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No tan inocente por candy_sugar01

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Notas del capitulo:

No, no puedo dejar de publicar fics.

Cada mínima idea que me gusta la escribo y la comparto aquí jeje

Perdonen faltas ortográficas y disfruten ;D

– Kai, ¿acabas de escuchar lo que acabas de decir? – Se quejó Xiumin con indignación mientras acariciaba la espalda de su novio que dormitaba sobre la mesa donde almorzaban. El nombrado se pasó las manos por el rostro como llevaba haciendo desde hace días.

 

– Sí, sé perfectamente lo que estoy diciendo, Minmin. – Respondió apretando los dientes.

 

– ¡Acabas de decir que ese niño de 13 años te parece sexy! ¡Kai, tiene TRE-CE años! – Exclamó el de cabello anaranjados, ahora golpeando la mesa con sus manos haciendo que su novio se levante de golpe.

 

– Cielo, ¿puedes callarte? Quiero dormir aunque sea estos pocos minutos de receso... – Se quejó Chen mientras apoyaba sus brazos cruzados sobre la mesa y en ellos, su cabeza, mirando de reojo la situación. Xiumin resopló molesto. – Lulú, dile algo a tu amigo antes de que me golpee. –

 

Luhan quien había estado cuchicheando con Baekhyun sobre los chicos que querían conquistar, viendo cada tanto si estaban cerca o no, le prestó atención al castaño que estaba semi-acostado a su frente. Frunció el ceño al ver a su cuñado bostezar mientras que Baek le prestaba más atención al recién llegado a su frente que al resto de la situación.

 

– ¿Y por qué yo? Es tu novio, no el mío. Aguantate los golpes, que te los mereces por flojo. – Atacó el rubio cara de niña.

 

– Aquí van de nuevo... – Se quejó Kris desde el otro lado de Luhan, que hasta el momento había estado pendiente del cuchicheo de las divas del grupo.

 

– Vaya, ¿me perdí algo? – Preguntó el recién llegado. Suho se sentó al lado de Kai, quien no dejaba de balbucear sobre lo mal que se sentía por haberse fijado en un niño de la secundaria baja, mientras que Chen y Luhan discutían de forma infantil.

 

– Que mala cara tienes. – Halagó Kris, desde la otra punta, al recién llegado.

 

– Tener un hermanito recién nacido es algo estresante, ¿sabes? – Bufó antes de responder y luego señaló a su mellizo, que discutía con el chico que se creía el más masculino del grupo.

 

– Ustedes y el fetiche de sus padres por tener una niña. – Comentó Baekhyun mientras sorbía de su cajita de jugo de frutas. – Al final tuvieron otro niño; compadezco a su madre, que ya bastante tiene con ustedes. –

 

– ¿Qué dices? Yo soy perfecto. – Se defendió Chen, cansado de discutir con el rubio. – Este. – Señaló a su hermano, mayor por minutos, con la cabeza. – Es el insoportable. –

 

– Si mientes te crecerá la nariz, cielo. – Xiumin palmó la espalda de su novio luego de haberle bajado el ego. – Aún no me has llevado a tu casa, que quiero conocer a mi otro cuñado y estoy seguro que Sungmin también querrá verlo –

 

– Aún es muy pequeño. – Habló Suho antes que su hermano, evitando que meta la pata probablemente en una escena de celos sin sentido. – Ryeowook aún es muy pequeño y nuestros padres primero quieren acostumbrarse a él en casa. –

 

– El menor de los Kim, huh. – Luhan se recargó sobre su manos, apoyando los codos sobre la mesa y mirando a los mellizos de forma continua. – Yo también quiero verlo, me encantan los niños. –

 

– ¿Es por eso que junto a Baek se la pasan acosando a esos dos chicos del tercer año? – Preguntó Kai algo divertido. – Son pareja, para la mala suerte de ustedes. –

 

– ¡Mentira! – Baekhyun señaló al moreno con el índice de su mano, molesto. – Chanyeol caerá ante mí, al igual que Sehun por Lulú. – Xiumin se golpeó la frente con una mano, no podía tener amigos más pendejos...

