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Corazón roto por Ayami Uchiha

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Notas del fanfic:

Personajes de Kishimoto, yo solo los utilizo para entretener (o al menos esa es la intención)

Notas del capitulo:

Hola a todos!!! Antes de comenzar con la clas… perdón con la historia hare los anuncios parroquiales (así dicen algunos de mis maestros  :P)

- primero que nada lamento mi ausencia, me surgió un asunto que resolver y tuve que salir, estuve en un área rural, así que no pude tener contacto con tecnología y pues no pude avanzar nada (esta historia ya la tenía pero no me dio tiempo de subirla antes)

- los comentarios que me hubieran dejado días anteriores ya están respondidos

- para los que leen “dejar de ser el amante” (si, lo notaron bien, me estoy haciendo publicidad) el penúltimo capítulo lo subiré el fin de semana

- para los que leen “a días de nuestra boda” (si es que alguien se acuerda) la conti la subiré en la tarde (si ya se más propaganda, déjenme ¬¬ )

- para los que comentaron en “el Uchiha inconquistable” sé que ya me tarde, pero les aseguro que si habrá continuación, de hecho como se los comente a algunos, pienso hacerlo una historia (no tengo ni idea del largo) pero esta la empezare hasta que termine “Dejar de ser el amante”

Ok, eso es todo, ahora si comencemos con la historia

Pd: soy un fiasco con los nombres

Se encontraba en un parque, el frio viento de invierno soplaba, algunas aves cantaban y se podía escuchar como los niños jugaban a la distancia, sin embargo el moreno no podía notar nada de eso, de repente su mundo se había detenido haciéndole imposible poner atención a cualquier cosa que no fuera la escena que tenía a unos cuantos metros de distancia.

Era un día normal, como cualquier otro, había salido temprano del trabajo por lo que se dirigió a su casa, al notarla vacía decidió salir a caminar al parque que se encontraba cerca de su casa pero jamás ni por una milésima de segundo se le paso por la cabeza el pensar que se encontraría ante semejante escena.

Enojo, ira, furia, no había ninguna palabra que sirviera para definir lo que en ese momento estaba sintiendo solo sabía que  quería salir de donde estaba para ir  a romperla la cara al pelinegro que tenía la osadía de estar demasiado cerca de ese hermoso rubio que tanto amaba.

¿Qué hacían en ese lugar? Se preguntaba, si no mal recordaba su adoración le había dicho que saldría de compras con sus amigas y ahora era más que evidente que solo se trataba de una mentira.

Quizás lo que más le dolía no era la mentira, si no la persona que en ese momento le acompañaba y a la que no dejaba de sonreír – Shimura – dijo con todo el desprecio posible, lo conocía perfectamente, ese maldito pelinegro era compañero de su adorado doncel, y en más de una ocasión lo había descubierto observando al menor de una forma que no le inspiraba confianza, Naruto ya le había dicho que simplemente eran exageraciones suyas, ahora sabía que no era así.

- tranquilo Sasuke - se dijo a sí mismo - debe de haber una buena explicación para esto- trataba de convencerse a sí mismo antes de que sus instintos se apoderaran de él y pudiese cometer una locura de la que luego se arrepentiría.

Bueno, en realidad no se arrepentiría, pero estaba seguro que a Naruto no le agradaría nada la idea de tener que visitarlo en  la cárcel, pero el hecho de ver cómo le pasaba el brazo por los hombros a su hermoso doncel lo hacía enojar a niveles insospechables que si pudiese arrasaría con una aldea completa

Entonces, como si de alguna epifanía se tratase recordó el comportamiento del rubio en tiempos recientes, y se maldijo mentalmente por no haberse percatado antes en el cambio de actitud del doncel, últimamente este se la pasaba más tiempo fuera de la casa sin explicar bien a donde se dirigía, sin mencionar que antes siempre le pedía que lo llevase a cualquier lugar y claro esta él lo hacía sin ninguna queja, pero desde hacía un rato que le había dejado de pedir eso.    

Evidentemente él lo había notado como algo normal y jamás le había cuestionado nada porque tenía plena confianza en él, tenía tanta confianza en que su relación era tan estrecha y que el oji azul jamás le guardaría ningún secreto, pero ahora era más que evidente que se había equivocado y eso lo lastimaba, porque no sabía en que momento su relación había cambiado para que ya no le incluyera en su vida como antes.

