Campamento.
///Pov´s Kid///
Hace doce horas me negaba rotundamente a estar en este lugar, ahora solo quiero que el tiempo sea más lento.
Killer me dijo que de regalo de cumpleaños había pagado el boleto de excursión al campamento que realiza el instituto, es un viaje obligatorio más que nada para que los jóvenes que este año se gradúan y nunca viajaran en su vida, sobre todo por ser los próximos obreros explotados de la sociedad y la única manera de que lleguen a salir del pueblo es que sus padres les paguen el boleto.
Yo soy huérfano, ni siquiera tenía la remota idea del viaje, más que nada porque el profesor que organiza dicha excursión me detesta, al igual que todos los profesores pero este en particular me daría veneno para ratas en el almuerzo si pudiera.
Killer es uno de mis mejores amigos, es mayor que yo y además es mi tutor legal, por esa razón él estaba informado del viaje escolar.
Yo ni siquiera había puesto atención al tema, en realidad estaba planeando estar en casa con un maratón de películas de terror para mi cumpleaños pero…
Ayer sábado 9 de enero, por la mañana, desperté encontrando a Killer empacando mi ropa y objetos personales.
-Kid, ¿Por qué no te has arreglado? El autobús salé en media hora.
-¿De qué hablas?
-La excusión, la semana pasada pagué el boleto, pensé que ya estarías listo.
-… Cierto… Estaré listo en un momento, por eso me duche ayer.
-Bien apresúrate.
La verdad, sentí que me estaba echando de la casa.
No dije nada como muchas otras veces, Killer no tiene razón para ocuparse de mí así que prefiero no causarle molestias, él suele hacer este tipo de cosas pensando en que no le digo de los eventos escolares para que no gaste el dinero innecesariamente.
Siempre ha querido darme todo lo que pudiese querer y necesitar, en realidad Killer ha sido más padre para mí que el tipo que me engendro.
Pero en ocasiones como esta… siento que lo que quiere es deshacerse de mí.
Soy paranoico, lo sé, pero Killer es la única persona que me queda.
Como sea, nos despedimos en la entrada del instituto donde entrego al profesor la carta de autorización para el paseo.
-Kid, diviértete nos vemos el lunes.
-Hasta el lunes.
El autobús estaba lleno de alumnos de diferentes grupos, me di cuenta de que nos habían juntado a todos los “problemáticos” en un solo autobús, sentado en los primeros lugares, Mihawk el profesor de matemáticas, era el encargado de que no nos matásemos entre nosotros, pero iba más ocupado tratando de mantener quieto al profesor de biología Shanks, siempre que estaban juntos lo mejor era no dar problemas pues el profesor pelirrojo solía acabar con la escasa paciencia del docente de matemáticas; al final del autobús el profesor de historia, uno de los de menos paciencia, iba con el profesor de inglés, un rubio de tres metros que solía acosarlo para desespero del docente de historia, el rubio por más paciencia que pudiese tener lo mejor era ni acercársele.
Esos profesores siempre andaban juntos a pesar de los constantes choques en sus personalidades, parecían imanes opuestos que terminaban siempre juntos.
Después de media hora de camino el autobús se detuvo y ahí termino mi comodidad pues el asiento de mi lado del pasillo que iba desocupado fue usado por un moreno que subió en la estación en que hicimos parada.
No lo había visto antes.
-Jóvenes… — Hablo el profesor pelirrojo —… él es Trafalgar Law, se unirá a nosotros en las clases y en el viaje de hoy, sean amables.
A pesar de que el profesor trato de introducirlo en el ambiente de “amistad” el chico se dedicó a seguir en la lectura del tomo de medicina que llevaba en las manos.
Algunos idiotas se rieron de la actitud del chico, pero él solo los ignoro y se sentó a mi lado que era el único asiento desocupado.
El viaje duraría más de cinco horas, con una hora apenas ya quería bajar y volver caminando a casa.
Me dedique a ver el camino por la ventana, íbamos alrededor de tres horas del recorrido cuando sentí un peso extra en mi hombro, el chico se había dormido recargándose sobre mí.
