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Siempre estaré para ti Puzzleshipping por LizzieVidal

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Notas del fanfic:

Ni Yu-Gi-Oh! Ni ninguno de sus personajes me pertenecen, estos pertenecen al gran maestro Kazuki Takahashi. :3

 

 

Notas del capitulo:

Ni Yu-Gi-Oh! Ni ninguno de sus personajes me pertenecen, estos pertenecen al gran maestro Kazuki Takahashi. :3

 

¡Konnichiwa minna! Hoy les traigo este nuevo fic que escribí en un momento mientras veía (Otra vez) los capítulos 102, 103 y 104 de Yu-Gi-Oh! ¡Ra! Realmente los odié, iba a dejar pasar esos capítulos, pero los vi :c me fastidia tanto o más que a Yami ver como Yugi se preocupa tanto por la inútil de Anzu, en serio… ¡Esa tipa no sirve para un carajo en el anime! No sabe jugar Duelo de Monstruos y su rol únicamente es “apoyar”, a la que Kazuki Takahashi hubiera puesto como compañera de la pandilla de Yugi es a Mai, ella si ayuda realmente, es fuerte y sabe jugar y no como Anzu que espera que Yugi siempre vaya a salvarla y no sabe hacer ni un carajo por su cuenta… Arrggg estoy enojada T.T
Bueno sin más los dejo para que lean este nuevo invento mío :‘3 Espero que sea de su agrado n.n Nos leemos en las notas finales :*

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—¡Ra! ¡Que molesto es todo esto! –Pensaba el tricolor mayor viendo cómo el oji-amatista intentaba cruzar todas las puertas del laberinto que Noah había creado para evitar que éste le ayudará a Anzu en el Duelo que uno de los 5 grandes estaba teniendo contra ella.

—Que frío hace… Yugi… Ayúdame –Se escuchaba la voz de la castaña retumbar en las paredes del laberinto, Yami intentaba poner en claro la mente de su luz, pero éste no lo escuchaba parecía estar hipnotizado por la voz de la oji-azul.

—Bien, esta es la última puerta –Mencionó alegre el pequeño Yugi al verse más cerca de ayudar a Anzu, Yami solo lo miraba desconcertado, no había visto tan ansioso a su aibou antes.

—Tiene 5 cartas boca abajo, para llegar aquí perdimos muchas cartas, ten cuidado, no podemos quedarnos sin ellas, podrías no poder salir de este laberinto –Dijo mirando que arriba de la puerta había 5 cartas colocadas boca abajo debajo de la carta de 4 estrellas que indicaba el nivel del monstruo que esperaba tras la puerta.

—Solo me quedan 5 cartas –Mencionó el oji-amatista un tanto preocupado.

—Además del monstruo hay 5 cartas boca abajo, actuemos con cautela –Dijo cruzado de brazos sintiéndose más fastidiado aún, su aibou podía quedarse en ese maldito laberinto si no era cauteloso y la culpa de su comportamiento no era de nadie más que de Mazaki –Espera, esa debe ser la última carta –Dijo tratando de detener a Yugi al mirar que este usaría al mago oscuro para pasar por una de las puertas, el pequeño tricolor lo escuchó y así lo hizo.

—Primero usaré tempestad –Dijo convocando la carta al campo haciendo que todas las cartas oponentes boca abajo desaparecieran.

—Bien, todas las cartas boca abajo desaparecieron –Dijo orgulloso al ver la habilidad de su luz –Usa esa carta –Dijo mirando la carta en la mano de su aibou, éste así lo hizo convocando al monstruo.

—La Catarina de 4 estrellas –Dijo el pequeño oji-amatista viendo como combatía su monstruo contra el oponente –¡Lo hice! –Gritó emocionado al ver al monstruo atacante destruido y al ver que estaba un paso de llegar con Anzu, el tricolor mayor se mantenía serio y de brazos cruzados sin embargó sentía la necesidad de elogiar a su luz.

—Bien jugado –Dijo sonriéndole cálidamente –La Catarina de las 4 estrellas es un monstruo débil pero puede destruir monstruos de nivel 4.

