Estaban encadenados, uno al lado del otro mientras hombres los miraban excitados. Estaban desnudos y algo drogados pero entendían cada cosa de decían o hacían.
-Empecemos con 500 dólares -Un hombre algo gordo levantó la mano -1.000 dólares -Otro lo hizo tambien -1.500 dólares -Una señora la levantó dos veces seguidas
-2.500 dólares -Así estuvieron un largo rato hasta que llegaron a los 8.500 dólares, el último fue el señor regordete del principio -Vendido a la cuenta de uno ... dos ... -
Un estruendo se escuchó, un muchacho se levantó sonriendo cínicamente -Aquí tengo 12.000 dólares, y te los daré si me das a aquel chiquillo -Ryota miró a Tetsuya quien tembló en su lugar. Unos hombres algo fortachones tomaron a Tetsuya y lo soltaron, mandándolo de rodillas frente al muchacho quien se agachó para tomar bruscamente su rostro, girándolo de un lado a otro, luego bajó su mirada y pasó su lengua por sus labios. Tetsuya tembló en su lugar mirando como el hombre frente a él lo comía con la mirada -Mi nombre es Kagami Taiga y seré tu dueño -Tetsu abrió sus ojos y lágrimas corrieron por ellos ¿Dueño? ¿En donde estaba metido?
-Señor Kagami, sus amigos están en la puerta -Un señor algo anciano habló -Dejalos pasar, se que les gustará.
Al cabo de un rato cinco hombre más entraron a la habitación, se veían todo imponentes
-Veo que te esmeraste en elegir un lugar Taiga -Una gruesa voz resonó en el lugar, los demás hombres se mantenían callados, conocían perfectamente a cada uno de ellos; eran de una estirpe muy fuerte
-Heterocromático -Dijo uno de ellos derrepente
-¿Heterocromático? -Nuevamente la gruesa voz resonó
-Lo quiero -Habló nuevamente
-Atsushi ¿De que mierda hablas? -Uno de ellos habló, su cara definitivamente daba miedo.
Atsushi sonrió subiendo al escenario, los chicos se tensaron y el chico sonrió tomando los cabellos de uno de ellos -Sí, definitivamente compraré a este pequeño ¿Cuánto quieres? -El hombre que dirigia el lugar lo pensó un poco para luego hablar -No menos de lo que tú amigo ofreció. Atsushi miró a Taiga y éste le dijo el precio -Esta bién puedo darte 12.000 dólares también ¿Te parece? -El hombre sonrió para luego asentir, Atsushi rápidamente sacó su chequera y escribió allí el monto -Mañana mismo ve al banco y se te dará el dinero -Nuevamente los hombres desataron al chico y lo examinó -Dime tu nombre -El chico era pequeño pero se mostraba imponente frente a él -Akashi Seijuro -Atsushi sonrió de costado -Muy bien Seijuro, bienvenido a mi mundo -Akashi miró a sus amigos y estos lo miraron con tristeza pero Akashi solo les sonrió levemente-Es simple Seijuro si te portas bien prometo no lastimarte
-Creo que también podríamos tomar uno ¿No creen? - Un moreno miraba excitado a un rubio de grandes pestañas. Sus amigos asintieron para luego subir al escenario, examinando a todos los muchachos allí arrodillados
-Tú ¿Cómo te llamas? -El hombre morocho lo tomó de la mejilla y lo miró seriamente - K-Kise Ryota
-Te doy 12.200 dólares por él -El dueño del lugar no lo podía creer, definitivamente hoy era su día de suerte. Sin pensarlo un segundo más asintió efusivo -Ve a ésta dirección y entrega éste papel con mi firma, presentate como socio de Aomine Daiki -El hombre asintió, los hombres desataron al de pestañas grandes y Aomine se sacó su enorme tapado para cubrirlo con algo de brusquedad
Un sonriente muchacho se acercó para luego arrodillarse frente a uno de los capturados, con cuidado acarició su cabello y cuando el encadenado levantó la cabeza, el muchacho sabía que estaba pérdido -¿Quieres venir conmigo? -Preguntó ancioso, el joven no respondió sólo temblaba en su lugar -Me llamo Kiyoshi Teppei y puedo darte un lugar adecuado y seguridad máxima -El joven solo miraba el suelo -¿Cómo te llamas?