Traté de moverlo pero solo logré que se acurrucara más contra mí.
Fue en ese momento en que me fije mejor en sus facciones, tenía una piel morena y de sus ojos se enmarcaban unas largas pestañas, su respiración era acompasada delatando el placentero descanso que disfrutaba, pero lo que más llamó mi atención fueron sus profundas ojeras, parecía no haber dormido por un buen rato.
Gracias a Killer, que suele trabajar más de un turno sé lo que es no dormir, por esa razón le deje descansar.
Pasadas dos horas el autobús llegó a su destino, un campamento de mala muerte, parecía el “lago cristal de viernes 13”* todos comenzaron a bajar tomando sus cosas, nadie llevaba más de una mochila con dos cambios de ropa y artículos de limpieza.
-Oye… — Traté de despertar al moreno —… Niño, despierta hemos llegado.
-Ummhh~ — Comenzó a frotar sus ojos tratando de despabilar —… ¿Qué quieres? — Me preguntó con una voz gruesa, pero lo que me dejó sin palabras fueron sus ojos plateados, en la sombra del autobús se veía perfectamente el reflejo del sol en ellos.
-Ya llegamos, levántate.
-Qué amable por despertarme.
-No me dejas pasar, si por mi fuera te habría dejado aquí hasta irnos.
-Tú también me agradas pelirrojo-ya.
-… — Este mocoso, se está ganando una paliza.
-¡¡Chicos!! No olviden nada — Gritaba el profesor Shanks desde afuera, ese moreno y yo éramos los únicos que no habíamos bajado, estaba dispuesto a ignorarlo el resto del viaje, pero eso no fue posible — Eustass-kun, Trafalgar-kun me alegra que se lleven bien.
-Eustass-ya ha sido muy amable conmigo profesor — Comentó con una sonrisa por demás cínica.
-¿¿Qué…?? — Estaba por protestar cuando el profesor me interrumpió.
-¡¡Qué bueno!! Entonces no habrá ningún problema con qué duerman juntos.
-¿Qué? — No era cierto ¿O sí?
-¿Por qué? — También cuestionó Trafalgar.
-Las habitaciones no son suficientes, ya todos se acomodaron solo faltaban ustedes dos, pero me alegra que se estén llevando bien, tomen cada uno su llave, la habitación que les corresponde está en el sector A-8 es en la parte junto al lago — Nos indicó para marcharse junto al profesor Mihawk.
-... Cuando muera será un honor diseccionar el cadáver de ese profesor.
-¿Te importaría si lo mato esta misma noche?
-Para nada, hazme el favor Eustass-ya.
-¡¡Chicos, tienen libre el resto de la tarde, no olviden ducharse, las duchas comunitarias están en el sector A-2 del lado norte!!
-… Vámonos.
-No me des ordenes Eustass-ya.
La habitación en si no era la gran cosa, un cuarto de cuatro por tres metros apenas con una cama y un buró que la hacía también de escritorio y si, una sola cama.
Al entrar me tiré a todo lo largo de la cama, no era tan incómoda como lucia, pase mis brazos por debajo de mi cabeza usándolos de almohada, estaba por dormirme cuando nuevamente sentí un peso extra, pero está vez sobre mi estómago, abrí los ojos para cerciorarme que era ese moreno que me había hecho perder la paciencia momentos antes.
-¿Qué haces?
-Estas ocupando toda la cama, yo también estoy cansado y por lo que veo tenemos que dormir juntos Eustass-ya — Me respondió de lo más tranquilo terminando de usarme de almohada y con el mismo libro en las manos.
-¿Y piensas que voy a cargarte como si nada?
-Eustass-ya… — Me volteo a ver con una expresión que no me daba buena espina, esa sonrisa socarrona me decía que no me iba a agradar su comentario —… No me digas que tomas asteroides, tus músculos son falsos y no puedes ni soportar mi peso.
-¡¡Yo no uso esas porquerías!!
-Entonces no te quejes.
-Quítate de encima.
-No me des ordenes Eustass-ya.