Dejo a un lado sus instintos asesinos y todas sus teorías cuando vio que ambos se paraban de la banca donde estaban y comenzaban a andar, ¿debían de seguirlos? ¡Por supuesto! Eso no tenía ni que preguntárselo, era más que obvio no iba a dejar que cualquier pervertido se acercara a su doncel era su deber protegerlo.

Los siguió a una distancia prudente durante algunas cuadras, el par no dejaba de hablar y de reír, le hubiera encantado estar más cerca para saber de qué tanto charlaban, pero si se acercaba más corría el riesgo de que lo descubrieran.

Vio como ambos ingresaban a una pequeña cafetería, sin dudar ingreso cuidando de no ser descubierto, se sentó a unas mesas de distancia, desde su posición podía observarlos sin ningún problema, cuando una mesera se acercó simplemente pidió un café americano sin apartar la mirada de ambos.

Sentía como a cada segundo producía más y más bilis al ver como el muy descarado tomaba la mano del rubio para depositar un beso en esa suave y tersa piel y este no hacía nada por impedirlo, al contrario, ese sonrojo que adornaba sus mejillas delataba que le gustaba esta acción.

Sin embargo, y aunque jamás lo admitiese ni porque fuese sometido a la peor de las torturas, el sentimiento que más lo invadía era la tristeza, tristeza que era producto de ver como esos hermosos ojos azules observaban con un brillo único a otro varón que no era él.

Desde que ese ángel de luz había entrado a su vida, él había sido el dueño de ese brillo en la mirada que hacía ver más hermoso al doncel, claro si eso era posible, y él no podía evitar sentirse el hombre más feliz de la tierra.

Sin embargo, no era lo mismo, podía notarlo, ese brillo era completamente diferente, era más que evidente que fuese así, pero no por eso dejaba de ser menos doloroso.

Paso cerca de una hora para que la pareja, claro está seguidos de un más que molesto azabache, abandonara el recinto.

Siguiendo con su misión de espionajes los siguió hasta un parque de diversiones donde observo cada una de las acciones del par, haciendo más que claro que esos dos se encontraban ahí en una cita.

Tuvo que soportar el dolor que a cada segundo se volvía más grande, pero lo que termino por desilusionarlo fue ver como el moreno tomaba con delicadeza el mentón del rubio para poco a poco ir terminando con la distancia y unir sus labios a los del doncel y este le correspondía pasando sus brazos por el cuello del moreno.

No soporto más, salió de ahí directo a su hogar para procesar lo que acababa de ver y prepararse ya que sabía que le esperaba una charla muy difícil y dolorosa.

 

 

El atardecer comenzaba a hacerse presente cuando llego a casa, no podía borrar su sonrisa después de la hermosa tarde que había pasado, estado tan metido en sus pensamientos que no se percató de la presencia de cierto ojinegro.

- veo que volviste

- aahhhh -  grito ante la sorpresa - ¡¿ahora porque me asustas?!

- yo no hice nada – comento serio sorprendiendo al menor, jamás Sasuke le había tratado así ni aunque se encontrara muy enojado

-  ¿paso algo malo? – pregunto un poco nervioso, comenzaba a tener un mal presentimiento

- podría decirse, hoy me encontré con unas escena bastante… interesante – comento viendo al doncel a los ojos poniéndolo más incómodo por esa profunda mirada que le dirigió por un momento

- ¿enserio? Que…

- me encontré con cierto doncel rubio de ojos azules, muy hermoso por cierto – el menor trago duro, sospecho por donde iba la cosa y rogaba porque no fuera lo que estaba imaginando – lo que me llamo la atención es que se encontraba en compañía de cierto varón que es un pintor de cuarta, ¿no te suena familiar la escena?

- n-no para nada

-  ¿Dónde estabas?

- yo fui de compras con mis amigas

- ¿seguro? – el doncel no dijo nada sintiendo la opresión en su pecho, no sabía qué hacer, era más que obvio que el mayor ya estaba enterado por lo que no tenía sentido seguir negándolo - ¿Por qué me mentiste?

- yo…yo no quería pero…pero sabía cómo reaccionarias – contesto al borde de las lagrimas

- ¡¿y cómo querías que reaccionara?!

