Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Star Lost at Sea por LadyMogeko

[Reviews - 35]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Esta historia es con afán de entretener, sin fines de lucro y con temática homosexual.


Ningún personaje de esta historia me pertenece (a excepción de Scarlett, el cual es mi Original Character) si no a su respectivo creador, Danny Antonucci. Y Nathan Kedd Goldberg, propiedad de C2ndy2c1d.


Yo solo me he encargado del diseño de esta novela, los re-diseños de los personajes y de la trama.

Notas del capitulo:

Una historia fresca sobre el cabeza de calcetín y el pelos de zanahoria que salio gracias a una de las tantas conversaciones con una de mis grandes amigas/senpais/waifus UwU!!

 

Sin mas que decir, disfruten de la lectura estrellitas!

Salía a flote como una pequeña barca que recién abandonaba el puerto para ingresar al gran océano, impulsada por las tranquilas olas del mismo y donde sus velas eran guiadas por la brisa tan fresca que harían a su dueño relajarse.

 

Yo-ho, yo-ho, un gran pirata soy

Saqueamos, golpeamos, cobramos motín

Brindad compañeros yo-ho

Raptamos, robamos sin miedo hasta el fin

Brindad compañeros yo-ho

 

El dulce e inocente cantar de una melodía de mar salía de los labios del pequeño joven que se encontraba a la orilla del gran barco del más porte fino y de los mejores materiales que el dinero podría comprar. Mirando a la deriva el gran manto de agua que hasta chocar con esa línea invisible dividía el cielo ya oscuro y estrellado.

- Yo-ho, yo-ho, un gran pirata soy… -sonrió ante tal escenario.-

- Eddward cielo, para de cantar eso. -le dijo una mujer joven de negros cabellos y sonrisa encantadora igual que la del muchacho.-

- Lo siento mucho madre, pero es una canción bastante contagiosa -se disculpó el menor mirando a la cara a la mujer.-

- Pero es una canción sobre esos sucios y ruines piratas tesoro mío.

- Pero sus historias son tan asombrosas, ¿Por qué no podemos ser amigos de los piratas? -pregunto confundido.-

- Porque ellos son malos a diferencia de nosotros. Roban, engañan y matan a la gente. Tú ya lo sabes.

- ¿Pero no crees que algunos de ellos sean buenos en el fondo? Después de todo son seres humanos como nosotros

- No puedo encontrar una facción de ellos que se merezca la palabra “bueno”, por algo son piratas, ellos solo ponen sus intereses al frente y dejan de lado todo lo demás. Y alguien que es así jamás será bueno -finalizo el tema su madre.-

- Oh…

 

Yo-ho, yo-ho, un gran pirata soy

Hurtamos, timamos, hay que destrozar

Brindad compañeros yo-ho

Bailamos, pillamos, nos gusta pelear

Brindad compañeros yo-ho

 

- Carla, ¿Qué ha pasado? -pregunto una voz masculina detrás de ambos.-

- ¡Oh, Lennard! Eddward solo estaba mirando las estrellas ¿No es así cielo? -la mujer miro a su hijo con una pequeña sonrisa en el rostro.-

- Sí, no podía desaprovechar la oportunidad de observar un poco la belleza de la astronomía.

- ¿Y por qué no subimos más alto para tener una vista mejor? -le sonrió el hombre azabache y de anteojos.-

- ¡Sí! -exclamo emocionado el menor con una sonrisa chueca dejando ver el pequeño espacio entre sus dos dientes delanteros.-

Eddward tomo su pequeña maleta negra y corrió hacia las escaleras que daban al segundo piso del barco, donde más arriba se encontraba el mástil. Sus padres solo rieron al ver la actitud tan entusiasmada de su joven hijo de trece años.

- ¡No corras tan rápido hijo! -precavió Carla seguido de que su esposo fuera tras Eddward.- Amor, tengan cuidado allá arriba.

- Por supuesto, volvemos enseguida -sonrió el hombre.-

Eddward se encontraba a escasos escalones para poder llegar a la punta del mástil. Cuando finalmente subió, abrió su maletín y saco un pequeño telescopio dorado y lo puso frente a su ojo derecho para observar los astros del cielo.

