Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tu voyeur... por senkein_ankoku

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Disclaimer, quienes conocen esta serie de seguro saben que no es mìa, para quienes no lo hagan, acabo de decirles...

Como nunca he encontrado un fic de One Piece con Zoro siendo el UKE en cualquier relación, pues aquí va mi versión de cómo seria eso, ya se que es raro, tal vez perturbador, un tanto loco, pero tratare de hacerlo creíble...

Por cierto, ¿Quién adivina el nombre de su voyeur?... y por ultimo, supongo que dividiré este fic en tres partes de la misma duración, todo depende si recibo si quiera un solo comentario...

Tu voyeur...


Estoy seguro de que no lo sabes, ni siquiera piensas que sea posible que te ocurra algo como esto, pero debo decirte que yo tengo un vicio oculto, cuando la noche me rodea le utilizo a mi favor para mirarte, sin que me veas tu a mi por supuesto, me pregunto que harías si lo supieras, probablemente matarme, pero mientras que no lo sepas no puedes lastimarme y yo puedo seguir mirándote desde mi escondite.


Llegaron a la isla esta mañana y desde entonces, no he dejado de observarte desde las sombras, puedo decir que eres sumamente descuidado, jugaras conmigo a sabiendas de que me encuentro mirando... tal vez yo soy demasiado hábil en este capricho culpable que me doy cada vez que tengo la oportunidad.


Pero no puedo evitarlo, desde el primer momento en el que pose mis ojos en tu cuerpo supe que te deseaba, no sabes cuanto control tengo sobre mis apetitos para no saltar sobre ti en momentos como este, cuando lentamente comienzas a despojarte de tu ropa.


Con el vapor rodeando tu cuerpo bronceado y curtido, las gotitas de sudor resbalando sobre tu maravillosa figura, cada uno de los músculos en el lugar correcto, las cicatrices marcando los lugares que las espadas tocaron, podría imaginar mis manos como aquellas espadas tocando tu piel, saboreando la especia de tu cuerpo, arrancando leves gemidos que solo yo podría escuchar.


La camisa ha sido lanzada descuidadamente contra la pared del baño sauna, puedo dibujar con mis ojos aquella cicatriz pronunciada que cruza tu abdomen y tu pecho, casi imaginándome que son mis dedos quienes memorizan esa línea que me invita a tocarla, lamerla y disfrutarla.


Lentamente cada una de las prendas caen junto a tu camisa, hasta que por fin te encuentras desnudo sin sospechar de mi presencia en tu territorio y sin saberme mirándote, primero te estiras marcando cada uno de los músculos de tu cuerpo debajo de tu piel morena, simplemente perfecta.


Me recuerdas a un gato antes de saltar sobre un canario, pero respirando hondo cierras los ojos disfrutando del calor rodeándote, una botella de vino te espera en una canasta y con seguridad la terminaras antes de que termines de bañarte.


Sentado en el lugar donde me encuentro no puedo hacer nada mas que imaginarme un lugar para mi dentro de tu vida, un lugar que tengo sin duda, pero no de la forma de la que quisiera tenerlo.


Escuche que cuando conociste al muchacho cerebro de goma te encontrabas atado e indefenso, mataría por haber visto aquel espectáculo con mis propios ojos y no imaginármelo, de haber estado yo en ese lugar me pregunto que hubiera hecho, de seguro aprovecharme de tu estado indefenso para tener mi manera contigo.


Pero como no puedo tocarte me conformo con, simplemente... mirarte, no sabes de tu sensualidad innata, desconoces que tan hermoso eres para una persona como yo, a muchos les gustan las princesas a otros los guerreros, yo prefiero a los guerreros, jóvenes y hermosos.


Tus movimientos siempre me recuerdan un gato salvaje, cada uno de ellos calculados de cierta forma, tu ferocidad en el campo de batalla es única, tu valentía o locura me atrae como una fogata atrae a una polilla, seguro de que algún dia me quemare en tu fuego, pero supongo, habrá valido la pena.


Descorchas la botella de vino sin mucho cuidado y en vez de servirte en una copa, tomas el vino directamente de la botella, cada uno de los tragos provocan que tu manzana de Adán se mueva, adoro ese movimiento que predice a las pequeñas gotitas de vino que se escapan de tus labios, recorriéndolos y pintándolos de rojo, casi como si estuvieran contusionados, ¿serán de ese color cuando han sido besados?, espero que si, moviéndose por sobre tu quijada para caer al suelo, al terminar como siempre ocurre te limpias con el dorso de la mano para después lamer las gotas que este ha recaudado, e imaginándome que es otra clase muy diferente de liquido comienzo a sentir como mis pantalones me aprietan un poco.


