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Si supieras Puppyshipping por LizzieVidal

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Notas del fanfic:

Ni Yu-Gi-Oh! Ni ninguno de sus personajes me pertenecen, estos pertenecen al gran maestro Kazuki Takahashi, ni las canciones utilizadas, estas corresponder a Mägo de Oz y a su respectivo autor. :3

 

 

Notas del capitulo:

Ni Yu-Gi-Oh! Ni ninguno de sus personajes me pertenecen, estos pertenecen al gran maestro Kazuki Takahashi, ni las canciones utilizadas, estas corresponder a Mägo de Oz y a su respectivo autor. :3

 

¡Konnichiwa minna! Bien, hoy les traigo este lindo fic que basé en la canción "Si supieras" de Mägo de Oz, que use las canciones de ellos en un fic ya no es raro x'D notese cuanto amo a la banda :$$

Bien espero que les guste esta pequeña historia, tenía tiempo que la quería hacer y hasta hoy la vi terminada :') un logro más, okay no jaja.

Bueno, sin más, los dejo disfrutar de este pequeño fic y nos leemos en las notas finales :3

PD: Recuerden pasar a dar like a mi página en Facebook https://www.facebook.com/LizzieVidal0809/ Me encanta interactuar con todos ustedes *¬* se los prometito, es tan kawai *u* además les comparto fragmentos de vídeo de escenas Puzzleshipping de la serie en la versión original :$$ por aquellos que luego no pueden encontrar las escenas en japonés, en mi página ya hay varios vídeos :3 También les comparto imágenes y cosillas así n.n así que los espero por allá para ponernos más en contacto n.n

 

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Hacía tres semanas que el tercer mejor duelista del mundo Jonouchi Katsuya había terminado su relación con Seto Kaiba el CEO dueño de Kaiba Corp, ¿la cuestión…? El castaño se la pasaba celando demasiado al oji-miel y este ya no lo soportaba, las cosas entre ellos estaban empezando a volverse un martirio, el rubio no podía salir a ningún lugar debido a que el oji-azul pensaba que este podría encontrarse con alguien más y su orgullo no le permitiría esto.

A pesar de que Jonouchi amaba con locura a su neko la situación se estaba volviendo algo difícil de soportar, se sentía mal de que Seto no confiara en él, ya no eran niños de 15 años, ya eran hombres que pensaban correctamente y por eso el rubio sabía que si estaba junto al castaño era porque realmente estaba enamorado de él.

Un día mientras el CEO salió de viaje a Osaka por trabajo el oji-miel aprovechó para recoger todas sus cosas de casa del oji-azul para irse de una vez, no quería hacerlo, pero ya no había más, debía escapar de las garras del tonto neko antes de salir más arañado y lastimado.

Antes de irse dejó en la cama todas las cosas que el oji-azul le había regalado junto a una carta de despedida donde le explicaba que la situación se había tornado insoportable, que tenía que dejarlo para que él encontrara otra persona en la que si confiara y que no pensara en buscarlo porque no lo encontraría.

Tres días después cuando el castaño regresó a su casa se dio cuenta de que su cachorro no estaba por ninguna parte, subió a su cuarto y encontró las cosas que le había regalado junto a la carta, este se sentó en el borde de la cama y comenzó a leerla en silencio, la carta decía así:

“Hola tonto neko…

Esta es la última vez que voy a llamarte así, digo, si ya no estaré a tu lado no tiene caso seguirte recordando ¿o sí? Sabes… de un tiempo acá las cosas entre nosotros se tornaron un tanto difíciles, no entendía por qué, ¿acaso hacía algo mal para que desconfiaras de mí?, ¿acaso no era bueno para ti?, pues discúlpame por pensar que si, espero que algún día encuentres a alguien que te haga feliz y en la que si puedas confiar, alguien que no sea como yo, espero que la nueva persona que encuentres sea bueno con Moki, ¡Ra! Eso es lo que más me duele, separarme del chibi, a él tampoco le dije nada, salí mientras él había salido a casa de un amigo a hacer tarea, espero que me perdone por irme de esta manera, pero ya no podía seguir soportando un minuto más, no quiero que pienses que me fui porque ya no te amo, no, no es eso, me fui para dejarte ser feliz con alguien que te aprecie y te pueda hacer verdaderamente feliz, no cómo yo que no sé hacerlo porque como sabes vengo de una familia rota y toda mi vida tuvo que estar solo, tú al menos siempre tuviste el apoyo y el cariño del chibi para seguir adelante, pero yo no, tal vez por eso no soy bueno para ti y por eso pensabas que en cualquier momento podía traicionarte… Espero que sigas siendo tan irritante y egocéntrico como siempre, quien te quiera debe aceptar esos defectos tuyos que yo amaba, no quiero seguir alargando esta carta y aplazando esta despedida, no intentes buscarme que no me vas a encontrar, me iré lejos en busca de una nueva vida y no Kaiba, no me iré con nadie más, ni iré a buscar a alguien, yo sí sé querer de verdad y le seré fiel a tu recuerdo, creo que esa es la ventaja de que me dijeras cachorro, siempre fui tu perro fiel pero creo que eso nunca lo notaste o tal vez solo no quisiste hacerlo, sin más me despido, cuídate mucho y cuida al chibi, los amo con todo mi corazón a los dos, espero que sean muy felices.