—Vámonos –Dijo el oji-amatista comenzando a correr por la puerta que le abría paso, esta daba a una puerta que al cruzar lo llevó hasta donde se encontraba Mazaki –Anzu… ¡Anzu! ¡ANZU! –Gritaba el pequeño tricolor tras la puerta de hielo de una cueva de hielo en la que estaba encerrado mientras miraba sin poder hacer nada como Anzu se batía en duelo contra uno de los 5 grandes.

—*Aibou* -Pensaba el tricolor mayor mirando la preocupación que tenía Yugi por la castaña, se sentía mal por verlo de esa manera, si algo detestaba en el mundo era ver de esa manera a su hikari.

 —¡Anzu…! ¡Anzu! –Gritó el pequeño tricolor golpeando con sus manos la puerta de hielo que tenía enfrente –No puedes perder… -Dijo frustrado –Aunque llegué aquí no puedo hacer nada –Mencionaba preocupado bajando su rostro mordiendo su labio inferior por la impotencia que sentía mientras unas cuantas lágrimas comenzaban a caer de sus bellas orbes amatistas –¡Maldición! –Yami se sentía muy irritado, nadie merecía las lágrimas de su hikari, nadie tenía la potestad de hacerlo llorar.

—No, debemos confiar en el poder de la Maga Oscura –Mencionó el mayor cruzado de brazos con el ceño fruncido mirando la dirección en la que se encontraba Anzu, Yugi también levantó su mirada en dirección a donde se encontraba la castaña.

No tan lejos de ahí la Maga Oscura se encontraba ayudando a Anzu lo más que podía, usando su habilidad especial como carta maestra atrayendo junto a ella a todas las cartas que habían sido destruidas durante el duelo con el Secreto del Mago Oscuro el Circulo del alma.

De esa manera todas las cartas destruidas aparecieron alrededor de la Maga Oscura para unir su poder, esto provocó que varias cartas de mágicas y de hechizo aparecieran frente a la castaña, esta tomó la carta que necesitaba en ese momento La joya del sabio.

—Ehh –Mencionó el pequeño tricolor sorprendido mirando que su mazo comenzar a brillar –Mago Oscuro –Mencionó impresionado, al ver que este había salido como si lo hubiera convocado, éste solo lo miró y salió haciendo estallar el hielo de la cueva para ir a encontrar a la maga oscura, en ese momento en el Duel Disk de la oji-azul apareció el Mago Oscuro en modo de ataque y apareció junto a la Maga oscura en el campo, esa era la habilidad de ella poder llamar a un Mago Oscuro por un turno, usando ataque mágico a dúo lograron hacer que los Life points del oponente cayeran a “0” haciendo que de esta forma Anzu ganara el duelo, Yugi no esperó más y salió corriendo de la cueva para encontrar a la castaña.

—Ga…né –Fue lo único que la oji-azul pudo mencionar antes de desmayarse.

—Anzu… Anzu… -Mencionaba el pequeño tricolor preocupado, Yami lo miraba desde lejos, se sentía molesto de ver a su pequeño Yugi preocupado de tal forma por la castaña, sabía que esta era su amiga de infancia, pero siempre se sentía muy irritado cuando esta estaba muy cerca de su hikari –Anzu –Dijo mientras sus bellas orbes amatistas comenzaban a temblar levemente, al momento su semblante cambió y una bella sonrisa adorno su bello rostro.

—Yugi… –Mencionó la castaña siendo sostenida por las manos de Yugi –Al fin viniste a rescatarme, tenía tanto miedo –Mencionó con una pequeñas lágrimas en sus ojos abrazando al pequeño oji-amatista como si la vida se le fuera en ello, esto provocó una gran sorpresa en él y que un ligero tono carmesí apareciera en sus mejillas, Yami veía con desdén a la castaña, ¿qué se creía ella para abrazar tan posesivamente a su aibou?