De un trago has terminado con la mitad del vino que probablemente robaste de la alacena de ese cocinero estúpido y llevándolo contigo te sumerges en el agua para seguir tomando del elixir rojo, el agua caliente rodea tu cintura sin cubrir suficiente de tu hombría, otro trago de vino derrama otras gotitas que caen sobre tu pecho, estas las ignoras cerrando los ojos, durmiendo inmediatamente.


Son seis de ellas, cuatro de las cuales permanecen en su lugar sobre tu pecho, otra mas cae en dirección del agua recorriendo tu torso perdiéndose poco después cerca de tu ombligo, la ultima por azares del destino, como si siguiera el camino que recorren mis ojos en este momento camina en dirección de una de tus tetillas, cubriéndola de la forma en la que lo harían mis labios.


Relamiéndome mis propios labios, imaginándome el sabor del vino que has terminado sazonado con tu piel me controlo para no limpiar los restos de tu torso, solo yo tengo el derecho de mirarte y solo yo tendré algún dia el derecho de tocarte, mientras tanto esperare.


Siempre duermes con demasiada facilidad, es cuestión de encontrar un lugar relativamente cómodo para después cerrar los ojos, ocurre lo mismo en la cubierta de tu nave, en un poco de pasto y la sombra de un árbol, o como en este momento, en una tina repleta con el agua caliente que enrojece un poco tu piel, cubriendo tu frente con gotas de sudor, casi como si acabaras de tener un orgasmo del cual yo forme parte.


Muchos podrían decir que eres un holgazán, pero he visto la cantidad de ejercicio que haces, me sorprende que aun te mantengas en pie después de esos entrenamientos, pero no me quejo, aquello es lo que ha formado tu cuerpo de Aquiles.


Creo que comienzo lentamente a obsesionarme de ti, mi secreto objeto de deseo, pero quien en su sano juicio no lo haría al conocer a una persona como tu, tu capitán al conocerte supo que deseaba que formaras parte de su tripulación, de esa manera yo supe que deseaba que formaras parte de mi lecho.


Mi lecho, si lo deseara podría obligarte a eso, podría tenerte contra tu voluntad en mi lecho, encadenarte a mi cama con gruesas cadenas, obligarte a aceptarme en tu vida, solo una noche de placer, ¿te rompería con eso?, no deseo averiguarlo, por que si así es, aquello que me fascina estaría muerto, si no lo hago, jamás podría poseerte una segunda ocasión, por que una sola vez no será suficiente.


Como solo verte una vez no fue suficiente para mi, aun recuerdo la primera vez que logre mirarte, caminaba en medio de la noche, disfrutando de la invisibilidad que me brindan las sombras nocturnas, cuando te vi.


Te encontrabas ignorante de los espejos, peinándote sin darte cuenta de que tu reflejo se podía ver a través de la ventana en el otro lado de la calle, me paralice aquella noche, mirando tus movimientos y cuando comenzaste a despojarte de cada una de tus prendas supe que no podría moverme.


Esa fue la primera vez que disfrute de tu falta de atención, la segunda vez fue en un lugar muy distinto, caminabas ignorante al otro lado de la calle al momento de posar mis ojos en tus movimientos felinos, el que no descubrieras que me encontraba mirándote fue toda una sorpresa, como ahora mismo ignoras mi presencia en las aguas termales que funcionan como baño sauna.


Dormido como estas, siempre me pregunto si podría acercarme sin darme a notar, probar tus labios y regresar a mi escondite antes de que me veas, no lo creo, así que me limitare a imaginar que se sentiría hacerlo.


Si me vieras este juego se terminaría, no tengo miedo por mi salud por supuesto, es mas el hecho de que mi manto de sombras no me serviría del todo, no si tu esperas encontrarme cuando te encuentres solo.


Se que no tengo nada de que temer si me encuentras mirándote, soy por mucho más fuerte que tu, pero me daría a conocer y con eso se terminaría cualquier oportunidad de poder contemplarte, si sabes que estoy cerca no dudarías en utilizar tus espadas para hacerme retirar, no deseo que eso ocurra, disfruto demasiado con estos íntimos momentos, así que no interferiré con tu pequeño mundo, no te tocare, no entrare en tu corazón, no te querré, solo te observare.