-¡¡Suficiente!! — Ya me había hartado, lo tomé de la cintura y lo estampé contra la cama bocabajo sin soltarlo le deje recostado a mí lado.
-¡Bakastass-ya!
-Guarda silenció, estoy cansado… — Hace tiempo no dormía las horas debidas y el cansancio me estaba venciendo, sin darme cuenta me quedé dormido aún con Law atrapado en mis brazos.
+++
Cuando desperté aún estaba abrazado a ese chico, él se encontraba a mí lado leyendo el aparentemente interminable libro.
Me di cuenta de que no lo había soltado para nada, es una mala costumbre que tengo, abrazar algo y no soltarlo.
-Al fin despiertas, ya era hora — Me reclamo sin apartar la vista de su lectura.
-¿Qué hora es?
-Las nueve veinte, en media hora cerraran las duchas.
-¿Por qué no me despertaste antes? — Me levante saltando sobre él a buscar mi pijama y una toalla.
-Media hora es más que suficiente para una ducha — Refutó sin moverse de su lugar.
-¿No piensas ducharte?
-… Me duche en la mañana.
-Debes ducharte antes de dormir para descansar mejor, vamos no pienso dormir contigo si no te has duchado.
-Eustass-ya…
-… — Ignoré sus reclamos, tomé su bolsa y lo jale hasta las duchas.
No había nadie fuera de sus cabañas o cuartos, la noche en si era fría.
Pasamos por las zonas de reunión que ocuparíamos mañana para comer y demás cosas.
Llegamos a las duchas, solo una línea de diez regaderas a cada costado de las paredes y barda del centro en total eran cuarenta duchas.
Comencé a desvestirme sin ver al moreno detrás de mí.
Abrí la llave dando la temperatura de mi gusto al agua y moje mi cuerpo, al instante sentí como se relajaba mi cuerpo.
-¿Qué no piensas ducharte?
-… — Sin responderme, comenzó a desnudarse, pude darme cuenta que el moreno de su piel era general en todo su cuerpo además de que a pesar de ser delgado tenía bien definidos los músculos de su pecho y brazos, pero sin exagerar.
Era todo lo contrario a mí.
Una razón más para no mezclarnos, pero hasta ahora no había sido tan molesto como todos los idiotas que he conocido en el colegio.
Termine de ducharme y salí a los vestidores secándome con la toalla, me puse de una vez la ropa que usaba de pijama, un pantalón deportivo que me quedaba suelto u una camiseta sin mangas.
Cuando trafalgar termino de ducharse pude percibir un aroma dulce en el aire, su jabón era de naranja.
Lo vi entrar al vestidor aun mojado, se sentó en la banca sacando lo que parecía su pijama, un pantalón parecía de seda y una camisa a juego de color negro con motas blancas en las mangas y tobillos.
Al ser su cabello más corto que el mío le basto con la toalla para secarlo, yo tuve que peinarme y aun así mi cabello seguía mojado.
Salimos y nos regresamos a la habitación que nos correspondía, en el trayecto del camino pude observar las estrellas, era lo único que me gustaba del bosque a parte del aire limpio.
Las estrellas eran tan claras, se veían enormes, parecía que con estirar el brazo podía tomar un puñado de ellas.
Trafalgar se detuvo a mi lado, no dijo nada y se quedó mirando el mismo panorama que yo.
Nos quedamos un rato hasta que sentimos el fresco que ya casi nos congelaba, entramos al cuarto y el calor de la habitación hizo que un escalofrío nos recorriera la espalda.
Sin decir nada dejamos nuestras cosas y nos metimos a la cama, la delgada sabana no nos ayudaba en nada, sentía que moriría de frío, estaba por comenzar a castañear los dientes cuando sentí a Law acercarse a mí.
-¿Qué, quieres que te “caliente”?
-¿Crees poder hacerlo, Eustass-ya?
-Te va a doler niño — Respondí dejándolo bajo mi cuerpo y metiendo la mano derecha bajo el elástico de sus pantalones frotando su trasero y con la izquierda me apoyaba para no dejar mi peso sobre él.