- ¡Esto es fascinante! -exclamo alegre.-

- Te lo dije -dijo su padre que ya lo había alcanzado.-

- ¿No es impresionante la belleza y sabiduría que nos puede dar el universo?

- Seguro que si… -sonrió Lennard.-

- ¡Mira esto padre! ¡Creo que puedo ver unas constelaciones!

- ¿Enserio?

- ¡Sí, si mis conocimientos no me fallan ese debe ser Orión!

- Eres idéntico a tu madre -rio el adulto mientras acomodaba sus anteojos.-

- ¿Eh? -Eddward miro algo desorientado a su padre.-

- Cuando conocí a tu madre fue en un barco también, mientras ella miraba las estrellas -Lennard miraba el cielo con cierta nostalgia.- Me acerque a preguntarle sobre ellas y empezó a hablar sobre las constelaciones muy entusiasmada. Ese momento en el que nos miramos supe que me había enamorado de ella.

- ¿Cómo se puede saber eso?

- Pues---

Unos fuertes gritos junto con otros ruidos se escucharon venir desde abajo. Ambos fijaron la vista del lugar de donde provenían los ruidos y pudieron observar como unos hombres empezaban a allanar el barco; tomando rehenes, cogiendo las cosas de valor y empezando a luchar con varios guardias que escoltaban el navío.

- Piratas… -susurro Eddward.-

 

Prendemos el fuego, hacemos arder

Brindad compañeros yo-ho

Quemamos ciudades, nos deben temer

Brindad compañeros yo-ho

Yo-ho, yo-ho, un gran pirata soy

 

 

Lennard se las pudo arreglar para que él y su hijo bajaran del mástil a salvo. Al bajar vieron todo un caos: guardias luchando por proteger el barco y a los demás tripulantes mientras que otros solo trataban de huir, o eran tirados al mar, o simplemente eran asesinados. Tanto Eddward como su padre estaban asustados y preocupados, y más por Carla. No perdieron más el tiempo y fueron en busca de la mujer, la cual hallaron cerca de un pasillo lejano de toda la pelea.

- ¡Lennard! -exclamo la mujer en llanto mientras corría a los brazos de su esposo y abrazaba a su hijo.-

- ¿Estas bien? -pregunto preocupado el hombre, Carla solo asintió.-

- ¿Qué haremos ahora? -pregunto Eddward.-

- No podemos luchar contra ellos hay que huir -ordeno Lennard.-

La familia se dispuso a salir de ahí lo más rápido posible, pero solo vieron que la situación había empeorado. Los piratas iban ganando la lucha, unos minutos más y el barco ya seria de su propiedad.

Algunos hombres notaron sus intenciones de huir y los tomaron de rehenes, llevándolos frente a una mujer pelirroja que al parecer, era la capitana.

- Vaya, vaya, vaya… ¿Qué tenemos aquí? Pero si son Lennard y Carla Marion -sonrió de lado.- Y tú debes ser el pequeño Eddward -miro al recién nombrado.- Al parecer nos sacamos el premio gordo

- Por favor, no nos hagan nada… -suplico la mujer, a lo que la pelirroja solo soltó una risa.-

- ¡¡Tomen el timón y busquen las cosas de valor!! ¡Llévenlos a la oficina principal! -ordeno a los demás hombres que la acompañaban y a los que tomaban a los Marion.- A excepción del chico… ¡Tu, se útil, encárgate del hombrecito!

La pelirroja miro con cierta molestia a un joven encapuchado que al ver su estatura seria de la misma edad que Eddward. Se acercó al joven azabache y tomándolo de las muñecas se lo llevo en la dirección contraria a la de sus padres, donde Carla lloraba por su hijo y Lennard suplicaba piedad.

En una oportunidad, Lennard aprovecho el descuido del hombre que lo sujetaba y lo empujó hacia el que sujetaba a su esposa, haciendo que ambos chocaran contra un poste que sostenía una de las tantas linternas, que al contacto con la madera empezó a arder.

 

Yo-ho, yo-ho, un gran pirata soy

Nos dicen canallas, demonios del mar

Brindad compañeros yo-ho

 

 

- ¡Maldito infeliz! -la capitana entro en rabia y se dispuso a enfrentarse a Lennard.-

- ¡Huye Carla, busca a Eddward y salgan de aquí! -grito el hombre.-

- ¡Pero---¡

- ¡¡Vete!!