 

– ¿Planean separarlos o algo? – Kris no iba a negar que estaba sorprendido, ¿hasta ese punto eran capaces de llegar sus amigos? El rubio y su divo amigo castaño se encogieron de hombros.

 

– Son de tercer año, por Dios. – Se quejó Kai, haciendo una mueca.

 

– A ti te gusta uno de primero. – Lo acusó Xiumin luego de hacerle mimos a su novio. – Cinco años de diferencia, Jongin, cinco. – Oh Dios, no, cuando Xiumin retaba llamando por el nombre era mala señal. – Chanyeol y Sehun por lo menos ya cumplieron los 15. –

 

– Son pareja. – Atacó Suho. Y era verdad, los dos chicos más altos del tercer año llevaban saliendo un par de semanas, de forma abierta, eran una linda pareja y al parecer a medio colegio le gustaba verlos juntos. – No puedo creer que los vayan a separar por su propio fetiche. – Kris asintió de acuerdo.

 

– Ellos sólo se gustan, no van a durar. Ya verás. – Aseguró Luhan, siendo seguido de Baekhyun.

 

– Yo vi su relación desde que entraron a la secundaria, verás que sólo al final se querrán como hermanos, al igual que antes y listo. Ganamos todos. –

 

– Todos excepto Kai. – Se burló el rubio mayor de la mesa, acompañado de Chen en su intento de molestar al moreno.

 

– Cállate, Kris. Será un niño pero nadie se resiste a mí. – Se señaló a sí mismo con una sonrisa coqueta plantada en el rostro.

 

– ¿Vas a engatusar a un simple niñito de primer año, y para qué? – Interrogó Xiumin, quien seguía en su pleno juicio de “deja de meterte con los de la secundaria”. – ¿Acaso buscas acostarte con él porque las zorras con las que te acuestas ya no te satisfacen y necesitas algo más estrecho, huh? –

 

Todos se quedaron callados, incluso Kai, antes las duras palabras del peli naranja. Vaya que cuando quería, podía soltar la lengua de forma brusca. Chen lo abrazó, pasando un brazo por sus hombros y otro sobre el abdomen para empujarlo hacia atrás y besarlo a la fuerza para hacer que se calme. Luhan soltó una carcajada y todos volvieron a lo suyo.

 

– Le puse el ojo encima porque me gusta. – Kai chasqueó la lengua y le pidió permiso a Suho para que lo deje pasar y así salir de su lugar.

 

– ¿Cómo estás seguro de eso? Ni siquiera lo conoces. – Aclaró Suho mientras se levantaba para ceder el paso. Kris aburrido se dedicaba a jugar con su móvil.

 

– Claro que lo conozco, y verán ahora como cae ante mí. – Aseguró antes de marcharse. Xiumin lo escuchó y quiso separarse de su novio meloso para evitar que el moreno vaya tras el pequeño de primero, pero el agarre de sus brazos se lo impedía.

 

No le quedó otra que resignarse y velar por el joven chico.

 

 

--------------------------

 

 

 

Kyungsoo estaba tranquilamente sentado sobre el césped del patio principal de la zona de receso de los de secundaria, leyendo un libro bajo la suave luz y calor del sol.

 

El patio era enorme, por un lado las mesas bajo la sombra que propinaba el edificio y por el otro un enorme patio, bien cuidado y decorado con flores y árboles buenos al momento de querer ocultarse del sol en los días calurosos. Preparatoria y Secundaria compartían el patio, cada uno por su lado.

 

De repente una sombra opacó su vista, haciéndolo fruncir el ceño en gesto de molestia, no podía ser que el sol se oculte en un segundo cuando apenas y había nubes. Alzó la vista y se encontró con un chico alto, de piel morena y cabello rubio, muy claro, despeinado; mantenía las manos en los bolsillos del pantalón del uniforme y lo miraba desde arriba con una media sonrisa.

 

Genial, pensó, otro idiota infestado de hormonasY es que no era la primera vez que un chico mayor venía con la intención descarada de acercarse creyendo que él era el tipo de niñato entrando a la pubertad que moría por mantener relaciones con cualquiera que se le cruce. No, no lo era. Llevaba apenas dos meses en la secundaria y era constantemente acosado por chicos hormonales.