—Anzu no temas más –Mencionaba el pequeño reconfortando lo más que podía a la castaña, Yami sentía su corazón extraño, al verlos se dio cuenta que no se veían tan indiferentes, él sabía que Yugi había estado enamorado de la oji-azul desde hace mucho tiempo, ese era el motivo por el que su luz actuaba de una manera tan impulsiva si se trataba de ella, porque aún estaba enamorado o al menos eso creía él, se sentía impotente y destrozado, ¿cómo podía competir contra alguien que siempre estaría a su lado? Alguien que no era cómo él que no sabía ni siquiera quien era ni lo que tenía que hacer más que recuperar sus recuerdos, era una batalla perdida sin si quiera haber luchado.

—Yugi –Dijo ella sin soltarlo, Yami quería con todas sus fuerzas tomar a su luz y alejarlo de ella lo más que pudiera, no podía… no quería seguir soportando ver como la castaña lo abrazaba y cómo el oji-amatista no hacía nada para que esta lo soltara.

Tsk –El tricolor mayor chasqueó sus dientes del coraje que sentía –*Yugi…* -Mencionaba en su mente mientras sus orbes comenzaban a temblar levemente.

—Hace frío –Mencionó la castaña mientras caminaba junto a Yugi por el reino de los pingüinos en dirección a buscar a sus otros amigos.

—Si –Mencionó el pequeño oji-amatista sonriéndole cálidamente quitándose su chaqueta para ponérsela a la oji-azul en los hombros sin importarle a este morir de frío, Yami miraba impresionado a su luz, en verdad a ese nivel llegaba el amor que sentía por ella, al grado de no importarle congelarse en ese lugar con tal de que ella no pasara frío… Cada vez se sentía más impotente y más enojado, su luz podía enfermarse y la única que sería responsable sería Anzu.

—Gracias Yugi, pero… -Mencionaba la castaña pero sus palabras fueron cortadas por el pequeño tricolor preguntando la situación de los demás, ambos se mantenían hablando mientras él daba saltitos abrazándose así mismo para no sentir tanto frío, Yami miraba preocupado a su hikari, quería ir y abrazarlo para brindarle un poco de su calor, pero no lo hizo, se mantuvo a la distancia, mirando lo que pasaba entre su aibou y la oji-azul –Mira eso Yugi hay una puerta más adelante.

—¿En serio? Vamos a ver –Dijo y ambos comenzaron a correr en dirección a la puerta encontrándose tras esta con el duelo que estaba teniendo Jonouchi contra otro de los 5 grandes.

En ese momento Anzu le entregó su chaqueta a Yugi y se sentaron a ver cómo iba el duelo de Jonouchi.

—*¡Maldición! Ahora la chaqueta de mi hikari huele a ella* –Pensó el tricolor mayor irritado sintiendo que todos sus esfuerzos de estar con Yugi se habían ido al carajo, balanceó su cabeza unos segundos para deshacerse del mareador ahora de la castaña para mirar el duelo que en ese momento estaba teniendo Jonouchi.

Más tarde los duelos seguían su curso, sin embargo el pequeño tricolor se encontraba estornudando mucho, Yami lo miró preocupado, sus pensamientos habían sido correctos, su luz se había enfermado.

Aibou –Debes descansar un poco –Dijo poniéndose a su lado mirando el semblante que empezaba a aparecer en su luz.

—No, no te preocupes Yami, estoy bien –Mencionó sonriéndole dulcemente.

—Estás resfriado, si estás así no podrás continuar luchando –Dijo frustrado al ver que su aibou no le hacía caso.

—Todo estará bien, no es hora de descansar –Dijo recargándose en una de la paredes que estaban cerca.

—¡¿Yugi estás bien?! –Preguntó preocupado al ver como el semblante de su luz iba empeorando –Suficiente, tú te quedas aquí a descansar –Dijo sin más mirando firmemente al oji-amatista, este solo se sorprendió un poco pero no contradijo más a su oscuridad.

Yami recostó un poco a su luz y tocó su frente, se dio cuenta de que Yugi tenía mucha fiebre, seguramente la había tenido desde horas atrás y no había dicho nada, si algo tenía el pequeño tricolor era que no decía nada que lo molestara con tal de no dar problemas.

—Ya…mi debemos ir a apoyar a los demás –Dijo intentando levantarse, pero fue detenido al momento por su oscuridad.