-Hyuuga Junpei -Respondió mirandolo con el ceño fruncido
-Muy bien Junpei, prometo cuidarte ¿Qué dices, quieres venir conmigo? -Hyuga lo pensó unos segundos, no era nada bueno estar bajo el mando de alguien pero ... éste hombre le prometía seguridad y un techo, si se quedaba allí seguro alguien lo compraría y usaría su cuerpo a gusto -Acepto -Dijo mirándo al lindo muchacho frente a él.
Kiyoshi sonrió para luego sacar sus billeteras y entregar todo el dinero en el momento, el precio era de 12.600 dólares. Aunque era mucho dinero Teppei no lo dudó ni un segundo, ese pequeño lo había atrapado al instante.
Un peliverde con un tren de juguete en sus manos se agachó para mirar a uno de los dos que quedaban -Mírame -Su voz sonaba seria y escalofriante. El encadenado lentamente lo miró y el peliverde se sorprendió por el color de sus ojos, era un hermoso gris.
El de ojos grises también se sorprendió pero por la convinación de verde en su pelo y ojos. Además de el tren que traía en sus manos ¿Con que loco me topé?, pensaba atemorizado
-¿Cuanto quieres por él? -El dueño solo lo miró, esperando a que el ojiverde le diera su oferta -Te dare 12.100 por él -Dejó el tren en manos de Taiga para luego abrir su billetera y entregarle una tarjeta, abrió los ojos -¿Midorima S-shintaro? -El peliverde asintió y el señor rápidamente le entregó la tarjeta a uno de sus hombres para luego que éste lo traiga con una boleta que Shintaro tuvo que firmar -Todo hecho, desatenlo -Ordenó el dueño del lugar, los hombres como anteriormente, lo hicieron dejando a Takao de rodillas frente al peliverde que se sacó su saco para tirarselo en su cabeza -Párate y póntelo -Tras decir eso Midorima guardó tu tarjeta y tomó su tren nuevamente
Un pelinegro de anteojos se acercó al último, quien temblaba muchísimo "Quizá tenga Parkinson", pensó -Como eres el único que queda te llevaré conmigo ¿Cómo te llamas? -El pequeño castaño lo miró y tartamudeando en demasía respondió -R-ryo S-s-sakurai
El de anteojos sonrió y sacó su chequera para entregarsela al dueño, el precio era 12.500 -Al igual que Aomine, dile que eres socio de Imayoshi Shoichi -El dueño asintió efusivo, realmente hoy era su día de suerte. Ryo fue liberado y Shoichi le sonrió algo extraño para luego abrigarlo y tomarlo en brazos al estilo princesa, las mejillas del Ryo rápidamente se colorearon.
Kagami había tomado al pequeño peliceleste de la muñeca y sin cuidado lo sacó del lugar tirándolo agresivamente a la parte trasera de su coche, con rápidez Taiga se subió a un lado del pequeño ordenándole al chofer que podía poner en marcha el automovil y que ponga la barrera para separar el frente con la parte trasera de tal manera que ambos tendrían más intimidad.
Kuroko temblaba y miraba la ventana, sabía que el pelirojo lo veía fijamente así que optó por desviar la mirada. Le daba miedo, no sabía donde estaba metido este ojirojo tenía pinta de ser un mafioso o alguien con mucha autoridad eso ... lo aterraba.
-Kuroko -Lo llamó y Tetsuya tembló aún más -Kuroko -No podía levantar la mirada tenía muchísimo miedo
Taiga exasperado tomó bruscamente al Kuroko del mentón e hizo que lo mirara -Cuando te hablo me contestas ¿A quedado claro? -Tetsu asintió lentamente mientras sus labios temblaban.
El pelirojo sonrió ladino y con brusquedad besó al pequeño que dio un respingo por tal acto. Kuroko intentó alejarse pero no podía aquel sujeto lo aprisionaba contra su pecho.
