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Mi príncipe: "El no amado" por kalku

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Notas del fanfic:

Hola a todos y todas ! :D

Primero, decir que esta historia la subí una vez el año pasado pero me bloqueó y la eliminé. Esta es la versión mejorada y coherente jajaja En serio espero que les guste! 

Ahora los dejo con mis amados personajes y espero que les guste "Mi príncipe: El no amado" tanto como a mi me gusta.

c:

 

Notas del capitulo:

Gracias por leer.

De antemano les pido que si les gusta, por favor dejen sus opiniones y valoraciones en los comentarios. En serio me ayuda a continuar!!!

 

 

 Gustaba a menudo de admirar con embeleso al príncipe de iluminados ojos verde olivo. Él, mero guardián, sonreía a escondidas al verlo dichoso y soñaba despierto con probar su boca como una cereza. ¡Que bello, que sublime era el príncipe más pequeño de la corte!

 

 Era joven, con quince años no podía llamarse hombre, no obstante él, hombre de más de dos décadas, caía rendido ante su risa de niño travieso. ¡Que guapo era! Le adoraba cuando reía y cuando hacía rabietas, en todas sus facetas y con cualquier simple defecto que para él acentuaba la perfección. Mas no era el único que de amor se moría por el pequeño príncipe de ojos iluminados, ya que el corazón de cada ciudadano del reino rebosaba de amor incondicional por el que, aunque no estaba dictado a ser su soberano legítimamente, todos esperaban alabar un día no tan lejano como su rey.

 

 Porque el pequeño príncipe tenía un hermano mayor, destinado al reinado desde el día en que pisase la tierra y al que nadie parecía notar, ni siquiera él, que su vida la pasaba en el magnífico castillo. Era el príncipe de los ojos tristes, “El no amado” y el que sería soberano de todo aquello que le rodeaba al cumplir las veintiún primaveras. Que para él, precisamente, nunca habían resultado primaverales, sino mas bien un eterno y melancólico otoño reflejado en un par de ojos pardos casi miel. Y aunque era el príncipe mayor quien portaba los derechos, siempre había sido el pequeño príncipe quien los disfrutara y se deleitase con ellos. Era el pequeño príncipe quien le tenía como su guardián personal, regocijo de su corazón, pero que resultaba, si se paraba a pensarlo, una injusticia por la cual cualquiera se sentiría al menos pasado a llevar. Pero, aún con todo, el príncipe de los ojos tristes jamás alzaba la voz; habían incluso aquello que murmuraban que la había perdido en la niñez y para él, que jamás había tenido la casualidad de oír sonido alguno de los labios sellados del heredero, no resultaba tan inverosímil. Quizás simplemente no quería hablar, pensaba él cuando le asaltaba la duda, en aquellos momentos en que no podía seguir a su protegido sin irrumpir en su deliciosa intimidad. Pensaba en el príncipe de ojos tristes para que en su mente no se recrearan las tentaciones de un cuerpo menudo y rosa en las zonas prohibidas, que desearía tener la facultad de hacer suyo. En esos instantes, mínimos, en que su mente se alejaba de los ojos iluminados, reflexionaba un poco sobre la otra persona a la que nadie miraba.

 

 “El no amado”, como él mismo le había denominado, ya que realmente de nadie sabía que le quisiese o estimase tan solo un poco. En la soledad absoluta, el príncipe de ojos tristes pasaba sus días, sin sonrisas. ni luz y sin hablar, casi como fundiéndose con el paisaje que vibraba a su alrededor. Y sin embargo, aunque sus ojos fueran eternamente tristes, parecía vivir en un sosiego como la brisa otoñal y su alma transmitía paz y un encanto peculiar que le inundaba, cuando su mirada se posaba más de un segundo en su silueta, de un latir lejano y dulce. Habían sido solo segundos en todos aquellos años, en que había visto dentro de la tristeza algo más recóndito y puro y había sido hipnotizado por el batir de las pestañas de otro que no fuera su pequeño príncipe. Mas la sensación había sido olvidada al día siguiente. Porque en su egoísmo humano, ¿Qué más podía importarle esa persona, si no para despertar a ratos su compasión?

 

-o-

 

 Cuenta la historia que hace muchos años, el reino de Pranvera era siempre primaveral. Flores de todos los colores y tamaños, variedades y fragancias se adueñaban de los jardines y patios de los pueblerinos; inundaban como un manto de alegría los mercados y plazuelas y habitaban relucientes por doquier. En el palacio de la familia real, ubicado en una gran y verdosa colina, se escondía un jardín tan bello que enceguecía a cualquiera que tuviese la dicha de adentrarse entre sus exóticas flores y enamoraba aún más a los amantes; se decía que la magia que desprendía cada pétalo era inigualable y sus fragancias eran de tal pureza que traspasaban las barreras de espacio y tiempo para perdurar en la memoria colectiva. La fama del reino se expandía por los cuatro puntos cardinales y pronto era tan rumoreada la magnificencia del jardín real que no eran pocos los que viajaban de los más lejanos lugares para contemplar su belleza y encanto. No obstante, habían quienes sobrecogidos ante tanto magnetismo, se preguntaban cúal era la magia que habitaba en aquél lugar floreado y perdían la razón al no encontrar la respuesta; también los que temerosos de ser atrapados bajo el hechizo, no osaban acercarse al misterioso jardín; e incluso, algunos moradores del palacio se atrevían a murmurar que las flores del reino de Pranvera...entonaban melodías al anochecer.

 

 

 

Notas finales:

Muchísimas gracias por leer.

Reitero, si les gusta, por favor comenten y expresenlo. Les responderé rápido.

Y aclarar también que este capítulo es de alguna manera único en la narración, el resto no son tan poéticos y musicales jajajaj Este fue el primero por eso asi y desde aqui nació el resto de la historia. 

Entonces, espero leerlos en los comentarios y que continúen leyendo.

Besos y abrazos :)


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