—Los demás estarán bien, ahora debes descansar un poco –Dijo mirándolo insistentemente –Por favor Yugi, no quiero que te pongas peor –Mencionó el tricolor mayor abrazando cuidadosamente a su hikari, éste se sentía apenado por la acción de su yami, poco a poco se fue quedando dormido entre los brazos de este, Yami mantenía entre sus brazos al pequeño tricolor mirándolo fijamente, una de las cosas que él más amaba en el mundo era mirar a su pequeño aibou dormir, mientras lo miraba seguía sintiendo su corazón pesado, ¿qué podía hacer para que Yugi se diera cuenta de lo que él sentía por él? –Yugi… ¿Por qué ella es más importante para ti? ¿Qué acaso no te conozco yo mil veces mejor que nadie en este mundo? –Preguntaba el oji-rubí mientras seguía contemplando al menor -¿Acaso no soy tan importante?, ¿acaso no puedes ver que… te quiero? –El mayor seguía haciendo preguntas mientras sus ojos comenzaban a dilatarse poco a poco –Sé que tal vez no puedo ofrecerte todo lo que ella o cualquier persona pudiera darte, no tengo un cuerpo físico y no sé nada acerca de mí, pero sé que nadie va a poder quererte tanto en este mundo cómo yo –Mencionaba mientras unas cuantas lágrimas comenzaban a caer por sus blancas mejillas –Si pudieras darte cuenta que todo lo que soy y la fuerza que tengo es por ti, es gracias a todo lo que eh aprendido de ti, porque tú me salvas cada día de mi mismo, sin ti… sin ti yo ya no estuviera aquí, tal vez ya me hubiera dejado consumir en el reino de las sombras, hikari te amo, cómo sé que nunca amé a alguien en el pasado y cómo ya no volveré a amar a alguien más ahora –Dijo asegurando más al oji-amatista a su cuerpo, sintiendo cómo su corazón se hacía pedacitos al pronunciar esas palabras.

—Yami… -Dijo el pequeño tricolor entre sueños –Por favor… no me dejes –Mencionaba frunciendo el ceño cerrando fuertemente sus manos –Yo… -Dijo antes de quedarse en silencio, su oscuridad lo miró sorprendido, pensó que por un momento el menor había escuchado todo lo que le había dicho y sintió su corazón acelerarse –Te quiero… -Dijo después de unos segundos haciendo temblar el corazón de Yami, ¿en serio había escuchado bien?, ¿sus oídos no lo engañaban?, ¿su cabeza no estaba jugándole una broma? Su hikari había dicho que lo quería, eso solo significaba una cosa, ambos compartían el mismo sentimiento el uno por el otro.

—Mi lindo niño –Mencionó el tricolor mientras una suave sonrisa se dibujaba en su rostro, se acercó suavemente a la frente del menor y deposito un suave beso –Siempre estaré contigo –Dijo bajando con sus labios por la nariz del pequeño tricolor hasta posicionarse a centímetros de sus labios –Siempre estaré para ti –Dijo colocando suavemente sus labios sobre los del pequeño oji-amatista comenzando a degustar la dulzura y la suavidad de los labios de este, unas cuantas lágrimas de felicidad bajaron por sus mejillas, por primera vez se sentía completo.

Después de unos segundos Yami dejó los labios del tricolor menor y lo acomodó mejor junto a él y así se quedó cuidando y velando los sueños del pequeño oji-amatista.

Notas finales:

¡Konnichiwa minna! Liz Vidal reportándose trayéndoles este nuevo fic, ¡Ra! ¿En verdad hay alguien que quiera a Yugi junto a la odiosa y patética de Anzu o tan siquiera que la quiera en el anime? ¡YO NO! Soy completamente una anti Anzu T.T Arrgg bueno, espero que este fic les haya agradado :’) al final Yugi no quería a la inútil de Anzu y a quien realmente quiere es a su Yami :’) cómo debe de ser :$

Bueno yo me voy, espero que nos leamos pronto, cuídense mucho todos, ja ne minna! :*


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