 

Y hablamos de chicos porque el colegio solamente aceptaba hombres. Tenían un estilo de enseñanza duro, donde era obligatorio ser respetuoso y a la vez esto se lo emprendía. Los profesores eran duros y exigentes, tal y como debían serlo.

 

¿Dónde estaban Lay, Sehun y Chanyeol cuando se los necesitaba? Puesto que estos dos últimos eran quienes hacían huir del miedo a todos sus pretendientes.

 

Kyungsoo era muy bonito a sus trece añitos. Piel blanca como la nieve, cabello negro y brillante, ojos grandes y labios acolchonados en forma de corazón, además de una figura bastante femenina para su gusto. Le gustaba hacerse la idea de que luego de la pubertad dejaría de verse como una mujercita.

 

Mantuvo su vista por escasos segundos hacia arriba, hasta que notó que el mayor no iba a moverse de ahí. Debía admitir que era atractivo, bastante varonil y tenía un estilo rebelde, pero si solamente lo buscaba para pasar el rato, no lo quería cerca. Suspiró molesto mientras se corría de su lugar unos centímetros, hacia el costado, de nuevo donde el sol reflejaba. Volvió a centrarse en su libro, notando como el mayor se sentaba a su lado en donde había estado él antes.

 

– ¿Qué lees? – Escuchó al chico rubio que se pegó un poco contra él, lo estaba haciendo sentir incómodo. Por lo general los chicos que buscaban acercarse se iban apenas notaban que los ignoraba, pero éste incluso le sacaba charla y no necesariamente con algo fuera de lugar.

 

– ¿Te importa? – Habló cortante y giró la cabeza para ver a su nuevo acosador mientras entrecerraba el libro entre sus manos. El mayor abrazó sus piernas y apoyó su cabeza sobre sus rodillas, sonriendo de una forma que a Kyungsoo le pareció linda y provocando que sus ojos tomen forma de medialunas.

 

– No estaría preguntando. – Muy bien. Si ese chico buscaba engatusarlo, lo estaba logrando. Vamos, Kyung, no te dejes llevar sólo porque es el primero que no te propone hacerle un trabajito en el baño...

 

– Es un libro de poesía. – Respondió seco, volviendo a su libro. ¿Por qué le estaba respondiendo siquiera? Solamente alimentaba el ego del mayor.

 

– ¿Tienes examen de Literatura o algo? Puedo ayudarte si quieres. – Oh no, seguramente ahí venía el “Te ayudaré a cambio de …” Pero esa frase nunca llegó. Kyungsoo volvió a mirarlo, esperando que insinuara algo, pero no lo hizo.

 

– ¿No vas a pedir algo a cambio? – Kai frunció el ceño, ¿acaso necesitaba algo a cambio? Si iba a hacer las cosas, las iba a hacer bien.

 

– ¿Por qué pediría algo a cambio? – La conversación se tornaba tonta. Sólo preguntaban y se respondían con preguntas, demasiado tonto. El pelinegro se sintió algo aliviado al ver el rostro casi ofendido del rubio.

 

– Todos se me acercan con la intención de- – No pudo continuar porque el otro lo interrumpió.

 

– No. – Dijo cambiando su postura, estirando las piernas y ahora recargándose sobre sus manos. – Te estoy ofreciendo mi ayuda, no puedo y no quiero pedirte nada a cambio. – Finalizó totalmente seguro, mirando al menor a los ojos. Kyungsoo se encogió un poco en su lugar, aún así Kai pudo notarlo y sonrió para sus adentros.

 

– No necesito tu ayuda. – Y ahora volvían como al principio. El niño le respondía de forma seca y cortante, como si no creyera lo que le dijo, así que no le quedó más que callarse y observarlo en silencio. Kyungsoo parecía ni notar su presencia, leyendo detenidamente y pasando las hojas lentamente.

 

– ¿Puedo preguntarte algo? – Intentó nuevamente comenzar una charla tranquila. El silencio no era precisamente su amigo.