-Tetsuya -Susurró en su oído mientras intentaba tocar su miembro
-N-nogh -Intentaba librarse, no quería que lo tocara tenía muchísimo miedo ¿Qué haría ese tipo con él?
.....................
Akashi iba pataleando intentaba soltarse pero solo lograba que el gigante riera soncarronamente, odiaba a los tipos como el pelilila, los detestaba de una manera inimaginable.
-Sueltáme -Dijo enojado
-Por si no entendiste, te he comprado y ahora estás bajo mi mando -La voz era algo aniñada pero sin duda hablaba totalmente encerio.
Murasakibara tenía su mano apoyada en el trasero del más pequeño mientras con la otra chupaba una paleta, eso llamó la atención del heterocromático ¿Qué mierda hacía ese gigantón con una paleta? negó con la cabeza, lo habían capturado, comprado y para colmo lo compró un gigante con un retraso mental, lo último que le faltaba.
Con la mano con la que tenía su paleta abrió la puerta de su Audi y bajó al pequeño para colocarlo en el suelo y que este se subiera. Cuando le prestó mejor atención una risa salió de su boca y el heterocromático lo miró de mala gana, Murasakibara miraba con una ceja levantada a Akashi quien se miró a sí mismo y se sonrojó sin que el pelilila se diera cuenta ( o eso creía), en la ventanilla del Audi podía ver su figura y había notado que el saco que le había dado el gigante le quedaba enorme, pero era más que obvio él era tan pequeño a comparación del ojilila.
Mura abrió la puerta trasera y cuando Seijuro intentó escapar el gigante frunció el ceño y con brusquedad lo tomó del brazo para tirarlo sin delicadeza al asiento. Akashi soltó una que otra palabrota para luego mirar al gigante que se subía al volante encendiendo el coche y saliendo del lugar.
............
Kise temblaba mientras el peliazul le mordía el cuello con deseo y le tocaba el abdomen, Kise echó un gritó cuando sintió el pene de aquel sujeto en su pierna, estaba durísimo -Ya quiero corromperte -La gruesa voz lo había paralizado ¿Corromperlo?
Kise entró en una especie de pánico, su cuerpo comenzó a temblar más de lo normal y las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos, no quería ... le tenía miedo al sexo, al contacto humano y este sujeto lo primero que quería hacerle era follarlo
-N-no -Decía una y otra vez asustado
Daiki sonrió lascivamente lamiendose lo labios, amaba que sus presas fueran tan sumisas y este rubiesito lo ponía muchísimo -Te compré y con mi mercancia puedo hacer lo que quiera, Ryota -Pronunció su nombre mientras le tocaba la entrepierna, Kise apretó sus anchos brazos y negó con la cabeza -P-por fa-favor -No podía articular bien las palabras, tenía muchísimo miedo.
-No me interesa si no quieres, aquí el satisfecho debo ser yo -Lo miró seriamente -Tú tan solo eres un objeto, eres mi muñeco -Ryota cerró con fuerza sus ojos, estaba pérdido, sabía que el sujeto no lo dejaría hasta corromperlo de todas las maneras posibles. Aún así no podía dejar de llorar y negar, POR DIOS!! era virgen y este hombre ya quería poseerlo, lo único que Ryota conseguiría de todo esto sería dolor y miedo; pero también sabía que no podía hacer nada, tal como dijo aquel tipo era tan sólo un objeto, un simple muñeco que el morocho podía usar a su gusto.
...........