Por siempre tuyo, Jonouchi Katsuya.”

 

Cuando el castaño terminó de leer la carta se sintió impotente e idiota, tan grande había sido su estupidez para no darse cuenta de cómo se sentía su carrocho… se sentía el peor hombre sobre la faz de la tierra.

Antes de cualquier cosa decidió buscar a Mutou, él como mejor amigo de su cachorro debía de tener una idea de lo que su cachorro había pensado.

Tomó uno de sus autos y manejo rápidamente hasta la casa de los tricolores, cuando llegó a esta bajo rápidamente y golpeó insistentemente la puerta, al abrir la puerta salió el tricolor mayor a recibirlo.

Yami: Kaiba ¿A qué debemos tu visita? –Mencionó el tricolor mayor serio.

Seto: Necesito hablar con Mutou –Dijo perdiendo la calma que siempre lo caracterizaba.

Yami: Ahh, espera –Dijo el oji-rubí asomándose dentro de la casa –¡Koi, Kaiba te busca! –Gritó para que el tricolor menor lo escuchara.

Yugi: ¡En seguida bajo koi! –Gritó el oji-amatista dentro de la casa, después de unos segundos bajó y se paró a un lado de Yami en el umbral de la puerta –Kaiba-kun ¿qué se te ofrece? –Preguntó el tricolor menor con una sonrisa sincera.

Seto: Katsuya. ¿Dónde está? –Preguntó sin más.

Yami: No hemos sabido nada de Jonouchi desde hace algún tiempo –Dijo el tricolor mayor sin dejar hablar a su koi.

Seto: Yugi, tú eres el mejor amigo de Katsuya, ¿en verdad vas a decirme que no sabes nada de él? –El pequeño tricolor solo asintió con su cabeza sin decir palabra alguna –De acuerdo, lo entiendo –Dijo dándose la vuelta, se subió a su auto y se fue manejando muy rápido.

Ambos tricolores entraron a la casa soltando un gran suspiro.

Yugi: Jonouchi-kun puedes bajar… Kaiba-kun ya se fue –Dijo cerrando los ojos pesadamente.

Jonouchi: Muchas gracias por cubrirme amigos –Dijo algo triste.

Yami: No crees que lo mejor sería hablar con él en vez de engañarlo con la idea de que te fuiste lejos –Dijo el tricolor mayor serio.

Jonouchi: ¿Y qué caso tiene? –Preguntó poniendo su rostro entre sus manos –De igual manera él no confía en mí y una relación sin confianza no sirve para nada –Dijo ahogando su voz entre sus manos.

Yugi: Cómo quiera deberías hablar con él –Mencionó el tricolor algo preocupado por su amigo.

Mientras el rubio permanecía en casa de los tricolores  el CEO había regresado a su casa, se sentía deshecho, desconfiaba de las palabras de los tricolores por primera vez en su vida, pero sabía que si le habían dicho que no sabían nada de su cachorro era porque seguramente éste se los había pedido así.

El castaño quería ver a su cacorro y pedirle perdón por haber sido tan ingenuo, tan inseguro, quería explicarle que simplemente tenía miedo de perderlo, que nunca se había enamorado y que por esta razón no sabía muy bien cómo hacer para no perderlo y que por eso mismo se comportaba de esa manera, que el miedo lo hacía un paranoico y solo era él tratando de no perderlo.

