulado, tez blanca, rostro en forma de diamante y pestañas muy largas, delgado. Calculando tendría al menos 5 años. Él abrió los ojos y miró desconcertado a su alrededor, tratando de ubicarse, seguro estaba tan perdido y confundido como yo. Podía escuchar a lo lejos los pasos de mi familia que venían corriendo a mi cuarto.

 

-¿Dónde… dónde estoy?-el pequeño me miró y abrió los ojos de par en par.

-¡Yo no te secuestre, lo juro!-dije en mi defensa, entonces el niño se abalanzó sobre mí.

-¡Mamá! ¡Hola! ¡Soy Dany!-comenzó a abrazarme y llenarme de besos en la cara.

-¡Wow! ¡Alto! ¡¿Qué?!-lo tome de sus costados y lo aleje de mí-Te estás confundiendo gravemente. ¿Cómo entraste en mi cuarto?

-Pero si soy Dany, mami-me sonreía sin importarle mis palabras.

-¡Isabel! ¡¿Estás bien?!-la voz de mi papá resonó en la casa al punto en el que se acercaba corriendo al cuarto.

 

La puerta se abrió violentamente y mis papás entraron a trompicones por la estrecha puerta, seguidos de mi hermano, los tres con sus pijamas aún puestas y sin emperifollarse. Miraron la escena estupefactos, primero al niño y a mí con desconcierto, luego sus miradas iban del niño hacía mí y viceversa.

 

-¿Y ese niño?-mi hermano fue el primero en hablar.

-¡Juro que no hice nada!-seguía teniendo al niño entre mis brazos, el cual luchaba miraba con alegría a mi familia.

-¡¿De quién es?!-mi papá estaba enojándose, pero seguía confundido.

-No lo reconozco como hijo de algún vecino, jamás lo he visto-dijo mi mamá casi inaudiblemente. El niño de tanto forcejear conmigo logró soltarse y correr hacia ellos.

-¡Hola!-se paró en seco frente a mis papás y con una enorme sonrisa e inclinando la cabeza comenzó a hablarles-soy Dany, Daniel. Soy su nieto-acto seguido los abrazó, todos nos helamos.

-¡¿Cómo es que este niño está aquí?!-gritó mi papá furioso tratando de quitarse a Daniel de encima-¡Isabel! ¡Explica esto!

-¡No lo sé!-le grite-¡Estoy tan confundida como ustedes! ¡Desperté y este enano estaba en mi cama!

-¿Cómo? Explícate-dijo mi hermano adelantándose a mis papás y viendo el cuarto.

-¡Así como te lo digo! ¡Me fui a dormir y cuando desperté, ahí estaba!

-Un niño no aparece así como así-mi mamá sostenía con fuerza al pequeño, recia a creerme.

-¡Con un demonio!-me levante de golpe y corrí hacia ellos-¡Les estoy diciendo la verdad! ¡Apareció de la nada!

-Veamos…-mi papá bufó y se agacho para ponerse frente a frente con Daniel-¿Hijo de qué vecino eres?

-Que grosero eres, abuelito-el niño lo miró con enojo-¡Soy tu nieto! ¡Daniel! ¡Soy hijo de ella!-me señaló con el dedo índice.

-Llama a la policía-mi mamá volteo a ver a mi hermano-deben de estar buscando a este niño por la colonia, o peor, en la delegación completa.

-Voy-mi hermano comenzó a caminar hacia fuera de mi cuarto pero fue interceptado por el niño, el cual del empuje casi logra derrumbarlo-¡Ey! ¡Cuidado, mocoso!

-¡No! ¡No llames a la policía, tío!- se aferró fuertemente a sus piernas-Puedo prot… proc… ¡probar que soy de ustedes!-lo jaló del pantalón y comenzó a llorar-¡No llames a la policía, tío!

Todos nos miramos como buscando la respuesta en la  cara del otro. La expresión de suplica del niño nos conmovió y mi hermano se detuvo, lo levanto entre sus brazos y comenzó a inspeccionarlo.