-¿Me lo juras? — Preguntó pasando sus brazos por mí cuello con una sonrisa demasiado perversa que me hizo hurgar con mayor ímpetu bajo su ropa sacándosela definitivamente.
-De eso puedes estar seguro.
Lo bese mordiendo sus labios exigiendo que me dejase probar su saliva.
Con el primer mordisco abrió la boca soltando un gemido, separó sus piernas dejándome acomodarme para envestir repetidamente frotando su miembro contra el mío.
-Ummh… umh…
Comenzó a gemir con cada roce, le había sacado el pantalón pero aún usaba esa camisa que le quedaba enorme y aprovechando la talla se la saque levantándosela sin necesidad de sacar un solo botón.
Su cuerpo olía delicioso, sin dejar de besarlo busque su entrada con mis dedos e introduje uno a uno hasta tener tres dentro de su cuerpo.
-Aahhg… ahh… d-duele…
-Aguanta o no soportaras lo que sigue.
Saque mis dedos de su culito para quitarme la ropa y ya desnudo volví a profundizar en su apretado culito.
Su rostro tenía un hermoso sonrojo, tenía que calmarme o terminaría por lastimarlo en serio.
Deje de mirarlo y me dedique a lamer y morder su cuello mientras aumentaba el ritmo en mis dedos ensanchando su culito tanto como fuese posible.
-¡¡AAAHHG!!
Gimió de repente arqueando su espalda.
-¿Te gusta aquí? — Pregunte volviendo a golpear esa parte de su interior.
-¡¡SIIII!! Ahí… aaahhg… dale ahí…
Seguí jugando con mis dedos en su culito, escuchando sus gemidos que ya más bien eran gritos, con mi lengua mordía con cuidado sus pezones, jalándolos y lamiéndolos procurando no lastimarlo, quería repetir y no pensaba darle motivos para negarse.
De repente tensó su cuerpo mordiendo sus labios y rodeando mi cintura con sus piernas, cuando nuestros cuerpos se pegaron sentí la humedad en su miembro, su pene estaba goteando continuamente, con solo verlo sentí una pinzada de placer poniéndome más duro.
Saque mis dedos de su culo y los cambie por mi pene entrando de un solo empujón.
-¡¡¡AAAHHG!!... D-DUELE…
Su cuerpo se tensó completamente, me abrazo clavando sus uñas en mi espalda, sus piernas me apretaron haciéndome ir más dentro, su culito me apretó exquisito, quería envestirlo ya, pero tenía que controlarme, las lágrimas en sus ojos me lo suplicaban al igual que el adorable rubor de sus mejillas, quería que fuese especial tanto para él como para mí.
Su respiración era irregular haciendo subir y bajar su pecho.
Cuando se calmó entreabrió sus ojos plateados que aún tenían algunas lágrimas, se acercó dándome un beso en los labios, apenas un roce, tan sumiso y delicado.
Empecé a sacar salir de su cuerpo lentamente.
-Aummhg…
Sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas, pero contrario al dolor que creí causarle comenzó a gemir y moverse por su cuenta buscando hacer cada penetración más profunda.
-¿Quieres llorar?
-¿Eh?
-Vas a llorar.
Tome su miembro y comencé a masturbarlo colocando mi dedo pulgar en la punta evitando que pudiese correrse.
Sus gemidos se hicieron más fuertes cuando lo penetre tan profundo y rápido como podía sin soltar su pene y cuando sus gritos comenzaron a ser escandalosos lo bese impidiéndole ser tan ruidoso, a causa de los besos húmedos que trataba de responder desesperadamente su saliva mezclada con la mía propia se escurrió desde sus labios hasta su cuello para perderse en las sabanas.
-Ammhg… ah… ammhg…
Sus gemidos ahogados en cada beso se intensificaron y sus lágrimas fluyeron libres.
Con cada alarido de placer su culito me apretaba cada vez más y su espalda arqueándose hacia rozar su pecho contra el mío brindando una sensación electrizante que recorría desde la cabeza hasta los pies para subir a nuestro abdomen y volverse espasmos de placer orgásmico.