Las semanas pasaban rápidamente y el castaño no quería nada, se sentía triste y mayor era su tristeza cuando su pequeño hermano le preguntaba sobre el rubio y este no sabía que responder.

Mokuba: Nii-sama –Dijo el pequeño peliazabache entrando al despacho del CEO.

Seto: ¿Qué pasa Moki? –Preguntó extrañado dejando unos papeles que tenía en su mano a un lado sonriéndole cálidamente.

Mokuba: ¿Cuándo volverá Jono? –Preguntó triste.

Seto: Lo siento Moki, yo… no puedo responderte eso –Respondió con su cabeza agachada sintiendo que su corazón se le partía en dos.

Mokuba: ¿No crees que ya es hora de que me digas qué es lo que pasó? –Preguntó triste, Seto volteó a verlo sorprendido –Yo sé que Jono no está de viaje, aunque él trataba de que no lo notara muchas veces pude notar su semblante triste y varias veces lo escuché llorando en su habitación –Mencionó cabizbajo.

Seto: ¿Tú lo notaste? –Preguntó asombrado mientras el peliazabache solo asentía como respuesta –Mokuba ¿por qué nunca me dijiste? –Preguntó serio.

Mokuba: No pensé que se tratara de algún problema entre ustedes, pensé que extrañaba a Shizuka-chan o algo así –Dijo ocultando sus ojos en su flequillo, el castaño solo respiró hondo.

Seto: Ya veo –Dijo triste –El problema fue que no supe confiar en Jonouchi –Dijo sintiéndose mal por ello –Yo fui él que lo orilló a marcharse –Dijo intentando contener sus lágrimas mientras mordía su labio inferior.

Mokuba: Vamos a buscarlo nii-sama –Dijo el peliazabache llegando al lado del castaño con varias lágrimas cayendo de sus ojos.

Seto: No servirá de nada –Dijo triste –Ya lo intenté y no pude encontrarlo –Dijo sintiéndose impotente.

Mokuba: No perdemos nada con intentarlo –Dijo aferrándose al brazo del castaño llorando, el oji-azul se sintió mal al verlo así y decidió hacerle caso.

Seto: Sí no perdemos nada –Dijo sonriéndole sinceramente al chibi, este solo asintió con una gran sonrisa.

Después de un pequeño rato fueron a buscar al rubio a los lugares donde este frecuentaba, pero en ninguno pudieron dar con él, Seto se sentía más triste a cada momento y el chibi por igual, ambos iban perdiendo poco a poco la esperanza de ver al rubio.

Cuando se llegó la tarde el pequeño pelinegro estaba en silencio, no había dicho palabra alguna desde hace algún rato, sentía su corazón pesado, extrañaba tanto al oji-miel.

Mokuba: Nii-sama, ¿puedes dejarme ir a casa de Yugi? –Preguntó triste después de un rato, al castaño esto le extrañó pero accedió sin más.

Seto: De acuerdo, ahorita iremos para allá –Le respondió algo afligido.

A los minutos ya estaban enfrente de la casa de los tricolores.

Mokuba: ¿Puedo ir yo solo? –Preguntó triste, antes de bajarse del auto.

Seto: ¿Qué?, ¿por qué quieres ir solo? –Preguntó más extrañado aún.

Mokuba: Solo quiero hacerlo, quiero hablar con Yugi –Dijo triste.

Seto: Bueno, entonces ve –Dijo sin más –Te esperaré aquí –Dijo sintiendo pesado su corazón, ¿de qué podría hablar su hermano con el tricolor menor?

El pequeño peliazabache bajó del auto y caminó pesadamente hasta la entrada de la casa de los tricolores, toco dos veces la puerta y a los segundos salió el pequeño tricolor para ver quién era.

Yugi: Mokuba-kun, hola –Dijo sonriéndole cálidamente.

Mokuba: Hola Yugi –Dijo algo afligido sonriéndole levemente al tricolor -¿Puedo pasar? –Preguntó cabizbajo.

Yugi: Claro –Le dijo haciéndose a un lado para dejarlo pasar.

Mokuba: Gracias –Dijo entrando, el pequeño oji-amatista volteo a ver al castaño que se encontraba dentro del auto, el CEO solo asintió en modo de saludo y el tricolor hizo lo mismo y cerró la puerta para ir a ver a al peliazabache.

Yugi: Pasa a la sala –Dijo sonriéndole cálidamente.

Mokuba: Si –Dijo asintiendo.