Kiyoshi sonreía alegremente mientras tenía a Hyuuga de la mano, caminaban directo a su coche -Espero nos llevemos bien -Teppei era el más tranquilo y dulce de
todos, podía decirse que Junpei se había sacado la lotería, tenía suerte de que Teppei se haya interesado en él podía asegurarse de que Teppei nunca le haría daño
-Yo también lo espero -Murmuró suavemente, aunque sabía que no era mal tipo todavía no podía confiar en el castaño
Con sumo cuidado Kiyoshi abrió la puerta del copiloto y sentó allí a Junpei quien lo miró nervioso -No me tengas miedo -Kiyoshi le sonrió de una manera tranquila para luego subirse del lado del piloto así arráncando el coche
El viaje estaba siendo silencioso y no era algo que a Teppei le gustara -Y cuentame Junpei ¿Cómo has llegado a tal lugar? -Hyuuga sabía a lo que se refería y bajó la mirada
-Los otros chicos y yo somos amigos, habíamos salido a pasar la tarde juntos cuando unos diez tipo enorme nos atraparon, no pudimos hacer nada -A Teppei le daba ternura como hablaba Hyuuga, parecía tenerle miedo.
-Eso lo note -Junpei lo miró sin entender -Me refiero a tus amigos, note que eran buenos amigos por las miradas que se echaban cada vez que uno de mis amigos los compraban -Junpei bajó la mirada y sus ojos se cristalizaron
-¿Tú crees que ellos estén bien? -Kiyoshi dejó de sonreír y cuando el semáforo se puso en rojo miró a su acompañante, su cara no auguraba nada bueno
-No puedo decir que tus amigos estén bien, ellos son completamente opuestos a mí -Hyuuga se tensó -Pero ten por seguro que si tus amigos se comportan ellos también lo harán -Le sonrió nuevamente para luego volver a tomar el volante, el semáforo había cambiado
-Me gusta tener nueva compañía, estar en ese enorme edificio no me gustaba -Hyuuga lo miró sorprendido ¿Tan lindo y sin compañía?
-¿Dónde vives? -Preguntó suavemente mientras miraba la ventana
-Por ahora estoy viviendo en un Penthouse -Junpei abrió sus ojos ¿Un Penthouse? eso era ... fantástico -Espero te guste el lugar es bastante espacioso aunque hay un problema
Silencio.
-Hay solo una cama, debemos compartirla
......................
Takao seguía silenciosamente al peliverde, éste le había advertido que si intentaba escaparse lo violaría en medio del callejón, eso asustó al pelinegro así que solo asintió y optó por hacer caso.
Midorima todavía no podía creer lo que había hecho ¿Comprar un esclavo sexual?. Él era el gran Midorima Shintaro, dueño y jefe de los hospitales más famosos del mundo, si su padre estuviera vivo seguro ya lo hubiera sacrificado frente a todo Tokio.
Miró de reojo al pequeño que lo seguía, había pensado dejarlo ir pero luego se arrepintió, no le vendría nada mal algo de sexo, aunque sabía que asustaría el de ojos grises cuando se enterara de que era fanático del BDSM.
Cuando llegaron a su automovil Takao espero a que el peliverde abriera la puerta y cuando éste lo hizo el oji gris se subió sin chistar. Eso sorprendió a Shintaro ya que le había preguntado de que signo era y éste le había dicho que pertenecía a los Escorpio, las personas con aquel signo no eran personas del todo tranquilas y calladas.
Pero Midorima lo agradecía, odíaba con su vida a las personas de aquel signo, no las soportaba.
..........................
Ryo seguía temblando mientras Imayoshi lo sostenía entre sus brazos -¿Puedes dejar de temblar? -Preguntó el de anteojos algo enojado
-L-lo s-siento y-yo ... -Intentó decir alguna palabra pero no pudo porque el pelinegro lo había callado dándole un beso. Sus ojos chocolates se abrieron enormemente, eso sí que no lo esperaba.
Sakurai se dejó llevar y enrolló sus delgador brazos alrededor del mayor y sin darse cuenta había dejado de temblar, Imayoshi al darse cuenta se separó y sonrió altivo.
Por su parte, el castaño se sonrojó fuertemente y escondió su rostro en el cuello de Shoichi.
Al llegar al automovil Imayoshi lo dejó en el asiento del copiloto y luego subió al coche para arrancar el motor e irse del lugar.
Ryo aún seguía sonrojado y avergonzado por su osadía de dejarse llevar, mientras Imayoshi seguía sonriendo, aquel beso lo había encendido quería llegar a la casa y postrar a ese pequeño en su cama y no dejarlo descansar en toda la noche.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español