Hace muchos años atrás, en la época donde los dioses de distintas religiones reinaban el mundo de forma pacífica, siendo gobernados por el Dios supremo, el omnipotente Yo Soy, creador de todo lo que es y de lo que abra, existió un hechicero de gran poder, hijo del dios del amor hindú Kama y la diosa griega de la pobreza Penia. Este hombre, para poder destronar a Zeus, creo a los titanes, levantándose en contra del Olimpo, haciendo que las desgracias cayeran sobre los dioses que moraban en el monte.
Zeus, desesperado, pidió ayuda al gran Yo Soy, quien le dio una espada celestial y con ella el dios del Olimpo logro ganar la batalla, encerrando a los titanes en lo más profundo del inframundo y desterrando al hechicero, condenándolo a vagar por el Xibalba por miles de décadas; pero la salud de Zeus decayó hasta el grado de poder morir a causa de la espada y su gran poder, pues el dios no era compatible con ella. Los dioses del olimpo huyeron con su monarca a una isla echa con la túnica de Hera, donde formaron los juegos olímpicos para que así uno de los dioses heredara el trono; pero la discordia comenzó a apoderarse de las deidades, provocando pleitos y enemistades. El gran Yo Soy, molesto por la conducta de los dioses, dijo que ninguno era apto para tomar el trono de Zeus, pues había odio en sus corazones, dijo que el futuro rey del olimpo debía de tener un espíritu fuerte y puro, una persona de acero pero con un corazón de terciopelo.
El dios del amor, Eros, dio un paso al frente y con una reverencia dijo:- gran Yo Soy, permítame ir a la tierra, a mí y a mis compañeros, para buscar a esa persona que pueda heredar el trono.-
El Dios omnipotente se lo permitió, y así, Eros, junto con Ares, Atenea, Eris y Apolo, comenzaron la búsqueda del heredero del trono de Zeus por toda la tierra…
O-O-O
El grito hizo estruendo en toda la casa.
-¡¡¡LESLIE ROBLEZ QUERO LEVÁNTATE QUE SE NOS HACE TARDE PARA IR A LA ESCUELA!!!-
En la habitación se oye el sonido hueco de algo, o en este caso, de alguien cayéndose de la cama. El chico se levanta de un salto al sentir tremendo golpe en la cabeza, girando hacia todos lados y tratando de recordar quien era, en donde se encontraba y que día era ese.
Pasa sus manos por sus alborotados cabellos negros mientras da un largo bostezo. Pero que sueño tan extraño, ¿dioses del olimpo, espadas y titanes? Fue mala idea ver la película de Hércules a las 2 de la madrugada.
El chico se acerca al espejo de cuerpo completo y mira su reflejo, esta horrible como siempre. Examina su figura, flacucho con ganas, cara de ‘’no entender un carajo de lo que pasa en el mundo’’, ojos verdes amielados bastante lindos, pero eso no le quitaba la pinta de bobo que se cargaba, las mejillas llenas de pecas, labios delgados con hilos de babas escapándose por las orillas y nariz un poco chata. Horrible…
La puerta del cuarto se abre y una muchacha pelirroja teñida se asoma.
-Leslie… ¿no iras a la escuela hoy?-
-…ehhh… si…por…-
-porque ya son las 7:54 y Bianny ya se ha ido.-
-...… ¡¡¡LAS 7:54!!!- el azabache se lanzó a su armario, jalando lo primero que se le ponía enfrente. -…Bianny cara de moco me las pagaras...- maldecía mientras se enfundaba en su playera roja y se colocaba sus pantalones de mezclilla; tomo su mochila y salió de su casa, rumbo a la escuela; esquivaba a las personas y tomaba los atajos que se le ocurrían, hasta llegar finalmente al zócalo de la ciudad, donde encontró con la mirada a la causante de su carrera. Se acercó a la chica con molestia, esta sintió su presencia y se giró para verlo con una sonrisa.
-al fin llegas enano.- dijo la chica con tono burlón y colocando sus manos en sus caderas muy proporcionadas.
-…tú eres una- -
-shu shu shu… no digas malas palabras, aquí no.- lo callo poniéndole un dedo en sus labios conservando su sonrisa burlona; Leslie le quita la mano de un manotazo y se aleja de ella dando grandes zancadas.-oye, no me culpes por no ir a despertarte, parecías un koala abrazado a tu almohada.- le dijo Bianny tan pronto lo alcanzo.
-…soñé algo bastante raro…- susurro el azabache al recordar un fragmento de lo anteriormente soñado.
-¿a si? ¿y que soñaste?-
-…pues…-
No pudo decir más pues en la puerta del colegio se encontraba un joven bastante alto que agitaba la mano mientras llamaba a la chica.- ¡Bianny.!-
-lo siento Leslie, Javier me está esperando, me cuentas en el receso, chao.- se despidió la chica mientras corría hacia la puerta, saludando a su amigo y entrando en la escuela, siendo rápidamente rodeada de sus compañeros.
Leslie se quedó ahí parado, observando la enorme puerta color rojiza, debatiéndose entre entrar y tener un día normal o darse la vuelta e irse a su casa a jugar la consola. Mientras se decidía alguien paso justo donde él estaba, empujándole y haciéndole caer.
-muévete imbécil.- fue lo único que escucho de esa persona antes de perderla de vista; el azabache se levantó con algo de dificultad, sacudiendo el polvo de sus ropas, volviendo la vista hacia la puerta, respiro hondo, apretó sus manos y empezó a caminar hacia ella. Otro día normal… monótono día normal… en ser el chico equis de la escuela.
Ojala pase algo nuevo hoy… ojala.