Yami: Koi puedes… ¿Eh? Hola Mokuba –Saludó el tricolor mayor llegando a la sala.

Mokuba: Hola Yami –Dijo sonriéndole levemente.

Yugi: Bien ¿y qué es lo que te trae por aquí? –Preguntó el oji-amatista sonriéndole.

Mokuba: Por favor… –Dijo comenzando a llorar –Por favor Yugi… Yami –Díganle a Jono que quiero verlo –Dijo comenzando a llorar aún más.

Yami: Pero Mokuba… Nosotros no… -Comenzó a decir pero fue interrumpido por el chibi.

Mokuba: Yo sé que ustedes saben dónde está –Dijo sin más –Quiero decirle que lo extraño mucho… No saben la falta que me hace –Dijo triste –Mi nii-sama también lo extraña mucho, lo hemos buscado hasta el cansancio y aún no podemos dar con él –Dijo levantándose del pequeño sillón en el que estaba –Por eso les pido a ustedes que le digan que me deje verlo, si no quiere ver a mi nii-sama al menos que me deje verlo a mí, quiero decirle que lo quiero y que regrese, que las cosas no son las mismas desde que él se fue, la casa perdió su luz desde que él ya no está –Mencionó aun llorando –Mi nii-sama lo necesita, yo lo necesito, Jono es nuestra felicidad.

Mientras el chibi hablaba los tricolores sentían un gran pesar en su corazón al verlo llorar, el rubio que permanecía en casa de los tricolores se encontraba tras la puerta que daba entre la cocina y la sala escuchando al peliazabache, su corazón se sentía triste, él también los extrañaba, él quería regresar, pero sabía que no era algo viable, al escuchar que el chibi dijo que él era la felicidad de ambos comenzó a llorar, realmente le dolía estar lejos de su neko y del chibi pero qué podía hacer, seguía pensando que Seto necesitaba a una persona en la cual confiar y no a alguien como él.

Yugi: Mokuba-kun –Mencionó el pequeño tricolor triste al ver al chibi –Yo hablaré con Jonouchi-kun para que pronto puedas verlo –Dijo decidido.

Mokuba: ¿En serio? ¡Muchas gracias Yugi! –Dijo impulsándose hacia el oji-amatista para abrazarlo fuertemente mientras más lágrimas salían de sus ojos.

Yugi: De nada –Dijo sonriéndole cálidamente.

Después de un pequeño rato el chibi salió de casa de los tricolores más animado encaminándose para ir a ver a su hermano, cuando estos ya se habían marchado salió el rubio de la cocina muy triste y con algunas lágrimas secas en su bello rostro.

Yami: Ves porque te digo que debes hablar con Kaiba –Le dijo el tricolor mayor un poco serio.

Yugi: Al menos habla con Mokuba-kun –Dijo el oji-amatista algo cabizbajo –Kaiba-kun no es el único que está sufriendo por tu partida –Dijo levantando su mirada para verlo.

Jonouchi: Lo sé, ahora me doy cuenta –Dijo triste –Por mientras quiero ver a Moki –Dijo al final, ambos tricolores sonrieron asintiendo.

Yami: Yo le llamaré a Mokuba mañana para que venga a verte aquí –Dijo sonriéndole, el rubio asintió más animado.

En el camino a la mansión Kaiba el pequeño peliazabache iba más feliz y el castaño lo noto, pensó que tal vez él si había podido hablar con Jonouchi.

Seto: Moki ¿pasó algo? –Preguntó extrañado, esperando lo mejor.

Mokuba: No mucho nii-sama, pero Yugi dijo que hablaría con Jono para que pudiera verlo –Dijo con una gran sonrisa.

Seto: ¿De verdad? –Preguntó sorprendido.

Mokuba: Si –Dijo feliz, en ese momento el oji-azul pensó en que hacer, Jonouchi no iba a querer verlo a él, solo a Moki, así que tenía que hacer algo para poder llegar a él -¿Te pasa algo nii-sama? –Preguntó viendo el semblante perdido de su hermano -¡Nii-sama! –Gritó sacando al castaño de sus pensamientos.

Seto: Lo siento Moki, estaba pensando en algo –Dijo volteando a verlo con una ligera sonrisa.

Mokuba: ¿En la manera de llegar a Jono? –Preguntó con una sonrisa, Seto lo miró sorprendido, el chibi no era nada tonto.