 

-¿Qué buscas?-le preguntó Daniel, había dejado de llorar pero ya tenía la cara empapada de lágrimas.

-Algún parecido que tengas con nosotros, pero definitivamente no tienes nada de esta familia.

-¡¿En serio crees que este niño es mi hijo?!-le grite enojada.

-¡Si dice la verdad, entonces debe de parecérsenos!

-¡Pero soy un Amzalag!-el niño forcejeo para que Héctor lo bajará al suelo-Creanme-dijo de nuevo a punto de llorar.

-Bueno… para ser un niño que no conocemos, él parece conocernos bien-mi papá se rascó la cabeza y se puso de cuclillas-ya, no llores-sacó su pañuelo del pijama y le sonó la nariz al niño-¿Mejor?-Daniel sólo asintió-Bien, entonces ven-le dio la mano-vamos a hablar-el niño sonrió, corrió hacia un lado de mi cama y jalo una mochila, que intuí era suya, pues la abrazó fuertemente mientras tomaba a mi papá de la mano, además esa mochila no era mía.

-¡¿Le vas a creer?!-mire estupefacta cómo mi papá salía del cuarto con el niño, sin parecer hacerme caso-¡Mamá! ¡Di algo!

-Bueno… lo cierto es que sólo nuestros conocidos saben nuestro apellido, no tiene las características físicas de ningún vecino y el cómo entró aquí es un misterio que sólo él puede decirnos. No creo que realmente sea de nuestra familia o si quiera tu hijo-se volteo para salir-tus gustos no se inclinan hacia los chicos y no tienes edad para ser su mamá. Pero si nos cuenta quién es, pues tal vez podamos esclarecer todo esto y llevarlo con su verdadera familia. No quiere ver a la policía, es obvio que eso lo asusta, además sólo nos traería problemas, como el decir cómo es que llegó a tu cuarto en un segundo piso, con la casa completamente cerrada, en pijama y seco. Pienso que debemos de escuchar su historia. Quizás sólo te pareces a su mamá y te confundió. Lo que me inquieta es cómo entró aquí, hasta aquí. ¿Notaste algo raro?

 

-¿Aparte de esto?-le dije sarcásticamente-pues no, sólo que la ventana estaba abierta, yo anoche la deje bien cerrada.

-¿Segura?-mamá se acercó a la ventana.

-¡Claro! Estaba lloviendo y hacía mucho frío, ni loca me duermo con la ventana abierta.

-Bueno-mi mamá se asomo por la ventana-pues entonces el niño es buen escalador para llegar hasta aquí, no se diga cerrajero o algo, si tu ventana estaba cerrada, es un misterio el cómo entro, pero es seguro que fue por esta ventana.

-¿Cómo estás tan segura?-me cruce de brazos.

-Tus macetas de la ventana están en el patio destrozadas, como si las hubieran quitado del camino y tirado.

 

Corrí a la ventana y comprobé lo que mi mamá decía, realmente las macetas estaban estrelladas en el jardín, prueba irrefutable de que el enano entró por la ventana, cómo seguía siendo la pregunta.

 

-Vamos a bajar, me intriga saber lo que tiene que decir-cerró la puerta tras de sí.

-¡Agh! ¡No entiendo nada!-caí en señal de derrota en el suelo.

-Ni yo-mi hermano se cruzó de brazos-igual voy a bajar. Hay que regresar a ese niño a su casa, sus papás lo deben de estar buscando desesperadamente. Ven-me ofreció su mano.

Notas finales:

¿Qué les ha parecido? :)

Cuentenmelo todo!!! Y una disculpa a mis lectores habituales por la larga espera en alguno de mis trabajos. Lamentablemente el último fanfic está en PAUSA INDEFINIDA :S problemas existenciales míos y todo eso ¬¬

hahahahahahaha

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See you kiddos!!!

IRIE RYUEN


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