Tome una de sus piernas y la subí a mi hombro para sostener la otra y cambiando de mano seguí masturbando su miembro que palpitaba con cada caricia, pero sin dejarle llegar al orgasmo.
Con la nueva posición sentí claramente como golpeaba con el punto que tanto le hacía gritar en cada beso, dejó de besarme para recuperar el aire y aunque yo también lo necesitaba desde hace mucho simplemente no podía dejar de besarlo, al ver que giro su rostro tratando de evitar que capturase de nuevo sus labios dejo expuesto su cuello con el cual me entretuve mordiéndolo, marcándolo como mío.
-Aaahgg… po-or aahhg… favooorr… no- no aguanto… n-no máaahhss…
-¿Q-Quieres… ah… correrte?
-¡¡¡Aaaahhgg… s-siiiii!!!
-¿Qué t-tanto?
-¡¡¡O-Onegaiiii…!!!
Cerró sus ojos que derramaban su hermoso llanto y apretó tanto su culito que no pude más que correrme derramando mi semen dentro de su cuerpo y solté su miembro para que disfrutase su orgasmo tanto como yo.
-L-LAAW~ — Le hable al oído como pude en medio del orgasmo que experimentaba.
-¡¡¡AAAAHHHGG!!! ¡¡¡KKIIIIDD!!! — Gimió fuertemente arqueando su espalda, apretándome con sus brazos arañando mí espalda y vertiendo copiosamente su semen, derramándolo sobre su pecho y manchando su rostro sonrojado.
Me deje caer sobre su cuerpo mientras recuperaba el aliento.
Law respiraba muy agitado y su mirada entreabierta parecía perdida en algún punto del techo, sus ojos aún tenían rastro del llanto.
Poco a poco nuestras respiraciones se regularon, me levante para salir de su interior pero en el momento en que le iba a hablar me di cuenta de que estaba dormido.
Su cuerpo lucia tan delicado en comparación al mío.
Saque definitivamente mi pene de su ahora mojado culito y me recorte a su lado, al momento de salir de su cuerpo él suspiro, lo mire por un momento, era hermoso, su piel morena manchada por su propia esencia, sus pezones aún erectos por la excitación, su cuello ya empezando a delatar los mordiscos que lo marcaban como mío, su expresión de tranquilidad con un leve rubor y algunas gotas de llanto y semen, su cabello empapado de sudor pegado a su piel y lo mejor sus piernas abiertas para mí y de su culito mi semen derramándose desde su interior.
Definitivamente, tenía que volver a hacerlo mío.
Me recosté y lo abrace apoyándolo en mi pecho.
Durmiendo juntos y cuando saliese el sol despertando juntos.
+++
Sentí un agradable calor junto a mí.
Hace años que no sentía un calor así al despertar.
Abrí los ojos encontrando una hermosa mirada plateada juntó a mí que me observaba atentamente.
-Buenos días.
-Buenos días Eustass-ya.
Escondió su rostro en mi pecho.
Lo tomé del mentón y le hice mirarme para darle un casto beso sobre sus labios.
-¿Quieres ser mi novio?
-¡¡…!!
Lo sabía, la duda era una sombra en sus ojos y ahora que parecía desvanecerla con mi proposición parecían recuperar su brillo natural.
-¡¡Si quiero!!
-Qué bueno, sino tenía que secuestrarte para tenerte todos los días para mí.
-Bakastass-ya.
Todo el resto del día no pudo caminar por ser su primera vez al igual que para mí.
Dimos la excusa de que el cambio de clima y el viaje le habían agotado y yo como “buen compañero” me quede a cuidarlo librándome de paso de las “actividades colectivas” del campamento.
Ahora que vamos de vuelta a casa Law va sentado en el lado de la ventanilla, recargado en mi pecho mientras yo le paso un brazo por los hombros y observo el paisaje de vuelta a la ciudad.
Tal vez allá no se vean tan claras las estrellas o el cielo, pero con Law podré verlas y tocarlo respectivamente.
-Qué bueno que Killer me regalo el boleto de excursión.
Fin.
Viernes 13: Película de terror norteamericana… creo¬_¬U