Seto: Si… -Dijo finalmente.

Mokuba: Escríbele una carta –Dijo sin más el peliazabache.

Seto: ¿Una carta? ¿Crees que funcione? –Preguntó dudoso.

Mokuba: Si no quiere verte, ni hablarte, entonces es lo mejor que puedes hacer –Dijo sonriéndole cálidamente.

Seto: Tienes razón Moki –Dijo sonriendo –Eso haré –Dijo decidido, el chibi solo asintió sonriendo.

Al llegar la noche, el CEO trataba de trabajar en el siguiente proyecto que desarrollarían en Kaiba Corp pero no podía concentrarse, pensaba en que podría escribir en una carta, nunca había escrito una y menos en la que expresara sentimientos, sin saber muy bien como comenzarla tomo una hoja blanca y un bolígrafo de punta fina y comenzó a escribir buscando las palabras adecuadas.

Después de varias horas en las que no había podido escribir una carta decente y muchas hojas botadas a su alrededor se rindió, se levantó de la cómoda silla de su escritorio y dio algunas vueltas alrededor, terminó recargado en la ventana, mientras miraba el firmamento lleno de estrellas recordó los ojos brillantes de su cachorro y sintió un gran pesar en su corazón, ya era de madrugada y ese era el momento correcto, volvió a su escritorio y se sentó en su silla buscando una nueva hoja para escribir.

Después de un rato la leyó y reviso que estuviera correctamente bien escrita, al darse cuenta que era perfecta busco un sobre en el que metió la hoja doblada y escribió un remitente y un destinatario.

Al día siguiente el tricolor mayor le llamó al pequeño Mokuba para avisarle que podía ir a ver a Jonouchi a su casa, que él lo estaría esperando ahí, al escuchar eso el pequeño Mokuba se sintió muy feliz y fue corriendo a ver a su hermano para avisarle.

Mokuba: Nii-sama, podré ver a Jono hoy en casa de Yugi –Dijo entrando a la habitación de su hermano alegremente.

Seto: ¿De verdad? –Preguntó con una gran sonrisa.

Mokuba: Si –Dijo feliz –¡Vamos ya! Jono me estará esperando –Dijo jalando a su hermano del brazo para partir de una vez a casa de los tricolores.

Seto: Esta bien, vamos ya –Dijo sonriendo –Solo tengo que pasar por algo al despacho –Dijo sonriendo, Mokuba asintió feliz y espero unos momentos para que su hermano fuera por lo que necesitaba.

Después de un pequeño rato ambos se encontraban en camino a casa de los tricolores, tanto el castaño como el peliazabache estaban felices, era una oportunidad de recuperar a Jono en sus vidas y eso era lo único que importaba.

Al llegar el CEO le entregó la carta al chibi y le pidió que se la entregara al rubio, el chibi asintió feliz y salió del auto encaminándose a su encuentro con Jonouchi.

Al tocar la puerta esta vez fue Yami el que lo recibió.

Yami: Hola Mokuba –Dijo sonriéndole.

Mokuba: Hola Yami –Dije feliz.

Yami: Pasa, te esperan en la sala –Dijo haciéndose a un lado para dejar entrar al chibi, este solo asintió y pasó hasta la sala encontrándose cara a cara con el rubio.

Mokuba: ¡JONO! –Gritó corriendo para abrazar al oji-miel con algunas lágrimas en sus ojos.

Jonouchi: Hola Moki –Dijo correspondiendo el cálido abrazo.

Mokuba: ¿Por qué te fuiste? –Preguntó con lágrimas en sus ojos aferrándose más al oji-miel -¿Ya no nos quieres? –Preguntó triste.

Jonouchi: Por supuesto que los quiero chibi –Dijo acariciando suavemente el cabello del peliazabache.

Mokuba: ¿Ya no regresarás? –Preguntó más triste aún.

Jonouchi: Yo… No creo Moki –Dijo sintiendo un gran peso en su corazón.

Mokuba: Pero Jono, mi nii-sama, está arrepentido –Dijo mirándolo fijamente –Él te ama y quiere que regreses con nosotros –Al escuchar esas palabras el corazón del rubio se rompió un poco más.

Jonouchi: Moki… -Dijo mirándolo fijamente, los ojos del rubio estaban temblando levemente.

Moki: Si no me crees lee esto –Dijo sacando la carta que le había dado el oji-azul, el rubio la tomó y la observó detenidamente –¿No vas a leerla? –Preguntó cabizbajo.

