Shira estaba totalmente en celo, su coquetería había aumentado y Diego, estaba intentando ganarse el derecho de aparearse con ella.
Al tigre dientes de sable le atontaba el olor de las feromonas que soltaba su ahora novia.
En cambio, Sid estaba intentando aguantar las ganas de insultar a la tigresa, aun no confiaba en una antigua pirata pero no podía hacer otra cosa. Soltó un largo suspiro, se alejo, necesitaba despegar su cabeza de tantas cosas que lo llevaban en un círculo vicioso que lo deprimía.
Camino por un largo rato, nadie había intentado detener. Maní, ni ello y lo que mas le dolía era que Diego ni le había prestado atención.
—Diego—Sid, soltó un gemido lloroso, y se detuvo en medio del bosque. —No estoy hecho para que me quieran—se tumbo en el suelo, deprimido y dejo que sus lágrimas fluyeran.
El perezoso se recostó en el frío suelo del bosque en forma fetal, sabia que no tenia caso llorar y que no debió haberse llegado a ilusionar de esa manera con alguien como Diego.
—¿Que haces aquí?—una voz gruesa y masculina hizo que el perezoso se escogiera mas, no le importaba si lo mataban o devoraban en ese instante—¿Que haces en mi bosque?
Sid se mantuvo callado pensando que le dejaría de doler el corazón si en ese instante el desaparecía. Cerró con fuerza sus ojos y su cuerpo estaba temblando por el miedo de aquella voz. Su instinto le decía que corriera pero el ya no quería regresar y ver a Diego con Shira.
—¡Estúpida criatura!—aquella voz se aproximo a el. El perezoso podía escuchar las pisadas y sabia que era un depredador por la forma sutil de pisar —¿Que eres?—sintió un cálido aliento invadiendo su espacio personal y ese alguien comenzó a olfatearlo, sentía el rostro cerca —¡Apestas!Hueles a comida...también a depredador...—ese alguien lo olfateo mas de cerca, se movía alrededor de el y Sid simplemente apretó fuertemente los ojos, esperando que acabara con na tortura—Hueles a ...pareja...¿Que eres? —ese alguien gruño advirtiéndole y lo zarandeo un poco
—Soy ...Sid. —la voz del perezoso tembló y un bufido fastidiado salio. Ese alguien se sentó a lado de el.
—Te pregunte ¿Que eres? , no ¿Quien eres?—la voz masculina era grave, con notas seductora pero también depredadoras.
—Soy un perezoso... Si vas a comerme, solo hazlo de una vez—Sid se quejo y se enrollo mas sobre si mismo, intentando hacerse mas pequeño.
—Idiota—la voz Bramo en tono burlón y orgulloso.—Apestas, no quiero comerte....Además no es divertido si no huyes
—¡Eso es cruel!—Sid se sentó de golpe y abrió sus ojos para asombrarse —¿Eres un gatito sin colmillos?
—¡Idiota!¡Soy un tigre!¿Por que debería de tener colmillos?—el tigre amarillo con algunas rayas cafés era unos pocos centímetros mas pequeño que Diego, sus colmillos eran todos del mismo tamaño y miraba con curiosidad pero al mismo tiempo tenía un extraño brillo en nos ojos.
Sid se quedo en silencio unos segundos, simplemente admirando al enorme tigre frente a sus ojos, era la primera vez que veía una criatura como el, no negaba que no fuera atractivo igual de Diego o incluso mas ya que su belleza era masculina, poderosa y había un brillo de peligro pero al mismo tiempo de necesidad en el.
—¡Hey!¿Te comió la lengua el gatito? —la voz burlona del tigre era combinada con un tono juguetón y sin pensarlo dio un zarpazo que tiro a Sid de un sentón—No tiembles ...¿Sid?—el tigre olfateo nuevamente al perezoso y había un dulce olor que le agradaba.
—No ...tengo miedo—Sid saco el pecho , la garra del tigre seguía manteniéndolo en su lugar, el perezoso quería salir huyendo de ahí —Creo que...me están llamando.
—Me llamo Juno—El tigre se restregó en Sid, necesitaba marcarlo como suyo para que nadie mas le ganara su bocadillo.
—Juno...¿Que eres?—Sid miro al tigre nuevamente, era un tigre dientes de sable para el pero era uno sin colmillos, cosa que confundía a Sid.
—Soy un tigre. ¿Acaso no sabes? ¿De donde vienes? —Juno se alejo de su aperitivo, estaba seguro que era comida pero todo los olores que emanaba el perezoso lo confundían.
—De ...por allá—Sid señaló el camino por el que había venido, se mordió el labio al ver como Juno abría los ojos con sorpresa—¿Entonces no eres un tigre dientes de sable?
—No, no lo soy—Juno guardo silencio y camino unos pasos para luego regresar los de nuevo—¿Hay tigres dientes de sable por allá? ...pensé que estaban extintos...—Juno se recostó. Estaba inquieto ya que había entrado al bosque prohibido. Rodó y volvió a su posición original —¿Hay... dinosaurios por allá?
Sid automáticamente negó con la cabeza , su mirada examinaba a Juno intentando encontrar las similitudes con Diego — Ellos viven debajo de la tierra.
—Sigueme—Juno empujo a Sid para comenzar a andar. En dirección contraria de la que había llegado Sid.
—¿A donde? —Sid comenzo a caminar de forma nerviosa, miraba a todas partes sintiendose inseguro.
Su mirada se poso en cada arbok, examinandolo desde arriba hasta abajo y fue cuando tropezo con una roca y rodo unos cuantos pasos.
—Ten cuidado—Juno gruño y lo ayudo a levantarse, habian caido en lodo y Sid sujeto fuertemente el cuello de Juno quien solto un bufido exasperado y los dos se resbalaron y comenzaron a rodar.
Sid se sujetaba con fuerza del cuello de Juno, cain demasiado rapido y cerro los ojos ya que era demasiada brusca la caida.
—Salta—Juno bramo y sin darle tiempo a Sid, este salto llevandoselo consigo y aterrizarón en un arbusto.
—¡Vamos a morir!—Sid gritaba de forma dramatica, apreto con fuerza a Juno quien se sacudio para quitarselo encima—¡Voy a morir!
—¡Callate y abre los ojos imbecil!
Sid abrio los ojos, su cuerpo aun temblaba pero todo tipo de emociones pasaron al ver lo que estaba frente a el.
Un hermoso valle con un lago en medio. Varios animales lo miraban con curiosidad, otros con repugnancia y otros eran indiferente. Lo que asombro a Sid fue la distinta vegetación como los nuevos tipos de animales que podia ver sus ojos.
Unos parecian Mamuts como sus amigos pero estos no eran peludos, su piel parecia ser mas lisa y mas fuerte y tenian una larga trompa sin colmillos.
—¿Que son?¿Donde estoy?—Sid camino unos pocos pasos, sus manos se habian soltado y solo una sujetaba el lomo de Juno.
—Bienvenido a la era de la evolucion—Junon sonrio orgulloso, estaba animado de poder mostrar algo nuevo a alguien nuevo, aun cuando tenia preguntas en su cabeza—No hay mamuts ni dientes de sable...la naturaleza nos ha hecho evolucionar para poder sobrevivir ...¡Te vas a sorprender con los monos y los gorilas! ¿Has visto a los buhos? ¿Has probado a los caballos?
—No como carne—Sid balbuceo caminando a lado de Juno quien estaba demasiado junto a el pero eso no parecia importarle.
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