 

– Ya lo estás haciendo. – Respondió sin inmutarse, sin mirarlo siquiera. Frío, nada más.

 

– ¿Por qué me evitas? – Ignoró su burla.

 

– No debería hablar con desconocidos. – Se excusó de forma tonta, incluso con una pequeña curva en los labios que demostraba la burla.

 

– Creo que ya estás grandecito para eso, ¿no? –

 

– ¿Te importa? Eres como todos los demás que se me han acercado, buscando todo con una segunda intención. – Kai notó como la voz melodiosa se iba apagando mientras hablaba, hasta terminar en un simple murmullo.

 

– No quiero nada de eso. – No negaría que se ofendió. – Me gustas. –

 

– No me conoces. – Bien, fue rechazado de una forma cruel, más que nada por el tono implementado en esa respuesta. – ¿Cómo sabes que te gusto? ¿Sabes siquiera acaso mis preferencias? Tal vez ni siquiera sabes mi nombre. –

 

– Kyungsoo. – Más que responder, llamó, pidiendo internamente que el chico se de vuelta aunque sea para verlo. – Enserio, me gustas. –

 

– ¿Por qué yo, huh? Yo sé perfectamente quien eres, y cómo no saberlo. – Eso último sonó a lo más obvio del mundo. La risa irónica de Kyungsoo indicaba algo malo. – ¿Es lo mismo que le dices a todos cuando buscas pasar un buen momento? –

 

Kai quedó boquiabierto. Kyungsoo era pequeño pero no idiota. Era como oír las palabras de Xiumin que antes le dijo, pero ahora en la boca de ese chiquillo con apariencia de ángel pero que en realidad podía hacerte ir al infierno con sólo mirarte. No iba a negar que le dolió, iba a acotar algo más pero otro chico llegó.

 

Era bonito; cabello negro y piel blanca pero no tanto como la de Kyungsoo y un hoyuelo marcado considerablemente. Tenía un aspecto delicado y tierno, y a deducir por sus gestos, se dio cuenta que no era coreano. Llegó corriendo y se sentó al lado del enano que buscaba acortejar, por suerte no lo ignoró como el contrario.

 

– Hola, ¿quién eres? – Wow, que directo, pensó el mayor. Kyungsoo miraba con seriedad al otro niño recién llegado, como si quisiera matarlo con la mirada, el otro ni se inmutó. – Puedes decirme Lay... – No pudo ni responder al saludo cuando lo llamaron.

 

– ¡Kai! – Suho se acercó rápidamente a donde estaban los tres jóvenes, quedando frente a su rubio amigo y haciendo una venia para los demás.

 

Kyungsoo cerró su libro y suspiró, sin corresponder el saludo; lo único que le faltaba era otro chico más con quien lidiar. Lay, por su lado, no le sacaba los ojos de encima al recién llegado, mirándolo de arriba a abajo sin descaro e incluso dándose el lujo de morderse los labios. Su amigo lo miró extrañado y le dio un codazo.

 

Suho obviamente se dio cuenta de la mirada atrevida que le lanzaba el amiguito del chico que buscaba acosar su amigo. Pero no. No, no, no, no, no. Él no quería volverse como Kai, por Dios no.

 

Sin embargo, ¿por qué no le sacaba los ojos de encima? Se apuñaló mentalmente para volver a la realidad, una en la que no le hacía nada fuera de lugar al chiquillo chino, dándose cuenta que los dos restantes lo miraban alzando una ceja. Kyungsoo molesto y Kai confundido.

 

El más bajito se levantó y le dio su libro a su amigo, sacudió cualquier polvo u hojita de césped que le haya quedado y volvió a retomar su lectura de pie. Todo esto ante la vista de los mayores, cosa que el rubio no dudó para mirarle el trasero con disimulo.

 

Y después se queja de que Kyungsoo le echa en cara su reputación de casanova.

 

Lay iba a decir algo pero su amigo le cubrió la boca con una mano. El chiquillo un poco más alto que su amigo podía ser medio ido e inocente, pero era alguien que soltaba la lengua con facilidad. Antes de que se quejase por no dejarle decir cualquier cosa atrevida que probablemente quisiera decir, lo empujó hacia atrás para irse.