Jonouchi: ¿Estará bien que la lea ahora? –Preguntó dudoso.

Mokuba: No pierdes nada –Dijo sonriéndole cálidamente limpiando las lágrimas de sus ojos, el oji-miel solo suspiro hondo y comenzó a abrir lentamente la carta bajo la mirada del peliazabache y los tricolores.

El rubio saco la hoja del sobre y comenzó a leerla, esta decía así:

 “Hola cachorro…

Hace tiempo que no sé de ti, hace tiempo que no sé muy bien quién pintó de soledad las paredes de mi habitación. ¿Dónde estás, cielo?, ¿dónde estás? Pues te busco entre mi ayer, pinto cada amanecer con lágrimas sobre mi piel, duele más que tu frialdad la pena de no saber de ti, tengo sed de beber tu voz aunque este muda de amor. Amor dime dónde están esos ojos que robé para en ellos navegar, pues en ellos encontré mi mar. Amor dime si es verdad que hay un sitio para mí, desde que me dejaste mi condena tengo que cumplir, y otra vez he vuelto a perder esa sonrisa al amanecer, despertar oliendo tu piel antes de hacer el amor. 

Si supieras las noches que robo al olvido pensando en ti, si supieras lo roto que me has dejado el corazón, y a pesar de que duele, te juro que trato de estar sin ti, cómo el mar, tus ojos eran donde naufragar. 
La piel que hoy habita en mí está hecha de besos, está hecha de ti, tu pelo me recordó que existen sogas de amor.

Sé que siempre fui un tonto, que no pude valorarte correctamente, no, solo era yo siendo tan tonto como para no darme cuenta que en vez de asegurarte a mi lado estaba perdiéndote cada día un poco más, perdóname por ser tan idiota para no entender que te estaba haciendo daño, lo único que quería era tenerte conmigo por siempre y mira ahora lo que provoqué, que tú decidieras irte de mi lado por pensar que no confiaba en ti, jamás pensé eso, lo que pasaba era que tenía miedo de perderte, es la primera vez que me enamoro y por eso no sé cómo se debe actuar correctamente, pensé que estaba haciendo lo correcto, pero me equivoqué, te amo y siempre te voy a amar, mi corazón se cerró exclusivamente para ti, no me pidas que encuentre a alguien más porque tú eres el único, el perfecto y el indicado para mí, espero que entiendas que solo soy un idiota enamorado que no sabe hacer las cosas bien, quisiera que regresaras a casa, Moki te extraña, yo te extraño, sin ti no somos los mismos, al irte tú te llevaste nuestra alegría y solo contigo regresará, no espero que me perdones de buenas a primera, pero espero que algún día puedas hacerlo.

Esta carta llega a su fin, me despido, cuídate, aunque te olvides de mí, no te olvides de vivir. ¿Dónde estás?  Pues mi recuerdo se ha echado a llorar.

Nos pertenecemos, Seto Kaiba.”

 

Al terminar de leer la carta el rubio no podía contener las lágrimas, si todo era así entonces él también había sido un idiota por no darse cuenta de que lo único que su neko trataba de hacer era no perderlo.

Jonouchi: Moki… ¿Seto está afuera? –Preguntó con la voz entre cortada.

Mokuba: Si –Dijo el chibi con una gran sonrisa.

Jonouchi: Vayamos a verlo –Dijo sonriéndole cálidamente limpiando una de las lágrimas que bajaban por su mejilla, el chibi asintió encantado y tomó al rubio de la mano para llevarlo donde el castaño, los tricolores se miraron entre si y se sonrieron al saber lo que pasaría.

Al salir de la casa el rubio se paró un momento mirando al castaño dentro del auto, este se miraba pensativo, al sentir una mirada sobre él volteó y al ver al oji-miel salió rápidamente del auto en busca de él.

Seto: Cachorro –Dijo llegando frente a él con una mirada arrepentido.

Jonouchi: Sigues siendo el mismo neko tonto –Dijo sonriéndole cálidamente.

Seto: Cachorro –Volvió a pronunciar con sus ojos temblando levemente abrazando con mucha fuerza al rubio por inercia –Perdóname por todo, prometo cambiar y ya no ser tan estúpido –Dijo suplicantemente.

