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El destino no se puede cambiar por Hao Asakura

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Notas del fanfic:

Cuidado, esta historia es triste... muy triste.

Notas del capitulo:

Como siempre ha sido y será en todos mis fics sin importar si son fma o fma Brotherhood Alphonse es el uke y tiene el pelo largo.

Esta historia está basada en el anime “Fullmetal Alchemist:  Brotherhood” y comienza justo al final de la serie.

 

-Winry estas lista?- Gritó Edward Elric de pie frente a la escalera de la casa Rockbell, era una bella mañana llena de sol.

-Sólo un poco más y termino amor!- se oyó la voz de su linda esposa.

-Eso dijiste hace media hora!  Al y Mei están por llegar.

-Ya casi!

El ruido de un taladro resonó por todo el pasillo y escaleras abajo.

-Habrase visto- murmuró el  apuesto joven de 20 años con una perfecta cabellera rubia atada en una coleta alta y una sonrisa franca- tarda más trabajando en su taller y en darle los últimos toques a sus auto mail que arreglándose para cualquier reunión.

-Papa! Trisha no quiere la leche!- en ese instante apareció un pequeño rubio que parecía tener tres años, cuando en realidad tenía cinco… muy bajito para su edad, llevaba en la mano una mamila rosada.

-Oh Van!!  Inténtalo más arduamente ¡que yo no puedo con todo!

-Es tu culpa!!

-Q.. que?

-Mamá dice que tu nunca te bebías la leche, ahora si Trisha no crece será tu responsabilidad!

Edward puso los ojos en blanco

-Vaya, eres igual que tu tío!

-Venga papá! Tienes que ir y darle el ejemplo ¡no querrás que lo haga yo! ¡Sabe asqueroso!

-¡No me pidas que haga algo que tú no estás dispuesto a hacer!

-Edward, haz lo que te dice tu hijo!!.- gritó Winry

De la sala se oyeron unos dulces lloriqueos, de Trisha, la hija menor de Edward Elric, que tenía dos años.

-No quiero leche! No quieroooo!

En ese instante se escuchó ladrar a Den con júbilo, el trío de odiadores de la leche fueron salvados por la campana.

-Ya llegaron… Winryyyyyy- volvió a gritar Edward mientras se iba para la sala, en el camino cogió a la pequeña Trisha en brazos.

Van aprovechó para lanzar la mamila con leche por la ventana como si fuera una granada, incluso se alejó corriendo mientras se tapaba los oídos.

-Tío AAAAl- gritó cuando llegó a la puerta.

-Al!! Mei!! Que gusto de verlos.- dijo Edward saliendo al porche, donde esperaba encontrar a la vivaracha Mei, un tanto regordeta y de lustroso pelo negro y por supuesto, a su querido hermano menor Al, sin embargo al verlos se quedó helado, luego tratando de no entrar en pánico colocó a la niña en el piso de madera  y controlando su voz todo lo que pudo preguntó.

-Ca.. Q… Al por dios…  que te ha pasado!! ¿Estás bien hermano?- se acercó a donde estaba la pareja y se acuclilló frente a la silla de ruedas donde estaba sentado su hermano pequeño, vestido con ropa abrigadora blanca y el largo cabello rubio suelto sobre los hombros.

-Tío Al!! - Dijo Van asustado

Al tenía la misma sonrisa tranquila y cariñosa de siempre.

-No es nada… todo está bien, sólo tengo un poco de anemia… tu sabes, mi cuerpo aún no está del todo fuerte- explicó sereno mientras observaba divertido como Edward le toqueteaba las rodillas y pantorrillas en busca de alguna lesión.

-Eso quiere decir que te vas a curar?-dijo Van abrazando a su tío por la rodilla.

-Claro enano- dijo Al revolviéndole el pelo juguetonamente.

-A quien le dices que es tan enano que el cabello le huele a pies!!- dijo Van furioso colgándose del pelo de Al y pataleando.

-Déjame ayudarte cariño- dijo Ed a Mei y sujetó la silla de ruedas de Al para empezar a subirla por los escalones del porche- Van! Estate quieto! Tu tío Al no dijo eso!!

-Me recuerda tanto a alguien- dijo Al sonriendo.

La linda y vieja Den los siguió meneando la cola de alegría.

-Van, coje a tu hermana y llévala dentro…. Oigan… No me den esos sustos… ¿Por qué no me avisaron de esto?-

-Es una pequeñez- dijo Mai- el doctor Marco dice que estará bien en un par de semanas si come bien- lo de la silla es sólo porque está algo débil.

Ed la miró reflexivo, aunque Al había subido de peso y recuperado su complexión había tenido que usar bastón por años, ya que su cuerpo estaba muy débil cuando por fin lo pudo recuperar, llevaba un tiempo enfermándose de cosas sin importancia de vez en cuando, incluso el doctor le aconsejó esperar al menos otro par de años para tener hijos, estaba bien, después de todo Al sólo tenía 17.

Sin embargo Ed nunca lo había visto en silla de ruedas y debía admitir que fue un shock muy fuerte que le trajo espantosos recuerdos, jamás querría que Al pasara ni siquiera un día en una silla como esa… las odiaba.

Afortunadamente a Al no le faltaba ninguna parte de su cuerpo.

-No me den esos sustos… demonios- insistió.

-Disculpa Nii-san,no creí  que te fueras a alarmar tanto.

Una vez que logro subir al porche los hizo entrar a la sala, Van acercó a su hermana para que pudiera saludar a su tío y tía.

-Tío Al! Tía Mei- dijo la pequeña estirando los brazos para que la cargaran.

-Muchachos Bienvenidos!

Winry bajó corriendo las escaleras, estaba vestida con su mono de mecánico y tenía unos lentes para soldar puestos, su reacción al ver a Al fue similar a la de Ed.

-Al, debes comer bien- regañó  después que le explicaron todo- Ed, ve al a cocina y prepara algo nutritivo para tu hermano.

-Lo que mande su alteza-murmuró Ed

-Venga Mei, acompáñame a la habitación de la abuela, estoy segura que hallaremos  algo en su libro de medicina, por lo menos algún té que le pueda ayudar… ¡Niños cuiden de su tío Al!

La abuela Pinako había fallecido un poco luego de nacer Van, había sido un golpe duro, sin embargo la casa Rockbell era tan grande que simplemente dejaron su habitación tal como estaba.

-Como han estado linda?- preguntó Winry mientras buscaba en los libros de tía Pinako.

-Todo marcha por ahora, aunque Al extraña el trabajo

-No me digas que piensa viajar todos esos kilómetros a central diariamente cuando se muden.

El matrimonio Elric-Rockbell vivían en la casa de tia Pinako y justo al lado, sobre los cimientos de la casa  que había pertenecido a Van Hoenheim y a Trisha Elric, se estaba construyendo una nueva casa donde se supone que vivirían Al  y su esposa.

-Al… - dijo Mei con la voz temblorosa- no volverá al trabajo, nos mudaremos aquí pronto.

-Vaya… eso suena como una buena noticia!- dijo Winry entusiasmada, pero luego observo a Mei, la expresión de su cara no decía nada bueno-… pero no pareces feliz.

-Winry…  tienes que prometer que no le dirás a Al que te conté…. Él no quiere que nadie lo sepa.

-El que?- apremió la rubia, sintió una espina clavarse en su corazón porque no parecían ser buenas noticias.

-Al está muy enfermo… los doctores no nos han dado esperanzas.

 

 

-Al está muy enfermo… los doctores no nos han dado esperanzas.


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