 

– ¿No me vas a saludar? – Kai fingió un puchero, ahora de pie, marcando la altura ante los otros dos que apenas le llegaban al hombro. Kyungsoo se dio la media vuelta y lo miró alzando una ceja, obviamente molesto.

 

– Jódete. – Dijo y simplemente se marchó hasta dentro del edificio donde estaban las aulas de la secundaria, arrastrando a su amigo.

 

– Y con esa boquita dices mamá... – Se burló mientras los veía irse, sabía perfectamente que el enano había llegado a oírlo por como se encogió de hombros.

 

¿A quién iba a engañar? Con esa boquita podía hacer muchas cosas...

 

 

 

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Los dos mayores volvieron a sus lugares, sentándose como estaban antes. Uno claramente con un deje triste y el otro con cara de haber visto un fantasma.

 

– ¿Y bien? – Se atrevió a preguntar Xiumin cuando los vio de nuevo. Sonrió en forma de burla al ver la cara del moreno.

 

– Lo que tiene de ardiente no lo tiene de simpático. – Se quejó Kai mientras golpeaba su frente contra la mesa.

 

– ¿Ya te vas a rendir? – Curoseó Chen, recibiendo un golpe por parte de su lindo novio por haber mencionado e incitado al rubio a seguir tras el chico de primer año.

 

– Claro que no, sólo que será un poco difícil... – No iba a negar que se quedó pensando sobre las preferencia sexuales del menor, porque obviamente se había referido a ello. Bueno, pensar que podría ser un muñeco de experimento para el bajito era algo cruel para sí mismo, pero si se le daba la oportunidad de conquistarlo, la aprovecharía.

 

A estas alturas ya estaba demasiado demente como para ingeniar otra cosa.

 

– ¿Y tú? – Cuestionó Kris ahora a Suho, que estaba duro como una piedra, no en el sentido literal, mirando el universo. – ¿Qué pasó que tienes esa cara? ¿Viste a alguien intimando en algún baño o qué? – Terminó por burlarse.

 

– Está de mi lado. – Dijo Kai, pasándole un brazo sobre los hombros y así sacándolo del mundo de los sueños. Nadie parecía haberse percatado que las divas ya no estaban en la mesa, sino hasta que volvieron a sentarse, soltando un suspiro. – Un amiguito de Kyungsoo le hace ojitos, aparentemente le quedó el más fácil de los dos. –

 

– No le digas así. – Defendió el mellizo al chico que evidentemente le hacía ojitos. – Es un niño, nunca le pondría la vista encima. –

 

– Claaaro. – Se burló con sarcasmo su hermano a la vez que sonaba la campana del receso. La del secundario había sonado apenas unos minutos antes.

 

– ¡Esos chicos que probablemente vieron son los amigos de Yeol y Hun! – Exclamó Lulú, emocionado. – ¡Ustedes... Ustedes pueden salir con ellos y ser más cercanos a nuestros futuros novios y pasarnos información! – Baek asintió emocionado también, la idea de su amigo le parecía genial.

 

– ¿Por qué no lo hacen ustedes? Digo, acercarse a los postes esos y hablarles... – Indagó Kris, nuevamente aburrido, presentía que sólo era cuestión de días para que la cosa se torne divertida.

 

Suho negó con la cabeza, alejando a Kai de paso.

 

– Yo no quiero nada con ese chico. –

 

– Claaaro. – Volvió a burlarse Chen. El mayor quiso tirarle un manotazo pero Kai, quien estaba entre ambos, los golpeó para que no jodan; no con él en el medio al menos.

 

– Por favor chicos... – Suplicó Lulú con carita de cachorro mojado, seguido de Baek.

 

– Malditas perras. – Se quejó Kai en un murmullo. – De acuerdo, ya no molesten. Vamos a clases que es tarde. –

 

Xiumin mantenía el rostro serio, no le gustaba que sus amigos se metan con los más jóvenes que carecían de experiencia en todo sentido.

 

 

De todo esto no iba a salir nada bueno...

 

Pero iba a ser divertido, ¿no?

 

 

 

 


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