Jonouchi: Ya te perdone neko –Dijo separándolo un poco de él para mirarlo a los ojos –Yo también los extrañaba a ustedes, mis dos amores –Dijo volteando a ver a Moki para atraerlo hacia ellos para que se uniera a un nuevo abrazo.

Mokuba: De nuevo somos una familia –Dijo emocionado.

Seto: Así es y así será por siempre –Dijo feliz sonriéndole al peliazabache.

Jonouchi: Si, como siempre chibi –Dijo mirando al pequeño Mokuba con una linda sonrisa.

Mokuba: ¿Entonces regresarás a la casa con nosotros? –Preguntó feliz.

Jonouchi: Solo si este tonto neko quiere –Dijo mirando al castaño.

Seto: Eso no se pregunta cachorro, y en caso de que no quieras volver me veré en la necesidad de secuestrarte y no dejarte escapar nunca –Dijo mirando fijamente al rubio a los ojos, este solo rio y asintió.

Los tricolores miraban la linda escena desde el umbral de la puerta de su casa con una sonrisa, les era lindo ver que el “neko” y el “cachorro” ya hubieran arreglado sus diferencias.

El rubio regresó a donde los tricolores para agradecerles todo lo que habían hecho por él en esas semanas.

Jonouchi: Chicos, son los mejores amigos, gracias por dejarme quedarme en su casa y ayudarme en todo –Dijo sonriéndoles feliz.

Yami: De nada Jonouchi, para esos son los amigos –Dijo el oji-rubí sonriendo.

Yugi: Así es, siempre puedes contar con nosotros –Dijo el oji-amatista con una cálida sonrisa.

Jonouchi: Volveré con Seto y Moki, no quiero volver a estar alejado de mi familia –Dijo volteando a ver a los mencionados con una mirada ilusionada.

Yugi: Suerte Jonouchi-kun –Dijo feliz.

Yami: Ey Kaiba, más te vale que lo cuides y lo trates bien –Dijo al castaño con una sonrisa.

Seto: Lo haré con mi vida –Dijo orgulloso.

Jonouchi: Hasta luego chicos –Dijo despidiéndose, los tricolores asintieron con una sonrisa haciendo ademanes de despedida.

El oji-amatista estaba recargado sobre su yami mirando con una sonrisa cómo se alejaban el castaño, el rubio y el peliazabache.

Al llegar a la mansión Kaiba todos recibieron al rubio como si se tratara de un mismísimo rey, cada uno de los que conformaban la servidumbre también habían sentido la falta del rubio.

Jonouchi: ¡De vuelta en casa! –Exclamó sonriendo enormemente mientras daba una vuelta sobre su propio eje.

Seto: Tu bella sonrisa le hacía falta para que volviera a haber luz –Dijo el castaño acercándose a él para tomarlo por la cintura y jalarlo hacia él.

Jonouchi: Te amo neko tonto –Dijo tomando al castaño de las mejillas mirándolo fijamente.

Seto: Y yo te amo a ti cachorro –Dijo antes de que el rubio uniera sorpresivamente sus labios en un dulce y suave beso.

Mokuba: ¡Por fin todo es como antes! ¡Soy feliz! –Exclamó emocionado viendo a su hermano y a su cuñado.

Seto y Jonouchi voltearon a ver con una sonrisa al peliazabache atrayéndolo hacia ellos para volver a abrazarse una vez más, la familia Kaiba una vez más estaba completa y si Ra lo quería ya nunca volvería a separarse.

Notas finales:

Canción utilizada en el Fanfic:

"Si supieras" Mägo de Oz: https://www.youtube.com/watch?v=m43AFFMaKUU

¡Veanlooooo! es un AMV de Inuyasha y me enamoró.♥ :')

Bueno, ahora si... ¡Konnichiwa minna! Bien, espero que este pequeño fic les haya gustado *u* a mí me encantó :') le puse corazón a esta historia, bueno... como a todas las que hago y así, espero que les haya gustado en verdad, también espero que les haya gustado la canción, esta bonita y la letra es hermosa :')

Bien, espero que todos esten muy bien, yo estoy muriendo en mis prácticas, son tan martirizantes u.u a veces salgo a las casi 9 de la noche :'c pero bueno, espero que nos leamos muy pronto en otro fic, prometo actualizar pronto "Lazos del Destino", solo necesito un poco de tiempo libre para escribir el nuevo capítulo :c bueno sin más me despido por esta vez n.n ja-ne minna! ♥


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