La mujer volvió a soltar el llanto y se fue antes de que el remordimiento la invadiera aún más. Y un segundo después solo pudo escuchar el sonido de un disparo.

A lo lejos Eddward noto el fuego que se había extendido más, no podía quedarse de brazos cruzados, y al notar que el joven encapuchado no lo agarraba tan fuerte, se libró de su agarre y corrió lo más rápido que sus piernas le permitieron.

- ¡¡Vuelve aquí sabandija!! -grito furioso el encapuchado yendo tras él.-

Eddward corrió tratando de perder de vista al encapuchado y por un momento lo hizo, al mismo tiempo que encontró a su madre. La mujer al verlo trato de ir hacia él, pero el barco casi ya envuelto en llamas hizo que parte de la estructura superior del mástil cayera encima de Carla, dejándola atrapada entre los escombros y las llamas.

- ¡¡Madre!! -chillo Eddward dirigiéndose hacia ella para tratar de salvarla.-

- ¡¡Sal de aquí!! ¡¡Huye!! -grito su madre ya en la desesperación.-

- ¡¡No!! ¡No me iré, no si no vienes tú y mi padre! -replico el pelinegro al intentar liberarla, pero era imposible acercarse por el fuego.-

- Escúchame Eddward, no iremos contigo… Esta vez no. Vete de aquí, no importa lo que pase, siempre se fuerte ¿Sí? -decía calmada ahora pero con el llanto a mas no poder.- Recuerda estudiar mucho y hacer todas tus tareas… Y tanto como tu padre y yo, te amamos…

Y en su último suspiro cerro los ojos. Eddward no pudo contener el llanto, que se vio interrumpido por un fuerte golpe en su cabeza que lo dejo algo aturdido.

Sintió un líquido bajar por su cráneo hasta su cara y formando un pequeño charco rojo en la madera. Subió su vista y observo como ese golpe fue proporcionado por un arma que traía el encapuchado, que al verlo desde el suelo pudo apreciar un poco su cara, en específico, dos ojos verdes.

- Fin del camino -hablo el joven con el arma.-

Caminaba tranquilo hacia el muchacho herido, sabría que con esa herida no podría hacer mucho. Eddward solo se levantó y retrocedió hasta que choco con el borde del barco, no tenía a donde ir a ahora, era su fin.

Un fuerte crujido se escuchó a lo alto, ambos al mirar arriba vieron como el mástil estaba a punto de aplastarlos y cada uno como pudo se apartó de la zona donde caería ese gran palo de madera, haciendo que el barco casi se partiera a la mitad.

 

Apenas nos quieren mamá y papá

Brindad compañeros yo-ho

Yo-ho, yo-ho, un gran pirata soy

Saqueamos, robamos, cobramos motín

Brindad compañeros yo-ho

 

 

Eddward solo miro por última vez al encapuchado que había dado medio vuelta y huido del barco ya inservible. Subió a la borda y salto al mar, y nadando lo más que podía se alejó de toda esa catástrofe.

Unos minutos después y ya se había alejado lo suficiente, dejando ver solo el esqueleto del barco bañado en fuego. Eddward no podría soportar estar mucho mas así, en el mar con sus furiosas olas y una herida que le estaba causando una gran hemorragia.

No muy a lo lejos pudo alcanzar a divisar un pequeño puerto de pesca, no le importaba si eso era una alucinación por la falta de sangre o por su vista nublada, con las últimas fuerzas que le quedaban nado hasta tratar de alcanzar la orilla.

El conocimiento se le estaba yendo, hacia el mayor esfuerzo para no cerrar los ojos. No quería morir ahogado, quería sentir la arena y dormir un rato. Poco después las pequeñas olas llevaron su cuerpo hasta tierra firme, cuando el cerebro de Eddward capto esto por fin pudo cerrar los ojos de poco en poco.

Escucho unas voces que iban dirigidas a él junto con dos siluetas; pero lo último que habito en su mente ese día fueron esa mujer pelirroja, la imagen de sus padres sonriendo y esos ojos verdes que no sabría que más adelante los volvería a ver una vez más.

Notas finales:

Les gusta? Díganme que les gusta!

 

Los Reviews y los Favs no cuestan nada 8c!

 

Si veo que gusta subiré los demás x3!

 

Bye-niii~!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).