- ¿oto-san? ¿Qué está pasando aquí?  - ambos voltearon encontrándose con tres personas que los veían completamente anonadados, y no era para menos si jamás los habían visto discutir

- será mejor que me vaya y… - trato de aprovechar la situación y huir del azabache

- ¡por supuesto que no! No trates de huir de esto

- ¡¿qué carajos te pasa teme?!  Porque le estas gritando así a Sora-chan

- él se lo gano dobe – se defendió ante la severa mirada de su esposo

- ¿Qué? explícate bien teme dattebayo

- el mintió diciendo que iba de compras con sus amigas cuando en realidad estuvo en una cita con el hijo del mapache y la copia barata – comento con toda la seriedad del mundo, por un momento hubo un silencio total

- ¡¿Qué hiciste que?! – gritaron ambos jóvenes regañando a su hermano

- yo…yo – Sora retrocedió algunos pasos al ver el aura maligna que empezaron a emitir sus hermanos

- ese desgraciado – comento Menma, un varón de 20 años ojos azules cabello azabache y tres marquitas en cada mejilla - ¿Cómo se atreve a acercarse a mi inocente hermanito? – pregunta mientras abraza a Sora como si se tratase de un oso de peluche

- estúpido Takeshi, más le vale que empiece a correr – comento Daisuke un varón de 15 años, que era prácticamente una copia de Sasuke

- bien dicho, debemos de proteger a Sora-chan

- será mejor que empecemos a planear como alejarlo definitivamente de nuestro hermanito – Daisuke salió directo al segundo piso seguido de Menma

- ¡¿Qué?! ¡Vuelvan aquí! Ni se les ocurra ponerle un solo dedo encima – salió corriendo tras sus hermanos

Naruto y Sasuke solo se quedaron en la sala viendo hacia donde se habían ido sus hijos

- ¡auch! Dobe ¿Por qué hiciste eso? – pregunto Sasuke mientras se sobaba la cabeza después del golpe que Naruto le había dado

- ¿Cómo se te ocurre tratar de esa manera a Sora-chan?

- ¿Cómo se supone que reaccionara si me mintió para irse a ver con ese pervertido?

- Sasuke para ti cualquiera que no sea de la familia es un pervertido ttebayo – para el rubio fue inevitable recordar los tiempos de adolescencia donde esos mismos celos de parte del azabache les causaron varios problemas 

- porque es la verdad, pero no dejare que nadie se lleve a  mi bebe, nadie es digno de él

- Sasuke deja tus celos de padre sobreprotector, tarde o temprano tendrás que dejarlo ir, ya tiene 17 años

- no me importa, él siempre será mi bebe – contesto con los brazos cruzados y con el ceño fruncido, es que ¿Qué le pasaba a ese dobe? Como podía decir esas palabras tan fácilmente

- teme sé que es difícil para ti porque siempre has sido demasiado pegado a él, pero tarde o temprano tenía que pasar dattebayo– dijo tranquilo mientras abrazaba a su esposo con una pequeña sonrisa, Sasuke siempre solía ser  alguien demasiado frio y serio, pero cuando se trataba de él y sus hijos siempre dejaba eso de lado y mostraba su lado gentil y tierno – además sabes que no importa que pase, siempre te va a querer

- eso ya lo sé dobe – correspondiendo el esposo de su amado – pero eso no significa que sea menos doloroso

- lo sé a mí también me duele – después de un rato se separó del azabache – ahora sube y convence a tus hijos de que dejen de planear una desaparición y discúlpate con Sora

- ya que – el azabache se dirigió con sus hijos para disculparse con Sora por su actitud tan celosa aunque no fuese su culpa, ¡él solo quiere proteger a su pequeño! También tenía que hablar con Menma y Daisuke para que dejaran a lado sus planes, bueno en realidad les diría que no era necesario desaparecer al bastardo, sólo tenían que darle un buen susto, claro que su adorado dobe no tenía por qué enterarse de esa parte.

Naruto se quedó solo para luego acostarse en el sofá, inevitablemente formo una pequeña sonrisa, la verdad es que a él también se le rompía el corazón saber que sus hijos estaban creciendo, pero no había nada que pudiese hacer, al fin es parte de la vida sólo esperaba que Sasuke, Menma y Daisuke pudieran disfrutarla en libertad y no cometieran una locura – Mejor le aviso a Sai y Gaara que no dejen salir solo a Takeshi  por unos días.

Notas finales:

Eso es todo, espero que lo disfrutaran si lo hicieron haganmelo saber con un review

Cuidanse, disfruten estas fechas, coman mucho y que Santa les deje muchos regalos en la noche


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