Soy un voyeur, tu voyeur, querido Roronoa Zoro, supongo que mi obsesión es graciosa, quienes deben ser asechados son los modelos, las actrices, los músicos, no los cazadores de piratas, aunque debería decir mas bien... pirata.


Tu cuerpo se sumerge un poco mas en el agua, tu cabeza recargada en un tronco con un trapo doblado funcionando como almohada, has comenzado a roncar, algo que haces cuando te encuentras profundamente dormido, ¿te he dicho que me recuerdas a un gato?.


Supongo que no, pero te lo repetiré mentalmente, me recuerdas a un gato, pero no uno de esos felinos que tienen como mascotas las señoras mayores, me recuerdas a un tigre o un león, un gran felino, fuerte, poderoso y magnifico, con una belleza masculina difícil de encontrar en otra clase de personas o ambiente, me pregunto si alguno de tus compañeros sabe lo que tienen frente a sus ojos, me parece que no, por su bien, espero que no lo sepan.


¿Te he dicho que tu eres mío?... supongo que no, pero es justo, si yo soy parte de tu sueño es justo que tu me pertenezcas de alguna manera, así que he decidido que serás mío algún dia de estos Zoro.


Tu nombre es casi una caricia entre mis labios, atravesando mis dientes, emergiendo desde el interior de mi cuerpo, disfruto de pronunciar cada una de aquellas letras... las dos silabas que forman tu nombre grandioso.


No se cuanto tiempo llevo mirándote, podrían ser horas, para mi son segundos, estoy a punto de acercarme a ti, cuando repentinamente lo escucho, un sonido de pisadas acercándose, deben ser sandalias, como las que utiliza tu capitán y regreso a la seguridad de las sombras, donde nadie me vera mirarte.


El muchacho de cerebro de goma con sombrero de paja, entra ruidosamente gritando alguna estupidez acerca de estar hambriento, con un grito como ese despiertas por supuesto, pero finges estar dormido para no ser molestado.


Tu capitán sigue gritando, jaloneándote del brazo hasta que abres un solo ojo respondiéndole con demasiada paciencia para mi gusto e impaciencia para cualquier otro que lo escuche - ¿qué quieres? -


¿Cuál era su nombre?, no lo recuerdo, cuando lo escuche la primera vez no era importante para mi saberlo, era simplemente insignificante - tengo hambre Zoro... - te informa infantilmente, tu no reaccionas al principio, pero cuando continua jalándote del brazo le comentas soltándote - pues ve a molestar a ese cocinero idiota, no a mi... -


El muchacho si que es insistente, por que puedo ver como sigue atosigándote, interponiéndose en mi diversión nocturna por primera vez desde que este juego comenzó, solo para decirte - lo se... pero quiero comer contigo... ¿si? -


No le respondes al principio, pero al final optas por obedecer las ordenes de tu capitán idiota, saliendo magníficamente del agua, empapando el suelo alrededor tuyo, el agua escurre de tu musculatura perfecta, dibujándola y acariciándola como si fueran manos, reuniéndose en las cascadas que son tus cicatrices para después resbalar por ellas, hasta tocar el suelo que pisas.


En todo este tiempo ni uno, ni otro hemos logrado dejar de mirarte, cuanta belleza que desconoces que tienes, y reconozco la mirada de tu capitán, es puro deseo, lujuria escondida en esas características infantiles, los mismos deseos que me consumen a mi, lo consumen a él.


Creo que acabo de comprenderlo, aquella vez que te conoció atado e indefenso a esos postes no solo deseó que fueras su espadachín, aparentemente te deseo a ti también, lo he confirmado cuando saliste del agua sin prestarle atención a tu desnudez, ni la mirada del muchacho de goma - ¿por qué no vas a molestar a Nami en vez de a mi Luffy? -


¿Luffy?, así que ese era su nombre, ahora no lo olvidare, maldito mocoso entrometido, algún dia terminare con su vida, pero no hoy, no deseo descubrirme ante ustedes - por que tu eres mi primer compañero... y me gusta comer contigo... vamos a comer un poco de carne -


No le dices que no, como es tu costumbre cedes ante los caprichos de ese mocoso, ignoras la belleza de tu cuerpo Roronoa Zoro, ignoras la mirada asombrada de ese impertinente muchacho, el deseo que se refleja en sus ojos al igual que mi presencia.


No se que piensas cuando te miras en el espejo y si alguna vez lo haces, si supieras lo delicioso que eres, sabrías lo que miran los demás cuando posan sus ojos en ti, lo que piensa ese mocoso cuando te mira vestirte lentamente, sin saber que muero en estos momentos por poder ser él.


