El frio viento sopla con intensidad en el rostro del chico de semblante serio. Sus manos se encuentran en los bolsillos de su saco mientras mira como las olas del mar parecen ser más constantes a cada momento. No hay personas rondando puesto que el canal de noticias había anunciado esta mañana probabilidad de lluvia. El clima es gélido. Aquello no pareció importarle a Oh SeHun, quien simplemente salió de su hogar para tomar un descanso de su familia.
A veces su mente se encarga de producir mil incógnitas que ni el mismo puede resolver. Incógnitas que se tratan sobre su pasado. Pero no puede hacer algo al respecto salvo hundirse cada vez más y más en ellas. Porque no recuerda absolutamente nada. Debido a ello se decidió y pregunto a sus tutores por sus verdaderos padres o algo que tuviera que ver con él. Para SeHun ellos siempre serán sus padres, por no decir que son los únicos que están dentro de sus escasos recuerdos. Las cosas no salieron como esperaba esta tarde y lo que comenzó con una simple pregunta termino en una gran pelea –cortesía suya–, ya que después de que abriera la boca la sala se llenó de un completo silencio. Sin respuestas a sus tantas preguntas. Se supone que una persona alberga recuerdos valiosos en el transcurso de su vida. Esos que con el paso del tiempo recuerdas y es inevitable esbozar una sonrisa nostálgica. SeHun no tiene nada de eso.
Antes de que pueda sentirse enojado de nuevo, se percata de que el ruido de las olas se ha vuelto más fuerte que el de sus propios pensamientos. Levanta la vista que ha estado fija en la arena debajo de sus pies y una gran o se forma en su boca. Ni siquiera es capaz de tragar saliva al mirar la enorme ola que se ha formado. Realmente grande para ser normal. Se maldice internamente y se recuerda empezar a confiar en la chica delgada con curvas del clima. Una voz interna le dice que corra, que se aleje ahora. No obstante, sus pies parecen pegados en la firme tierra. Esta inmóvil.
Cuando la ola avanza con la máxima posibilidad de alcanzarlo, sabe que enserio tiene que irse de ahí. Da un paso atrás, sin embargo, es demasiado tarde.
La ola cae sobre él, arrastrándolo consigo misma y alejándolo de la tierra firme. SeHun se hunde en el agua y trata de nadar hacia la superficie. Su cabeza sale y toma una gran bocanada de aire. Se da cuenta de que no puede pasar mucho tiempo en esa posición, la marea es muy fuerte. Se mueve casi de manera salvaje. Continúa moviéndose y tomando todo el aire que puede. No es consciente de cuánto tiempo pasa y pronto, sus músculos duelen y realmente cree que morirá. Su cuerpo sucumbe ante al cansancio de seguir pataleando. Sus ojos están a punto de cerrarse cuando divisa un barco acercándose a lo lejos. Luego, su visión se torna completamente negra.