Hasta la próxima Zoro, te digo silenciosamente y desaparezco sin que me veas, la próxima vez que nos topamos, es demasiado pronto, aun en la isla donde están abasteciéndose.


Supongo que habrás comido y bebido en compañía de tu capitán, a petición suya, caminan directamente a sus habitaciones sin que nadie los vea, abres la puerta de tu habitación en el motel que alquilaron durante la noche, en ese punto te separaras de tu capitán o eso pienso, pero no, no lo haces.


En vez de eso dejas que entre en tus habitaciones, ambos ríen y cantan canciones desentonadas de borrachos, mi curiosidad gana lo mejor de mi, así que me acerco para mirar un poco mejor lo que ocurre en el interior de tu habitación, a sabiendas que puedo darme a conocer.


Estas sentado en la cama y el muchacho camina revisando toda tu habitación, sonriendo estúpidamente cuando ve un espejo de cuerpo entero en donde comienza a hacer muecas que supongo piensa que son divertidas.


Yo por mi parte, me cuido de no ser reflejado por el espejo que me ayudo a admirarte en la mañana, escuchando como le preguntas bostezando sin prestarle atención a la estupidez de tu capitán - espero que estés contento capitán, perdí un buen baño y un muy buen vino solo por tu culpa y estoy seguro de que jamás volveremos a entrar a ese lugar en lo que nos queda de vida -


¿Tu capitán?, ese muchacho no merece ser llamado capitán, no cabe en la descripción de uno, ni merece disfrutar de tu compañía.


No se que habrán hecho, estoy seguro de que ese muchacho tuvo la culpa de lo que ocurriera y me da la razón respondiéndote, rodeándote con sus brazos de goma como si fueran cuerdas - solo tenia hambre -


De una cosa estoy seguro, tu capitán es el maestro de los pucheros - ¡tu siempre tienes hambre...! -


No entiendo como lo soportas, por que lo obedeces, ni siquiera por que te uniste a él en primer lugar - si... pero... solo tenia hambre -


Y es un completo estúpido, que tiene sus brazos envueltos alrededor de tu cuerpo, contigo permitiéndolo sin siquiera molestarte - ¡eso ya lo dijiste! -


Comienzas a exasperarte en ese momento y cuando repite - pero... solo tenia hambre Zoro... - terminas gritándole - ¡ya lo dijiste! -


Seria esperar demasiado que en ese momento lo corrieras de tu cuarto, en vez de eso, el muchacho acerca su rostro al tuyo con sus labios estirándose de una forma ridícula para intentar besarte, en ese momento te das cuenta que sus brazos rodean tu cuerpo y le dices sin siquiera incomodarte - aquí no Luffy... -


¿Aquí no Luffy?, eso quiere decir que ese mocoso te ha besado antes, no deseo creer lo que acabo de escuchar, pero esa es la única explicación lógica, nunca lo hubiera pensado, pero... ¿fuiste tu quien comenzó esta ridícula relación?, tu eres demasiado magnifico para que ese gusano estúpido llame tu atención - ¿por qué no?... dijiste que solo deseabas tomar un baño... -


No lo entiendo, simplemente no lo entiendo, es absurdo, completamente absurdo - que no dejaste que tomara -


O... ¿fue él quien comenzó con esta farsa?... la que deseo pensar que juegas solo por que es tu capitán, ¿será la misma clase de relación que existe entre Shanks y Ben?, por todos los demonios del mar espero que no sea de esta forma - por que tenia hambre... aun tengo hambre Zoro -


Te ríes de su comentario estúpido, ¿por qué?, ¿qué tiene de gracioso que repita esa frase?, una y otra vez hasta el infinito - acabas de comer Luffy -


¿Qué es esto que siento?, serán celos, es gracioso, nunca había sentido celos antes y ahora por quien los siento es por alguien que es por mucho inferior a mi, tu capitán responde soltándote por fin, algo que en silencio agradezco - no tengo esa clase de hambre... -


Ni uno ni otro mocoso, espero pacientemente por tu respuesta y en este momento debería irme, pero esto le ha agregado pimienta a mi diversión, tu te acercas a la ventana, por momentos un escalofrió recorre mi columna temiendo que puedas verme - no se Luffy... tengo un extraño presentimiento... pero no puedo señalar que -


Yo se que es, te has dado cuenta de que te observo, tus sentidos como espadachín te lo están gritando fuerte y claro, pero los ignoras al no darte cuenta de tu propio atractivo, descartas la posibilidad de que alguien te observe sin el deseo de comenzar un duelo contigo - ¿acaso estas enfermo Zoro?... ¿tienes fiebre?... ¿llamo a Chopper? -


Muchacho estúpido, piensas arruinar una oportunidad de estar solo con él llamando a alguien más, pero anda, ve y llámalo para que por fin le quites tus sucias manos a mi Zoro - eres un idiota Luffy -


Concuerdo contigo perfectamente - dije que tenia un mal presentimiento, no que me sentía mal... ¿no conoces la diferencia? -


No creo que lo haga, su rostro sonríe riéndose de su propia estupidez para después saltar a la cama como un niño pequeño diciéndote, estirando uno de sus brazos, el cual rodea tu cintura y te lleva a la cama con él - cuando te sientes mal estas enfermo y cuando tienes un mal presentimiento no... si conozco la diferencia -


Y te besa, coloca sus labios en los tuyos, respondes por supuesto, es en ese momento que decido que he visto suficiente, me encuentro enfermo solo de pensar lo que ocurrirá poco después entre ustedes dos.


Al alejarme, una meta se coloca en mi mente y se que no descansare hasta cumplirla, deseo a ese muchacho muerto, no te compartiré con nadie.


Nos volvemos a cruzar meses después, ustedes dos se encuentran solos caminando en un pueblo cerca del mar, tu capitán mantiene una pierna de cordero en su mano, la cual come como si fuera una paleta, es repugnante.


Tu lo sigues sonriendo, una sonrisa que supongo solo puede sacarte ese mocoso, no la he visto en tu rostro en otro momento sin su compañía desagradable, los sigo lentamente, cuidándome de no ser visto por ustedes, ambos se detienen cerca de la playa.


Tu te sientas en la arena, cerca de una palmera con los brazos detrás de tu cabeza, tu capitán se moja los pies en el agua, unos metros mas y no estaría mas con ustedes, seria demasiado tentador empujarlo, pero también demasiado estúpido.


Tu capitán salpica agua con los pies en tu dirección mojando tu camisa, marcando ese fabuloso tórax, cada uno de tus músculos se pegan a la tela blanca y tu le gritas furioso - ¡detente Luffy! -


Luffy salta en tu dirección, acomodando su cabeza en tus piernas comentándote, cubriendo su rostro sonriente con su sombrero de paja - ¿estaba pensando?... ¿lo sabias? -


Arqueas una ceja preguntándole al mismo tiempo que arrebatas su sombrero de paja y lo colocas en tu cabeza para cubrirte del sol- ¿una experiencia nueva para ti capitán? - tus dedos se enredan en su cabello oscuro sonriendo poco después al ver como comienza a hacer una clase de puchero - ¡estaba hablando en serio! -


Suspiras hondamente, yo me acerco un poco mas para escuchar que es lo que dirá tu capitán sin esperar lo que sale de su boca, como estoy seguro de que tu no lo haces tampoco, la sorpresa se grava en tus facciones - Sanji me dijo que necesitaba una reina... y ya se quien será cuando me convierta en el rey de los piratas -


Eso es interesante, me pregunto quien será su reina - ¿y quien será Luffy?... ¿Nami?... los dos se llevan muy bien... - preguntas como si no te importara, pero no puedes esconder tus verdaderos sentimientos de mis ojos, no cuando me he gravado en la memoria cada uno de ellos.


Puedo ver tristeza reflejada en tus ojos cuando esperas la respuesta, en verdad amas a ese mocoso, no puedo creerlo, esto no esta bien, él es solo un muchachito torpe, tu eras y eres un guerrero con un nombre antes de que te unieras a ellos, demasiado perfecto para estar con él - no, ella es casi como una hermana para mi... ¿quisieras ser mi reina Zoro? -


Maldito mocoso, no tengo por que soportar esto, debería irme, pero no lo haré, he esperado suficiente tiempo para que ahora tu te lo robes, nunca fue mío, pero estoy seguro que algún dia se acostumbrara a mi, o le obligare a cumplir su palabra de alguna manera.


No les doy tiempo para responder, tu eres el primero en escuchar mis movimientos y tomando tus tres espadas gritas en mi dirección - ¡Da la cara!... ¡se que te encuentras ahí!... -


No te haré esperar más mi querido Zoro y espero que no te arrepientas por esto, tu mirada es preciosa cuando te das cuenta de quien soy, espero que sea aun mejor cuando sepas lo que deseo de ti, mi fuerte, salvaje y hermoso guerrero...


Fin por el momento...

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).